Un Final Definitivo
«Todos nosotros tenemos un gran enemigo en común, y éste, finalmente, ha encontrado una forma de acabar con todos nosotros»
A pesar de haber transcurrido ya veintitrés años desde su debut, y de que lo que entonces nos parecía tan nuevo, tan actual, el Universo Ultimate es sin duda un excelente punto de entrada en Marvel para cualquier lector. Consciente de eso, desde Panini Cómics se acomete la publicación de las obras más destacadas de esta extinta línea editorial (que como explicaremos más adelante, parece ser que todavía no ha dicho su última palabra) por un lado en forma integral, como es el caso del volumen que procederemos a analizar en estas líneas, y por otro lado, en formato coleccionable a través de la edición que de este material está haciendo Salvat en colaboración con Panini.
Sobre dicho coleccionable, actualmente en curso, Juanjo Carrascón y servidor, ya publicamos dos entradas relativas a los comienzos de este cosmos alternativo, que podéis consultar aquí y aquí.
Quien escribe accedió a este Universo desde el comienzo de su publicación en España en formato de grapa doble, y finalmente se hizo con todo el material que lo compone en un coleccionable de Kiosko que vio la luz en el año 2014 y que sucedió al extinto coleccionable Marvel Héroes. Pues bien, ya que hablamos de comienzos, toca también hablar de finales, y de retornos, porque de eso va este tomo que cuenta no solo las últimas aventuras de Miles Morales en el universo que le vio nacer, sino el final del Universo Ultimate como cosmos paralelo y distinto del Universo Marvel tradicional.
Corría el año 2015, y lo que en su momento fue un lugar fresco, al que lectores nuevos y no tan nuevos acudían ávidos de nuevas aventuras, sabedores de que bastaba con seguir cuatro series como máximo al mes para disfrutar este universo por entero, se había convertido en un lugar anodino y ramplón, con cómics pasables, en el mejor de los casos, o directamente malos en el peor, mientras caían las ventas mes a mes.
La Tierra 1610 había pasado ya por dos apocalipsis casi seguidos (Ultimatum y Cataclismo) y tan solo un personaje seguía gustando al público: Ultimate Spiderman, que desde el año 2011 estaba encarnado por Miles Morales y no por Peter Parker (quien había muerto en una magnífica saga, aunque luego volvió a la vida, pero eso es otra historia). Si a la falta de credibilidad en sus diversos armagedones de un Universo en el que supuestamente primaba la ausencia de reglas, o de personajes sagrados que salvar a toda costa, sumamos el hecho de que con tanta muerte ya no quedaban casi personajes icónicos no ya del Universo Marvel, sino del propio Universo Ultimate que hicieran al lector decantarse por estos cómics, el resultado se traducía en unos cómics que habían pasado de ser vanguardistas a indiferentes.
Un año antes, en 2014, y con Miles bien asentado en su papel de trepamuros, la Casa de las Ideas había hecho todo lo posible por que se recuperara el interés en esta línea editorial, relanzando de nuevo la colección del lanzarredes, apoyándose en unos Jóvenes Ultimates liderados por éste, y volviendo al concepto de Los Cuatro Fantásticos a través de la Ultimate FF. Sin embargo, salvo en el caso de Spiderman, el resto de series no funcionaron, y dado que Jonathan Hickman y Esad Ribic estaban preparando sus Guerras Secretas (concebidas más como Crisis deceítas que como conflicto Marvel en el hogar del Todopoderoso), se presentaba la oportunidad perfecta para decidir qué hacer con este Universo que tantas alegrías nos había dado y cuya llama ahora se apagaba inexorablemente.
La decisión fue sencilla, dada la escasez de ventas, se decidió dar final al Universo Ultimate. Siendo Miles Morales funcionaba en el mismo, más valía trasladar a este personaje a la Tierra 616 (o Tierra Primordial) que mantener todo un Universo editorial solo por un muchacho adolescente con poderes arácnidos, máxime cuando el bueno de Miles ya había realizado dos incursiones previas en el Universo vecino (como vimos en Spidermen y en Cataclismo). Sin embargo, salvedad de la segunda serie que contiene este tomo, la decisión sospechamos que fue un tanto rápida, puesto que llegó menos de un año después del relanzamiento de las series que formaban este Universo y no dio tiempo a cerrar las mismas. Por eso, los últimos cuatro números de la serie de Miles Morales no hacen una sola referencia a este apocalipsis, abriendo de hecho nuevos puntos argumentales de interés que nunca jamás fueron tratados.
En ese sentido, y como no podía ser de otra manera con Brian Michael Bendis al guion, comenzaba un nuevo arco argumental en el que Miles se enfrentaba a su propia versión de La Conversación (como ya lo hiciera Peter Parker en la etapa de JMS y el propio Parker definitivo en su serie) al tener que afrontar con su padre la verdad de su identidad secreta, lo que servía como excusa para que el progenitor, por fin, contara a Miles y a los lectores, qué secretos escondía y qué le había enfrentado con su hermano. En efecto, Jefferson y Aaron comenzaron como ladronzuelos de poca monta que, al poco de empezar su andadura criminal, eran fichados por un primerizo Nick Fury que les convertía en Agentes de SHIELD encubiertos que tenían como misión formar parte de la banda de Kingpin para informar, a su entonces no tuerto jefe, de los movimientos del futuro jefe del Hampa con la famosa Hormona de Crecimiento Mutante. Dicha vida terminaba por quemar a Jefferson y por convertirse en la chispa que alimentaba la existencia de Aaron, lo que separaba a ambos hermanos de por vida y explicaba mucho de la opinión que ambos hermanos tenían en en el futuro con respecto a las personas superpoderosas.
David Márquez dibujaba estos números con un estilo distinto al habitual para marcar la existencia de flashback, y con un dibujo muy correcto pero efectista a la vez y suave en las líneas utilizadas que maridaba muy bien con el color de un Justin Ponsor que iluminaba perfectamente cada secuencia. Seguidamente, asistíamos a un enfrentamiento de Miles con lo que quedaba de Hydra y con un resurgido Doctor Muerte, que nunca sabríamos si llegaría a más porque había que cerrar la serie y sacrificar potenciales argumentos nuevos. Pero la palma (en el mal sentido) se la lleva la miniserie que se añade a continuación en este tomo, y que titulada Ultimate End, narra, cómo podemos imaginar, el final del Universo Ultimate.
Lo que podría haber sido una despedida por todo lo alto, máxime si tenemos en cuenta que a cargo de esta historia estaban tanto Brian Michael Bendis como Mark Bagley (padres de este Universo junto a Mark Millar o los hermanos Kubert), es una de las peores colecciones de este Universo y de Marvel en general.
El argumento aprovecha las Incursiones diseñadas por Jonathan Hickman en su etapa en Los Nuevos Vengadores y que hacían las veces de Eje de las Guerras Secretas, y nos explica cómo los principales héroes de las Tierras 1610 y 616 lidian con la crisis derivada del choque de ambos universos. Como salvedad el dibujo de Mark Bagley, tan bueno como de costumbre, pese a esos rostros que siempre dibuja igual. A pesar de ello el guion se nos atraganta puesto que estamos ante cinco números que no explican en ningún momento cómo se ha producido la incursión, y en los que en absoluto se cierran argumentos pendientes del Universo Ultimate, si no que tan solo consisten en enfrentamientos artificiales y vergonzosos entre los distintos héroes y sus contrapartidas del otro universo (Tony Stark vs Tony Stark, Bruce Banner vs Doc Green etc).
En definitiva, un sinsentido argumental que cuesta entender en su lectura no por la dificultad de los temas tratados sino por la desconexión del argumento que plantea, que hace difícil pensar que esté escrito por Bendis, puesto que en este caso estamos ante un cómic que no es que peque de los peores tropos del escritor (que pueden gustar más o menos) si no que, directamente, está mal escrito. Una despedida del Universo Ultimate que ninguno de sus lectores merecíamos.
Tras este final, algunos de los personajes de la Tierra 1610 sobrevivieron a su extinción. El más destacado, Miles Morales, cuya popularidad y buena salud en ventas había hecho que fuera trasladado tal cual a Tierra Primordial aprovechando el escenario creado tras las Guerras Secretas. Lo mismo puede decirse del Hacedor, ese Reed Richards malvado que nos regalaron Brian Michael Bendis (en cuanto a su origen en la Trilogía del Enemigo Definitivo) y Jonathan Hickman (en su etapa en Ultimates), y que hemos visto prodigarse por algunas colecciones del Universo Marvel reciente como en Veneno de Donny Cates o los Nuevos Vengadores de Al Ewing. Igualmente, pudimos ver a Jimmy Hudson (el hijo biológico de Wolverine que fue presentado en Ultimate X #1 de Jeph Loeb y Arthur Adams) entre los personajes que sobrevivieron a la debacle de este Universo no tan definitivo. Sin embargo, hasta el momento, no se ha hecho nada interesante con el personaje.
Finalmente, siempre nos quedará la duda de qué pasó con los Ultimate Peter Parker y Norman Osborn. Ambos sobrevivieron a su muerte narrada en viñetas, pero el segundo volvió, solo para ser vencido por Peter y Miles. Tras dicha batalla, Peter huía hacia lo desconocido acompañado de MJ, pero entendemos que ambos murieron al destruirse su universo de origen. Sin embargo, en Spidermen II, tanto Peter como Norman aparecían al final de la historia en un Universo alternativo que no sabemos si es distinto al Ultimate o si es una subversión de éste.
¿Fueron trasladados a dicho Universo? ¿Se tratan de versiones alternativas que conviven en un Universo muy similar al Ultimate pero distinto?
Así mismo, en el arco en el que Miles Morales (ya en su serie principal dentro de Tierra Primordial con Saladin Ahmed al guion y Javier Garrón al dibujo) se enfrenta a Ultimatum, su contrapartida de la extinta Tierra 616 que a su vez ha viajado por el multiverso, también aparece el Norman Osborn Ultimate. Como en el caso anterior, desconocemos si se trata de una versión muy similar del Duende Verde que la que conocimos en la Tierra 1610, o de si es la misma, misterios que probablemente nunca lleguen a resolverse del todo.
Por otro lado, el Miles Morales de Tierra Primordial, presentado en la ya mencionada Spidermen II, visitó dicho universo similar al Ultimate, para después volver a Tierra Primordial y dar muchos quebraderos de cabeza a Miles.
Igualmente, la familia de Miles compuesta por Río Morales (fallecida en la serie Ultimate de Miles), Jefferson Davis y el Tío Aaron también sobrevivieron, siendo actualmente personajes de Tierra Primordial.
Sin embargo, puede que algunos de estos interrogantes pronto encuentren su respuesta, y es que ,nada más y nada menos que Jonathan Hickman, autor de algunos de los mejores cómics de los Ultimates con permiso de Mark Millar se une a Bryan Hitch (dibujante de la mentada grandísima etapa de Mark Millar en Ultimates) para narrarnos lo que parece ser el regreso de este universo en una mini serie que lleva por título Ultimate Invasion, con fecha de publicación en USA en el mes de Junio. Desconocemos si más series seguirán la estela a esta Invasión Definitiva, y sospechamos que tendrá gran calidad dado su equipo creativo y el protagonismo de Miles y del Hacedor, pero también podíamos pensar eso si leemos quién está detrás de este nefasto Ultimate End, por lo que en este caso, es mejor esperar y no tener ninguna expectativa que llevarse un chasco definitivo.
Lo mejor
• David Márquez y Mark Bagley, cada uno en su estilo.
Lo peor
• La mini serie Ultimate End carece de sentido, orden o concierto.
• Que se abran nuevos argumentos y posibilidades para Miles Morales que luego nunca fueron retomados.
Guión - 5
Dibujo - 8
Interés - 7
6.7
Irregular
Brian Michael Bendis, Mark Bagley y David Márquez ponen punto y final a la Tierra 1610 que los dos primeros ayudaron a crear, y dan un nuevo comienzo a Miles Morales.
¡Ay, por favor! ¿En serio esperabas a que Bendis, Bendis, iba a dedicarse a dar alguna explicación de lo que pasaba o que cerrara alguna trama argumental con un minimo de sentido?
Bendis sabra iniciar historias, pero no tiene idea de como terminarlas.