La memoria es la llave de la identidad
«Soy la manifestación de tus recuerdos perdidos. Soy las piezas que faltan en tu puzle»
El renovado interés por el anime de un sector de la población durante los meses de confinamiento y la publicación de series muy esperadas, como Haikyû!! o Tokyo Revengers, espolearon las ventas del manga en nuestro país y propiciaron un nuevo boom del manga, que se ha traducido en un incremento de lectores y el nacimiento de nuevas editoriales. Norma Editorial acudió al Manga Barcelona de 2021 unos días antes de la publicación de los dos primeros volúmenes de la serie de WAKUI Ken en un pack promocional, pero pocos podían imaginar lo que estaba por venir.
Tokyo Revengers se convirtió en un éxito rotundo desde antes de su publicación, con una campaña de marketing nunca antes vista, librerías abriendo por la noche para iniciar las ventas y los aficionados haciendo cola a sus puertas para llevarse a casa la jugosa promoción inicial de dos volúmenes dobles al precio de uno. A raíz de ello, la editorial barcelonesa se apresuró a editar el resto de obras creadas por este autor, siguiendo el formato de grandes tomos que reúnen varios de los recopilatorios japoneses, y la primera de ellas en ser publicada fue Sekisei Inko, cuyo primer tomo llegó a nuestras librerías en diciembre de 2022, mientras que para el segundo hubo que esperar hasta marzo de este año.
Sekisei Inko fue publicada a partir del año 2013 en las páginas de la revista Young Magazine de la editorial Kodansha, cuyo bajo paraguas siempre ha trabajado este autor, siendo editada posteriormente en cinco tomos recopilatorios. El protagonista de esta historia es Nana Kaneda, un joven que sufre una amnesia inducida por el trauma psicológico que le ha provocado el reciente fallecimiento de su compañera de clase y pareja, Hiwako Shima, del cual fue testigo. Kaneda es recogido del hospital por un misterioso benefactor que ejerce desde hace poco tiempo como su tutor legal, quien le informa de que su padre está en la cárcel por haber cometido varios crímenes y del fallecimiento de su madre a causa de una enfermedad crónica. Sin embargo, escucha una voz en su interior que afirma que el relato de su tutor es una mentira y, tras regresar al instituto para retomar sus estudios, se revela a los ojos del lector como un espejismo, una surrealista ilusión cuya cabeza tiene forma de luna creciente y que responde al nombre de Memoria, la cual se dirige a Kaneda por el nombre de Seven y que solo él puede percibir a través de los sentidos.
Movido por el afán de descubrir al asesino de su pareja, Kaneda se ve envuelto en la disputa entre dos organizaciones secretas que andan tras sus pasos, cuyo objetivo es controlarlo o asesinarlo, lo que lo llevará a entrar en contacto con integrantes de ambos bandos, descubrir la realidad tras los bugs o espejismos que utilizan tanto él como algunos de ellos e indagar en sus recuerdos, desvelando poco a poco su pasado, que se remonta más allá de lo que él mismo podría imaginar.
Wakui realiza una interesante reflexión sobre la memoria, poniendo de manifiesto su carácter esencial en la construcción de la identidad individual. Al comienzo de la historia, Kaneda es una tábula rasa, un personaje carente de personalidad que, a medida que recupera sus recuerdos, va recobrando su verdadero ser y desarrollando su autoconcepto. Esta preocupación por la memoria es una constante en la obra de este autor, como podemos observar también en Tokyo Revengers, donde el protagonista también se desarrolla a través de la recuperación de sus recuerdos, aunque en esta ocasión lleva la idea a cabo de una forma más convincente.
A pesar de que aquí encontramos unos diseños reconocibles para quienes ya lo conocemos, Wakui presenta en las páginas de esta obra un dibujo menos depurado que en Tokyo Revengers, más tosco y visceral, con abundancia de primeros planos que subrayan la importancia de la dimensión psicológica durante toda la obra, y un irregular diseño de escenarios, que en algunos momentos conlleva una pobre contextualización de la historia. Aunque se observa su característico uso de grandes viñetas con las que imprime un intenso ritmo de lectura, su narrativa visual se resiente en ocasiones a causa del tratamiento de una temática más profunda, una galería de personajes limitada y una ambientación sombría, pero ello no es óbice para que el apartado artístico resulte interesante y cumpla su cometido, brillando especialmente durante las escenas de acción del segundo volumen, en las que el autor da lo mejor de sí.
En diciembre del año pasado y marzo de 2023 Norma Editorial ha publicado Sekisei Inko en una edición similar a la de Tokyo Revengers, en dos volúmenes de tamaño A5 (148×210 mm) con sobrecubiertas, que recopilan los cinco volúmenes en los que se publicó la obra en Japón, los cuales cuentan con una correcta traducción a cargo de Alejandro Sánchez Herrera y una impresión sin errores, aunque el mayor error que se le puede achacar es la ausencia de las páginas originales a color. A pesar de tratarse de dos tomos voluminosos, estos se leen con facilidad y su encuadernación no se resiente, por lo que se trata de una buena edición en líneas generales y una excelente oportunidad para dar continuidad a nuestra biblioteca de WAKUI Ken, a la que también se incorporarán Dessert Eagle y Shinjuku Swan.
Lo mejor
• El planteamiento en torno a la memoria como una dimensión esencial del ser humano.
• Los giros argumentales con los que desvela la historia.
• El ambiente sombrío y apesadumbrado que consigue mantener a lo largo de toda la historia.
Lo peor
• Una narrativa que a veces sufre trompicones y, en general, es menos fluida que en Tokyo Revengers.
• La ausencia de personajes carismáticos.
Guión - 7.4
Dibujo - 7.2
Interés - 7
7.2
Sekisei Inko se ha publicado a rebufo del éxito de Tokyo Revengers, pero se trata de un título que podría haber llegado antes, gracias a sus propias virtudes, que la convierten en una lectura interesante. Wakui aborda la importancia de la memoria en nuestras vidas y construye un relato sólido y bien planificado.
