Antes muerta que dejar que me atrape la muerte
Dicen que dentro de todo anciano hay un joven de 20 años preguntándose qué coño ha pasado. Desde la cómoda perspectiva de la juventud solemos dar por hecho que la gente mayor es consciente de que ya está en el descuento y asume el fin de sus días sin miedo. Pero la realidad que nos muestra escucharles es que la mayoría de las veces uno llega al final con la sensación de que es demasiado pronto, de que las canas no están reñidas con las ganas de apurar la vida hasta sus últimos sorbitos. De que a la muerte no se le abre la puerta, se le combate a toda costa. Aunque sea con una aspiradora.
Vejez y muerte son los temas sobre los que gira Shadow Life, la obra de la que hoy hablamos y que nos trajo recientemente Nuevo Nueve, una editorial que no suele pescar con asiduidad en el mercado norteamericano, pero que de hacerlo, desde luego lo iba a hacer con una obra de este estilo. Al fin y al cabo, hablamos de una publicación original de First Second Books, la editorial estadounidense que tan bien ha sabido diferenciarse del resto con un perfil muy cuidado en su catálogo, plagado de obras donde el punto común más habitual son la sensibilidad y el intimismo.
Detrás de la obra se encuentra en primer lugar Hiromi Goto, una autora japonesa residente en Canadá, cuya producción se había centrado especialmente en la literatura infantil y juvenil, con títulos como Chorus of Mushrooms o The Kappa Child. Sin embargo, con su nueva historia Goto pretendía darle protagonismo a un tipo de personaje que rara vez disfruta de él en la ficción: un mujer anciana. Y según palabras de la autora, “hay algo en el realismo de la representación visual que no se puede comparar con la prosa, la experiencia de contemplar la representación de personajes diversos, como por ejemplo una persona mayor, es muy diferente a simplemente leerla”.
Así, cuando el personaje de Kumiko entra en escena, Goto tomó la decisión de dar el salto a las viñetas para poder ver cómo su nueva protagonista cobraba vida en imágenes. La elegida para esa empresa sería la ilustradora Ann Xu, una autora joven y con solo otro trabajo infantil (Measuring Up, HarperCollins) como bagaje dentro del mundo editorial. Ambas autoras se dan la mano para crear un tomo que vería la luz finalmente en 2021 en su país natal, y que lograría convertirse en finalista del L.A. Times Book Prize.
En Shadow Life conocemos a Kumiko, una anciana que ha tomado la determinación de fugarse del asilo en el que sus hijas la han animado a residir para no estar sola, pero cuya rutina no está hecha para el fuerte carácter de la mujer. Sin embargo, algo sigue a Kumiko en su huida hasta su nuevo hogar: la muerte. La vieja de la guadaña acecha para llevarse de una vez por todas a la testaruda anciana, pero Kumiko no está dispuesta a dejarse atrapar de ningún modo y peleará con uñas y dientes para apurar su vida y por el camino, hacerle entender a sus hijas que su vida es suya.
Hiromi Goto plantea así una historia en la que, a pesar de las apariencias, podríamos decir que lo que verdaderamente se trata es la vida, y no la muerte. La autora aprovecha su premisa sobrenatural para realizar un acercamiento a la vejez y naturalizar una etapa de la vida en la que la sociedad suele anularnos, sugiriéndonos que nos hagamos a un lado y cedamos el protagonismo a los que vienen por detrás mientras asumimos con estoicismo la llegada de la muerte. Goto se revela contra esa idea y, a partir un personaje tan carismático como la cabezona Kumiko, pone sobre la mesa la validez de los sueños y ambiciones de toda esa gente que no por estar más achacosa ha dejado de sentir.
En cierto modo, casi podríamos decir que Goto está menos interesada en el relato principal que en explorar la rutina de Kumiko y darle visibilidad a su diversidad como personaje alejado del canon arquetípico de la ficción. Es algo que queda patente especialmente en esas escenas en las que se nos muestra desnuda en su casa, con una naturalidad y una ausencia de glamour que parece gritar “estos cuerpos también existen, y son los que todos tendremos”.
Por supuesto, no deja de ser estimulante el argumento central de la obra. El peculiar duelo con la muerte de Kumiko explora ese anhelo por vivir que no tiene por qué desaparecer con las canas, y juega a desmitificar a la muerte al enfrentarla de una manera mundana y hasta algo ridícula con una mujer mayor más bruta que un arado. Un acercamiento costumbrista en el que se perciben perfectamente los orígenes japoneses de su autora y su visión de la muerte y su mitología, más naturalista y costumbrista que el habitual enfoque ominoso occidental.
En el apartado visual, el trabajo de Ann Xu resulta una elección más que adecuada para la historia que se quiere contar. La autora no se aleja demasiado de su estilo de dibujo infantil, pero el añadido de profundidad y la elección de realizarlo en blanco y negro le aporta una identidad perfecta para la obra, en una especie de mezcla entre la estética gekiga y ese estilo de dibujo pausado e intimista de autoras como Tillie Walden.
En definitiva, Shadow Life es una historia diferente que trata de reivindicar a las personas mayores y poner sus sueños y anhelos a la altura de todos los demás. Hiromi Goto y Ann Xu nos entregan una entrañable obra en la que la muerte no es tan importante como darle su lugar a los que aún no se plantean dejar de vivir.
Lo mejor
• Su testaruda protagonista.
• Su retrato sin pudor de la tercera edad y sus ignorados sueños.
Lo peor
• Hacernos mayores.
Guion - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 7.5
7.3
Humana
Nuevo Nueve nos trae una obra diferente y cercana, que explora sin pudor la vejez, pero también las ganas de vivir.
