Especial Cómic Mexicano

Diseccionamos el cómic mexicano a través de distintas entrevistas a figuras del medio así como destacamos varias historietas que no os podéis perder.

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INTRODUCCIÓN

«¿Existe el cómic mexicano?» se preguntaba Hector G. Santarriaga en el editorial del número 61 de Gallito Comics. El autor de Gila: Sol negro se hacía eco de la cantidad de veces que le cuestionaban sobre este tema sus propios paisanos en el stand de alguna feria. Por supuesto que existe, aunque la época en que las editoriales tiraban millones de ejemplares semanales pasó a mejor vida. En este artículo hablaremos de historietas pasadas, presentes y futuras del país azteca para dar a conocer tanto aquellas lecturas que se consideran clásicas como a los talentos más emergentes. No solo eso, sino que las obras seleccionadas permiten plantear diálogos de contenido social como el narcotráfico, los feminicidios, la corrupción política, los desaparecidos o la migración irregular, repasar eventos históricos como la llegada de los españoles a Tenochtitlán, el terremoto de 1985 o personajes célebres como Frida Kahlo o Diego Rivera.

Pero ¿qué hace un redactor bilbaíno metiéndose en semejante jardín? Por azares del destino, hace un par de años mi camino se cruzó con el de una jalisquilla que terminó convirtiéndose en mi mujer. Además de empaparme en las costumbres de mi nueva familia, los viajes a Guadalajara acabaron convirtiéndose en una búsqueda incansable de un tesoro infinito. Un nuevo mundo (cultural) se abría ante mis ojos y lo fui devorando compulsivamente en bibliotecas, librerías o realizando búsquedas a través de internet.

De esta forma, llegué a la conclusión que la suerte que había tenido al realizar tales descubrimientos debía de compartirla con vosotr@s, lectores/as y compañer@s. Me puse manos a la obra trayendo a España muchos más kilos en materia comiquera de los que me gustaría confesar y fui dando forma a lo que vais a poder leer a continuación.

No están todos los que son (desde luego, eso sería imposible), pero sí son todos los que están. Quiero agradecer públicamente a Augusto Mora, Ely Galvar, Paulina Márquez, Andalusia K. Soloff, Bef, Francisco de la Mora y José Luis Pescador las facilidades prestadas. La lista podría haber sido mayor pero las agendas hicieron lo imposible para que se materializasen. Espero, de corazón, que este artículo pueda, algún día, aumentar su tamaño y dar cabida a tod@s ellos. Además, como si de una bola de nieve se tratase, los nombres de otras autoras y autores que no tenía en el radar fueron surgiendo en las diferentes entrevistas, por lo que tengo (tenemos) disfrute para rato.

Solo me queda ya agradecer a Jordi T. Pardo su ayuda incondicional con los encabezados y la imagen destacada, a Mònica Rex porque formó parte de la entrevista que realizamos a Pau Márquez y a mi familia mexicana (Chayo, Daniela, Gabriela y, sobre todo, Sandy) que además de darme un nuevo hogar, me ha permitido hallar un paraíso comiquero virgen por explorar.


ÍNDICE

1. ENTREVISTAS

José Luis Pescador

Francisco de la Mora

Bef

Andalusia K. Soloff

Paulina Márquez

Ely Galvar

Augusto Mora

2. ZN RECOMIENDA

La caída de Tenochtitlán

Diego Rivera

Matar al candidato

Vivos se los llevaron

Tormenta de Mayo

La bruma

Illegal cargo

Operación Bolívar

El Complot Mongol

Sueños rotos

A Lupita le gustaba planchar

Nido de serpientes

Septiembre: zona de desastre

Ruinas

3. ENLACES DE INTERÉS


ENTREVISTAS

Nacido en Ciudad de México, en 1979, José Luis Pescador ha publicado su trabajo en La Cúpula, Fantagraphics, Decade Press o Tank Magazine. Ha publicado la novela gráfica Diego Rivera y se encuentra inmerso en su serie La caída de Tenochtitlán.

Entrevista a José Luis Pescador

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿En qué momento te diste cuenta de que querías dedicarte a este mundillo?

JOSÉ LUIS PESCADOR (JLP): Ya me gustaba dibujar todo el tiempo, luego un amigo llevó a la escuela un cómic de La muerte de Superman, y aquello fue una revolución, ahí quise dedicarme a eso.

ZN: ¿Qué cómics leías cuando eras pequeño?

JLP: Mi abuelo compraba muchos cómics de Sensacional de vaqueros, Santo enmascarado de Plata, fotonovelas, y Memín Pinguín. Los leía a escondidas porque mi mamá los consideraba no aptos para un niño. Por mi parte, yo conseguía Conan el Barbaro, Hombre Araña, Batman, Punisher y X-Men de John Byrne, tampoco aptos para niños (risas), pero esos me estaba permitido leerlos.

Santo, el enmascarado de plata, creado por José G. Cruz.

ZN: ¿Quiénes dirías que han sido tus grandes referentes a nivel artístico?

JLP: Primero Jon Bogdanove, Walter Simonson, Norm Breyfogle, luego pintores-dibujantes como Kent Williams, Soey Milk, Gustav Klimt, Egon Schiele, Lucien Freud, Paula Rego y Francis Bacon. Me gustaba esa técnica pastosa y cruda, virtuosa en la figura humana, pictóricamente rica. Actualmente disfruto más de estilos menos elaborados técnicamente pero mas significativos como las obras de PowerPaola y Paula Bonet.

ZN: ¿Cuál dirías que es el estado de salud del comic mexicano en la actualidad?

JLP: Diría que es una época donde todo es posible, hay un momento creativo muy intenso que no estorban las grandes editoriales, y hay un repunte de la imaginación de los propios creadores. Además, la mayoría son autores jóvenes con empuje y disciplina, como Alejandra Gámez, Alba González, Edu Molina, Pavel Ortega, Imosh Castillejos, El Dee, Octavio Jiménez y muchos más. Diría que la industria ha muerto para que vivieran los proyectos de autor y eso merece un brindis.

ZN: ¿Cómo surge la posibilidad de llevar a cabo La caída de Tenochtitlán?

JLP: Borges tuvo algo que ver, porque el escritor Sergio González Rodriguez (Huesos en el desierto, El artista adolescente que confundía la vida con un cómic) me contactó para hacer un cómic fantástico donde Jorge Luis Borges era uno de los personajes. Él me presentó con el editor de Pengüin Random House que más tarde lo haría posible.

ZN: ¿Dirías que la labor de documentación es la parte más pesada del conjunto del proceso?

JLP: Puede que sí, porque nunca se termina de investigar, siempre hay nuevos enfoques, libros y documentos por leer. Sin embargo, también es gozoso saber más, oír conferencias de especialistas o platicar con ellos, ir a los territorios donde transcurren las aventuras contadas en La Caída de Tenochtitlan, para conocer la topografía, la gente del lugar, el carácter de ésta, visitar las ruinas, los mercados, la comida, y es que todo suma y aporta información. Platicar con las personas de los lugares, oir cómo perciben su pueblo, observar las plantas y animales de la región, las casas del primer cuadro, las iglesias, porque se usaron las mismas piedras de las ciudades antiguas y no es raro descubrir a simple vista piedras talladas, adosadas a los muros. Tomo notas y hago dibujos de todo eso. He ido con grupos de entusiastas capitaneados por Feike de Jung, a recorrer los 22 km del perímetro de la antigua isla de Tenochtitlan a través de la urbe actual, y me he caminado las antiguas calzadas que hoy son ruidosas avenidas, para darme una idea del territorio antiguo. Diría que hacer este cómic es una obra vivencial o un performance permanente. Y es que no lo he dicho pero esto es como un road movie donde la gran protagonista es la ciudad de Tenochtitlan, que es como el país de Oz a donde llevan las baldosas amarillas.

ZN: En general, ¿Cómo definirías las distintas historias (ya sea en cine, literatura, cómic…) que han abordado la llegada de los españoles al continente americano?

JLP: Hay de todo, unas mejor documentadas que otras, pero me parece que siguen siendo visiones eurocéntricas y fantasiosas, como Conquistador de Jean Dufaux, o Quetzalcoatl de Jean-Yves Mitton. Entiendo que es difícil desprenderse de ese enfoque porque así han sido los últimos quinientos años, desde los primeros grabados alemanes que ilustraron las Cartas de Relación de Cortés, hasta la Opera Moctezuma de Verdi. De la serie Relatos del Nuevo Mundo, de 1992, destaco, por mucho, la fastuosamente ilustrada por Enrique Breccia, y también de este autor, con Carlos Trillo, su Alvar Mayor. Creo que el cómic Aztec Empire de Paul Guinan es de las que mejor logran representar el drama de la conquista, reconstruyendo los escenarios y vestidos con mucho cuidado, y, aunque con sus detalles, Soy la Malinche, de Alicia Jaraba Abellán logra crear un relato entrañable con esta importante protagonista. De las series, destacaría la mexicana Malinche, de Bravo Films, y la española Conquistadores Adventum, de Movistar+, como lo mejor que se ha hecho en televisión sobre este apasionante tema. En cine la lista es mas larga, Aguirre, la cólera De Dios de Werner Herzog, Cabeza de Vaca, La Otra Conquista, Eréndira, Ikikunari, Bartolomé de las Casas, y desde luego la que se antojaba como la mejor de todas pero que fue una de las primeras víctimas de la pandemia: Cortés y Moctezuma con Javier Bardem, pero ahí sí, ya ni llorar es bueno (risas). De Apocalypto (¿Eucalipto?) o el musical de Nacho Cano, mejor ni hablamos, y de la serie Hernán… ¡¡¡aún no entiendo cómo es que Cantinflas terminó conquistando México!!! Creo que aún están por hacerse en cómic, cine, series o animación, unas buenas historias sobre la caída del imperio inca, la guerra chichimeca, la guerras de castas de los mayas, el genocidio en el Caribe y vs los mapuches. En definitiva, que hay muchas historias que contar.

No encontraréis Apocalypto entre las películas favoritas de José Luis Pescador.

ZN: Ahora que mencionas Soy la Malinche, sabemos que es un cómic que has leído recientemente. ¿Qué te parece el tratamiento del personaje que realiza Alicia Jaraba?

JLP: Me gusta su versión de Malinche, la hace cercana al lector y lectora, y nos inserta en un mundo bucólico tropical acorde a la historia que quiere contar; la de una mujer que se adapta a sus circunstancias y entorno. Hay algunas libertades que la autora se toma con los personajes de Maria de Estrada o Jerónimo de Aguilar, bueno, con todos, que los hace cercanos a El Dorado o Pocahontas de Disney, y pues eso me rompe un poco el drama de la conquista, que fue un pelín menos amable que eso. Es un tema difícil, y me parece fabuloso y excitante que exista ese libro y que podamos ver a Malinche desde múltiples puntos de vista. A Malinche la reivindicó como símbolo la cultura chicana, y creo que ahora hay un creciente interés por esta figura histórica, más en los tiempos híbridos que vivimos, donde también la idea misma de nacionalidad o identidad es fluctuante, y en ese contexto, es genial que exista este libro sobre la Malinche.

Soy la Malinche, de Alicia Jaraba Abellán.

ZN: ¿Cuál fue el mayor reto al que te enfrentaste en La caída de Tenochtitlán?

JLP: El reto mayor es contar la historia de muchísimos personajes e ir armando el rompecabezas, además de reconstruir escenarios de los que no hay casi nada de información, es fácil ya reconstruir Tenochtitlan, pero Chalco, Tetzcoco, Tlacopan o Itztapalapan se vuelve complicado.

ZN: ¿Consideraste en algún momento que la historia saliese a color?

JLP: Sí, si todo sale bien, podría haber una edición en España, a color, para 2024.

ZN: El cuarto tomo pondrá el punto final a la historia, ¿Cuándo saldrá a la venta?

JLP: Sale en enero de 2024, pero no es el final, y es que es una historia larga que no puede terminar aún, aunque hay luz al final del túnel.

ZN: ¿Hay posibilidad de que en un futuro salga publicado en formato integral?

JLP: Ya mismo no hay planes de eso con la editorial, pero seria muy bueno para no perderse todos los personajes, además quedaría tan grueso como La Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo.

ZN: ¿Existe la posibilidad de que alguna editorial se anime a publicar La caída de Tenochtitlán en España?

JLP: Aún no platico con alguna editorial, pero me encantaría, desde luego. De hecho el primer acercamiento para publicar «La Caída» fue con Planeta, en las oficinas de Barcelona hace varios años, pero no llegamos a nada, se quedó la moneda en el aire.

ZN: Junto a Francisco de la Mora acabas de sacar un cómic que orbita sobre la figura de Diego Rivera. ¿Piensas que los grandes muralistas mexicanos (Rivera, Siqueiros, Clemente Orozco…) te han influido como dibujante de cómics?

JLP: Sí, sin duda han influido, he estudiado la obra de los tres, además están muy ligados al cómic todos ellos. Orozco dibujaba cómics en sus inicios para completar sus gastos, usaba seudónimos porque era mal visto por la alta cultura eso de dibujar “monos”. Jack Kirby llegó a declarar que sus escorzos estaban inspirados por la obra de Siqueiros, y Diego pintaba sus murales con un sentido narrativo. Además hemos de tomar en cuenta que justo estaban activos cuando la industria de la historieta en México era omnipresente con millones de ejemplares circulando.

Diego y Frida, por José Luis Pescador.

ZN: ¿De qué aspectos del cómic de Diego Rivera te sientes más orgulloso?

JLP: De hacer un fresco de época y recrear ambientes y personajes como Modigliani, Picasso y demás en el París de la época. Y luego saltar en el tiempo y el espacio y recrear la Ciudad de México, Guanajuato, Moscú, además de los guiños juguetones que hay a otras obras, como a la pintura de Edward Hopper o al cómic Berlín de Jason Lutes.

ZN: ¿De qué otro personaje o momento histórico mexicano te gustaría hacer otra amplia novela gráfica?

JLP: De Ignacio Ramírez «El Nigromante», que ya hice un breve cómic de 20 páginas, pero ampliarlo, y estoy avanzando sobre una adaptación de la novela Estas ruinas que ves de Jorge Ibargüengoitia.

ZN: Llevaste a buen puerto la adaptación de El infierno (nuevamente junto a Francisco). ¿Impone mucho respeto llevar a ficción un tema tan delicado como el Narco?

JLP: De algún modo ha terminado siendo parte de nuestra cultura, y como tal, debe reflejarse también en los productos de la cultura. Pero, sin olvidar el lado crítico, la película y nuestro cómic no hacen apología del narco, sino una crítica en clave de humor negro hacia el gobierno de FeCal y su guerra contra el narco, de la que todos en México terminamos afectados directa o indirectamente. Aunque lo considero mas una historia de ficción, como un western.

ZN: ¿Prefieres trabajar en solitario o compartiendo labores?

JLP: Prefiero hacer equipo, creo mucho en la sinergia que te aporta trabajar con otras cabezas, el resultado es mucho más rico e inesperado, además puede debatirse, buscarle sentido, hacer una obra en solitario es como contarse un gran monólogo sin fin, pero los resultados pueden ser mas interesantes o extraños, pienso en Bardo, la película de Iñárritu, o la obra de Robert Crumb, que puede ser muy críptica a ratos pero más autoral, eso me gusta.

En Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, Alejandro González Iñárritu recreó la Batalla de Chapultepec.

ZN: ¿Cuál es el último cómic mexicano que has leído y merezca la pena recomendar?

JLP: La Bruma, de Elisa Galván es un cómic muy bueno, y hay varios pero son difíciles de conseguir. Hay autoras como Monica Quant de la que me gustaría ver más en el futuro.

ZN: Para acabar, nos gustaría que nos comentaras tus próximos proyectos.

JLP: Estas ruinas que ves es un proyecto largamente aplazado, y traducir a las lenguas maya, nahua y zapoteco el cómic de La Caída de Tenochtitlan también está en mis planes.

Francisco de la Mora es creador de cómics, ya sea como autor único o en colaboración con ilustradores de todo el mundo, se extiende desde hojas sueltas hasta novelas gráficas completas, y desde su Breve Historia de México en ocho volúmenes hasta la novela gráfica Diego Rivera publicada en 2023. En la foto (derecha) junto a su inseparable colega José Luis Pescador.

Entrevista a Francisco de la Mora

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿Cómo calificarías el estado de salud de la cultura mexicana, en general, y del cómic mexicano, en particular?

FRANCISCO DE LA MORA (FDLM): Aunque la pregunta es tremendamente amplia, me atrevo a contestar que el estado de salud es bueno. Siempre ha sido bueno. En general porque la producción cultural no parece tener tregua (recientemente pasé una semana en CDMX para presentar el libro de Diego Rivera y no hay descanso en la oferta cultural de la Ciudad de México), y en particular, en el universo de los cómics, cada día hay más cosas pasando.

Ahora, también considero que el cómic mexicano es un tobogán de emociones. Después de una época dorada que incluye El libro vaquero, Kaliman y La familia Burrón, vinieron épocas difíciles, en donde el buen cómic era de difícil acceso y muy de contracultura (pienso en El Gallito Comics). Durante esa época, en algún momento de los grises 90, Jis y Trino rompieron todo con su Santos contra la Tetona Mendoza: imagina leer las aventuras de un luchador que consume peyote en un periódico de circulación nacional en un país tan conservador como México en los años 90: fue increíblemente refrescante y nos marcó a todos. Para mí son los dos referentes más importantes.

Poco a poco, a partir del cambio de milenio, el cómic fue ganando espacios. Un poco porque el internet se volvió un espacio en el que se puede compartir contenido masivamente, y otro poco porque llegaron ediciones de calidad desde España y un poco menos desde Latinoamérica. Luego se comenzó a editar buen cómic en México y hoy se ven, en casi todas las librerías, espacios dedicados al medio. Vamos lento, pero seguro.

Por cierto, todavía hay un problema con el término, a la gente no le gusta la palabra cómic, que encuentran muy infantil. Prefieren novela gráfica, que es muy inexacto, y eso hace que todo sea más difícil. Hay que homogeneizar el término: mesa de cómic, en donde encuentras tiras, historietas, novelas gráficas, ensayos gráficos, biografías gráficas, álbumes franceses o españoles, libros de historia gráfica. Así el lector no se pierde.

Cómic mexicano

ZN: ¿Cuáles fueron esos cómics que te engancharon siendo tan solo un niño o en la adolescencia?

FDLM: Ya mencioné El Santos. Es el principal y más importante. Luego algunos libros de Jis en solitario, como Sepa la bola, que fue como una biblia para mí. Todo esto ocurrió cuando yo tenía unos quince años. Antes, en la casa, siempre hubo Asterix, Tintín, Lucky Lucke, para mencionar los más obvios, y también se leían tiras: Mafalda, Calvin y Hobbes, Charly Brown y la revista Proceso publicaba Boogie el Aceitoso en la parte de atrás, que era increíble. A los 12 o 13 años, mis amigos que tenían familia en España empezaron a traer a México libros de Mortadelo y Filemón y nos reíamos mucho leyéndolos. Fue una época genial. En algún momento, gracias a mi hermano, descubrí El Eternauta y eso sí que me voló la cabeza.

ZN: Recientemente, has guionizado una excelsa novela gráfica sobre Diego Rivera ¿Cómo de complejo fue llevar a viñetas la vida de un personaje tan poliédrico?

FDLM: Fue fascinante. Su vida da para seis novelas gráficas. Cada etapa, que acabamos incluyendo en un capítulo de veinticinco páginas, podría ser fácilmente un cómic de cien.

ZN: ¿Descartaste algún pasaje de su vida en favor de la historieta?

FDLM: Quedaron fuera algunas cosas que quizá solo se mencionan de pasada: la vida política de Rivera en el México de la mitad del silgo XX. Su quehacer en San Francisco (incluido un partido de futbol americano colegial en el que hizo bocetos que se publicaron en un periódico de Oregon que no he logrado conseguir), sus murales en la New York Workers School de Nueva York, el viaje a Italia…

ZN: ¿Cómo conociste a José Luis Pescador y de qué manera gestasteis el proceso creativo de la novela gráfica Diego Rivera?

FDLM: Pescador me mandó una carta en 2010, en donde me decía (más bien exigía), participar en la colección de la Nueva historia mínima de México ilustrada, de la que habíamos publicado dos volúmenes con dos grandes ilustradores mexicanos (Pepeto y Jorge Aviña). La carta y el sobre que la contenía estaban llenas de dibujos y pronto me di cuenta del inmenso talento que tiene el hombre (Pescador). Desde entonces, creo que hemos colaborado sin parar y estamos por sacar nuestro quinto y sexto libro. Rivera fue el cuarto.

Diego Rivera ilustrado por José Luis Pescador.

ZN: David Alfaro Siqueiros, llevó a cabo el que, actualmente, es el mural más grande del mundo. De Rivera ahí tenemos la historia de México en Palacio Nacional o José Clemente Orozco hizo algo similar en el Hospicio Cabañas de Guadalajara. ¿Fueron estos muralistas precursores del cómic (mexicano) actual?

FDLM: La verdad es que no lo sé. Esa respuesta se la dejo a personas más inteligentes que yo, a estudiosos del cómic como tú. Lo que puedo decir es que esos murales que mencionas pueden leerse (verse) como cómics. Específicamente en el caso del mural de Palacio Nacional, que es el que tengo más estudiado, Rivera construye, en palabras de Fernando Benítez, el gran mito contemporáneo de la historia de México. Ese mito está construido en una sucesión de imágenes que además es imposible de “leerse” en una sola mirada. Entonces funciona perfectamente como un comic.

Epopeya del pueblo mexicano, de Diego Rivera.

ZN: ¿Prefieres trabajar en solitario o compartiendo labores?

FDLM: Siempre compartiendo labores es más rico. He trabajado con muchos ilustradores y aportan siempre algo interesante al trabajo. Una visión distinta, otro punto de vista.

ZN: ¿Con qué autor español te gustaría trabajar?

FDLM: Trabajé con Cristina Durán (María la Jabalina), en un cómic pequeñito que pasó desapercibido, hace ya varios años. Me gusta muchísimo su trabajo y la admiro mucho por distintas cuestiones. Sin duda me gustaría mucho volver a trabajar con ella.

ZN: Has firmado una serie de cómics que forman la Historia “mínima” de México y que resultan una excelente ventana para conocer las diferentes etapas claves de vuestro país. ¿Cuál es el periodo histórico que, consideres, puede dar lugar a una novela gráfica más amplia?

FDLM: Me gusta mucho esta pregunta, porque el libro de Rivera es una continuación histórica del último capítulo de aquella colección. La primera mitad del siglo XX mexicano es una etapa muy novelesca, con el final de la dictadura, los años de revolución y los años de la construcción del México moderno. Culturalmente es un periodo riquísimo. Ahí Rivera fue un personaje clave, pero sin duda no el único ni el más importante. Lo que vino después es una época de oro de la cultura mexicana, obviamente en pintura (mural, pero también de caballete), literatura y poco después en cine y como ya mencioné antes, en cómic. Durante algunas etapas del siglo pasado, se llegaban a imprimir un millón de ejemplares semanales de algunos cómics que se vendían en puestos de periódicos. Esos cómics son herederos del muralismo mexicano, desde mi punto de vista, son hijos del mismo padre.

ZN: ¿Qué opinas de la actual polémica que hay con los libros de texto de la SEP?

FDLM: Mi opinión es muy aburrida. Creo que la derecha mexicana sigue anquilosada en el siglo XIX, y que van a hacer hasta lo imposible por detectar cualquier error de la izquierda para generar polémica. El tema de los libros de la SEP no debería de ser tan importante. Todos los gobiernos han puesto su huella y han intentado recontar la historia de México en estas ediciones masivas. Y no los culpo. Yo haría lo mismo. Son medios de comunicación masiva, relativamente barata y para algunas personas en México, el único acceso a materiales impresos, a libros. Cuando haya una nueva transición de poder en México, estoy seguro de que el nuevo gobierno va a cambiar los contenidos nuevamente.

ZN: ¿De qué autores o autoras de cómic tratas de no perderte ningún trabajo?

FDLM: Me gusta muchísimo Clément Oubrerie (Érase una vez en el este), aunque no sé cómo pronunciar su nombre (risas). Me gustaría mucho poder dibujar como él.

ZN: Además de Rivera, también llevaste a cabo, como autor completo, una novela gráfica de Frida Kahlo, ¿qué supone el personaje de Frida para el pueblo mexicano?

FDLM: Todo. Frida es el nuevo petróleo, en el sentido de lo que ha significado el petróleo para los mexicanos en los últimos cien años: identidad, seguridad, orgullo, nacionalismo. Frida es de todos y de nadie, la abanderada de la nueva forma de entendernos como mexicanos. Y una gran abanderada también: una mujer empoderada. A mí la Frida que me gusta más, o que me deja más, es la Frida discapacitada. Yo tengo un hijo con una discapacidad y la lucha -porque es una lucha- para que la sociedad se eduque en este tema es agotadora, y ahí la figura de Frida con su dolor y fuerza es de gran utilidad. Es la parte que a mí personalmente me ha dado más de su vida.

Frida Kahlo dibujada por Francisco de la Mora

ZN: ¿Con qué otro personaje histórico te gustaría hacer algo similar?

FDLM: Con algún deportista mexicano. Me gusta mucho El Toro Valenzuela o Julio César Chávez.

ZN: Llevaste a buen puerto la adaptación comiquera de El infierno, de Luis Estrada. ¿Cómo surgió esta posibilidad? ¿Da respeto guionizar sobre El Narco en México?

FDLM: Aquel fue un proyecto que empezó con mucha fuerza. Intentábamos rescatar la costumbre del cómic de puesto de periódico masivo con un tema popular y un guion que había tenido mucho éxito. La idea era hacer volúmenes de 24 páginas semanal o quincenalmente y venderlos a buen precio con tirajes grandes. Nos acercamos a algunas distribuidoras (Televisa, por ejemplo, que tienen un área de venta de cómic), pero nunca logramos que despegara. Luego cambiamos la idea y nos pusimos a la tarea de hacer tres grandes volúmenes, de 160 páginas cada uno. Terminamos el primero, y ahí quedó la cosa. No se publicó nunca y cuando traté de moverlo, me pedían los otros dos. Falta mucho trabajo y ya no teníamos los recursos para seguir adelante sin cobrar. Finalmente, un amigo aquí en Londres me sugirió ponerlos en ComiXology, tanto en español como en inglés, y así lo hicimos. Ahí están los primeros 4 o 5 volúmenes del capítulo 1 y cada mes Amazon me deposita entre 0.20 y 1.50 libras, dependiendo del número de páginas que se lean. Hacer cómics no es fácil y no es un gran negocio…

En el último encuentro en México con Pescador, me dijo que quiere terminarlo. Yo creo que sería genial. Y podría ser un buen momento para hacerlo, pero estamos hablando de 320 páginas nuevas. Eso son dos o tres años de trabajo si nos va bien.

Adaptación al cómic de El Infierno

ZN: Para acabar, nos gustaría que nos recomendases algún cómic (mexicano) que te haya gustado últimamente.

FDLM: Mejor recomiendo tres autores. José Luis Pescador (obviamente), pero no los libros que hace conmigo, sino su colección La caída de Tenochtitlán, que ya va por el cuarto libro, Idalia Candelas, que dibuja tan bien o mejor que Oubrerie, y uno de los padres del nuevo cómic mexicano: Ricardo Peláez: de él se puede leer la adaptación a cómic de El complot mongol.

Solas, de Idalia Candelas.

Entrevista a BEF

Nacido en Ciudad de México, en 1972, Bernardo Fernández (BEF) estudió diseño gráfico en la Universidad Iberoamericana de la CDMX. En su carrera ha alternado novela gráfica como Uncle Bill, Habla María o Matar al candidato con novela policiaca como Tiempo de alacranes o Hielo negro y libros de ciencia ficción como Ojos de lagarto, Gel azul o Escenarios para el fin del mundo.

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿Cómo calificarías el estado de salud del cómic mexicano?

BEF (B): Hum, es complicado. Para hacer corta una historia larga, parece estar en su mejor momento, nunca como ahora había habido tantos autores activos, especialmente mujeres, y como nunca hay muchas editoriales —grandes y pequeñas— interesadas en publicar aquello que llamamos novela gráfica, si bien el término ahora me resulta complicado con todo y que soy justamente un novelista gráfico. Al mismo tiempo, sin embargo, me parece que hay una generación que no está dando el salto a la profesionalización, gente que recorre anualmente un circuito de ferias de cómics donde vende pegatinas, playeras (camisetas) y carteles y donde socializan sus autopublicaciones. Veo gente muy talentosa que desconfía de las editoriales establecidas y de la publicación formal, por lo que temo que una gran mayoría de esos autores de todos los géneros acabarán diluyéndose en la informalidad.

Lo anterior no merma mi optimismo. Tengo esperanza en que se tiendan puentes entre editores y autores para generar, a la larga, un panorama sano de publicación continua de historieta mexicana de todos los tipos.

ZN: ¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el medio?

B: Leí historieta desde antes de aprender el abc. Mi casa es un hogar lector desde los bisabuelos, de modo que siempre hubo muchos libros e historietas para mi hermano y para mí. Mis primeras lecturas fueron las historietas infantiles norteamericanas que traducía Novaro en México y álbumes europeos como Mortadelo y Filemón, Astérix y a través de unos primos que vivieron en Francia, Tintín y Lucky Luke. De las historietas mexicanas infantiles había pocas, pero fui gran lector de Los Súper-Sabios, de Germán Butze y de Zor y los Invencibles. Ya en la adolescencia conocería por un lado los cómics de superhéroes y a Robert Crumb y los underground gringos por el otro.

ZN: ¿Qué recuerdos guardas de tu colaboración con F.G. Haghenbeck?

B: Fuimos muy amigos. En 2019 Eduardo Rabasa me invitó a hacer un cómic sobre el 25 aniversario de la muerte de Colosio, acepté pero le dije que quería trabajar con Paco como guionista, pues llevábamos años soñando con colaborar. Fue un proceso terso, él me enviaba el guion y yo le devolvía las páginas trazadas a lápiz. Lo único es que él escribía en desorden para luego juntar todo, como filmando, y yo acostumbro hacerlo en progresión cronológica, lo cual me destanteaba un poco. Finalmente terminamos a tiempo y ahora es una de mis cómics favoritos, no sólo por el estilo inusual que utilicé, sino que además es la única novela gráfica policíaca que he hecho hasta ahora.

ZN: Salvando las distancias, en Matar al candidato hicisteis un ejercicio similar al realizado por Oliver Stone en JFK. ¿recibisteis algún tipo de presión a la hora de publicar la historieta?

B: ¡No y me hubiera encatado! Quiero decir, el libro pasó medio desapercibido. Tristemente, el caso Colosio parece haber perdido el interés del público. Yo esperaba más comentarios e incluso incomodar a alguien, pero no fue así.

Luis Donaldo Colosio ilustrado por BEF.

ZN: En estos últimos 30 años, ¿en qué ámbitos crees que ha mejorado el país y en qué puntos piensas que se ha retrocedido?

B: Ahora vivo en un país democrático gobernado por la izquierda, en eso hemos mejorado. Sin embargo, la seguridad está en una crisis debido al narcotráfico.

ZN: ¿Prefieres trabajar en solitario o compartiendo labores?

B: Después de haber hecho guiones muchos años para otros dibujantes, en solitario. Tengo todo el control. No obstante, cada tanto me tienta escribir para otros artistas o colaborar con alguien que escriba. Tengo pendiente una colaboración con Julieta García González para adaptar su novela Vapor y escribirle un guion a Ricardo García Fuentes.

ZN: Si pudieses elegir, ¿con qué autor español te gustaría trabajar en la actualidad?

B: Con Albert Monteys.

ZN: ¿De qué autores o autoras tratas de no perderte ningún trabajo?

B: Varios: Power Paola, Seth, Dan Clowes, Charles Burns, Paco Roca, Liniers, entre otros.

ZN: En Uncle Bill llevaste a viñetas la vida de William Burroughs, personaje que te fascina y que te permitió jugar a nivel gráfico en diferentes momentos. ¿Fue tu particular Fear and Loathing in Las Vegas (Miedo y asco en Las Vegas)?

B: Curiosamente nunca conecté con Fear and Loathing más allá de las ilustraciones de Ralph Steadman. Soy punk straight edge (rechaza el tabaco, el alcohol y las drogas), de modo que tantas drogas me desconciertan. Lo cual hace muy irónico el haber elegido a Burroughs. En cualquier caso, no sabía lo que estaba haciendo.

William Burroughs según la imaginación de BEF.

ZN: ¿Con qué otro personaje histórico te gustaría hacer algo similar?

B: Me encantaría hacer una novela gráfica sobre Arthur Rimbaud, viejo y enfermo en África. También quise hacer una biografía en cómic sobre Abel Quezada, caricaturista mexicano de la segunda mitad del siglo XX, pero no encontré mucho material biográfico.

ZN: En La Calavera de Cristal nos encontramos con una historia de aventuras con ciertas semejanzas a Spirou ¿Tuviste en mente algún artista europeo para llevar a cabo el dibujo?

B: No, en Yves Chaland mezclándolo con el mexicano Germán Butze, contemporáneo de Hergé y Osamu Tezuka. Pensaba en el álbum como una combinación de Tintín con Los Súper-Sabios.

Aventuras en Zacatecas, La Calavera de Cristal, ilustrada por BEF.

ZN: Más allá de la ficción, también has compartido con los lectores aspectos de tu vida con Habla María. ¿Cómo y cuándo surge la idea de abordar el autismo de tu hija?

B: Hubo una vez en que Miguel Gallardo, Gusti y yo dimos una conferencia juntos, unidos por la discapacidad de nuestras hijas. Ahí me surgió la inquietud de hacer un libro sobre autismo y paternidad. Lo comencé como un proyecto de arte terapia y llegó un momento en que dudé publicarlo, pero al final me pareció importante compartir mi testimonio.

Habla María, publicado en España por Astiberri.

ZN: Para acabar, nos gustaría que nos recomendases algún cómic (mexicano) que te haya gustado últimamente.

B: Cualquier cosa que hagan Alejandra Gámez y Augusto Mora.

Neoyorquina de nacimiento, chilanga de corazón, Andalusia K. Soloff (Andalalucha) es considerada una referente del periodismo mexicano por sus publicaciones en inglés y español. Nominada al Emmy, es corresponsal para los medios NBC, BBC, HBO, Vice News o Al Jazeera. Publicó junto a Marco Parra y Anahí Grenikoff en 2019 Vivos se los llevaron.

Entrevista a Andalusia K. Soloff

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿Cómo acaba una neoyorquina de nacimiento afincándose en México?

ANDALUSIA K. SOLOFF (AKS): Mira, yo llegué a México en el año 2010 como reportera independiente comunitaria para documentar lo que estaba pasando con el COP16. Creo que fue en la conferencia de Cancún sobre cambio climático y ahí conocí muchas personas de otros que se llaman medios libres o medios comunitarios de otras partes de México. Empezamos a colaborar juntos y me gustó tanto el espíritu comunitario y colectivo… y ya empecé como a pasar más tiempo en México hasta que ya decidí vivir a tiempo completo en México. En aquel momento decía «me gusta ver que cada bici puede cargar dos personas». Cuando estamos en un vocho (nombre que se da en México al Volkswagen Sedán antiguo) y ya había cinco personas, decían «donde caben cinco caben siete». Me encantó que la gente siempre era como muy abierta y compartían muchas cosas. O sea, no fue tal cual que yo quisiera ser periodista o autora de novela gráfica, fue más porque me gustó el espíritu colectivo de la gente.

ZN: ¿Cómo calificarías el estado de salud de la cultura mexicana, en general, y el cómic mexicano, en particular?

AKS: Pues yo diría que México es así, tiene mucha cultura muy rica de las artesanías desde, por ejemplo, los disfraces, las máscaras en los pueblos, los bailes… es decir, tiene una riqueza visual increíble. Y también yo viviendo en la Ciudad de México… creo que uno nunca va a alcanzar a ver todos los museos que hay… todas los festivales de cine, de libros, de arte… o sea, como que sí hay muchísima cultura. Del cómic yo creo que hay como mucho la tradición de moneros pero todavía, hasta la fecha, no está tan reconocido el medio del cómic como el periodístico o el histórico, aunque poco a poco eso está cambiando. Yo sí me acuerdo que cuando salió mi libro hace un poco menos de cuatro años, la gente como que todavía pensó «¿cómo puedes tratar un tema tan serio en un formato como el cómic?». Sin embargo, cuando lo ven, sí están muy interesados en el libro y tiene un alcance a personas que nunca hubieran leído sobre el tema si no fuera por el formato. Pero todavía hay mucho como para desarrollar. Una cosa que sí que hay son apoyos tanto del Fondo de Cultura como del Gobierno para la narrativa grafica, pero incluso en la industria del cómic y publicaciones no hay editores que sepan cómo editar una novela grafica, (bueno, que yo haya encontrado porque de seguro existen), considero que todavía falta desarrollarlo más.

ZN: ¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el medio?

AKS: Yo empecé a leer novela gráfica cuando tenía como 19 años y vivía en la ciudad de Pittsburgh. Ya había dejado la universidad y estaba buscando qué hacer con mi vida y tenía mucho tiempo libre y la biblioteca pública de Pittsburgh tenía uno de las primeras colecciones de novela gráfica y me pasé horas y horas ahí leyendo novela gráfica de todo el mundo. Ahí es cuando empecé a leer a alguien que sí considero como uno de mis referentes principales que es Joe Sacco. Sus libros de Palestina, The Fixer, Bosnia y Serbia y también por supuesto Persépolis y Maus o también un libro que no es tan conocido como Stuck Rubber Baby: Mundos diferentes y varios otros. Y la verdad cuando empecé a vivir en México había olvidado que la novela gráfica existía, hasta que un día vi un tweet sobre una novela gráfica en África que no me acuerdo de qué trataba exactamente, solo como que de ahí se me ocurrió la idea de hacer la novela gráfica de Ayotzinapa. Fue algo que nadie más había elaborado aquí por entonces. Empecé a hacerlo y creo que sí fue el proyecto indicado para tratar esa historia de otra manera.

Notas a pie de Gaza, de Joe Sacco

ZN: ¿Cómo fue el proceso de documentación para llevar a cabo Vivos se los llevaron?

AKS: Pues el proceso de documentación de Vivos se los llevaron fue muy largo. Fue un proceso de cinco años que empezó el primer año cuando yo estaba trabajando de periodista en el campo, incluso viviendo en la escuela de Ayotzinapa, documentando todo lo que estaba pasando con las familias, con los estudiantes, y con los supervivientes. Realicé un registro audiovisual y fui trabajando como periodista para varios medios internacionales cuando se me ocurrió la idea de la novela gráfica, que fue como varios meses después de la desaparición. Entonces, ya tenía que pensar cómo lo podía hacer, buscar el equipo con quién hacerlo y también a pensar en qué familias podría enfocarme y con qué supervivientes, porque de 43 familias y de decenas de supervivientes, uno podría perderse. Si me hubiera enfocado en todos… así que empecé a enfocarme en algunos y ahí pues era como ya realizar muchas entrevistas, mucha documentación visual… hacer más y ya intenté realizar una cronología. También leí todos los libros que pude, vi todos los documentales que salían y así, poco a poco, intenté trasladar la historia. Hice un comic entendible y simplificado de las cosas más necesarias, pero también tenía que decir muchas cosas que otras personas no estaban escribiendo, porque muchos estaban enfocados en quienes eran los 43, en lo que pasó en la noche de Iguala, pero no tanto en la búsqueda digna de las familias en lo cual yo me enfoqué.

ZN: ¿Cuáles fueron tus principales referentes a la hora de ponerte manos a la obra con este trabajo?

AKS: Uno de mis principales referentes también fue la novela gráfica March. Una crónica de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos sobre la lucha por dichos derechos en Estados Unidos. Escritos por John Lewis, son tres libros que visualmente me encantan pero también te cuenta mucho de la historia a través de protestas, a través de noticias, a través de testimonios y es como los recursos que yo tenía para contar la historia de Vivos se los llevaron

March. Una crónica de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos

ZN: ¿Recibiste algún tipo de presión o amenaza para que no viera la luz?

AKS: No hubo amenazas directas para realizar el libro, pero sí complicaciones mientras me estaba documentando para la historia. Hay un parte en el libro cuando contamos donde se habían llevado, asesinado e incinerado a los estudiantes en un basurero… Cuando fuimos a documentarlo, había un grupo de hombres en camionetas blindadas sin placas que nos estaban preguntando qué estábamos haciendo. Estaba claro que no querían que documentáramos, pero desde que el libro salió a la luz, no ha ocurrido nada más.

ZN: ¿Cuáles son los motivos por los que año tras año desaparecen tantísimas personas en México?

AKS: Las personas desaparecen en México porque no hay una política pública para combatirlo y es una estrategia de terror donde muchas veces agentes del Estado, como policías o militares, están involucrados. Así, como vimos en este caso de Ayotzinapa, hay un encubrimiento de las autoridades que nunca actúan rápido para buscar a las personas. Cuando alguien va a denunciar que una persona está desaparecida, siempre dicen que hay que esperar 48 horas, que de hecho no es la ley, pero esas 48 horas son las más importantes para encontrar a alguien. En el caso de Ayotzinapa hasta borraron los videos que sirvieran como pruebas de lugares donde pasaron, como por ejemplo, enfrente del Palacio de Justicia. No los buscaron con todas las formas de vigilancia que tenían. Eso es lo que pasa en muchos otros casos de desaparición. Por ejemplo, ahora, el Estado mexicano quiere bajar la cifra de desaparecidos que es mayor de 100.000 y para eso están llamando a las familias preguntando que sí ha regresado su ser querido desaparecido, invirtiendo esos recursos para bajar la cifra, en lugar de buscar a las personas desaparecidas.

cómic mexicano
Vivos se los llevaron, de Andalusia K. Soloff

ZN: ¿Consideras que el cómic es un medio que puede ayudar en este tipo de denuncia social traspasando fronteras?

AKS: Pues yo creo que el cómic tiene mucha facilidad de cruzar fronteras y alcanzar nuevas audiencias. Muchas veces la gente lee cómics y no porque están buscando tal o cual libro sobre un tema. Por ejemplo, hay muchas personas, incluso el mismo equipo con el que trabajé en Vivos se los llevaron, que no estaban tan interesados en temas sociales pero por el hecho de que era un cómic, les llamó más la atención, lo leyeron y aprendieron mucho. Es una lectura más fácil que también ayuda a que llegue a otras personas, generado interés en diferentes temáticas, que no se habían planteado que podrían trascender con cosas así.

ZN: ¿Qué otras temáticas sociales te gustarían abordar en formato cómic?

AKS: Mi próximo libro va a ser sobre un caso muy específico de feminicidio y todas las trabas que el gobierno pone para investigar este tipo de crímenes. Actualmente, estoy trabajando con Dante Aguilera, un artista mexicano de Sinaloa, en cómics sobre la emigración a Estados Unidos para estudiantes de las escuelas de Nueva York. Este será en colaboración con maestros de escuelas de la Gran Manzana donde hay muchos migrantes menores no acompañados que marcharon a Estados Unidos desde Centroamérica o desde Sudamérica, y estamos haciendo un cómic sobre eso.

ZN: ¿De qué autores o autoras tratas de no perderte ningún trabajo?

AKS: Ya he comentado antes que uno de mis cómics favoritos es la trilogía de March, ilustrados por Nick Powell, son tres libros y me parecen increíbles. Yo diría que no os perdáis esos. Además siempre recomiendo a Joe Sacco y también me ha gustado mucho Aya de Yopougon, retrato sobre la vida cotidiana en África.

ZN: Para acabar, nos gustaría que nos recomendases algún cómic (mexicano) que te haya gustado últimamente.

AKS: Pues a mí siempre me ha gustado el trabajo de Augusto Mora. Él ha abordado muchos temas sociales, como migración o la tragedia de Ayotzinapa, con una perspectiva global desde una perspectiva mexicana muy humana pero también para audiencias más amplias. Me gusta mucho tanto su forma de escribir como de dibujar. También recomiendo los cómics de José Luis Pescador, que tiene una pluma de dibujo increíble y que ha hecho muchos libros interesantes.

Tapatía desde 1994, Paulina Márquez tiene una maestría en narrativa gráfica, es experta en el uso de Clip Studio Paint como programa para la creación del cómic. Ganadora del Premio Nacional de Novela Gráfica Joven en México. Hasta el momento ha publicado dos novelas gráficas, Tormenta de Mayo y El amor está en Seúl, así como un webtoon de 56 episodios llamado Rosa, Girasol.

Entrevista a Paulina Márquez

ZONA NEGATIVA (ZN): En 2019 ganas el Premio Nacional Joven de Novela Gráfica en México, ¿te sorprendió?

PAULINA MÁRQUEZ (PM): Sí, claro que sí. Yo tenía muy poquito que había entrado a la escena del cómic. Mi amigo Jazbeck (autor de La herencia de Rita) en la Feria del libro de Guadalajara de 2018 me recomendó apuntarme al concurso porque mi estilo encajaba muy bien con lo que se venía publicando. Entonces hice todas las páginas (se necesitaban las cuarenta primeras), la historia… la desarrollé y la envié. Cuando la envié dije «Ay, pero no me gustó!, qué bueno que no va a ganar» (risas), pero sí ganó, lo tuve que terminar y ahora es Tormenta de Mayo.

ZN: A raíz de ese premio, ¿notaste que se te abrieron más puertas dentro del medio?

PM: Definitivamente creo que el mundo del cómic mexicano está abierto a cualquiera que se anime a publicar. El Premio Nacional creo que es lo que me abrió muchas puertas. Por ejemplo, para la novela gráfica El amor está en Seúl me contactaron directamente para hacer las ilustraciones. Gracias a que gané este premio, y es un premio del gobierno, me mandaron a varios lugares a hacer promoción del libro, a presentarlo… Entonces sí se puede decir que fue un antes y un después en mi vida.

ZN: La obra en cuestión es Tormenta de Mayo, una historia de la que es mejor no contar mucho y dejar que te sorprenda. ¿Cómo surge la idea? ¿Hay posibilidad de comprarla más allá de México?

PM: Tengo una lista de ideas que van surgiendo con el paso del tiempo y, de ahí, voy escogiendo cuál funciona si voy a entrar en una convocatoria. Nunca había hecho un cómic tan largo. De hecho, prácticamente no había hecho cómic aunque hubiese leído cómics toda mi vida. En particular, técnicamente empecé en 2017 aunque fue en 2018 cuando publiqué mi primer cómic corto que se llama Puertas, que fue hecho en un 24 horas del cómic. El mínimo que se pedía para el concurso eran 80-90 páginas y yo nunca había hecho un cómic tan largo, mientras que el máximo eran 150 páginas. Entonces empecé a desarrollar esta historia con la base de que quería hacer algo que tuviera muchas ganas de dibujar porque iba a tener que dibujarlo muchas veces. En ese momento estaba muy entusiasmada con dibujar agua y me dije «ah! bueno, que haya mucha agua» y recuerdo con mucho cariño en el colegio que nos invitaron a una experiencia. Nos llevaron a un pueblito muy chiquito de las afueras de la zona metropolitana de Guadalajara en el que no había nada. Estaba el kiosko, la plaza central, la iglesia, diez cuadras de casas y ya. No hay nada más, no hay nada que hacer excepto cocinar, platicar con los demás… Ni siquiera hay señal de teléfono, no había internet, no había nada… Y fue una experiencia que me marcó mucho porque sí que es un ritmo del tiempo muy distinto al que se vive en la ciudad. A las 10 de la mañana en esos lugares uno ya terminó de hacer la comida, ya terminó todo lo que hay que hacer en el día. Entonces, hay que llenar las siguientes diez horas del día con algo. El tiempo pasa muy, muy despacito y quería poner esa sensación en una historia. Y a partir de esa sensación de estar en un lugar en la que parece que el tiempo no pasa y de tener agua, que en el caso de la historia tomó la forma de un río, pues fue que empecé a hilar la historia. A partir de ahí surgió.

ZN: ¿Cómo elegiste las distintas paletas de colores que utilizaste en Tormenta de Mayo?

PM: Como no tenía mucho tiempo ya que trabajaba a tiempo completo y la entrega estaba fijada, el color se redujo a estos monocromos. Eso sí, lo que intenté fue que estos monocromos tuvieran significado. Hay ciertas escenas que son más alegres, entonces son más amarillas… hay unas partes en las que hay más tensión y es prácticamente blanco y negro. A partir de la limitación que yo tenía que era el tiempo decidí darle significado dentro de la obra. Desde el primer momento tuve claro que la obra sería a color, aunque pensaba que estos serían más brillantes, con una paleta más variada pero justo por el tiempo tuve que optar por esta gama más monocromática. Sin embargo, pienso que, al final, le vino bien al libro. Creo que de otra manera ni me hubiera gustado tanto, ni gustaría tanto si no tuviera ese color como apoyo a la narrativa.

ZN: Viajemos un poco en el tiempo. ¿En qué momento Paulina Márquez comienza a leer cómics y cuáles fueron aquellos que te marcaron?

PM: Yo empecé a leer cómics porque, en mi casa, estaba el tomo 11 del compilado de Mafalda. Ese fue, creo yo, mi primer acercamiento clave. Siempre me ha gustado mucho leer y ese era el pretexto que utilizaban mis papás cuando sacaba buenas calificaciones. Se tiraron dos años comprándome el resto de los números, que, al final, fueron doce. Después de Mafalda, cuando llegué a la secundaria, se instaló internet en mi casa. Lo primero que busqué fue Sakura Card Captor, ya que lo veía mucho por la tele, y cuando supe que había otra serie de las mismas autoras que salían los mismos personajes, empecé a buscar manga por todos lados. Aquí en México el manga se tardó mucho en distribuir. En 2006 en España se publicaba manga (no al ritmo de ahora que es impactante)… hace poco he conocido a un chico que tiene una tienda de cómics en Ciudad de México que se llama Rey Rata. Él tiene una selección impresionante de manga y cómics que importa directamente desde España. Así que, por aquel entonces, me tuve que buscar la vida con la piratería porque en México no había otra manera. Yo llegué a traducir algún manga por ahí… Leí muchísimo manga y creo que fue por dos cosas. Una: que el cómic americano era más difícil de piratear porque sí que estaba más disponible, pero tampoco me llamaba tanto la atención. Creo que algo que me mantuvo en el manga durante muchos años es la variedad de historias que hay, así como la gran representación de autoras. Creo que, prácticamente, todas las series que fueron como mi adolescencia eran escritas por mujeres. En el mundo del cómic en aquellos tiempos en México sí que eran casi todos hombres que vivían en la capital. Yo crecí con estas autoras, con esta amplitud de historias, con esta diversidad… y creo que eso me ayudó a contar lo que quisiera. Y respecto a los que más me marcaron… me gusta mucho las CLAMP, XXXholic es de mis mangas favoritos. También me gusta mucho Black Butler, de Yana Toboso, porque se nota que es una de esas obras en las que la autora se está divirtiendo muchísimo, enamorándose de su propio trabajo. Me encanta el trabajo de Jillian y Mariko Tamaki, que hicieron Aquel verano y Skim. Me gustan mucho las obras cortas de Tillie Walden, La Casa, de Paco Roca, Polina, de Bastien Vivès…. En México me gusta mucho el trabajo de David Espinosa «El Dee», La herencia de Rita, de Jazbeck

ZN: ¿Qué artistas dirías que te han influido más en tu forma de dibujar?

PM: Pensándolo bien me doy cuenta de que he leído mucho manga de acción y me cuesta mucho trabajar el movimiento. Quizás es algo que pueda aprender después (risas). Pero influencias como tal, creo que no… Cuando estudiaba en la preparatoria, los maestros de dibujo nos decían a todo el mundo que dejásemos de dibujar como en el manga. Así que intenté distanciarme un poquito aunque deben de vérseme la influencia por todos lados porque eso no lo puedo evitar, es quien soy. Creo que me ayudó mucho la maestría para leer otro tipo de obras (novela gráfica estadounidense, francesa, española…) y conocer otros estilos.

ZN: En tu último trabajo publicado, El amor está en Seúl, trabajas junto a Tania Navarrete, ¿Cómo os conocisteis y en qué momento decidís colaborar para llevar su vida a viñetas?

PM: Yo digo que somos como un matrimonio arreglado. Realmente, nos conocimos para trabajar en el libro. Ella llevó su plan a la editorial con la idea desde el principio de que fuera un cómic. La editorial me buscó a mí y empezamos a hacer el libro juntas.

ZN: El amor está en Seúl es una historia biográfica pero, como autora, ¿metiste la mano en el guion para garantizar una mejor narrativa?

PM: Sí, trabajamos juntas al momento de adaptar la historia. Tania tenía como un documento en el que contaba toda la historia y juntas comenzamos a hilar las cosas. Yo digo que está basada en hechos reales así que nos pudimos apegar a los hechos, pero no nos teníamos que apegar a la realidad, necesariamente. Definitivamente, sí considero que metí bastante de mi cuchara en apoyar la adaptación para después hacer los dibujos.

ZN: Ahora que tienes ambas experiencias, ¿dirías que prefieres trabajar en solitario o en compañía?

PM: Uy, es una pregunta complicada. Si tuviera que elegir entre una y otra creo que escogería trabajar en solitario pero también creo que depende mucho quién sería la compañía. Por ejemplo, cuando llevamos a cabo El amor está en Seúl, nos pilló de lleno la pandemia. Tania estaba en Japón, yo estaba en México… así que fue un poco difícil en términos de organización. Fue algo pesado. Si encontrara a alguien con los mismos ideales que yo, con los mismos referentes que yo… o alguna historia que me llamara la atención, sí que estoy completamente dispuesta a trabajar de nuevo con alguien. Trabajando sola creo que es mucho más sencillo porque yo me conozco, yo tengo mis tiempos y no estoy atada a alguien más, pero las dos han sido experiencias muy enriquecedoras.

ZN: Tienes un webtoon llamado Rosa, Girasol que tod@s nuestr@s oyentes pueden disfrutar. ¿Hay alguna posibilidad de que salga editado en físico?

PM: Ahorita estamos platicando eso, se están viendo posibilidades, no hay nada seguro. Lo que sí puedo confirmar es que se va a traducir al inglés para poder llegar a más personas. He visto que en Chile, por ejemplo, han empezado a publicar varios webtoons en formato físico. Ojalá pueda pasar, pero eso ya es una decisión de la editorial, no tanto mía. Sería un libro muy grueso, o tendrían que ser varios tomos… ya digo que se está platicando tanto de esto como de otras cosas interesantes. Por otra parte, quiero aprovechar para recomendar La flor del mar, de Luis Castillejos. Lo podéis encontrar en webtoon. Luis es muy amigo mío y es una máquina de hacer cómics.

ZN: ¿Con qué guionista te gustaría trabajar? ¿Algun/a español?

PM: Nunca me lo había planteado (risas), pero si alguien de allá afuera ve mi arte y piensa «esto quedaría perfecto» yo estoy más que abierta a platicar (risas).

ZN: ¿Cómo calificarías el estado de salud del cómic mexicano?

PM: Es algo que he comentado con compañeros. Ya nos animamos a hacer cosas y ya esas cosas son de muy buena calidad. Creo que ahora podemos empezar a creérnoslo y buscar un público, no solo en México, sino también allá afuera. Yo diría que está mucho mejor que antes. Estuve haciendo residencia artística en la Casa del Autor de Zapopan, que es como una sucursal de la Casa de los Autores en Francia (Angouleme). Ya va por la cuarta generación, hemos pasado como unos cuarenta o cincuenta autores/as por allí. Creo que este es el momento de compartir y de crecer juntos.

ZN: ¿Cuál es el último cómic que te haya encantado y nos quieras recomendar?

PM: Hay un manga que se volvió de mis favoritos hace poco que se llama Guyabano Holiday, de Panpanya. Creo que no está en español. Es como un manga alternativo, manga indie… es una compilación de historias donde yo digo que son como artículos de wikipedia de esos ultraespecíficos pero como llevado a la realidad. De cómic mexicano recomiendo Nido de Serpientes, de David Espinosa.

ZN: ¿Qué nos puedes contar de tus próximos trabajos o de esas ideas que tienes guardadas para que cobren forma en un futuro?

PM: En estos momentos soy maestra. Estoy dando clases en dos universidades. Soy más asesora de proyectos y eso me da para llevármela tranquila con mi siguiente cómic. Ahorita estoy escribiendo lo que al principio iba a ser una historia totalmente diferente. Creo que, al final, va a ser una historia sobre lo mucho que me gusta leer. Leer es increíble. El hecho de que podamos sentir lo mismo que sintió alguien hace cientos, miles de años… Como un viaje en el tiempo, pero distinto. Ese que podemos vivir gracias a los libros y a las historias. Ese será mi próximo proyecto aunque todavía no sé en qué formato saldrá. Esperemos que encuentre su camino.

Nacida en Boston, en 1991, Ely Galvar reside en Ciudad de México donde estudió diseño y comunicación visual en la UNAM. Ha participado en diversos proyectos editoriales con Cambridge University Press y Pearson, realizando ilustraciones para libros de carácter educativo. En 2020 publicó Hipocrónicas, su primera novela gráfica.

Entrevista a Ely Galvar

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el medio?

ELY GALVAR (EG): Desde niña leía cómics. Principalmente, cómic americano como Batman… La broma asesina, me encantan este tipo de historias que se adentran un poco más en la psique de personajes muy complejos. De ahí empecé a leer a Craig Thompson, empecé a leer manga, pero digamos que el cómic como un medio laboral para mí no se dio hasta 2020. Estudié diseño y comunicación visual y de ahí me especialicé en ilustración. Estuve trabajando un tiempo como dibujante para publicidad y después para libros de texto. Trabajé en animación, como diseñadora de personajes y concept art. Ya en 2020 hice mi debut como autora independiente con una novela gráfica que se llama Hipocrónicas y es ahí donde me empiezo a adentrar en el medio de la narrativa en México y empiezo a conocer a varios autores como Augusto Mora, Uriel Pérez, Álex Herrerías… De hecho, Pau Márquez fue mi colega cuando hice La Bruma en la misma beca de jóvenes creadores. Allí también estuvieron otras autoras de la generación de Pau como Samantha Díaz o Brenda Larusso.

ZN: Has mencionado que tu primer trabajo fue Hipocrónicas, historieta protagonizada por una chica hipocondriaca ¿Cómo surgió esta idea en tu cabeza?

EG: Es la historia de una chica que se llama Julia, estudiante de gastronomía, pero su cotidianidad es que todo el tiempo está angustiada por la enfermedad y está consultando constantemente sus síntomas. Lo que parte aguas en su vida, es que se encuentra con una gatita de la calle e inmediatamente se siente conectada con ella y la adopta. Esto hace una concatenación de circunstancias un poquito incómoda con ella. Ya no solo se preocupa por ella misma sino también por otro ser vivo. Así que este cambio en su vida la puede beneficiar o puede seguir fomentando esa condición que ella tiene.

ZN: Antes nos has hablado un poquito de tus primeros contactos con las viñetas, pero ¿En qué momento supiste que te querías dedicar a este mundillo?

EG: Creo que sí que fue durante la pandemia. Publiqué mi primera novela que me dio esa base para ir desarrollando mis habilidades, pero creo que desde siempre tengo esta necesidad de contar historias. Recuerdo que de niña también hacía historietas cortas. Tenía ideas de criaturas fantásticas, heroínas, como de leyendas, como del folklore… Toda esa cuestión de mitos y leyendas es algo que siempre me ha gustado mucho, pero primero pensé que la animación iba a ser mi medio para hacer mis propias historias. Puede ser que sí, pero me di cuenta de que es más un trabajo en equipo y que puede llevar mucho tiempo para que tu historia se desarrolle. Con el cómic descubrí una forma más cómoda, más versátil de hacer esto y es el medio en el que más me gusta trabajar.

ZN: Vale, pues si te parece vamos a entrar de lleno en La Bruma ¿Hubo algún detonante que te animase a embarcarte en este proyecto?

EG: Creo que hubo varios. Como en 2019 que fue cuando desarrollé la idea para la beca, estaban surgiendo varios movimientos feministas aquí en México. Muchas marchas y muchas iniciativas de organizaciones para ponerle un alto a la violencia de género, que todavía prevalece lamentablemente, y es entonces que me empiezo a sumergir en esa lucha y en querer investigar más la otra parte del problema que son los hombres. Las mujeres tenían un montón de recursos, muchas anécdotas, pero la parte de los hombres no estaba muy explorada y es entonces que empiezo a leer varios libros como La Masculinidad de R.W. Connell o #Elloshablan de Lidia Cacho. Es ahí cuando empiezo a descubrir que hay una organización que se llama GENDES, que se encarga de dar talleres de masculinidad a hombres aquí en México y gracias a ellos empiezo a empaparme de todas esas experiencias de hombres respecto al machismo en su vida. Vienen de varios sectores sociales, de varios contextos… y, bueno, yo también tuve una experiencia personal de violencia psicológica con una pareja. Entonces, empiezo a aterrizar todas esas ideas que tenía en esta historia que es la de Nando y su camino a reencontrarse a sí mismo.

ZN: Precisamente, en el epílogo de La Bruma aportas distintas entrevistas que realizaste con personal de GENDES. ¿Qué nos puedes contar de esta organización y cómo te ayudaron a llevar a cabo tu novela gráfica?

EG: Todo fue que gracias a un correo que le mandé a Yair Maldonado, es que este me abre las puertas a ir a visitar el centro, a conocerlo a él y a Susana González. De esa primera conversación que descubro un ambiente muy cálido, muy abierto a cuestionarse esas cosas que luego no escuchas en los lugares donde deben escucharse esas conversaciones, y de ahí me presentan a Hugo Barbosa, encargado de dar esos talleres, de ser el facilitador… ya como de ser más cercano a estos hombres que se están empezando a cuestionarse a sí mismos. En este taller se generan códigos de confianza entre ellos y ves sus reacciones, ves cuánto les pesa y que sí quieren cambiar. Incluso cuando ellos lo reconocen, su entorno no cambia y es un gran peso. Gracias a ellos, que tienen materiales de investigación que son gratuitos y que están para consultarse, empecé a aprender varios tipos de violencia. Es necesario conocer la otra parte, la otra perspectiva del problema. No es fácil abrirte al diálogo entre el agresor y las víctimas, pero creo que esa es la diferencia que marca el cambio. Cuando hay un reconocimiento de esa responsabilidad de los cambios, a alguien que simplemente los está negando constantemente.

ZN: El cómic gira alrededor del machismo, de los malos tratos, pero da lugar a la esperanza. ¿Tuviste claro desde el principio que querías mostrar esa luz entre tanta oscuridad?

EG: No quería que fuera un cómic como tipo adoctrinador, en plan este es el camino a seguir. La complejidad de las relaciones humanas va más allá de eso. ¿Cuál es el bien? ¿Cuál es el mal? Hay muchos factores que nos influencian toda nuestra vida y es difícil muchas veces como darte cuenta de que estás afectando a tu entorno, a las personas que estimas, cuando es el status quo. Y también, para no spoilear, como esa interacción que tiene el personaje con esa persona de su familia que ha estado toda su vida y que trata de aprender a compensar todo ese daño constante por años, pero también aceptar que las personas no van a aceptar inmediatamente la disculpa o la responsabilidad de los actos porque eso lleva tiempo, lleva una demostración de cambio en tu actitud. Entonces, esto también es lo que hay que respetar. Cada quien lleva su proceso como puede y tiene sus ritmos para arreglar esos conflictos.

ZN: ¿Qué representa la bruma que está tan presente en el cómic?

EG: Es justamente esta veladura social. Nos dejamos llevar por un camino y muchas veces el estar constantemente yendo por ese camino puede ser que te nuble el objetivo o la conciencia de quién eres tú en realidad. Es por eso que utilicé esa metáfora. El protagonista que ya se está dando cuenta de que ese no es el camino, pero como está tan rodeado de esas influencias, es difícil como regresar a sus raíces, hacia quién es él en esencia. Es algo que va a costar mucho trabajo. Es como cuando nosotros vamos en carretera y, de repente, se nos planta la bruma enfrente. Es una situación intimidante. Puede ser que sí, que cruces al otro lado, pero es lento el camino. Tienes que ir con cuidado y, poco a poco, tú vas a ir recobrando esa visibilidad, de dónde está el camino correcto.

ZN: Siendo una problemática global ¿Cuál es la realidad de la violencia machista en México?

EG: Pues creo que me remonto a la definición de un investigador que se llama Guillermo Figueroa y dice así “la violencia no es una enfermedad, es un aprendizaje”. Siento que, desde niños, hay códigos sociales que dicen que las mujeres y los hombres no son iguales. Por eso, tiene que haber una división clara: quién es el grupo superior, quién es el grupo que tiene que seguir las órdenes del otro. Es muy difícil romper con esos usos y costumbres porque está muy arraigado, no solamente en la familia sino en los amigos y en la escuela. Pero, actualmente, yo siento que, al menos, colegas hombres de mi generación o más abajo ya están empezando a hacer ese trabajo de concientización, de diálogo, de hablar sobre su vulnerabilidad, porque esta es otra cuestión. Hay mucha inseguridad. Yo he visto hombres que son más grandes (mayores) que, no son todos pero la mayoría, les cuesta muchísimo trabajo expresar la tristeza, la frustración, la inseguridad y ese cuestionamiento que ya se están haciendo generaciones más jóvenes es algo muy empoderante de ver. Que haya un reconocimiento de todas las emociones que nos hacen ser humanos y ahí no hay una distinción de género, de clase… Todos podemos tener esas experiencias y es completamente válido expresarlas sin que sea un símbolo de debilidad. Sí es cierto que las autoridades o los sistemas gubernamentales deben de hacer un esfuerzo más para que se le dé apoyo a programas que fomenten este tipo de reconocimientos o de talleres para cuestionarse estas situaciones

ZN: ¿Cómo elegiste la paleta de colores que está presente en el cómic y que varía según personajes, estados de ánimo o espacio temporal?

EG: Justamente es esa distinción entre el presente y el pasado, pero a su vez del estado anímico del personaje dependiendo de la memoria que esté teniendo. Yo quise representar el presente con el azul índigo por el estado anímico del personaje que está pasando por un momento de melancolía, de depresión. Todos estos colores, por ejemplo, que tienen que ver con la niñez, con algo nuevo, los represento con el color verde, con el amarillo… como esos momentos más felices o de descubrimiento. Varían mucho de esos momentos donde hay un episodio muy violento o muy agresivo con el color rojo, sobre todo. Los momentos de cambio o de algo que está incomodando al personaje con esa paleta más magenta o violeta. Incluso hay colores que identifican a los personajes, como bien dijiste. Hay un personaje, que no voy a decir quién es, pero que es una representación idealizada de él. Es un personaje que irradia mucha luz para su vida. En el momento que todo se vuelve muy caótico y se va en picado, ese personaje se va de su vida y pierde esa luz.

ZN: ¿Quiénes consideras tus grandes referentes a nivel artístico?

EG: Pues los que se me vienen ahorita a la cabeza son Heikala, que es una acuarelista finlandesa. Me gusta mucho ver sus vídeos por cómo ella aplica sus técnicas. También se me viene a la mente Craig Thompson, que es un artista de narrativa gráfica increíble. O sea, cómo maneja la tinta y todas estas cuestiones históricas y cómo las relaciona a su vida propia… Esa forma de narrar entre viñetas y las composiciones… Me encanta su trabajo. A nivel nacional, Pau Márquez. La forma en como ella conecta anímicamente con sus viñetas, con sus personajes… Puedo mencionar también a Emmy Hernández, que es una historietista que lleva mucho tiempo de trayectoria en este medio y también admiro mucho su técnica. Es una colega muy abierta a compartir su conocimiento también.

El arte de Heikala

ZN: ¿Te gustaría seguir haciendo cómics de denuncia social? De ser así, ¿con qué temática?

EG: Sí que sigo haciéndolos, de vez en cuando. Por ejemplo, yo ahorita formo parte de una asociación de mujeres mexicanas que se llama Sociedad de Tinta y nos dedicamos, a veces, a hacer cómics denuncias, de cosas que pasan en nuestro medio. Por ejemplo, en convenciones, denuncias de chicas de malos usos laborales. Después de haber hecho La Bruma y un spinoff de la misma historia llamado La Neblina sí llega un punto que el conocer tantas anécdotas, tanta violencia… llega el momento en el que tienes que tomar un descanso porque también te puede afectar emocionalmente. Sí que me gustaría seguir haciendo pero, por el momento, estoy pasando por esa especie de transición con este cambio de material para, tal vez, en un futuro volverlo a hacer.

ZN: ¿Consideras que te has encontrado más obstáculos para entrar en el mundillo por el hecho de ser mujer?

EG: Pues creo que sí. Hay situaciones donde quizás también por trayectoria de otros colegas, por esos privilegios que han tenido, por ser la mayoría, tienen. En cuanto a espacio en convenciones, en ferias, en plataformas como entrevistas… También lo vemos en la historia. Hay muchísimas narradoras gráficas mexicanas que han estado incursionando incluso desde el siglo XIX pero que son luego opacadas por trabajos actuales de otros colegas. Es por esto que también empecé a formar parte de esta organización que te comento. Para visibilizar más el trabajo de las mujeres que hemos estado ahí todo este tiempo y no simplemente es algo que apenas se está viendo, sino que hay que alzar la voz y decir aquí estamos y el contenido que se está haciendo es muy diverso. Si se ponen a investigar, y a ver qué hay, sí que se van a dar cuenta de que hay muchísimas artistas.

ZN: Fuiste diseñadora de personajes en la serie Legend Quest de Netflix. ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?

EG: Pues creo que fue una gran experiencia, en general. Me hizo adentrarme en el medio en el que yo quería entrar desde hacía mucho tiempo y el trabajar con personas tan talentosas como Gustavo Cosío, como Miguel Vélez… Se formó un nicho muy rico de compartir historias, compartir experiencias personales, aunque fue un corto periodo de tiempo porque entramos en pandemia y ya cada quien a sus casas. Pero sí que aprendí mucho, a tener comunicación constante en un equipo de trabajo, a retarme a mí misma porque yo tampoco conocía el manejo del ToonBoom para vectorizar, para limpiar los muppets. Gracias a los animadores que estaban ahí y de aprender de ellos que usaban sus programas, fue una experiencia muy grata en general. Yo no me cierro las puertas a volver a la animación pero mi nicho es el cómic y la narrativa gráfica.

Legend Quest: Masters of Myth, serie creada por Jose C. García de Letona y James Krieg.

ZN: ¿Te ves siempre trabajando como autora completa o te gustaría trabajar en un futuro con otra guionista y/o dibujante?

EG: Me gusta trabajar en las dos formas. Ahorita estoy con un proyecto personal pero, a la vez, sí que me han llegado propuestas de trabajo para hacer otros proyectos. Por ejemplo, el año pasado terminé de colaborar con otra autora que se llama Gavilán para su serie en webtoon que se llama Crak: Una grieta en el muro y yo nada más era la ilustradora de la historia. Ella hacía el guion y el desarrollo de personajes y yo me encargué de darle la imagen. A mí me gusta mucho trabajar en todas las vertientes de este medio.

ZN: Antes nos has revelado tus referentes pero, ¿Quiénes consideras tus autoras o autores favoritos?

EG: Acabo de descubrir a un autor que ya no vive y se llama Alvin Schwartz que, de hecho, yo recuerdo que de niña leía sus cuentos de terror y me gustaba mucho porque los dibujos eran preciosos, las historias eran muy creativas y, a la vez, muy perturbadoras. Siento que la forma en la que cuenta estos relatos de terror a mí me fascina muchísimo. A nivel de literatura me gusta mucho el trabajo de Fernanda Melchor, que es la autora de Temporada de huracanes. De hecho, también ejerció de guionista para una serie llamada Somos, de Netflix. La forma en como ella retrata sus personajes con toda esta escala de grises que ellos tienen. No son buenos, ni malos, solamente son personas que se relacionan con su entorno y vemos como son puestos en una situación con otras personas. Me encanta esa visión de escribir a los personajes, de adentrarse en su psique por muy perturbadora que sea, entender de dónde viene.

Scary Stories to Tell in the Dark, de Alvin Schwartz.

ZN: Recomiéndanos una obra mexicana que hayas leído hace poco y explícanos el motivo

EG: Hace poco leí un cómic de Edgar Camacho que se llama Sábado negro, es un relato de terror que tiene una vuelta de tuerca al final increíble. Me gusta mucho su trabajo, su narrativa y su composición de viñetas. También me leí un libro ilustrado (Ajolín y el México que no conocía) que acaba de sacar para El día de Muertos otra artista mexicana que se llama Vanila Ryder. Lo lleva con personajes que son zoomorfos. Sus personajes principales son unos ajolotes. Ella también es acuarelista y hace muchas cosas relacionadas con el folklore mexicano.

Edgar Camacho consiguió el Premio Nacional de Novela Gráfica Joven 2016 gracias a Piel de cebolla

ZN: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

EG: Acabo de sacar otro libro corto que se llama Casse-Tête y esta es una bitácora de viaje que hice a Francia y tiene que ver con el bloqueo artístico. Casse-Tête en francés quiere decir rompecabezas y el personaje principal está formado como de varias piezas que no encajan porque ella tiene que reencontrarse con sí misma. Ya después de este proyecto, agradezco que fui seleccionada para una residencia artística en Quebec por parte de la Secretaría de Cultura de México y del CALC, donde voy a desarrollar mi próxima novela gráfica que ya tiene que ver con el género de terror y de leyendas mexicanas.

Augusto Mora nació en Ciudad de México en 1984. Autor de cómics, colaborador de la revista El Chamuco y los hijos del averno. Su obra ha participado en exposiciones en ciudades como Madrid, Chicago, Houston o Québec. En 2010 Recibió el primer lugar del Premio Nacional de Novela Gráfica de Editorial JUS por su obra El Maizo, la maldición del vástago y en 2017 fue finalista del concurso Secuenciarte en el Festival Pixelatl. Es autor de obras como Muerte Querida, Tiempos Muertos, Grito de Victoria, Encuentro en la Tormenta o Illegal Cargo.

Entrevista a Augusto Mora

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el mundo del cómic?

AUGUSTO MORA (AM): Me interesé en los cómics gracias a que durante la infancia me dedicaba a coleccionar la revista MAD junto a mi hermano, con quien me dedicaba a hacer parodias de caricaturas como en la revista para divertirnos. Pero luego supe que quería dedicarme a hacer cómics cuando comencé a conocer artistas que exponían sus trabajos en las convenciones de comic como La Conque y La Mole. Ahí me di cuenta que era posible dedicarse a ser dibujante de historietas. Luego tomé algunos cursos de comic en diferentes escuelas. Los primeros cómics que leí eran de super héroes aunque después me empezaron a llamar la atención cómics menos comerciales e independientes como del Taller de Perro (Ricardo Peláez, Quintero, Clément) o los comics y libros de Rius.

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿A qué artistas has tomado como referentes para conseguir tu propio estilo?

AM: Me gusta mucho el estilo de Mike Mignola, Paco Roca, GIPI y de autores mexicanos como Patricio Betteo y Tony Sandoval. En la parte del contenido y en el discurso me influenció mucho leer a Rius en aquella época. Más actualmente he tomado influencias de Joe Sacco o Sarah Glidden en cuanto a la manera de trabajar y contar historias.

Tony Sandoval cuenta sus propias vivencias de cómo cruzó la frontera estadounidense en Cita en Phoenix.

ZN: Recientemente ha tenido lugar en la Feria del libro del Zócalo un foro de periodismo y cómic en el que formaste parte. ¿Cómo fue la experiencia?

AM: Tomando en cuenta que el periodismo en comic es un género relativamente reciente en México, la gente se mostró muy interesada en el tema y sobre todo en el trabajo que hacemos para la revista El Chamuco. El escenario estaba a reventar por el cupo lleno. Descubrimos que el público está abierto a recibir la información de interés periodístico desde diferentes lenguajes. En este caso como el del cómic. Además, el público de la Feria del Libro del Zócalo es muy abierto a nuevas propuestas. Me parece que aunque muchos de los asistentes van a la feria para encontrar a sus autores favoritos, también apuestan por nuevos títulos y autores que no conocen, pero que hacen clic de alguna manera con sus obras.

ZN: Acabas de publicar El centro de algún lugar junto a Idalia Candelas ¿Qué nos puedes contar del cómic y cómo fue la colaboración con Idalia?

AM: El centro de algún lugar es una compilación de periodismo en comic que recopila algunos de los reportajes en historieta que hemos publicado en El Chamuco. Es una selección de historietas de no ficción que, como cuyo nombre lo dice, pudieron haber sucedido en el centro de cualquier país, Estado o comunidad. El libro habla de diferentes temas: la dolorosa marcha de los familiares de desaparecidos en México, la corrupción en las altas esferas de la Secretaría de Seguridad Pública, la violencia de género en las comunidades indigenas, el Covid y la impunidad en el casos de desaparciones forzadas. Cosas que suceden particularmente en Latinoamérica. Espero que sea un libro que pueda servir como referencia sobre lo que se hace en cuanto al género de comic periodismo en México.

Presentación de El centro de algún lugar en la XXIII Feria Internacional del libro del Zócalo.

ZN: En Illegal Cargo tratas el tema de la denominada “migración irregular”. A pesar de ser un fenómeno global, que afecta a millones de personas, cuesta encontrar historias de ficción en los diferentes medios. ¿A qué crees que es debido?

AM: La migración es un tema importante y en muchos de los casos es triste y de magnitudes trágicas. El éxodo de las personas que migran de países pobres a países desarrollados es muchas veces por la violencia o la pobreza en sus lugares de origen. Me parece que la migración es un tema de relevancia humana. Todos somos de una u otra forma migrantes. Cuando cambiamos de casa, de vecindario, o de ciudad… La humanidad se mueve. Me parece que hay historias de ficción que hablan de este movimiento humano pero quizá lo que no hay mucho es sobre la migración de Centroamerica hacia el norte del continente. Tal vez ahí habría que analizar porque no ha habido interés de las grandes productoras para realizar más historias sobre ese éxodo. Quizás sea una manera de invisibilizar aunque no podría afirmarlo.

ZN: ¿Por qué se decidió publicarlo en inglés y no en español?

AM: En primer lugar porque fue una editorial canadiense la que primero se interesó en publicarla. Conocí a la editorial Black Panel Press en una residencia artística que hice en Québec en 2019. Ellos decidieron que era una obra interesante para el público de habla inglesa. El libro está en planes de publicarse en español pero aún no hay fecha para ello.

ZN: ¿Consideras que el cómic es un medio que puede ayudar a cambiar dinámicas sociales negativas o, por lo menos, empujar a que los lectores tomen conciencia de según que asuntos?

AM: El cómic por sí solo no puede cambiar un fenómeno de problemática social, pero si puede en conjunto con otras dinámicas culturales, hacer que las juventudes tomen conciencia y traten de dirigir al mundo hacia otro lado. Aunque esto puede llevar décadas, creo que el mensaje de medios de comunicación no convencionales como el cómic es fundamental para la evolución de las sociedades.

ZN: Tus cómics tienen en común la preocupación por distintos asuntos sociales. ¿Cómo es ese proceso de documentación? ¿Tienes clara las historias antes de llevarlo a cabo o según vas descubriendo cosas, cambias ideas que tenías previstas?

AM: Cuando hay algún tema que me interesa, me preocupa o me hace algún tipo de ruido comienzo a investigar sobre él. Empiezo a leer, trato de contrastar fuentes. Después hago un guion previo que es más similar a una escaleta de lo que voy a hablar. Lo siguiente es tratar de hablar con algún experto en el tema o una fuente directa del tema. Es primordial tratar que los dibujos den voz a las personas involucradas en el problema a abordar, que sean ellos y ellas las que hablen a través de la historieta. Una vez que ya tengo toda esa información empiezo a seleccionar para ver que tanta información se adapta a mi guion. Pero si hay algo extra, tengo la flexibilidad de cambiar el guion o reescribirlo. Me pasa mucho que pienso en escribir sobre un tema, pero en el camino resulta que el tema de interés es otro y puedo virar.

ZN: En Grito de Victoria reflejaste la compleja vida política mexicana en los últimos cuarenta años tomando como referencia los diferentes movimientos estudiantiles. ¿Cuáles consideras que son las victorias conseguidas por todos esos estudiantes que se enfrentaron a gobiernos que respondían con una fuerza desproporcionada?

AM: Uno de los derechos que se ganaron durante las protestas de los años 60 y 70 son por ejemplo el derecho a la manifestación en los espacios públicos. Se ganó la calle. Si bien mucho por lo que se luchaba en aquel entonces como la justicia social no termina de llegar, en la actualidad es más fácil que la gente se manifieste, que salga a marchar sin ningún miedo a que vaya a ser reprimida o encarcelada por hablar de sus derechos. El entorno social ha cambiado mucho, hasta este momento en el que hacemos esta entrevista podemos decir que, al menos, la Ciudad de México se ha vuelto un espacio de expresión de todo tipo de ideologías y corrientes.

ZN: Precisamente, en ¿A dónde nos llevan? hablabas de los 43 desparecidos de Ayotzinapa. Aquello salió publicado en 2016. Estamos acabando 2023. ¿Ha habido algún avance al respecto?

AM: Un avance que tuvo lugar es que se echó abajo la llamada Verdad Histórica. El CoVAJ (Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia) ayudó a demostrar con pruebas que los estudiantes no fueron calcinados en el basurero de Cocula como lo afirmaba el entonces procurador Murillo Karam. Y se demostró que lo que se fabricó fue una estrategia de control de daños para tratar de que el problema no creciera. De la desaparición de los estudiantes aún no se ha dado certeza y justicia plena y expedita a los familiares. Es triste que después de tantos años no se haya logrado dar paz a las madres y padres que siguen luchando y buscando justicia. El ejército continúa aun a la fecha, manteniendo oculta información valiosa que podría dar completa certeza de lo que sucedió con los muchachos. Hay evidencia de que en todo momento los jóvenes fueron monitoreados por los militares, aún así, no hay una información pública y certera de lo que realmente sucedió.

ZN: ¿Hacia dónde va el cómic mexicano?

AM: El comic mexicano está evolucionando cada día. Sin demeritar el trabajo de los autores independientes de los noventa, podemos comparar la calidad de los comics que se producían en ese entonces a los de ahora y claramente se nota una profesionalización en el contenido, la manufactura y la calidad de la gráfica. Hay una escena del comic muy fuerte y saludable que puede seguir creciendo si se mantiene. Las y los autores ahora ocupan espacios que antes no ocupaban como ferias del libro, convenciones, festivales y tiendas especializadas. Algunos autores han optado por convertirse en pequeñas editoriales lo que es un buen camino si queremos que haya más producción y lectores de comics.

Creo que el siguiente paso es crear más tiendas de cómic y festivales de autores tipo Multiversos o lo que antes era el Festo Cómic. Sé que es difícil porque se requiere de inversionistas que decidan apostar por la novela gráfica mexicana.

ZN:¿Te gustaría trabajar con algún autor/a español/a? ¿Quién sería?

AM: Me encantaría conocer en persona a Paco Roca y tal vez colaborar con él en algún proyecto o participar en algún compendio a su lado. También me encantaría colaborar alguna vez con Ángel de la Calle. A él lo conozco personalmente y se ha dado oportunidad de intercambiar ideas pero aun no hemos trabajado juntos. Tal vez con Santiago García, dibujando alguno de sus guiones.

ZN: ¿Cuál de tus últimas lecturas te gustaría recomendar a nuestros lectores?

AM: Recomiendo el libro Tres Horizontes. Tiene (Hace) poco que lo leí y me gustó porque es un libro sobre la vida cotidiana de tres mujeres de Medellín, son entrevistas en cómic de una activista, una bailarina y una reportera. Cuentan a la sociedad de Medellín desde sus propios oficios.

ZN: ¿De qué autores/as mexican@s tratas de no perderte ningún trabajo?

AM: Me gusta mucho el trabajo que hace Idalia Candelas, evidentemente por eso es que he trabajado con ella. También te puedo mencionar el trabajo de autoras como Elisa Galvar que es una virtuosa en la gráfica y la narrativa, a Zayha, una ilustradora muy joven pero con un gran talento y un estilo increíble, a Changos Perros que es súper conocido en las redes sociales por su estilo sencillo pero de mucho humor y el de Daniela Martín del Campo, también con un increíble trazo.

ZN: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

AM: Estoy trabajando actualmente en una novela gráfica de ficción histórica. Es la historia de un político de la post Revolución que busca escalar en la esfera del poder sin percatarse de que es ese mismo poder el que lo terminará destruyendo. Es el viaje del antihéroe hacia el abismo y trata de contar el contexto histórico del periódo de la historia de México conocido como el Maximato, donde si bien habia un reacomodo en la política y en las estructuras del gobierno después de la guerra revolucionaria, los que detentaban el poder seguían traicionándose y matándose para conseguir escalar en la política. Es una historia que podría contar parte del origen de la forma de hacer política hasta nuestros días.


La caída de Tenochtitlan

La llegada de Hernán Cortés al continente americano, Moctezuma y el imperio mexica, la Malinche… han sido abordados en infinidad de ocasiones en diversos medios, pero, casi siempre, con una visión occidental de los hechos. Una vez más volvemos a remarcar la importancia del relato. En el que, probablemente, sea el trabajo de su vida, José Luis Pescador se lía la manta a la cabeza para hacer una brillante construcción de una época distorsionada hasta la saciedad. La extensa labor de documentación llevada a cabo por Pescador facilitó que los escenarios resulten totalmente creíbles y la experiencia enteramente inmersiva. El cuarto volumen de La caída de Tenochtitlán está a punto de ver la luz y todavía queda tela por cortar. Publica Grijalbo.

Diego Rivera

No cabe duda de que Diego Rivera fue uno de los pintores revolucionarios del pasado siglo XX y uno de los grandes muralistas mexicanos junto a David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Francisco de la Mora y José Luis Pescador llevaron a cabo la titánica tarea de trasladar a viñetas la vida de un artista que coincidió con Picasso o Modigliani en París, conoció a Stalin y Lenin en Moscú, dio asilo a Trotsky y tuvo un desencuentro laboral con Rockefeller. Autor de obras maestras como la Epopeya del pueblo mexicano en el Palacio Nacional o Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, Rivera tuvo en su vida muchas amantes y un gran amor: Frida Kahlo. Este cómic fue publicado por Grijalbo en julio de este año.

Matar al candidato

Luis Donaldo Colosio fue un político mexicano, miembro del PRI (Partido Revolucionario Institucional), que siendo candidato a presidente del gobierno fue asesinado en Lomas Taurinas (Tijuana) en el año 1994. El malogrado F.G. Haghenbeck, muerto durante la pandemia como consecuencia del COVID, escribió un guion al más puro estilo J.F.K.: Caso abierto y el arte de BEF hizo el resto. Como en la cinta de Oliver Stone, las diversas teorías son puestas sobre la mesa poniendo en cuestión la autoría única de Mario Aburto, condenado por el crimen a pesar de que no todas las piezas acababan de encajar. Editado por Sexto Piso, este cómic es un auténtico regalo para amantes de teorías conspirativas.

Vivos se los llevaron

Entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014, 43 jóvenes desaparecieron, 6 más murieron y 10 fueron heridos en las cercanías de Iguala de la Independencia (Estado de Guerrero, México). A pesar de que los familiares de los chicos siguen exigiendo justicia y verdad, el paso del tiempo está del lado de los culpables. Entre las diferentes teorías que se manejan, gobierno y crimen organizado actuaron de manera conjunta para responder, de manera totalmente desproporcionada, a la presunta retención de autobuses y robo de gasolina para acudir a la marcha conmemorativa de la masacre de Tlatelolco. En aquel entonces miembros del ejercito mexicano y elementos del grupo paramilitar denominado Olimpia acabó con la vida de 300 personas, la mayoría estudiantes. Volviendo a Ayotzinapa, la nominada al Emmy, Andalusia K. Soloff (Andalalucha), tuvo claro plasmar la historia en formato cómic una vez recopiló una notable documentación, entrevistas a familiares incluidas. Editado por Plan B.

Tormenta de Mayo

La vida de Paulina Márquez cambió en 2019 después de ganar el Premio Nacional de Novela Gráfica Joven. El cómic Tormenta de mayo tuvo la culpa de ello. Con el lirismo que le caracteriza, Márquez levanta una historia en la cual amistad y amor son los pilares centrales. Manu e Isabel se conocen en una pequeña población que apenas ocupa el entorno natural en el que se encuentran. El bosque y el río son dos personajes más de una trama con más fondo de lo que puede parecer en un principio y un giro con tintes mágicos que sienta estupendamente a la trama. Paulina Márquez es presente y futuro de la narrativa gráfica mexicana.

La bruma

De acuerdo con del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2022 sumaron 3.754 muertes de mujeres, de las cuales sólo 947 (es decir el 33.7%) se investigaron como feminicidios – los cuales son abordados como “presuntos” ante la falta de resolución -, mientras que el resto se considera por homicidio doloso. Aunque La bruma no llega hasta esos términos, no cabe duda de que la violencia machista, tanto física como emocional, es el motor de la historia gestada por Ely Galvar. La autora de Hipocrónicas hace que el protagonista de la historia sea el agresor, en este caso, y le acompañaremos en su particular viaje redentor.

Illegal Cargo

Según el gobierno de México, la diáspora mexicana es una de las más grandes del mundo (13 millones de personas en 2017). Por otro lado, las cifras que hacen referencia a la migración en tránsito irregular registraron un incremento de más del doble entre 2010 a 2017, pues se pasó de poco más de 128 mil eventos a casi 297 mil. Dejando de lado los fríos números, centrándose en lo humano, Augusto Mora nos invita a que acompañemos a José Sendero en una desesperada travesía en busca de su hija desaparecida. Oriundo de El Salvador, José deberá cruzar la frontera y zafarse de todo tipo de obstáculos tratando de conseguir una quimera. El sueño americano suele tornarse en pesadilla. Por el momento, Illegal Cargo únicamente ha sido publicado en inglés por Black Panel Press y se puede comprar en digital.

Operación Bolivar

Para muchos lectores, Operación Bolivar es la obra capital del noveno arte mexicano. Originalmente, fue publicada por Gallito Cómix entre 1993 y 1994. Gracias a una beca concedida por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Edgar Clement propuso una guerra eterna entre los ángeles armados que arribaron al continente con la llegada de los españoles y los descendientes de los nahuales, poderosos brujos capaces de cazar a estos seres sobrenaturales alados. Con un estilo deudor de Dave McKean o Goya, Clement abruma visualmente son un apartado gráfico de altos vuelos y una trama con un subtexto enlazado con el sueño de Simón Bolivar, en el cual el libertador aspiraba a una América unida. Por supuesto, los Estados Unidos de América tendrán algo que decir al respecto. Tras ser publicado por Planeta y Ediciones Castor a finales de los noventa, y por Caligrama Editores en 2006, la editorial Pura Pinche Fortaleza Cómics, mediante crowdfunding, consiguió sacar en 2021 la edición definitiva con jugosos extras en una tirada de 5000 ejemplares.

El Complot Mongol

Escrita por Rafael Bernal, El Complot Mongol fue publicada por vez primera en 1969 y está considerada como la primera novela del género negro en México. No era de extrañar que, en algún punto, tomara forma de historieta gráfica. Luis Humberto Crosthwaite fue el encargado de adaptar el guion para su paso a viñetas mientras que Ricardo Peláez fue el responsable de poner imagen a Filiberto García, protagonista de la historia. Este malhablado personaje es un asesino a sueldo que es contratado de manera clandestina por la policía mexicana para investigar el posible atentado que sufriría el presidente de EEUU en su visita al país vecino. Un complot soviético con todos los tópicos del noir en una edición, la publicada por el Fondo de Cultura Ecónomica en 2017, de gran formato.

Sueños rotos

Sofía, Julia y Emi forman la trilogía Sueños rotos, creada por Héctor Germán Santarriaga. Estas tres crudísimas historias, conectadas entre sí, abordan temas tan delicados como la trata de personas, los feminicidios y la explotación sexual de menores de edad. Los nombres propios que titulan cada uno de los cómics son las víctimas que verán como sus anhelos serán borrados de un plumazo por un grupo sin ningún tipo de escrúpulo que tiene como objetivo lucrarse a costa de esclavizar a personas vulnerables. La prostitución forzosa, las snuff movies, los bajos fondos o la dark web son elementos de sobra conocidos pero que cuando inundan las páginas de un cómic encoge el corazón al más valiente a la vez que revuelve el estómago de la mayoría. Una lectura tan incómoda como necesaria que lleva a buen puerto la gente de Pura Pinche Fortaleza Cómics.

A Lupita le gustaba planchar

El nombre de Laura Esquivel es conocido mundialmente gracias a Como agua para chocolate. La exitosa novela fue traducida a treinta idiomas y tuvo una adaptación cinematográfica, dirigida por Alfonso Arau, que estuvo nominada al Globo de Oro en la categoría de mejor película de habla no inglesa. En su trayectoria literaria destaca la novela A Lupita le gustaba planchar que dio el salto al mundo de las viñetas con guion de la propia Esquivel y dibujo de, su sobrino, Jordi Castells. Con una gran carga dramática la historia gira alrededor de Lupita, una policía alcohólica, rota por dentro, que arrastra muchos fantasmas desde que su padrastro la violó siendo una niña. Editada por Grijalbo, esta novela gráfica contiene elementos mágicos propios de la cultura prehispánica que serán clave en la redención de la protagonista.

Nido de serpientes

Gracias a este trabajo, David Espinosa (El Dee) consiguió el Premio Nacional del Cómic en 2018. San Tolok, un trasunto de Cancún, ciudad de la que es originario Espinosa, es el escenario de las peripecias de Efrén y su banda de música. El grupo de rock Los Macehuallis está a punto de desaparecer ya que Efrén se marcha del lugar que le vio nacer. Sin embargo, poco antes de su partida, Efrén y sus amigos son testigos de cómo la policía se implica en un turbio asunto con droga de por medio. Turismo y corrupción como telón de fondo en una historia cuyo punto fuerte es, sin duda, la amistad. Planeta sacó una nueva edición en 2021. Seguiremos la carrera de El Dee con gran interés.

Septiembre: Zona de Desastre

El 19 de septiembre de 1985 tuvo lugar un terremoto 8.1 en la escala Richter que golpeó con violencia al centro, sur y occidente del país. Al día siguiente, la réplica (conocida como «el terremato») no tuvo piedad con una población sobrecogida. El escritor Fabrizio Mejía Madrid puso el foco tanto en el fatal evento como en la posterior misión de rescate que llevó a cabo un pueblo más hermanado que nunca. El dibujante José Hernández (Che, una vida revolucionaria) ilustró de manera magistral los edificios en ruinas que formaban el desolador nuevo aspecto de la capital mexicana. Una obra que debe de ser tenida en cuenta y que alimenta el debate sobre la polémica decisión del gobierno de poner fin a la insurrección de los rescatistas. Según datos oficiales, perdieron la vida 3.192 personas, mientras que algunas organizaciones fijaron la cifra en 20.000. Septiembre: zona de desastre llegó a librerías en 2013.

Ruinas

Aunque hayamos hecho un poco de trampa (Peter Kuper, el autor, es estadounidense al 100 %), tomamos como máxima el párrafo dedicado por BEF en la edición publicada por Sexto Piso y nosotros mismos nos preguntamos ¿Cómo que nadie le ha dicho al responsable de La jungla que es oaxaqueño?. En Ruinas cualquier turista que haya visitado el país mexicano podrá verse identificado con el color, el clima, la gastronomía o las costumbres que disfrutan Samantha y George, pareja en crisis procedente del país del Tío Sam cuya trayectoria irá en paralelo a la mariposa monarca. Este insecto lepidóptero inicia su migración en Canadá para acabar en Michoacán. Ruinas es una preciosa novela gráfica que toca muchos temas y enamorará a quién se acerque a ella.


Enlaces de interés

Página web de Francisco de la Mora

Reseña de Habla María, de Bef, escrita por Diego García Rouco.

Blog de Andalalucha (Andalusia K. Soloff)

Página web de Paulina Márquez

Página web de Sociedad de Tinta

El Chamuco y los hijos del averno

Página web de Héctor G. Santarriaga

Página web de Pura Pinche Fortaleza Cómics

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Enrique Doblas
Autor
4 noviembre, 2023 11:19

Que trabajazo Sergio! Súper interesante, gracias!!

Tristan Cardona
Autor
4 noviembre, 2023 23:06

Espectacular trabajo que me abre muchas puertas… Bravo.