Empezamos con Panini, que este mes hacen una apuesta más fuerte de lo habitual por el cómic USA fuera de las dos grandes, y promete lo que tienen planeado para el resto del año, aunque sea sota, caballo y rey, son cartas doradas. Llega el final, por ahora, de Reckless, la última gran serie de Brubaker y Phillips. El Millarworld nos trae la esperadísima secuela de Némesis, con sabor español gracias al dibujo de Jorge Jiménez. Cyberpunk 2077 pasa del videojuego al cómic una vez más con Blackout. Por último The Silver Coin, la antología de terror dirigida por Michael Walsh, llega a su tercera parte.
–Reckless 5, de Ed Brubaker y Sean Phillips, 22 €, Image Comics
–Nemesis Reloaded, de Mark Millar y Jorge Jiménez, 24 €, Millarworld/Image Comics
–Cyberpunk 2077: Blackout, de Bartosz Sztybor, Fabiana Mascolo, y Roberto Ricci, 21 €, Dark Horse
–The Silver Coin 3, de Michael Walsh y varios artistas, 22 €, Image Comics
Es el turno de Planeta que ataca con tres novedades, el segundo tomo del Spawn más pistolero sigue adelante en España, mismo número que alcanza la serie de terror firmada por Cullen Bunn y Jonas Scharf, Basilisk. Acabamos con una nueva adaptación de El Gran Gatsby, que publican bajo su sello Novela gráfica.
–Spawn Gunslinger 2, de Todd McFarlane y Brett Booth, 17,95 €, Image Comics
–El Gran Gatsby, de Ted Adams, Francis Scott Fitzgerald y Jorge Coelho, 22 €, Clover Press
–Basilisk 2, de Cullen Bunn y Jonas Scharf, 16,95 €, BOOM! Studios
ECC llega con sus sospechosos habituales. Las Tortugas Ninja alcanzan el volumen diecisiete mientras que Invencible sigue adelante en su versión deluxe, superando ya la mitad de la colección, y, siguiendo con Skybound y Robert Kirkman, Superdinosaurio finaliza en el segundo tomo. Preparándonos para la fiesta de fin de mes vuelve la antología de terror John Carpenter: Historias para una noche de Halloween mientras que tenemos nuestra dosis mensual en grapa de King y Charretier, con el octavo número de Amor Eterno.
– Las Tortugas Ninja vol. 17 de Kevin Eastman y varios artistas, 19,50€, IDW
– Superdinosaurio vol. 2 de Robert Kirkman y Jason Howard, 34,50€, Skybound/Image Comics
– Invencible vol. 5 (Edición Deluxe) de Robert Kirkman y Ryan Ottley, 72€, Skybound/Image Comics
– John Carpenter: Historias para una noche de Halloween vol. 5 de Varios artistas, 27€, Storm King Productions
– Amor eterno núm. 08 de Tom King y Elsa Charretier, 3€, Image Comics
Comenzamos la parte de Astiberri corrigiendo un gran error, el mes pasado se nos coló meter en esta lista Gigantes, una serie de los Hermanos Valderrama que gustará a los amantes de los monstruos, ejem, gigantes y de la que hablaremos en los próximos días. Dicho esto, la editorial que todos amamos publica dos tomos USA este mes, el último de El Renacer de Black Hammer y la serie completa de Sargento Inmortal, del gran equipo que nos dio Soy una matagigantes, Joe Kelly y Ken Niimura.
– Gigantes 1, de Hermanos Valderrama, 17€, Dark Horse
– Black Hammer 7. El renacer. Parte III, de Jeff Lemire y Caitlin Yarsky, 17€, Dark Horse
– Sargento Inmortal, de Joe Kelly y Ken Niimura, 25€, Image Comics
Unas series se cierran y otras se abren, pero parece que Diábolo quiere mantener en nuestras librerías de los clásicos de EC, este mes es el turno de una nueva Shock Suspenstories, más cercana al crimen y el género negro.
– Shock Suspenstories 1, de Varios autores, 37’95 €, Dark Horse
Moztros tiene mucho cómic en la calle este mes, en especial con su nueva línea manga, pero vamos a lo nuestro que no es poco. Los seguidores de los Rangers podrán hacerse con la serie limitada dedicada a la rosa, y nombres muy interesantes involucrados. Jae Lee nos hace disfrutar de su talento en Siete Hijos y, hablando de disfrutar, tenemos un nuevo tomo de nuestro heladero favorito, con nuevas historias por sus creadores W. Maxwell Prince y Martín Morazzo.
– Mighty Morphin Power Rangers: Pink, de Ryan Parrot y varios artistas, 22€ BOOM! Studios
– Siete Hijos, de Kelvin Mao, Robert Windom y Jae Lee, 24€ Image Comics
– Ice Cream Man 07, de W. Maxwell Prince y Martín Morazzo, 20,90€ Image Comics
La Cúpula vuelve este mes con las obras de Brenna Thummler, concretamente con la continuación de su aclamada Sábanas. En Frágiles continúa la historia de Marjorie Glatt y el grupo de fantasmas que oculta en su lavandería.
–Frágiles, de Brenna Thummler, 29,90 € Oni Press
La gente de Norma viene cargadita este mes y con una gran sorpresa, pues se han hecho con los derechos de publicación del último trabajo de Ed Brubaker y Sean Phillips, Night Fever. Siguiendo con obras de Image tenemos el cuarto tomo de Killadelphia y el primero de C.O.W.L., una historia del Massive-verse años antes de empezar con Radiant Black. Pasamos a Dark Horse para disfrutar de un nuevo tomo de The Witcher, el segundo de la estupenda Manor Black con Bunn y sus dos mejores compañeros, Crook y Hurrt. Y acabamos con una novela gráfica de ciencia-ficción, Navigator, con el artista español Jordi Armengol.
–Night Fever, de Ed Brubaker y Sean Phillips, 25 €, Image Comics
–Navigator, de Jordi Armengol, John Bruno, Ron Thornton, Steve Burg y William Wisher, 23 €, Dark Horse
–C.O.W.L 01, de Kyle Higgins y Rod Reis, 21 €, Image Comics
–Killadelphia 04, de Rodney Barnes, Jason Shan Alexander y Luis NCT, 23 €, Image Comics
–The Witcher 7, de Bartosz Sztybor y Miki Montlló, 23 €, Dark Horse
–Manor Black 02, de Cullen Bunn, Tyler Crook y Brian Hurrt, 21 €, Dark Horse
Aleta viene este mes con el primer tomo de una serie nueva, USA pero con dibujo del español David Daza, Grisly Unit, donde monstruos se harán cargo de investigaciones gubernamentales relacionadas con lo paranormal.
–Grisly Unit vol. 1: El sello de Baphomet, de Roger S. Lewis y David Daza, 19,90€ Blue Shirts Brown Productions
El veranillo de San Miguel nos está haciendo sudar de lo lindo, pero nada tiene que envidiarle la tanda de estrenos yanquis que nos trae este mes de octubre. Los autores de Road of Bones vuelven a trabajar juntos, y eso siempre es una buena noticia, tan buena como ver estrenarse lo nuevo de Jock en la recién nacida DSTLRY. Este mes tenemos también apuestas interesantísimas, como esa peculiar serie de terror de Patrick Horvath o el regreso de los siempre solventes Matt Kindt y Wilfredo Torres con Subgenre. El extraño mundo editorial nos ha concedido la rara anomalía de encontrarnos lo nuevo de Daniel Clowes, Monica, por esta sección un mes más tarde que la edición española, y Scott Snyder y Hayden Sherman nos han concedido el placer de volver a verlos juntos tras la magnífica Wildfire. También tenemos cosas interesantes, como ese Mariko between Worlds o The devil that wears my face, pero el mundo lo mueve el mainstream, y ya sabemos lo que manda en esta lista: la llegada de Daniel Warren Johnson a Transformers.
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Por aquí somos fans reconocidos de Rich Douek y Alex Cormack. Desde que esta poco conocida pareja de autores nos sorprendiera con la excelente Road of Bones, hemos seguido su progresión con atención y satisfacción, viendo cómo sus dotes para el terror se convertían en una especie de saga cromática (primero blanco, luego negro y luego verde) que nos volvería a encandilar con Sea of Sorrows y Breath of Shadows. A fuerza de hacerlo bien, se han convertido en una dupla a la que seguir muy de cerca, así que este mes estamos contentísimos de verlos aparecer de nuevo por el Previews.
Su nuevo trabajo se titula Drive like Hell, y aunque todo parece indicar que los autores quieren seguir con esas señitas de identidad tan suyas (como el título de tres palabras o la predominancia narrativa de un color, que aquí apunta a ser el rojo), sí que podemos prever encontrarnos con cierto cambio de dinámica. Porque además de que los autores cambian a IDW por Dark Horse, la historia parece volcarse más en la acción que en el terror psicológico al que nos tenían acostumbrados (¡o no!, a ver con qué nos sorprenden). La historia nos lleva junto a una pareja de ladrones que preparan el golpe definitivo con el que retirarse. El problema es que para ello deciden robar un coche especial para la huida, y ese bólido pertenece nada más y nada menos que al Diablo en persona. Y quiere su carro de vuelta.
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Una de las grandes sorpresas que tuvimos el año pasado en el cómic indie USA fue Wildfire, la miniserie creada por el rompetaquillas Scott Snyder y el dibujante Hayden Sherman. Aquella fue la primera piedra de Dark Spaces, un proyecto del famoso guionista dentro de IDW Publishing para crear una suerte de cabecera antológica en la que recoger distintas historias de terror y suspense creadas tanto por él como por otros autores del medio. Y aunque cualquier lector que conozca los vicios de Snyder como guionista (especialmente superheroico) pudiera recibir esa noticia con total indiferencia, la realidad es que su primer historia se descubrió como una magnífica obra, una historia de robos y suspense en medio de un incendio forestal, con un Hayden Sherman absolutamente inconmensurable. Así que, lógicamente, ahora no podemos más que esperar con ilusión su siguiente colaboración, que nos llega dentro de la misma cabecera.
Dungeon es el título de esa nueva historia, y solo echando un vistazo a su sinopsis a uno le da cosquillitas frías por la nuca. Una familia logra mudarse de su cochambroso piso de la Gran Manzana a una bonita casa en los suburbios del norte de Nueva York, en lo que el patriarca de la familia confía en que sea el punto de inflexión esperado para mejorar sus vidas. Pero ay, las cosas. Un buen día descubre que bajo su nuevo hogar se encuentra una especie de gruta plagada de artilugios de tortura y carteles que claman “No se lo digas a nadie”. ¿Y ahora qué? Pronto el padre de familia se da cuenta de que cualquiera de sus nuevos vecinos podría ser el amo de la terrorífica mazmorra, y deberá tratar de proteger a su familia sin despertar sospechas.
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Y llegó el momento de uno de los estrenos que más expectación ha levantado este año. Desde que se supo que IDW había perdido los derechos de explotación de Transformers y G.I. Joe, había mucho rumor que apuntaba a Skybound Entertainment como nuevo destino de las franquicias. Y bingo: la compañía de Robert Kirkman, que de generar expectación sabe más que nadie, anunció no solo la adquisición de ambas licencias de Hasbro, sino también el lanzamiento de sus nuevas series y la noticia de que formarían parte de un mismo universo compartido, el Energon Universe, del que también formaría parte por sorpresa Void Rivals, el último trabajo del autor de Invencible junto a Lorenzo de Felici. Pero para el lector que lo que quiere es ver buenas obras, la mejor noticia era ver quién se encargaría de relanzar a los robots.
Daniel Warren Johnson, el dibujante de oro que nos ha conquistado con su espectacular dibujo y su fina mezcla entre macarrismo y sentimiento, ha sido el elegido para llevar a nuevos horizontes a Optimus Prime y compañía. Y tampoco se puede pedir mucho más, porque quién mejor que el autor de Do a powerbomb y Murder Falcon para plasmar en el papel a un puñado de robots gigantes dándose hasta en el cielo de la boca. Por aquí ya hemos podido leerlo y os hemos contado lo que nos ha parecido.
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Girl Juice
Benji Nate es una artista que reside en la meseta de Ozark y lleva casi 10 años publicando cómics con un éxito considerable entre el público norteamericano. Lorna (2015) fue su prueba de fuego y Catboy (2017) su título más popular, pero para esta sección vamos a centrarnos en una publicación mucho más reciente: Girl Juice, lanzada en 2023 por una editorial tan potente como Drawn & Quarterly.
En Girl Juice, Nate actúa como autora completa (como es habitual en sus trabajos) para narrarnos la hilarante vida de Bunny, una veinteañera hipersensible y exagerada, una auténtica “dramas” que se encuentra en el límite de la parodia respecto a la idea de una joven de la generación Z. Junto a sus también características compañeras de piso, se nos mostrará su día a día al más puro estilo slice of life juvenil, con una cotidianeidad en la que cada pequeño problema se trata como una gran tragedia.
Hemos mencionado que esta obra roza la parodia, pero sin llegar a serlo completamente. Ese es precisamente uno de sus mayores fuertes, el de ofrecernos a un personaje (varios, en realidad) que parte de la exageración para dar lugar a momentos y emociones con los que, en última instancia, resulta tremendamente fácil sentirse identificado, muy especialmente si la edad del lector ronda esa franja de los 20 años.
Esta hiperexageración, esta fiesta del drama, es también lo que aporta un toque distintivo a la obra de Benji Nate que tan bien parece estar funcionando en los mercados por los que pasa. Se trata de un enfoque con el que se generan obras muy divertidas, que se pueden coger en cualquier momento y leer prácticamente como tiras de prensa. A este respecto contribuye que la narración está dividida en unidades autofuncionales de una o como mucho dos páginas. También lo hace el dibujo, relativamente simple, de colores planos y centrado en la expresividad más cartoon.
Desde luego, los encantos de Benji Nate y sus obras no están diseñados para toda clase de lectores, pero consideramos que hay argumentos de sobra para situar sus trabajos como contendientes muy potentes dentro de su público objetivo. Podemos imaginar perfectamente a una editorial como Fandogamia publicando alguno de sus cómics con resultados excelentes en el mercado español. Como se deja entender en el propio título de Girl Juice, los dramas de estos personajes son jugosos y refrescantes; y los lectores están sedientos.
Joe Matt
Tacaño, vago, mezquino, hipocondriaco, obsesionado con el porno, onanista compulsivo… Así se nos mostraba Joe Matt en sus cómics autobiográficos y en los de sus queridos Seth y Chester Brown. Pese a esa visión cruel y sin tapujos que nos daba de sí mismo, conseguía que sus lectores, además de una enorme admiración por su enorme talento como narrador gráfico, le tuviéramos un enorme aprecio y simpatía gracias al brutal ejercicio de sinceridad que hacía en sus trabajos en los que él era la principal víctima de su ácida y divertida visión del mundo. Así que cuando el lunes 18 de septiembre nos sobrecogió la noticia de su muerte con apenas sesenta años recién cumplidos muchos nos sentimos como si hubiera perdido a un amigo. Uno de esos que nos incomoda querer, pero que, de una manera perversa, queremos tener a nuestro lado ya que ver sus miserias nos hace sentir que las nuestras no son tan terribles.
A principios de los años noventa los cómics autobiográficos ya eran parte imprescindible del cómic alternativo en Norteamérica gracias los trabajos de autores tan importantes como Robert Crumb o Harvey Pekar, entre otros. Unos autores que influyeron decisivamente en la carrera del joven Joe Matt (Filadelfia, 1963), voraz lector de los superhéroes de Marvel y DC y admirador irredento de los fabulosos Peanuts de Charles Schultz en su infancia. Aunque creció en el seno de una familia de pocos recursos económicos, su madre siempre le amino a dedicarse al arte y estudio en el Philadelphia College of Art. Allí se hizo buen amigo de Matt Wagner, creador de Mage (donde Wagner le uso como base un personaje secundario) y Grendel. Él fue quien le permitió introducirse en el mundo del cómic al darle trabajo como colorista en la serie de Grendel entre 1985 y 1987, además de ser el encargado de colorear los dos crossovers del personaje con Batman de principios de los años noventa, por el primero obtuvo una de sus nominaciones a los premios 1989 Harvey en 1989. Sin embargo, aunque el trabajo de colorista le permitía ganarse la vida no le agradaba ya que sentía que las historias de superhéroes no eran las que había leído en su infancia. Así que decidió crear sus propios cómics, como no sé sentía capaz de crear historias de fantasía, en 1987 comenzó un diario en formato cómic en el que retrataría de manera impúdica y desprejuiciada su relación con su novia Trish, las inseguridades, obsesiones y problemas para relacionarse que tenía en su día a día. Unas historias de una página o dos que o bien se autopublicaba o aparecían en algunas de las revistas y fanzines que poblaban el circuito underground y alternativo del cómic norteamericano a finales de los ochenta y principios de los noventa. En estas historias personales se entremezclan un sentido del humor negro y escatológico con experimentos narrativos deudores de los grandes maestros del medio en los que es capaz de dibujar páginas abarrotadas de viñetas que dejan ver a un autor en formación, pero con una pericia narrativa enorme. Unos trabajos aparecidos entre 1987 y 1991 que a raíz de su éxito posterior seria recuperados por Kitchen Sink Press en un volumen titulado The Cartoon Diary of Joe Matt, aunque con el tiempo serie reeditado por Drawn & Quarterlly con el título de Peepshow, que edito en España Fulgencio Pimentel en 2015.
En 1988 Matt se muda a Canadá junto a Trish, primero viven en su casa en Montreal, pero cuando ella comienza a estudiar animación en Toronto se trasladan a la ciudad. Allí Matt conoce a Chester Brown y Seth, dos autores de cómics con los que establecerá una enorme amistad, que retratarán en sus propios trabajos, y se convertirán en piezas indispensables en su evolución como autor y que a principios de la década de los noventa revolucionaron el cómic alternativo. Además de vivir en la misma ciudad, los tres comparten el gusto por las tiras de prensa clásicas, el gusto por la historia autobiográficas y editorial: Drawn & Quarterly. La editorial de Chris Oliveros le ofreció a Matt la posibilidad de crear una revista en la que publicar sus historias de manera aperiódica la igual que hacían con Dirty Plott de Julie Doucet, Yummy Fur de Chester Brown o de Palookaville de Seth.
Así, en febrero de 1992 ve la luz el primer número de Peepshow, en la que Matt sigue haciendo el mismo tipo de historias que en sus tiempos de auto publicación. La principal diferencia es que deja de lado las historias cortas por consejo de Seth y Brown para ofrecernos historias largas que ocupan más de una entrega de la revista. También abandona las páginas cargadas de viñetas para ofrecernos en Pobre cabrón, la primera historia larga, una cuadricula casi fija de tres tiras de dos viñetas. En esta primera historia que ocupa los seis primeros volúmenes de la revista Matt nos relata el final de su relación con Trish, además algunas de sus relaciones sentimentales posteriores y su vida diaria en la que pese al enorme humor y patetismo de algunos momentos es imposible que no aflore su imperfecta humanidad. Estas historias vieron la luz en España en la revista Drawn & Quarterly publicada por La Factoría y en un tomo recopilatorio publicado por La Cúpula en 2006.
En los numero del 7 al 10 de la revista apareció Buen Tiempo, una historia en la que el autor nos lleva a los suburbios de la Philadelphia de los años setenta para relatarnos un nostálgico fin de semana en el que podemos ver el difícil tránsito entre la infancia y la juventud, la importancia de la amistad y como su frikismo y misantropía le ha acompañado toda su vida. Un trabajo editado en España por La Cúpula en 2005.
En los cuatro últimos números de Peepshow publicados entre 1998 y 2006, Matt publica Consumido, un trabajo en el que nos relata una época delirante de su vida en la que estaba obsesionado con pornografía en la que lo único que hacía era mirar, copiar y editar esta clase de películas y en que vemos como culpa de todos sus problemas a la hora de relacionarse con el mundo a su estricta educación católica. Un trabajo en el que vemos un enorme salto gráfico y que nos dejaba claro que estábamos ante un narrador nato que no había perdido ni un ápice de su incorreción política y su capacidad para reírse de sí mismo.
En 2002 Joe Matt volvió a Estados Unidos, en concreto a California, donde seguía dibujando cómics y pese a la distancia mantenía la amistad con Seth y Brown. Cuando la muerte le sorprendió llevaba años trabajando en un nuevo cómic en el que nos iba a contar su vida en Los Ángeles y sus relaciones sentimentales en los últimos años. Dicen que estaba completamente dibujado y que solo faltaba entintarlo. Ojalá que la última obra del gran heredero de los cómics autobiográficos de Crumb vea la luz en algún momento del futuro, mientras esperemos que el pobre cabrón que tanto buenos momentos nos hizo pasar descanse en paz.
El equipo recomienda…
– José María Vicente: Night Fever, de Ed Brubaker y Sean Phillips, Norma Editorial.
– Mariano Abrach: Gigantes 01, de Hermanos Valderrama, Astiberri.
– Edu Sesé: Sargento Inmortal, de Joe Kelly y Ken Nimura, Astiberri.
– Igor Álvarez Muñiz: Night Fever, de Ed Brubaker y Sean Phillips, Norma Editorial.
– Sergio Fernández: Night Fever, de Ed Brubaker y Sean Phillips, Norma Editorial.
– Alfonso del Pino: Frágiles, de Brenna Thummler, La Cúpula.
Buena entrada, como siempre, y merecidísimo homenaje a Matt. Gracias!!