Un homenaje al western
Dos años después de la edición francesa original, Norma publica por fin este volumen, ideado por un auténtico aficionado al western, Tiburce Oger. El mismo guionista reconoce en la nota introductoria del álbum que ésta es una obra sin pretensiones, que tiene como único objetivo ofrecer un puñado de historias que sirven como homenaje a todos aquellos westerns que marcaron su infancia.
Eso es exactamente lo que encontramos en Go West Young Man; un total de catorce aventuras breves, que recorren la historia y la geografía americana, desde Pensilvania (1783) hasta Nuevo México (1938). Con la excusa de narrar las peripecias de un valioso reloj de bolsillo que cambia continuamente de manos a lo largo de un siglo y medio, Oger traza un mosaico trepidante, a menudo violento y siempre ágil y dinámico, en el que aparecen todos los temas clásicos del western: enfrentamientos con los indios, historias de amores imposibles, las grandes caravanas que atraviesan los Estados Unidos, la guerra civil americana, la revolución mexicana, etc. Y, por supuesto, el elenco de personajes que recorren la obra también es el canónico dentro de la mitología de la conquista del Oeste americano: soldados federados y confederados, indios, forajidos, tramperos, cuatreros, esclavos, jugadores de póker, prostitutas, Gerónimo, Pancho Villa, etc.
Como decía, las aventuras son breves, muy breves. Tanto es así que en algunos casos incluso podríamos hablar de auténticas microhistorias, con una extensión que oscila entre una y ocho páginas. Desde luego, con los ingredientes que he comentado y gracias al talento narrativo de Oger, la lectura del álbum es tremendamente ágil y amena, sobre todo si eres amante del género. Es cierto que no hay excesivas sorpresas temáticas o argumentales, pero tampoco es ese el objetivo del autor. Puro y simple western clásico. Tan solo he encontrado a faltar que alguna de las historias se hubiese narrado desde el punto de vista de los nativos americanos, ya que el predominio de las voces occidentales es absoluto. Desde luego, hubiese sido un contrapunto interesante a la tónica dominante del álbum.
A nivel gráfico, el elenco de dibujantes que acompañan a Oger en este viaje es impresionante, e incluye a algunos auténticos clásicos del western (Ralph Meyer, Christian Rossi, Michel Rouge, François Boucq, Michel Blanc-Dumont…). El hecho de que cada historia cuente con un autor distinto es un factor que le resta coherencia y homogeneidad al conjunto de la obra, aunque, desde luego, resulta muy interesante poder disfrutar de cada uno de esos artistas.
Con todo, y sé que esta es una impresión absolutamente subjetiva y parcial, debo reconocer que la historia que más me ha gustado, y con diferencia, ha sido la dibujada por Benjamín Blasco-Martínez, con unas viñetas realmente preciosas gracias a su estilo detallado, preciso y cautivador. Lo cierto es que me hubiese encantado poder leer todo el volumen dibujado por él, pero nos hemos de contentar con seis páginas escasas. Por suerte, siempre podemos recuperar su Catamount (Yermo Ediciones).
En definitiva, este Go West Young Man es un homenaje sentido y sincero a un género, el western, que a muchos nos ha acompañado a lo largo de nuestras vidas y que, a pesar de las profecías de algunos agoreros, parece que todavía goza de muy buena salud.
Y que dure.
Firma invitada: JORDI VIDAL
Lo mejor
• Un western clásico, sin pretensiones.
Lo peor
• Que Benjamín Blasco-Martínez no haya dibujado todas las historias.
Guion - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Catálogo
Una obra imprescindible para cualquier aficionado al western más clásico