Algo que comienza en las Islas Canarias ya empieza bien.
«Sería un buen lugar para morir»
Volvemos a los mundos de Andy y su pequeño ejército de inmortales, después de llevar un tiempo algo colgados, después de una interesante película y con la confirmación de Leandro Fernández de que el tercer tomo tardará en llegar («nos pondremos a ello después de que esté lista la segunda película» confirmó en las pasadas Jornadas del cómic de Avilés). Pero para entretenernos por medio, Norma Editorial ha lanzado La vieja guardia: a través del tiempo, un conjunto de historias que se rebusca en el pasado de los personajes para mostrarnos algo más de su vida.
Sencillamente La vieja guardia: a través del tiempo es una antología sobre la historia de los inmortales que conforman este equipo de asalto a lo largo de la historia del mundo. Evidentemente no es un antología al uso, sus historias están totalmente apegadas a la trama general, allí es donde se presenta a los personajes y sin ese conocimiento el tomo carece de interés. Baste decir también que La Vieja Guardia es una gran serie, totalmente recomendable (y con una adaptación más que aceptable, muy fiel a las viñetas) pero este tomo, aún con historias autónomas de muy pocas páginas, depende de haber conectado previamente con los personajes en la serie principal. Un aperitivo mientras esperamos al siguiente tomo.
Es complicado reseñar un recopilatorio de estas características sin querer entrar en el análisis de cada una de las historias, para evitar los evidentes destripes, porque hay relatos de todos los gustos y colores. Ahora bien, los nombres aquí presentes ya llaman la atención por ser autoras y autores de gran reconocimiento en la actualidad, incluso equipos creativos que han realizado trabajos muy importantes en el cómic de las últimas décadas. Esto es bueno a la hora de llamar la atención, sin embargo no siempre cumplen tanto como se podría esperar.
Un ejemplo es el tándem formado por Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming. Los creadores de Powers hacen una historia que trata de ser emotiva con un tema que tira bastante de tópicos y resulta algo sosa, mientras que Alejandro Arbona se une a Kano con la misma idea de fondo y salen triunfantes en todos los sentidos.
Jason Aaron firma el peor de los relatos, dando vueltas a su obsesión de siempre, sin sentido alguno, tratando de ser un “enfant terrible” y quedándose en un adolescente básico, al que salva de la quema su dibujante, Rafael Albuquerque. También tiene el problema de ir después de David F. Walker que, con dibujo de Matthew Clark, resalta gracias a una prosa deslumbrante en una de las historias más crudas del tomo.
La verdad es que hay de todo. Desde la sobriedad de Kelly Sue DeConnick y Valentine de Landro, creadores de Bitch Planet, hasta el punto más gracioso con la escritora conocida por su trabajo en Marvel, Vita Ayala, y una colaboradora habitual de Greg Rucka como es Nicola Scott. Algunos, como Lieber y Fraction o Trautmann y Henderson se acercan al western, mientras que París es un escenario elegido por varios de ellos. Sin olvidar a los Nazis, por supuesto. Es cierto que en este sentido parece que les cuesta algo salir de lo típico, o bien se van a la historia de América, que no deja de ser el continente natal de muchos de ellos, o van a cosas más recientes y archiconocidas de la historia de Europa, a saber, la Revolución Francesa o la Segunda Guerra Mundial.
Si bien es un cómic muy acotado, exige ese afán por saber más de Andy, Booker, Joe y Nicky, con alguna que otra sorpresa por medio, y no es imprescindible para seguir la trama general, lo cierto es que se disfruta. Está claro que unas historias más que otras, como es lógico en cualquier antología, pero la sensación general que deja es muy positiva. También es cierto que, a riesgo de ser repetitivo, en el momento en el que sus creadores cogen el mando todo parece crecer. Da la impresión de que vienen a contar cosas más tangibles, más importantes para los personajes, y una historia final que sí puede tener algo de relevancia en la que se supone que será la tercera y última parte de La Vieja Guardia. O no, ¿Quién sabe? Pero lo que está claro es que sí, que nos deja un buen sabor de boca.
Otras reseñas de La Vieja Guardia
• La Vieja Guardia. Libro Uno: Abriendo fuego
• La Vieja Guardia. Libro Dos: Fuerza Multiplicada
• La vieja guardia (película), de Gina Prince-Bythewood
• ZNPodcast #86 – Greg Rucka, Netflix y La Vieja Guardia
Lo mejor
• Aunque son historias muy variadas, todas consiguen reflejar la grandeza de sus personajes.
• Son equipos creativos de primera línea, pero cuando Greg Rucka y Leandro Fernández meten mano se nota que son sus juguetes (y que los dos son muy buenos artistas).
Lo peor
• No todas las historias están al mismo nivel. Alguna flojea.
Guión - 7.2
Dibujo - 8
Interés - 8
7.7
Viejo
Una antología a la altura de sus nombres, con alguna sorpresa, alguna decepción y unos Rucka y Fernández que nos dejan con ganas de más.