Un futuro incierto
«Pase lo que pase, seré yo quien proteja el futuro de Takara».
Hay instantes en la vida que nos cambian para siempre. En ocasiones podemos intuir que van a llegar; otras veces, simplemente, se presentan y no nos queda más remedio que lidiar con ellos lo mejor que podemos. Pero es inevitable que algunos de esos acontecimientos nos asusten, que surjan preguntas, casi siempre sin respuesta. ¿Qué va a ser de nosotros a partir de entonces? ¿Cuál es la mejor forma de salir adelante? ¿Dónde quedan nuestras esperanzas y nuestros sueños?
En uno de esos momentos se centra AOI Mamoru en El bebé de mi novia, una de las últimas apuestas de Milky Way Ediciones, ganadora de los Premios Kodansha en 2023 en la categoría de shôjo. Desde luego, el primer tomo deja entrever las razones por las que ha llamado la atención tanto del público como de la crítica: Aoi cuenta una historia emocionante con sensibilidad y honestidad. Serializada originalmente en la revista Bessatsu friend de Kodansha, la obra cuenta, por el momento, con siete tomos recopilatorios y sigue abierta en Japón.
Sachi es una estudiante de segundo de bachillerato que disfruta de su época de instituto: las clases, sus amigas y, sobre todo, el tiempo que comparte con su novio, Takara. Las semanas se suceden en esa rutina llena de felicidad mientras la chica se plantea qué quiere hacer en el futuro. ¿Ir a la universidad? ¿Buscar otras alternativas? Sin embargo, cierto día Sachi empieza a encontrarse regular. Al recordar que, hace poco, a ella y a Takara se les rompió el preservativo mientras se acostaban, se plantea una pregunta… y la respuesta se la da el test que compra en la farmacia: está embarazada. A partir de ese momento, empieza para Sachi un nuevo periodo de su vida, uno especialmente difícil. ¿Qué debe hacer? ¿Qué va a ser de su futuro? ¿Cómo reaccionará su familia? ¿Y Takara?
El bebé de mi novia es un manga en el que AOI Mamoru habla sobre los embarazos en la adolescencia con mucha sensibilidad y también realismo: no oculta los peores momentos por los que pasa Sachi. El primer tomo se centra sobre todo en ella, en sus sentimientos, en sus muchísimos miedos y dudas, en sus intentos de negar lo que está sucediendo y el camino hacia la aceptación de una realidad que no esperaba. Aoi se toma su tiempo para desarrollar este viaje emocional y lo hace bastante bien, de modo que suscita interés por su protagonista y la lectura del manga, pese a que el ritmo pausado pueda no convencer a todos los lectores.
Por otro lado, la manera en la que aborda la historia resulta sugerente. En ocasiones, opta por contar a través de los silencios, que dejan su peso en el lector, o por centrarse en detalles concretos que nos hablan de algo más. Asimismo, es interesante el paralelismo que establece entre Sachi y un gato al que ella cuida de vez en cuando: a través del vínculo que hay entre ambos, nos habla del torrente de sentimientos que bulle en el interior de la protagonista. Todos esos recursos le sirven para trasladarnos con mucho acierto esa vorágine tan intensa. Hay veces en las que estamos tan sumergidos en los pensamientos de Sachi como ella misma, nos ponemos en su piel.
Además de esas emociones, la relación de la pareja protagonista, así como de Sachi con su familia —y especialmente con su hermano, el que más espacio tiene en el primer tomo—, también nos invita a seguir leyendo, a acompañarlos a todos en su camino. Algunos de esos vínculos se nos muestran más en profundidad, de otros solo vemos la punta del iceberg, pero todos ellos son un ingrediente que hace interesante el argumento. ¿Cómo reaccionará cada personaje ante la nueva situación? En el primer tomo podemos hacernos una idea; sin embargo, queda ver cómo evolucionarán en los siguientes, cómo lo afrontarán todo.
Con respecto al estilo, AOI Mamoru se caracteriza por un bonito dibujo de trazos suaves, delicados, en consonancia con esa sensibilidad de la que hace gala al mostrar los sentimientos de Sachi. Se centra sobre todo en los personajes y sus expresiones, el centro de la historia, lo que hace que la ambientación, en ocasiones, quede desdibujada. Hay alguna excepción, eso sí —por ejemplo, en alguna de las citas de Sachi y Takeru, con planos generales en los que se aprecia el lugar donde están, ese mundo que comparten y que tanto cambia de repente—. A veces el fondo de las viñetas queda en blanco o negro para dar más fuerza a los personajes, a las situaciones que viven juntos, aumentando su impacto emocional. Por otro lado, destacan especialmente ciertos primeros planos en los que se nos muestran las expresiones de la protagonista, muy elocuentes: a Aoi no le hacen falta palabras para transmitirnos las emociones de determinados momentos importantes para la trama.
El primer tomo de El bebé de mi novia nos presenta una historia llena de sentimientos, un poco complicada en ciertas partes por todo lo que supone para sus protagonistas —y, de momento, especialmente para Sachi—. Además, termina de una forma impactante que anima a leer los siguientes capítulos. Queda por ver cómo se desarrolla el argumento, pero el camino que van a recorrer Sachi y Takara promete ser interesante.
Lo mejor
• La manera honesta y sensible en la que AOI Mamoru aborda el tema del manga.
• Los recursos narrativos que utiliza para transmitirnos los sentimientos de los personajes son sugerentes.
Lo peor
• Puede que para algunos lectores tenga un ritmo demasiado pausado.
Guión - 7.9
Dibujo - 7.1
Interés - 7.7
7.6
AOI Mamoru nos propone un manga sensible en el que una pareja deberá hacer frente a una situación inesperada que cambiará su vida para siempre.
