A segunda hora toca… desdoble de supervivencia
Volvemos a la escuela, ¡y en la mejor época de todas! Tenemos el puente de todos los santos y las festividades de Halloween o Samaín (dependiendo cuan pagano seas) con lo que, tanto si faltamos a clases como si no vamos a ver todo teñido de sangre y con muchos juegos tórridos y lúgubres. Algo parecido nos pasa dentro de la secuela de As the Gods will, que va tener a todos sus alumnos pendientes de aprobar en la materia de mantenerse con vida.
Ya profetizábamos su llegada cuando Distrito Manga anunció la primera parte de esta saga, y de que la serie quedaría tullida sin esta extensa segunda parte. Parte que aunque al principio parezca que repita la misma estructura al dedillo, este apéndice solo lo mantiene en los primeros dos capítulos, y a modo de presentación de un personaje principal. Luego los juegos cambian y nos traen ideas bizarras bizarrísimas nuevas.
La historia en esta ocasión la va protagonizar Akashi Yasuto, quien por una bronca con su mejor amigo decide saltarse lo que queda de clases. Gracias a esto se libra del inicio de las pruebas que veíamos en la precuela original, donde este amigo en cuestión participa y gana con mucha dificultad. A estos que hacen novillos se les recoge y envía a participar en una prueba para los rezagados. Lo que no varía es la complejidad de sus juegos y su origen desconocido, fruto de unos Dioses que desean lo peor a los jóvenes (ya había decrecimiento poblacional y ahora aún vienen a matar a los pocos que quedan).
En esta secuela, dada su duración, son muchas las respuestas que tenemos del origen y finalidad de los juegos, así como el número de personajes y sus conexiones. Aparecen conocidos de la primera parte y se suman a los MVP de secuela, quienes aunque con puntos de vista y motivaciones diferentes, unirán fuerzas para sobrevivir a lo que se le venga encima. A veces literalmente.
Al dibujo de FUJIMURA Akeji se le puede ver cómo le han pasado los años en cuanto a las expresiones faciales de los personajes y alguna de las poses que adoptan, sobre todo el género femenino. Pero aún con ello la clase que da en cuanto a acción grotesca se mantiene vigente a día de hoy. Que aunque sean 21 tomos (condensados en 10 dobles, gracias Distrito Manga) siempre termina adaptando la trama para que sorprenda su desarrollo y resolución de los juegos, o el porqué de los mismos. Pero sobre todo el sufrimiento y la muerte de taaantos y tantos personajes que llenan las viñetas hasta convertirse en una bolsa de sangre reventando trágicamente.
En cuanto a guion tenemos al polifacético KANESHIRO Muneyuki haciendo de las suyas, en tramas que estruja como a un trapo mojado para sacarle toda la esencia a relucir. Ahora embarcado en una historia con el autor de Prison School llamada Super Ball Girls, ha sacado grandes éxitos como Jagaan y el afamado Blue Lock. Utilizando el folclore y las tradiciones japonesas como punto de referencia se saca de la mochila unas pruebas llamativas cuanto poco, sobre todo para los que no tienen mucha nota en la asignatura de cultura nipona. En ocasiones el juego se alarga hasta la extenuación, y en otras es tanto lo que se retuerce que llega a los límites de la costura.
Volvemos a tener también una presentación de los personajes femeninos que no me termina de encajar del todo. Quizás sea por la antigüedad de la obra, pero el erotismo que abunda en la mayoría de ellas y cómo se exageran sus atributos físicos llega a rechinar en más de un momento. Lo mismo ocurre con lo remarcado que son la fantasía de poder de algunos personajes masculinos o cómo se presentan estereotipos manidos de gente obesa y frikis sin remedio. No es que sean aspectos negativos en su totalidad pues a estos físicos y mentalidades se les termina sacando un rédito y se exponen como armas llegados a ciertos límites, pero entiendo que será opinión de más personas y quería compartirlo con la clase.
Aún con todo, la secuela de As the Gods will es una obra que he disfrutado enormemente en su momento y ahora vuelvo a hacerlo. De una forma semejante a la de Alice in Bordeland con un punto menos de intensidad frenética y un punto más de locura supina. Es una clase de cultura japonesa retorcida hasta el delirio, de hacer un guion y unos personajes que caen en una larga espiral demencial de lógica, sangre y supervivencia, pero que no es para todos. Solo los más trillados del aula podrán aguantar tanta chaladura y entrar de lleno en su juego.
Lo mejor
• Un guion demente con una acción única dentro de los juegos de supervivencia.
• Las interacciones entre los personajes y los vínculos que se forjan son marca de la casa de este guionista.
Lo peor
• Puede llegar a saturar al público casual, ya que su estructura es algo repetitiva solo cambiando juegos y lazos de personajes.
Guión - 6.9
Dibujo - 7.3
Interés - 8
7.4
Oh my Gods!
Si el primer semestre de esta serie os pareció llamativo prestad atención a este. La introducción solo fue un calentamiento para lo que se viene. El examen de pruebas, personajes e historias sobre dioses y monstruos no os van a dejar indiferentes.