“Más alto, más lejos, más rápido”
La discusión trending topic en los últimos meses entre muchos aficionados es si el cine de superhéroes podría haber llegado a un callejón sin salida en su momento actual. Es cierto, hay un índice mayor de producciones estrenadas recientemente, que pese a tener un nicho bastante fiel de espectadores, no han colmado las expectativas de unas grandes compañías que siempre esperan de estos productos el mayor rendimiento posible. Aunque ahí seguimos teniendo éxitos recientes como Guardianes de la Galaxia Vol. 3, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, The Batman y Spider-Man: Across the Universe. Puede más bien que con el paso del tiempo, y las producciones, nos hayamos vuelto más selectos con lo que queremos realmente ver. Un efecto al que podría haber contribuido el “acoso continuo” hacía el espectador que han promovido los grandes estudios en los últimos tiempos -no solo en las salas de cine, también en plataformas- con la única finalidad de exprimir hasta el aburrimiento sus franquicias y licencias.
Esto último podría haber desencantado especialmente a ese extra que solemos englobar dentro del concepto “gran público”, y cuyo apoyo o la ausencia del mismo, puede determinar el éxito de una superproducción como de las que hablamos. Ese “acoso continuo” ha sido especialmente patente en el organigrama de Marvel Studios, con su asalto de la pequeña pantalla y su redoble de esfuerzos en cines, envalentonada por haber recaudado a nivel mundial más de 25.000 millones de dólares con sus propuestas, cifras que la convierten en la franquicia cinematográfica más rentable de la historia.
La apuesta por su universo expandido parecía lógica, pero algo parece que no acaba de ir todo lo bien que se esperaría… No obstante, ¿realmente es el género de superhéroes el que está en crisis? ¿no será más bien un tipo de modelo y forma de hacer las cosas? Porque esa desidia del público también parece haber afectado a franquicias como Star Wars, Harry Potter, Indiana Jones y Fast & Furious, cuyas últimas entregas y proyectos no han acabado de conquistar al público. Todas estás preguntas vuelven a ponerse sobre la mesa con el estreno del nuevo episodio ligado al universo cinemático de Marvel Studios y secuela de la exitosa primera entrega de la Capitana Marvel protagonizada en 2019 por Brie Larson.
The Marvels -así se llama el experimento- es una de las producciones más interconectadas de la historia de la franquicia y para poder seguir su hilo con ciertas garantías no basta con haber visto la primera película de la Capitana Marvel. Lo óptimo sería haber dado cuenta también de la serie de WandaVisión, en la que se introdujeron los orígenes metahumanos de Monica Rambeau, interpretada en la ficción Teyonah Parris; y de la correspondiente de Ms. Marvel, en la que Iman Vellani encarnó por primera vez a Kamala Khan. El motivo se evidencia ya en los tráilers de la producción: Parris y Vellani no juegan un mero papel secundario en la película, son auténticas coprotagonistas de la cinta junto a Larson.
La premisa de The Marvels recupera parcialmente el conflicto entre los Skrull y los Kree que ya se introdujo en Capitana Marvel y en el que se ahondó de mala manera en la serie de Invasión Secreta. Nos sitúa tiempo después de que Carol Danvers destruyera la Inteligencia Suprema de los Kree y nos introduce como némesis a Dar-Been, la nueva líder de esta especie que busca devolver a su mundo natal Hala el esplendor de los tiempos pasados, antes de que la Capitana Marvel -a la que su pueblo apoda La Aniquiladora- lo condenase a una lenta extinción. Para ello se ha hecho con una de las poderosas bandas cuánticas capaz de generar puntos de salto en el espacio. Por azares del destino, esto hace que la Capitana Marvel, Monica Rambeau y Ms. Marvel queden ligadas por sus poderes y su situación espacio-temporal cambia cada vez que los utilizan. Un problema que les llevará a tener que trabajar en equipo para detener a Dar-Been y salvar el universo.
The Marvels es un crossover más o menos forzado de manual, pero… El hecho de reunir a estos tres personajes en la producción tiene todo el sentido del mundo teniendo en cuenta la relación que han tenido en los cómics, Monica Rambeau como la sucesora natural de la Capitana Marvel y Kamala Khan como esa groupie algo cargante para la que Carol es su mayor inspiración. Por supuesto, todo esto es muy diferente al material de partida, pero en la película dirigida por Nia DaCosta consigue que el crossover tenga todo el sentido del mundo ahondando en las personalidades y motivaciones de todos los personajes, especialmente a través de la relación de familia entre Danvers y Rambeau en la Kamala Khan hace las veces de simpática “alcahueta”. El resto del protagonismo se lo llevan la villana interpretada por Zawe Ashton, un accesorio y ya cargante Furia, nuevamente encarnado por Samuel L. Jackson, y el entrañable gato flerken Goose.
The Marvels sigue la estela de otras producciones de la compañía como Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Ant-Man y La Avispa: Quantumania y Thor: Love and Thunder. Es decir, la propuesta se sitúa en el espectro medio de la compañía, con una aventura con sus correspondientes y medidas dosis de acción, humor, loas al concepto de familia (mucho más amplio y diverso al de la ficción de décadas pasadas), mensaje medioambiental de corte casi procedimental y una pizca de épica superheroica. No estamos pues ante una de esas propuestas -para bien o para mal- que podríamos catalogar como “más de autor”, como la saga de Guardianes de la Galaxia de James Gunn, la ya citada Doctor Strange en el Multiverso de la Locura de Sam Raimi y Eternals de Chloé Zhao.
La cinta de Larson y compañía es un mero entretenimiento destinado a aquellos que hayan disfrutado del grueso de producciones de Marvel Studios, cumplidora en términos de dirección por parte de Nia DaCosta, pero sin ningún rastro de la personalidad que la cineasta exhibió en su estupenda recuperación de Candyman. Este es el mayor punto débil de The Marvels, el encontrarnos frente a una propuesta correcta pero acomodada y que no sorprende porque ya nos conocemos los derroteros de las producciones de Marvel Studios. El espectador que haciendo suyo el lema de las protagonistas y que espere algo «más alto, más lejos y más rápido», saldrá decepcionado de la sala de cine en esta ocasión, como ya lo hizo en las otras tantas que esperó encontrarse algo diferente.
Entre los puntos fuertes de The Marvels, mencionar la dinámica que se establece entre sus tres protagonistas y la química resultante de ello y que lanza todo un mensaje de sororidad y cooperación bien manejado a lo largo del metraje. Algo que parece redundar en la acción, ya que podríamos estar ante una de las películas con las coreografías superheroicas más logradas de Marvel Studios. No obstante, al mismo tiempo, y aunque parezca contradictorio, es cierto que este tipo de acción a veces no parece encajar con los parámetros de unos personajes con habilidades sobrehumanas como las que pretendidamente se nos muestran.
Los efectos especiales, aunque cumplen en la mayoría de escenas, quedan en evidencia en algunas otras, principalmente en las que vemos a los personajes utilizando sus poderes de vuelo y en los que Ms. Marvel hace gala de sus poderes. Y es que hacer creíble estos efectos en mundos alienígenas concebidos desde la nada parece que sigue siendo todo un reto. Por otro lado, viendo en perspectiva el tono de la cinta, se entiende que el cambio en los poderes de Ms. Marvel estaba pensando desde lejos y teniendo en cuenta la posterior relación que el personaje tendría con sus actuales compañeras de reparto. Aún así, se siente que eso desaprovecha el potencial del personaje a nivel audiovisual, sensación que ya tuvimos en la serie de Disney Plus y que aquí solo hace que acrecentarse. Por suerte, la banda sonora de Laura Karpman consigue estar a la altura y con su fanfarria superheroica y sus melodías bien escogidas -¡atención al mayor momento Disney de todas las producciones marvelitas!- consiguen darnos un extra de épica que nos sirve de parche para sellar dichas carencias visuales.
La historia de The Marvels es la prototípica fantasía superheroica de la compañía, en este caso con empoderamiento femenino de por medio un poco en la línea y espíritu de la serie de A-Force creada en 2015 por G. Willow Wilson, Marguerite Bennett y Jorge Molina. No obstante, sí es cierto que tiene algún apunte y reflexión interesante respecto al papel que pueden jugar los superhéroes en este universo y que no siempre debe pasar por el uso de la violencia para solucionar los problemas. Un mensaje de optimismo y buenas intenciones con cierta melancolía que nos hace recordar en algún aspecto tangencial la mítica All Star Superman de Grant Morrisson y Frank Quitely.
Hemos de redundar en una de las críticas habituales de las producciones de Marvel Studios: el de la villania. La némesis de la función, por mucha voluntad y ganas que le pone Zawe Ashton, se siente en exceso genérica, replicando un patrón que ya habíamos visto con Ronan el Acusador en Guardianes de la Galaxia. La cinta se había beneficiado de apostar por otro tipo de amenaza, puede que incluso desligada de la historia Kree-Skrull y también habiendo dejado al Nick Furia de Samuel L. Jackson en remoj, sobre todo después de la decepcionante Invasión Secreta. El actor de Pulp Fiction, El protegido y tantas otras producciones conocidas, se limita a poner su cara en el proyecto sin incidir, ni contarnos o llevar al personaje a un nuevo punto. Solo contribuye al ruido de fondo al que también se suman los familiares de Ms. Marvel, encarnados por Zenobia Shroff, Mohan Kapur y Saagar Shaikh, alivios cómicos con trasfondo ligero en la trama y accesorio a las necesidades del guion.
En términos de universo, The Marvels adelanta algunas cosas ya muy cacareadas en los últimos años y sobre las que se han ido sentando las bases para las venideras producciones de Marvel Studios. En concreto, con su escena final y con su correspondiente escena postcréditos, la cinta nos confirma algunas tramas que vendrán en un futuro y en las que parece tendrán un papel destacado las compañeras de trabajo de Carol Danvers en esta cinta: Monica y Kamala. No obstante, eso será si el público responde y si no se confirman las aciagas previsiones de algunos aficionados y medios especializados. No hemos de olvidar que el estreno de The Marvels ha coincidido además con el final de la segunda temporada de Loki que parece haber sido recibido bastante bien por el público, pero no sabemos si eso tendrá o no un cierto efecto en el interés por los espectadores en la correspondiente The Marvels.
En definitiva, poco podemos añadir al comentario sobre la nueva superproducción de Marvel Studios a lo ya dicho y es que realmente la propuesta no supone un antes y un después en la manera que esta compañía venía gestionado su universo cinemático compartido hasta la fecha. The Marvels de Nia DaCosta es una cinta prototípica en el organigrama de la compañía con un esquema muy resabido que entretiene, pero no sorprende y que redudan en las mismas virtudes y defectos de una fórmula que tiene como mayor enemigo el inmovilismo que esconde. Aunque las lecturas que se puedan tomar sobre su recepción por parte del público de cara a analizar el estado de salud del género superheroico podrían inducir en cualquier caso a una mala interpretación.
El tiempo dirá si a día de hoy los superhéroes han perdido el favor de los espectadores o sí más bien, como apuntábamos al principio, lo que ha comenzado a resquebrajarse es un modelo sustentado en la sobreexplotación y en el concepto de franquicia que se ha venido explotando en las últimas décadas y de la que Marvel Studios es su máximo representante. Hay señales para pensar que más bien sea esto último, y más si estudiamos el caso de franquicias más longevas en el tiempo que han tenido mejores y peores momentos a lo largo de su andadura y el transcurrir de los años. Puede que lo que haga falta a estas alturas de la película, es un mayor riesgo y una explotación más sensata por parte de las megacorporaciones de sus licencias. Toca seguir apostado alto y lejos, pero con calma, sin necesidad de ir más rápido de lo necesario y, a ser posible, primando talento y corazón, por encima de la cantidad.
Dirección - 6.5
Guión - 6.5
Reparto - 7
Apartado visual - 7
Banda sonora - 7
6.8
Prototípica
The Marvels de Nia DaCosta es una cinta prototípica en el organigrama de Marvel Studios con sus dosis medidas de acción, humor y fanservice. Entretiene, pero no sorprende. Destaca por la química de su trio protagonista, pero redunda en los mismos defectos que otras producciones anteriores del estudio y ahonda en el cuestionamiento a una fórmula que tiene como mayor enemigo el inmovilismo que esconde.
Pues vista y no es el desastre que esperaba.
Donde mejor funciona es en la dosis de autoparodia, en una banda sonora genérica pero que funciona bastante bien, y un par de escenas acertadas que no son precisamente las de acción (ese momento «Memories» que las Karens adorarán y algún otro).
El conjunto es flojito, la acción no llega a conectar, a pesar de que el tema de la alternancia de poderes podía dar juego a nivel visual.
Un par de guiños y un aire de ligereza no bastan para hacer notable una peli que no deja de ser un divertimento y que en algún momento da la sensación de ser hecha con prisas o con desgana.
Y una cosa que no me convence es ese final en que Photon sirve como McGuffin para, en un MumboJumbo indigerible y traído por los pelos, servir de excusa, o de mecanismo, para lo que se viene. Si había que encajar esa escena post-créditos con una película, no me parecía la más apropiada porque creo que no le va.
Por cierto, sí que me gustó bastante Khamala. Me parece un soplo de aire fresco que le sienta bien a la película cada minuto que está en escena, y me resulta más interesante que una simplemente aceptable Danvers y una irregularísima Rambeau.
Otro por cierto, volviendo a esa escena post-créditos. ESE diseño me gusta por el aire clásico, pero parece un poquito CGI de los 2000. No me convence demasiado, aunque supongo que estarán en proceso de adaptarlo del todo porque el actor definitivo no estará elegido.Supongo.
Bueno, un producto más. El año que viene solamente tenemos una peli Marvel -que no es del todo Marvel – y al siguiente atracón. Esperemos que aprovechen el tiempo que tienen por mediio para afinar el camino hacia la guerra de los Kangs.
¿Afinar? Con todo lo que les ha caído, «rearmar» seria más apropiado.
Esa es otra. Porque entre las acusaciones contra el protagonista y el abandono del director, trabajo tienen.
Posiblemente, Marvel Studios se está «Disneyficando» en exceso y apuesta por un público más joven. Creo que va a ser difícil que volvamos a ver pelis como civil war. De las últimas, solo me ha llevado al cine la de Doc Extraño, y fue por ser un fan de Sam Raimi, aunque salí contento del cine. Las demás, las veo el Disney Plus, pero me están generando tan poco interés las series y las últimas pelis que este mes pienso darme de baja…siempre me quedarán los cómics…
Yo recuerdo haber leido hace años ya que una de las razones por las que Disney aposto por comprar Marvel (entonces Marvel Entertaiment, creo) fue porque queria llegar al segmento de varones del publico consumidor. Marvel era un producto principalmente para varones y Disney tenia dominado el mercado femenino. Disney sabia vender a las niñas lo que querian y como buena empresa querian dominar el mercado de niños tambien.
Por eso me llama la atención las medidas que han tomado. Me da la impresion de que han querido enfocar los productos de Marvel (y de Lucasfilm, de paso sea dicho) al mercado femenino. El numero de mujeres que consumen Marvel es bajo. Y pareciera que como Disney sabe vender mejor a las mujeres, ha tratado de reorientar los productos de Marvel hacia el mercado que conoce, con la esperanza de que este mercado crezca.
El problema es que de esa manera, desperfilas el producto del consumidor que ya tenias.
Me acabo de dar cuenta que Pedro Luis ni siquiera se ha aparecido por aqui para defenderla después de dos semanas. ¿Estará enfermo?