Huérfana y las cinco bestias 1, de James Stokoe

Edición original: Orphan and the five Beasts #1-4 USA (Dark Horse, 2021-2022)
Edición nacional/España: Planeta Cómics, 2024
Guion: James Stokoe
Dibujo: James Stokoe
Color: James Stokoe
Traducción: Ignacio Bentz
Formato: Cartoné. 120 páginas, color. 17,95€

El equilibrio debe ser restaurado

Si hay algo que podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, es que hay muy pocos artistas en el mundo del cómic con la personalidad de James Stokoe. El autor canadiense tiene uno de esos estilos que puede que no te conquiste en un primer vistazo, pero una vez se cruza en tu camino ya nunca más te permite olvidarlo. Un dibujante que te embruja según sus embrutecidas páginas se abren paso a puñetazos hacia tus córneas, pero también un guionista con un magnífico sentido del espectáculo.

A mí, desde luego, me terminó conquistando, y eso que no se puede decir que hablemos de un autor demasiado prolífico hasta el momento. A fin de cuentas, hablamos de una carrera sustentada principalmente sobre encargos de grandes franquicias, con algún que otro escarceo breve por el cómic de autor. Pero he ahí su mérito: su historia corta Sobek le bastó para asomarse a las nominaciones de los Eisner, y dos simples trabajos de encargo de licencias palomiteras (Alien: Órbita Muerta y Godzilla: La Guerra del Medio Siglo) fueron lo único que necesitó para sorprender y convencer al público, dejando claro que estábamos ante un autor que sabe contar historias sin dejar de abrazar por completo el espectáculo más salvaje.

Su desempeño pedía a gritos que se volcara de verdad en sus propias historias, algo que ya comenzó hace más de una década con Wonton Soup (Oni Press) o con su prometedora Orc Stain (Image Comics), pero que se quedó en un eterno coitus interruptus tras solo 7 números. Por suerte para nosotros, su editor Daniel Chabon volvió a proponerle que probara con un proyecto propio. Ahí comenzaría Stokoe a juguetear con distintos conceptos sacados de sus amadas películas hongkonesas de artes marciales y distintos bocetos de personajes hasta que poco a poco fue germinando una historia que unos pocos años después (dilatados más si cabe por el inicio de la pandemia) verían la luz en forma de cuatro grapas publicadas por Dark Horse, recopiladas en un tomo el verano de 2022. Su título: Orphan and the Five Beasts.

Añito y medio hemos tenido que esperar hasta que Planeta Cómic se ha animado a publicarla para poder disfrutar en nuestro país de esta salvajada, que en castellano ha aterrizado como Huérfana y las Cinco Bestias. En ella seguimos a Mo, la última y destacada pupila de un legendario maestro de artes marciales que, en su lecho de muerte, le encomienda una peligrosa misión. Hace años, cinco guerreros acudieron al santuario implorando recibir el entrenamiento necesario para poder combatir a un sanguinario líder criminal que tenía el valle en jaque. El maestro decidió compartir con cada uno de ellos una de sus cinco técnicas secretas, con la condición de que, una vez vencieran a su oponente, regresaran para completar su formación y dedicar su vida a ella. Pero ninguno volvió, y sus nuevas habilidades sin el debido entrenamiento espiritual han corrompido sus corazones. Ahora Mo debe dar caza a estas cinco bestias y acabar con ellas.

Se me ocurren pocas obras más rematadamente divertidas y desvergonzadas que este cómic, la verdad. Huérfana y las cinco bestias es un auténtico desparrame de acción desfachatada, creada por y para el espectáculo. No es que nos sorprenda ver a James Stokoe cultivando la acción, pues sus trabajos siempre han sabido darle rienda suelta sin remilgos. Pero es que lo que el autor canadiense nos trae aquí es una burrada maravillosa, una excentricidad tan exagerada como refrescante.

Ahí radica sin duda la magia de este cómic, en su hilarante excesividad. Stokoe parte del homenaje, de esa clásica necesidad de los autores de hacer “algo” para poner su granito en los géneros que les apasionan, como en este caso el cine hongkonés de artes marciales. Eso podría ser suficiente para crear una buena historia, pero el artista de Órbita Muerta lleva su obra más allá y, en lugar de quedarse en el mero homenaje, coge los clichés del género y los salpimenta con una enorme ración de fantasía salvaje, una fantasía a medio camino entre el body horror y el cine de serie B, llevando su trama hasta el absurdo con extraordinaria brillantez.

Stokoe nos da chicha, con mayúsculas. Acción a raudales, poses increíbles, técnicas con nombres que parecen haikus, villanos absolutamente repugnantes y una prosa pomposa, digna de cualquier aventura épica. Y encima, tiene la desfachatez de hacerlo dominando por completo el tempo y los giros de guion en sus combates, unos giros que te sacan una carcajada y un grito de hooligan.

Por supuesto, lo más grandioso de todo es el arte, y es que estamos ante un trabajo inmenso por parte de Stokoe. El artista vuelve a su habitual estilo, esas páginas ultradetalladas donde cada brizna de hierba está entintada con tanto mimo que uno se agobia solo de pensarlo. Tal es la densidad de trazo que los negros están prácticamente ausentes a lo largo del tomo, siendo lo más normal que el sombreado lo realice mediante acumulación de líneas.

En cuanto a sus formas, el autor presenta su estilo visual recurrente, con rostros y personajes exagerados, a los que en ocasiones parece que se les van a salir los ojos de las órbitas y las proporciones no siempre son exactas de manera intencionada, abrazando el tono hiperbólico de su historia y sus excéntricos personajes. Completa Stokoe el trabajo con un coloreado excelente en el que, como tanto le gusta hacer, hay una presencia imperante de tonos cálidos, muy en la línea de la ambientación de sudeste asiático exótico y estival.

En cuanto a la edición española, Planeta nos trae tal cual el contenido del tomo de Dark Horse, aunque en su habitual formato USA de cartoné de borde redondeado. Cabe mencionar que iba con miedo a la traducción, dado que el responsable nos ha dado muchos disgustos con su trabajo en Planeta, hasta el punto de hacerme huir de sus ediciones. Y si bien sigue sin ser una traducción que brille y continúa teniendo algunas decisiones puntuales con palabras que suenan extrañas, al menos no estamos ante una traducción que tire por tierra la lectura. Personalmente seguiría optando por la edición en inglés, pero es aceptable.

En definitiva, Huérfana y las cinco bestias es probablemente el cómic más cafre y disfrutón de lo que llevamos de año. Un homenaje excéntrico al cine clásico de artes marciales que se crece con un argumento y unos personajes tan excesivos como adictivos, una burrada efervescente y gamberra de un James Stokoe que, además de dibujar como un animal, es condenadamente divertido. ¿La mala noticia? Que Dios sabe cuándo veremos el segundo tomo, porque el increíble trazo de Stokoe tiene la pega de llevarle mucho, mucho tiempo. Pero oye, que se lo tome, aquí estaremos nosotros para continuar disfrutando con la venganza de Mo.

Lo mejor

• Es una salvajada divertidísima, un homenaje al cine de artes marciales lleno de excentricidad y gamberrismo
• James Stokoe realiza uno de sus mejores trabajo artísticos, un deleite de infinitas líneas.

Lo peor

• Todo apunta a que vamos a tener que esperar muchísimo para su continuación.