Batman über alles
«The modern age is here»
La preeminencia editorial de Batman es algo que ya damos por hecho y hemos asimilado como natural, como que el cielo es azul y el sol sale por oriente. Batman es casi un género en si mismo. De la misma manera que su ámbito es Gotham, es su rincón, su casa, el género que conforman sus cómics (esa mezcla tan particular entre noir y superhéroes) es su zona de confort.
No hay género que sea digno de tal nombre que no tenga una serie de ramificaciones, en este caso subgéneros. Y como tal calificamos las historias iniciáticas o de origen de Batman.
Son guiños al lector veteranos o semi-veterano. Un lector capaz de reconocer los principales aspectos del personaje y su contexto. La gracia de este “subgénero” es parecida a la de escuchar una versión de un tema reconocible, ver como se adapta al estilo de un nuevo interprete, al género musical que acoge la cover… todo esto activa una serie de mecanismos que (a los que nos gusta este tipo de interpretaciones) nos hace chisporrotear la dopamina como si fueran petazetas.
Es cierto, que la misma versión de un tema o la enésima interpretación de los inicios de Batman puede aburrir al lector que les gustan las sorpresas más impactantes, los sabores más fuertes, el riesgo…
… pero como hemos dicho, es una zona de confort, volver a lo que funciona. Estamos hablando de productos culturales cuyo objetivo es vender. Las editoriales, DC en este caso, arriesga mucho menos.
La intención más habitual es adaptar el origen del personaje a los nuevos tiempos, situarlo en un momento temporal algo ambiguo pero que modernice los primeros pasos del héroe.
En esta ocasión es diferente, The Bat-Man – First Knight (felicidades a la inagotable fuente de ideas que supone pensar nuevos títulos para estas historias) moderniza el origen de Batman situándolo en su origen original.
Como bien es sabido Batman debutó en 1939, en pleno auge nazi, justo antes de la Segunda Guerra Mundial, justo al finalizar su antesala, la Guerra Civil Española. Está claro que siendo en sus inicios un tebeo dirigido a niños de seis años y estando en el meollo (o sea, sin perspectiva histórica como tenemos ahora) los comics de Batman de la Edad de Oro no iban a intentar reflejar con realismo el impacto del nazismo y de la IIWW en la sociedad americana.
Esto es lo que intenta hacer The Bat-Man – First Knight, reflejar el contexto histórico realista (y bastante explícito y politizado) de finales de los años treinta y cuarenta.
Al guion está Dan Jurgens (Superman). No hace falta presentar al veterano guionista hombre de la casa por antonomasia que ha estado ahí (casi) en todo momento para completar fill-ins, hacer de transición entre etapas y liderar prácticamente cualquier colección de DC en uno u otro momento. Su nombre se asocia principalmente a Superman donde ha escrito decenas y decenas de números. Jurgens es un guionista de corte clásico por lo que sorprende ver su nombre asociado a un título de Black Label. Llamadme prejuicioso pero, con todo el respeto, no es el tipo de autor que uno espera ver en una cabecera del sello adulto de DC.
Al dibujo Mike Perkins (La Cosa del Pantano). Se trata de un autor realista, barroco y recargado. Su estilo se caracteriza por detallar de forma intensa el trazo y el espesor de las texturas. No elude dibujar el más mínimo detalle y los fondos que sean necesarios. No se escuda en sombras. Es un autor muy deudor de las referencias fotográficas lo que le confiere una expresividad algo impostada a sus figuras y unos fondos muy realistas (prácticamente calca fotos). Evidentemente, cada lector tendrás sus gustos y opiniones al respecto, pero es una lástima que Perkins escatime su “interpretación” de la realidad, su proyección gráfica (que a fin de cuentas es lo que hacen los dibujantes de cómics) para mostrarnos una serie de viñetas que a veces parecen de una fotonovela.
El resultado de la colaboración de ambos autores es un cómic muy realista, en momentos casi documental de un momento. La historia se centra en unos aberrantes asesinatos en Gotham que vienen a ser un mero pretexto (como casi siempre) para que avance el tebeo. La fuerza de la importancia histórica se abalanza sobre la trama e impregna prácticamente cada viñeta dotando cada diálogo de un significado político explícito muy poco habitual en los cómics de Batman. Sin embargo, no nos esperemos un ensayo sesudo y ninguna sorpresa en la exposición de la Gotham de los cuarenta. Hay bastantes lugares comunes y un poco de ventajismo.
El dibujo hiperrealista de Perkins multiplica el efecto serio, maduro y trascendente del momento que se quiere reflejar, pero a la que se rasca un poco da la sensación de ser un poco impostado. Nada más fácil y popular que criticar a los nazis. Es algo que hacen incluso las personas que ideológicamente se encuentra más cerca. Como dijo Spielberg (creo) cuando los malos son los nazis o los marcianos nadie se queja. Y ya que hablamos del famoso director de cine, hay muchas referencias para dar contexto con carteles cinematográficos.
Jurgens dota al guion de mucha información sobre la época con la ventaja que dan los ochenta años de ensayos y documentales sobre el nazismo. La trama es sencilla y casi un cliché del género pero es lo de menos, la gracia aquí está en mezclar a un personaje del que parece que ya no se pueda explicar mucho más con un contexto de pre-guerra mundial.
Tenemos bajo una pátina de seriedad, madurez y trascendencia político-histórica un cómic más con los mismos personajes, una ambientación magnética y guiños a los lectores de toda la vida pero que no deja de ser un mero barniz para un poco más de lo mismo.
Pero ojo, que es un cómic de Batman y a los que nos gusta, lo vamos a disfrutar cómodamente en nuestro sofá favorito con una Koul Brau bien fresquita. Es entretenido, hay acción y a pesar de las referencias fotográficas demasiado presentes (Gregory Peck otra vez como Batman, por cierto) visualmente llama la atención.
Batman, asesinatos, nazis… a veces se pueden leer cómics por mero entretenimiento, para pasarlo bien. No pasa nada.
Lo mejor
• Entretenimiento.
• Batman en un contexto diferente.
Lo peor
• Es una obra menos profunda de lo que parece.
• Pretenciosa.
Entretenida
Guion - 6
Dibujo - 6
Interés - 7
6.3
Se deja leer pero en algunos momentos puede paracer algo pedante, con ínfulas.