Explosión distópica
«He heard your prayers»
Ya lo decía mi compañero Edu Sesé en el último Magazindie, Rick Remender es uno de nuestros fetiches. Las hay mejores, obviamente, pero todas sus obras mantienen un nivel de calidad bastante alto, de ahí que cada vez que saca un cómic nuevo nos lancemos a por él como chacales. Ya lo hicimos con sus anteriores trabajos, The Sacrificers y The Holy Roller, y ahora es el turno de Napalm Lullaby, cuyo primer número acaba de salir en Estados Unidos.
Y es que su producción parecía haber disminuido en los últimos meses con el cierre de varias de sus colecciones, pero eso solo significaba que estaba poniendo toda la carne en el asador para una nueva etapa de su editorial, Giant Generator, que publica por medio de Image Comics, en la que, además de un buen puñado de series, va a dar cabida a nuevos autores para que desarrollen sus propias ideas. Pero ahora lo importante es que estamos ante una nueva obra del autor, que encima nos viene con un dibujante bien conocido, Bengal, cuyo estilo ya nos asombró en Death or Glory.
Hablar del dibujante francés tan solo es reiterar lo dicho en reseñas pasadas y alabar sus grandes capacidades. Su estilo es sencillamente precioso, sabe potenciar a los personajes y centrar la atención de los lectores en ellos. Aquí presume de sus dos grandes habilidades, a saber, los juegos con las diferentes perspectivas, que se le dan de escándalo, y su habilidad para transmitir fuerza y adrenalina a las escenas de acción, en especial a las basadas en persecuciones. Lo vimos en Death or Glory y repite en este Napalm Lullaby.
Además Bengal se colorea a sí mismo, como es habitual, y de nuevo acierta con los tonos adecuados para las dos partes en las que se divide este tomo, consiguiendo las atmósferas necesarias para mostrar lo que podríamos llamar la “realidad” actual y el futuro distópico en el que se desarrolla la obra.
Dos partes y dos ideas fundamentales es lo que vemos en un cómic que cuenta muy poco y deja que el lector sea quien rellene los muchos huecos, pero básicamente nos decía más la sinopsis del mismo que este primer capítulo en sí. Lo cual no quiere decir que Napalm Lullaby no sea interesante, al contrario, consigue un primer capítulo con mucha fuerza y que deja con ganas de más. Lo cual es la función de un buen número uno. Además si tenemos en cuenta su buen apartado gráfico y las ideas que subyacen en las obras de Remender, más su calidad habitual antes mencionada, Napalm Lullaby apunta muy bien, solo nos falta saber qué es exactamente lo que plantea, aunque como decía parece haber dos ideas claras.
En primer lugar tenemos la más que manida del Superman “malo”. Algo así como “¿Qué pasaría si Superman fuera criado por unos fundamentalistas religiosos que adoran a una deidad extraña?”. Sencillamente no se aclara, solo se deja caer, y ahí es donde está la grandeza de los autores. Eso ya lo hemos visto, no hay mucho que explicar así que en pocas páginas saltamos a ese futuro distópico cincuenta años después, como contaban en la propia sinopsis del cómic. Esta es precisamente uno de los puntos fuertes del número uno, ir a lo interesante y no regodearse en cosas que están ya muy manoseadas. En cierta manera digamos que la presentación de Napalm Lullaby va al grano, pero luego el tema se diluye, sin perder interés.
Un toque cyberpunk y un toque tercermundista es lo que vamos a ver después. Napalm Lullaby es una obra distópica sobre dos hermanos descarriados. Poco más que una emocionante persecución, con robos y asesinatos de por medio, es lo que vamos a ver en un primer capítulo que lo que quiere es dejar mucha intriga. Eso sí, el uso de la tecnología o poderes o lo que sea, tampoco se explica, es bastante original.
Valoración: Lo único que se puede decir es que estamos ante un número que dice poco pero lo que dice gustará a los seguidores de Remender. Un cómic que va muy en su línea, con ideas variadas que nos recuerdan a otras de sus colecciones y un Bengal que ya solo por él merece la pena hacerse con Napalm Lullaby.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.5
Un principio de los que engancha por guion y por dibujo, aún sin decir mucho.
Pues otra que ganazas
El primer número es totalmente un comic de Remender, lo que es motivo suficiente para estar subido al barco desde el inicio. Que siga escribiendo tres títulos más.