Acuchillando la ciudad
«Hurr»
Hay ocasiones en las que la historia se pone al servicio de la realidad. ¿Cuántas balas tiene ese tipo de pistola?, ¿Cómo son los edificios de tal ciudad?, ¿Qué ropa llevaban en dicha época? Y un largo etcétera. Pero hay otras que hacen lo contrario, otras que ponen la realidad al servicio de la historia. ¿Nunca os habéis preguntado dónde está la policía en esos slashers con puñados de muertos? La realidad es que en el momento en el que hay un par de muertos bajo las mismas pautas ya se comienza a hablar de asesinos en serie y se montan dispositivos, incluso interagencias (hablamos sobre todo de Estados Unidos), con investigadores, científicos y lo que haya a mano. Pero cuando Jason, Freddy Krueger, Leatherface o Michael Myers atacan ¿Dónde están? Y no me refiero a los típicos policías de pueblo, sino a una línea organizada de instituciones públicas que investiguen y prevengan dichos hechos, en especial los sobrenaturales. Pues ahí entra Maniac of New York, respetando la fantasía típica de los slashers, por supuesto, y jugando con su propia realidad para ofrecernos unos paralelismos más que reales.
Maniac of New York tira de una idea bastante interesante. Harry El Maníaco es un asesino en serie y en masa del que no se sabe nada, simplemente aparece en algún lugar de la ciudad de Nueva York, asesina a un puñado de gente y se va sin dejar rastro. La policía ha ido en varias ocasiones tras él, siendo también sus víctimas, y la amenaza ha crecido hasta el punto de que se ha creado el “Cuerpo Especial del Maníaco”. Sin embargo lo que a priori parecía una especie de mezcla entre Viernes 13 y Mentes Criminales acaba virando hacia una especie de The Wire, donde la ciudad cobra protagonismo, no como ente sino en tanto que agrupa una sociedad diversa en cultura y pensamiento, tocando temas sociales, políticos o morales que le hace ir más allá de un simple slasher.
Harry el Maniaco representa un miedo imbatible durante gran parte del tomo. Los paralelismo son claros, sus autores quieren jugar con una idea muy similar a la que vivimos, la del COVID19, y la manera en que como sociedad nos olvidamos pronto de los problemas comunes y solo nos acordamos de sus causas cuando las tenemos encima, aunque bien se puede extrapolar a otras tragedias vividas en la ciudad.
Esto no quiere decir que no tenga las partes típicas del género. La historia se centra en el ataque de Harry en un momento en concreto. La tensión que viven las víctimas se hace patente en cada página. El miedo, la acción, la tensión y todas esas sensaciones que suelen dar los slashers están ahí en muchas de sus páginas, escritas y narradas de una forma estupenda, haciendo que empaticemos con los atacados. Eso no falta, como era de esperar, sin embargo todo lo que tiene que ver con la investigación, que también hay, pues las protagonistas en gran medida son dos policías, Gina y Zelda, muy distintas entre ellas y obligadas a trabajar juntas para acabar con el Maníaco con sus pocos medios. Así, Maniac of New York juega mucho con el tema de la gestión política y los intereses de los ciudadanos, y cómo todo ello repercute en cada habitante de la ciudad, olvidando esos recordatorios de “nadie está a salvo”, en forma de asesino con máscara.
Maniac of New York es un thriller que ofrece mucho más de lo que se podía esperar. Todas las partes están bien hiladas y bien contadas, aún con dos autores que no están en primera fila. Es más, su guionista Elliott Kalan ha escrito en varias editoriales pero se ha centrado más en el medio audiovisual con lo que, aún prodigado en la escritura, su aparición por el cómic ha sido la justa y necesaria. Por otro lado tenemos a Andrea Mutti, un autor italiano afincado en los Estados Unidos que ha trabajado en todos los sitios, ganando más de un premio, pero al que ahora conocemos mucho mejor por su unión al género de terror, ofreciendo obras bastante interesantes como Bunny Mask, también en Aftershock, La Sociedad Paranormal Británica, en el universo Hellboy, o la reciente Parasomnia, publicada hace unos meses por Planeta.
Mutti tiene un estilo particular, que juega con el realismo a la vez que desdibuja algunas partes generando algo de caos mental, en especial cuando se colorea a sí mismo con ese estilo acuarelado, pero que acaba consiguiendo ser muy buen narrador, tanto al seguirlo viñeta a viñeta como al transmitir las sensaciones. Aquí especialmente los colores escogidos para las diferentes escenas son mucho más acertados que en otras de sus obras en las que se colorea. Pero sobre todo hace muy buen equipo.
Maniac of New York llega en un momento complicado para Aftershock. Esta primera serie es de 2021, con la empresa cayendo en bancarrota, de la que ahora parece que está saliendo, y cuando apenas publica cómics. Como podréis ver en la edición de Planeta, el tomo tiene un “uno” en el lomo, pero en realidad contiene una serie limitada autoconclusiva. Si bien Elliott Kalan dijo desde un principio, como se puede leer la introducción del tomo, que le gustaría poder hacer más cosas con estos personajes, este tomo es autoconclusivo y más que satisfactorio. Pero es cierto que, un año después, salió a la venta Maniac of New York: The Bronx is Burning, y más tarde empezó una tercera parte, Don’t Call it a Comeback, de la que solo llegó a salir el primer número. Y ojalá lleguen aquí, visto lo visto estamos ante un conjunto de miniseries muy interesantes, pero quien quiera solo un tomo que le pueda satisfacer, este Maniac of New York cumple con creces.
Lo mejor
• Sin duda, lo mejor es el trasfondo que tiene la obra y la manera en que gana al compararse con la realidad.
• Eso sí, sin olvidar que es un slasher.
Lo peor
• Merece más páginas. Menos mal que hay una continuación… aunque es verdad que este tomo es muy redondo por sí solo.
Guión - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.3
Maniaco
Maniac of New York no solo es un slasher efectivo, su trasfondo le hace ganar muchos puntos para acabar siendo toda una sorpresa en las novedades del mes.