Marvel Deluxe. Estela Plateada. Negro

Edición original: Silver Surfer: Black #1-5 (Marvel Comics, 2019-2020)
Edición nacional/España: Marvel Deluxe. Estela Plateada. Negro (Panini Cómics, 2024)
Guion: Donny Cates.
Dibujo: Tradd Moore.
Entintado: Tradd Moore.
Color: Dave Stewart.
Formato: Tomo en tapa dura. 136 páginas. 22 €

El viaje más psicodélico de Norrin Radd

«Durante mucho tiempo me he limitado a mirar en silencio mientras el Devorador traía olvido a la creación»

Cuatro años después de su salida en grapa, llega la reedición en tomo en tapa dura de Estela Plateada: Negro. La obra con guion de Donny Cates, dibujo de Tradd Moore y color de Dave Stewart que no debe faltar en vuestra estantería.

Y realmente, con eso, la reseña ya estaría finiquitada. Podríamos cerrarla aquí mismo, porque no se puede decir nada malo de esta obra, que es mejor que cada lector descubra por sí mismo, maravillándose con cada una de sus magníficas páginas, que quitan el aliento hasta al más apático.

Pero… ¿Qué es Estela Plateada: Negro? En primer lugar, es la enésima obra de Donny Cates (autor que esperamos que pronto se recupere de sus problemas de salud y vuelva al ruedo marvelita o al que él considere oportuno volver) en terreno cósmico.

Mientras el rockero escritor realizaba los guiones de su corta pero recomendable etapa en Los Guardianes de la Galaxia junto a Geoff Shaw como ilustrador de dichos cómics, tuvo una idea a desarrollar por el otrora heraldo de Galactus que se plasma en esta serie limitada de tan solo cinco números.

De hecho, el comienzo de la obra, entronca directamente, con el principio de la mencionada etapa protagonizada por el grupo compuesto por Star-Lord, Gamora y compañía.

Al comienzo de dicha obra, cuya reseña llevada a cabo por servidor podéis encontrar aquí, multitud de personajes cósmicos eran atacados por la última voluntad de Thanos de Titán, consiguiendo la mayoría volver a su punto de partida y tratar de poner fin a los planes del Titán Loco.

Sin embargo, no todos estos personajes regresaban, siendo Estela Plateada uno de los que no volvía a aparecer y, cuando lo hacía, en otros cómics, ya era con un brazo negro, muy distinto al habitual tono plateado que todavía conservaba el resto de su cuerpo.

Pues bien, esta obra rellena dichos huecos argumentales. Y es que, cuando Thanos ataca la convención formada por personajes cósmicos para tratar de tomar decisiones en lo relativo al testamento del padre adoptivo de Gamora, un agujero negro se abre y arrastra a Norrin Radd a un extraño mundo en el que termina por enfrentarse cara a cara con Knull, el Dios de los Simbiontes.

En efecto, como muchos otros autores antes que él, Donny Cates convierte sus cómics, en una especie de subuniverso Marvel de creación propia en el que todo lo que pasa por su habilidosa pluma está relacionado entre sí.

Y como bien dice, mi compañero Juanjo Carrascón, en la reseña que realizó al poco tiempo de editarse las cinco grapas que componen esta obra, el cómic podría haberse quedado ahí. En la típica “ensalada de tortazos” entre Estela Plateada y Knull y no aportar nada más ni al personaje ni a Marvel Comics como editorial.

Pero quien conozca a Cates, sabrá que el autor gusta de desarrollar obras interesantes y divertidas y si ya conocemos mínimamente a Tradd Moore, su compañero en la ilustración de este cómic, terminamos por estar ante un auténtico imprescindible que no debe faltar en la estantería de ningún lector del medio, sea habitual de los superhéroes o no.

Tradd Moore convierte lo que habría sido un viaje del punto A al punto B con enfrentamiento final, esto es, un cómic habitual y anodino, en una pieza única en la que la psicodelia y la lisergia están plagadas por cada página, sin que su arte, obedezca en absoluto a estructuras clásicas en la retícula de viñetas, o a narrativa visual convencional.

Moore va con todo y hace exactamente lo que quiere y lo que le apetece en esta obra que pasaría a estar entre uno de los mejores cómics protagonizados por Estela Plateada, a pesar de su corta duración (y eso que al surfista plateado siempre están ligados grandes nombres como Stan Lee, Jack Kirby, Steve Eaglehart, Jim Starlin, Moebius, Dan Slott, Mike Allred, Laura Allred…).

Por otro lado, el ilustrador se entinta a sí mismo, lo que hace que también en este aspecto el cómic sea sobresaliente, al no tener el autor que depender de ningún profesional que intervenga en su dibujo.

Pero no sería justo hablar de Tradd Moore sin mencionar a Dave Stewart. El colorista se encuentra entre los mejores artistas con los que cuenta el medio y en esta ocasión realiza un trabajo impecable poniendo colores de alta intensidad y, normalmente de paleta cálida a un dibujo que en blanco y negro, en esta ocasión, habría lucido mucho menos a pesar de su enorme calidad.

Estela Plateada: Negro ser lee rápido y a toda mecha pero no solo porque se componga de cinco números, sino porque su ritmo narrativo y visual así lo consiguen, dejando al lector con ganas de más no en cuanto a la trama, sino en cuanto a otro cómic desarrollado por estos tres titanes de la viñeta.

En este punto, conviene manifestar que resulta un tanto extraño que en la Marvel Comics de hoy en día, mucho menos experimental que la de épocas pretéritas y más propensa a asimilarse, desgraciadamente, a lo que vemos en el plano audiovisual en busca de un lector llegado desde ese ámbito que nunca llega, tenga cabida esta obra tan distinta, tan atípica para el cómic americano mainstream.

Sin embargo, aquí la tenemos, y siendo un auténtico éxito entre el fandom. Ello, quizás, debería llevarnos a preguntarnos si no sería mejor que existieran más obras de este calibre, que casi podrían tener lugar fuera de continuidad del Universo Marvel y que no solo son mejores a las habituales que tienen lugar mes a mes dentro de la colección de cada personaje, sino que hacen más accesible la afición para cualesquiera lectores.

En este aspecto, DC Comics supera a Marvel, puesto que con su política de Elseworlds, que habitualmente tienen lugar hoy día dentro del sello Black Label, es habitual ver a autores de renombre firmando etapas cortas al frente de personajes en obras que al ocurrir fuera de continuidad, dan a su equipo creativo una absoluta libertad que después se ve recompensada con el clamor general del público destinatario.

Finalmente, no podemos despedirnos de esta reseña sin antes hacer una breve referencia al formato elegido por Panini para su reedición.
Entendemos que, como normal general, las series modernas de Marvel comienzan su publicación en grapa o en tomo 100% Marvel, para años después, normalmente cuatro o cinco, pasar a la tapa dura en formato Marvel Deluxe.

Sin embargo, y a pesar de que 22 € por un tomo en tapa dura no es, dados los aciagos tiempos que corren, un precio precisamente desorbitado, la realidad es que obras limitadas de este tipo, quizás deberían ser publicadas en tapa blanda, en un formato que permita un precio aún más barato, viendo la luz en algo similar al Marvel Premiere, sin que a veces sea necesaria tanta pompa y boato para obras tan cortas, por mucho que la calidad de las mismas sea tan elevada.

Por lo demás estamos ante una obra que, como decíamos al principio de esta reseña, no debe de faltar en ninguna estantería.

Lo mejor

• El dibujo de Tradd Moore.
• El color de Dave Stewart.
• Que sea posible una apuesta tan arriesgada y distinta en la Marvel actual.

Lo peor

• ¿Francamente? Nada.