La gorda de las galaxias 2, de Nicolás

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Portada La gorda de las galaxias 2 de Nicolás

Edición original: La gorda de las galaxias 2 (Bang Ediciones, 2024)
Guion, dibujo y color: Nicolás
Directores de la colección: Maxi Luchini y Ed
Formato: Rústica. 88 páginas. 25€

Aventuras galácticas pop.

«De conquistador, nada, guapa: aquí la única que conquista soy yo, que para eso soy la gorda.»

¡Estamos de enhorabuena, chatos! En 2012 Bang Ediciones nos trajo de vuelta la serie de culto La gorda de las galaxias con un volumen editado de forma primorosa en el que recuperaban algunas de las primeras historias del mítico personaje creado por Nicolás, seudónimo con el firmaba sus cómics Nicolás Martínez Cerezo (Madrid, 1958), dejando para más adelante la aparición del segundo volumen. La espera se ha hecho muy larga -¡Doce años!-, pero ha merecido la pena por ver publicado al fin este volumen en que volvemos a disfrutar de aventuras que aparecieron en diferentes revistas de Bruguera y de su heredera Ediciones B. Como sucedía con el anterior volumen ante la dificultad de conseguir todos los materiales originales, la editorial ha optado por publicar únicamente las historias de la serie de las que han podido conseguir materiales de calidad. Una decisión que nos garantiza una edición a la altura de lo que merece una serie de esta relevancia con una selección realmente notable de historias que permiten conocer la particular idiosincrasia de la obra de Nicolás. Un perfecto ejemplo de todo lo que caracterizo a una serie llena de diversión y desparpajo que nos sumergía de lleno en una sucesión de aventuras espaciales llenas de humor, surrealismo y colores pop.

Antes de centrarnos en lo que nos encontramos en el tomo vamos a hacer un poco de historia para situar a quienes no conocen al personaje ni al autor. Nicolás es un autor autodidacta con autores referentes como Jaume Perich, Manuel Summers o Miguel Gila o series como Doña Urraca de Jorge, que durante toda su trayectoria ha ido a contracorriente. Empezó su carrera profesional en 1974 siendo todavía menor de edad publicando en las páginas de las revistas musicales Hilo Musical y Disco Express. Un tiempo después pasaría a colaborar en la última etapa de la revista satírica La Codorniz con una sección titulada Nicolás corresponsal underground, en la que hace una semblanza del panorama cultural alternativo ligado a la Movida Madrileña. A principios de los años ochenta tras ser rechazadas sus propuestas por la revista El Jueves decide probar suerte con la editorial Bruguera a la que envía una propuesta en la que agrupa chistes, textos humorísticos y diferentes historietas breves. Una propuesta que deja ojipláticos a los miembros masculinos de la redacción con la excepción de mujeres como Mercedes Blanco o Montse Vives que se quedan fascinadas por un personaje que brilla entre las diferentes propuestas: La gorda de las galaxias. Así que, contra todo pronóstico, el autor madrileño consigue comenzar a publicar en la editorial. La gorda de las galaxias encuentra acomodo en las páginas de la revista Zipi y Zape, pero también comienza a publicar en otras cabeceras de la editorial como Pulgarcito y Tío Vivo, para las que creó historias de personajes como Maladona el futbolista chino o Don Marino y su submarino. Una colaboración que no se interrumpió tras la quiebra de la editorial puesto que siguió colaborando con la heredera Ediciones B en las nuevas etapas de revistas como Zipi y Zape, Mortadelo y Pulgarcito o en otras de nueva creación como Super Guai! repitiendo personajes y series y creando otros de nuevo cuño como Blanquito el hombre de las nieves o Chiffladuras. En periplo que se prolongó entre 1983 y 1988 y que compatibilizó con la serie Pepa, Pepe y Pepita publicada en la revista del corazón Semana entre 1983 y 1985. Sin embargo, esa incomprensión que mencionábamos con anterioridad junto con cariz conservador de gran parte de la cúpula de la nueva editorial acabó provocando su salida y del primer plano editorial. Pero lejos de abandonar la activad creativa ha seguido dibujando y escribiendo todos estos años, aunque la mayoría de sus trabajos han permanecido inéditos con algunas excepciones como el cómic sobre canciones de los Beatles Mermelada Y Dinamita (1990) o los autoeditados Los tebeos del Bollo (1997-2002). Sin embargo, en los últimos años gracias al sello Matraca se han publicado algunos de esos trabajos inéditos y se han recuperado obras antiguas, unidas a esta recuperación de por parte de Bang! de historias de su personaje más celebre. Un reconocimiento editorial al que se han unido otros como el Premio Ivá al mejor historietista profesional obtenido en 2002 o la exposición que se ha realizado de su obra en La Fábrica del Humor este mismo año.

Las historias de La gorda de las galaxias fueron una rara avis entre las que podíamos encontrar en las páginas de la revista Zipi y Zape, puesto que ni su protagonista ni los mensajes que transmitían tenían absolutamente nada que ver con las propuestas del resto de los autores que eran mucho más ortodoxas y convencionales en entornos cercanos y muy reconocibles. En cambio, en la obra de Nicolás nos encontramos con unas historias sitas en mundos lejanos en donde cualquier cosa es posible, pero en las que siempre hay una visión profundamente humanista de libertad, respeto por la diferencia y el amor de cualquier tipo. Una joya feminista, ecologista y anticapitalista que brillaba con luz propia, además con una protagonista femenina empoderada y que en ningún momento se supeditaba a nadie, simplemente trataba de hacer justicia y luchar contra unos villanos que siempre responder al arquetipo de machitos abusones. Pero siempre teniendo en cuenta el tipo del público al que iba dirigida la obra, llena de un humor descacharrante en el que abundan las expresiones de la época, los juegos de palabras y un toque de ternura. Pero también un sentido del humor lleno de sorna e ironía y un sinfín de referencias más o menos veladas a las películas, libros, cómics y grupos favoritos del autor y una sanísima intención de resignificando positivamente la gordura de su protagonista.

En las historias contenidas en este volumen nos encontramos con algunas de las ultimas publicadas en las que Nicolás nos nuestra su cara más experimental con composiciones que van variando y diseños de página que se alejan de los cánones marcados por la editorial. El increíble despliegue de imaginación para crear mundos psicodélicos y personajes fascinantes sigue presente y se potencia incluso más como vemos a lo largo de las historias, que suelen ser de dos páginas con algunas de cuatro con un esquema bastante sencillo, pero que ofrece muchas más posibilidades de lo que parece con una enorme capacidad poética que supone un estímulo increíble de la imaginación de quienquiera que los lea.
Visualmente nos encontramos con una explosión multicolor que el autor madrileño conseguía gracias los famosos rotuladores Carioca que dota a la obra de un toque pop que potencia la sensación naif que transmite su lectura y sobre todo la libertad de un creador que nunca se ha doblegado ante los convencionalismos académicos o empresariales.

Bang hace una edición de una gran calidad que nos permite deleitarnos con los fascinantes colores de Nicolás. Quizás faltaría algo de información sobre la fecha y en qué número de Zipi y Zape se publicó cada historia, pero no es algo que reste nada a una edición que vuelve a poner de actualidad una serie que es parte imprescindible de la historia del cómic.

Este segundo volumen de La gorda de las galaxias nos vuelve a abrir las puertas del intransferible e inimitable mundo artístico de Nicolás gracias a unas historias en las que la imaginación se desborda mientras la diversión hace buenas migas con la defensa de la tolerancia, el ecologismo y la lucha por un mundo más justo para todos. Una joya que nos demuestra que se puede ser rabiosamente impediente y transgresor desde el sistema sin necesidad de caer en lo burdo, aunque siempre por un periodo muy breve.

Lo mejor

• La increíble sucesión de situaciones surrealistas, tremendamente imaginativas y super divertidas que nos encontramos en cada aventura.
• Los mensajes de tolerancia por la diversidad de todo tipo, ecologista y anticapitalista que transmite la obra.
• El color.

Lo peor

• Que no se hayan podido publicar más historias por la falta de material original de calidad.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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Enrique Doblas
Autor
5 julio, 2024 13:35

Jolín, que recuerdos! Yo leí alguna historia en el Mortadelo o algo por el estilo y me dejaba absolutamente flipado