Magazine DC – Agosto 2024

Magazine DC de Agosto este año es sinónimo de MUCHAS novedades. Pasen y vean, que nos vamos de vacaciones.

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INTRODUCCIÓN

Magazine cargadito y jugoso con muchas, muchas novedades. ECC se ha liado la manta a la cabeza y en agosto saca mucho y bueno. Ya nos avisaron en las novedades de julio.

Igual es porque veníamos acumulando unos meses de parón que ha abierto la veda a todo tipo de especulaciones, pero este mes de agosto es una explosión de novedades. Desde la segunda miniserie de nuestro personaje del mes, El Corintio, hasta Godzilla, Kong y la Liga de la Justicia pasando por Batman Dark Age, Mundo Bestia 2, Green Lantern, el Ataque de las Amazonas, Superman 1978 … y la super especial colaboración entre Gerads y King en la Carta Ganadora.

Por ser tan especial su novedad del mes, proponemos al dibujante de Strange Adventures como autor del mes de agosto. Esperamos que agradezca nuestra cálida felicitación.

Una lectura densa, intensa y larga para saborear detenidamente y poder digerir con una buena siesta veraniega.

Esperemos que os guste este nuevo magazine DC. Sois bienvenidos.

TITULARES

ECC

Seguimos celebrando el 85 cumpleaños de Batman en verano. Anticipándonos al clásico Batman Day de septiembre, hemos preparado dos novedades muy esperadas por los seguidores del Hombre Murciélago y del cómic de superhéroes en general: Batman/Joker: La carta ganadora, de Tom King y Mitch Gerads y Batman: La Edad Oscura, de Mark Russell, Mike Allred y Laura Allred. Equipos creativos de referencia que nos ofrecerán una visión innovadora del icono de Gotham City.

Completan los lanzamientos del sello DC títulos como Liga de la Justicia vs. Godzilla vs. Kong o Green Lantern, en su debut en El Amanecer de DC. Recuperamos imprescindibles de la talla de Crisis de Identidad o el Green Arrow de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino, mientras que en ECC Pocket damos continuidad a la edición de bolsillo de Predicador y a sagas como DCsos y Antes de Watchmen, entre otros títulos.

En ECC Cómics, llegamos al desenlace del primer arco argumental de w0rldtr33, de James Tynion IV y Fernando Blanco. El guionista estadounidense también forma parte del equipo creativo de Universo Sandman: País de pesadillas – La casa de cristal, con el regreso del terrorífico Corintio.

GREEN LANTERN #01

Por fin, por fin llega a nuestras tierras la serie de Green Lantern y no podemos dejar pasar la oportunidad para hablar del personaje para todos aquellos y aquellas que quieran darle una oportunidad, pero antes hablemos un poco de la ciencia ficción y su auge durante los años 50 en Estados Unidos.

A mitad de la década de los años 50 el psiquiatra Frederic Wertham publicó un libro (La Seducción del Inocente) llamado a destruir a toda una industria. En sus páginas acusaba a los cómics de ser una mala influencia para los jóvenes norteamericanos. La caza de brujas no se hizo esperar y una oleada de moralismo asoló los Estados Unidos. Aquello acabó derivando en la creación de un código de buenas formas, definido por el denominado Comics Code Authority. Fueron tiempos duros y oscuros en los que un género empezó a hacerse un hueco entre el terror (que sufrió en sus carnes las consecuencias del code con especial virulencia), el western, el romántico/ humorístico y el policiaco. Un género que venía auspiciado por un interés creciente del público por la ciencia, las nuevas tecnologías y los viajes espaciales. Había llegado la Ciencia Ficción.

DC lanzó al mercado la primera serie dedicada a este género bajo el título de Stranger Adventures a la que le seguiría, un año más tarde, Mystery in Space. En 1956 comenzó la Edad de Plata, concretamente en el Showcase #04, cabecera en la que se recuperó a Flash, modernizando el concepto de los años 40.

En 1957 la palabra del año fue Sputnik, el primer satélite artificial, lanzado por la Unión Soviética, puso en marcha la carrera espacial, al igual que en los cómics, que redoblaron esfuerzos alrededor del género añadiendo nuevos componentes como seres fantásticos y extraterrestres con los que poder inflamar la imaginación de toda una generación.

En plena efervescencia por la ciencia ficción, alimentada por la carrera espacial y los nuevos avances técnicos, DC no quería dejar pasar la oportunidad de rescatar a sus héroes de antaño para modernizarlos y darles una segunda oportunidad ahora que el género parecía volver a ser del gusto de los lectores. Alimentados por la proliferación de comics de ciencia ficción, entre los que se pueden destacar los publicados por la mítica editorial EC Comics, con títulos tan relevantes como Weird Science, y Weird Fantasy entre 1950 y 1953. La fiebre por el espacio no dejó de aumentar a lo largo de la década de los años 50, insertándose de forma clara en el acervo cultural a partir de la creación de la NASA en 1958 y la aparición de la palabra aeroespacial en el vocabulario de los lectores.

El terreno social y cultural no podía ser más propicio para lo que de forma paulatina se iba fraguando en las oficinas de DC Comics. Los superhéroes no dejaban de ir recuperando la popularidad perdida durante la anterior década, y las series dedicadas a explorarlos más y mejor no se hacían esperar.

Otro de los efectos que generaba la atención del público por la ciencia ficción fue la creación en 1958 de grupos y personajes destinados a convertirse en grandes del cómic. Adam Strange (Showcase #17), Bizarro (Superboy #68), La Legión de Superhéroes (Adventure Comics #247), Space Ranger (Showcase #15), Brainiac (Action Comics #242), son muestra de ese fervor enloquecido por mirar más allá e ir al futuro, al espacio profundo cuajado de estrellas y planetas.

Si hubiera que fechar el año en el que los superhéroes regresaron con fuerza de nuevo a los quioscos de Norteamérica, ese año sería 1959. Tocaba mirar de frente a una realidad cada vez más imperante y DC prosigue con la dinámica de modernizar a sus viejas glorias para devolverles el esplendor perdido. Y así en octubre de ese mismo año, en el mítico Showcase #22, se actualiza el viejo concepto de la Golden Age de Green Lantern.

El primer Green Lantern de DC se presentó en sociedad en julio de 1940, en el All American Comics #16, de la mano de Bill Finger (cocreador de Batman) y del dibujante Martin Nodell. La historia presentaba el origen del personaje, Alan Scott, que viajaba en un tren que descarrilaba por culpa de un sabotaje. Salvado por una extraña energía verde, procedente de un farolillo tallado en China con los restos de un meteoro, el destino de Scott quedaría sellado como paladín de la justicia.

John Broome y el dibujante Gil Kane asumen el reto de recuperar el concepto de Linterna Verde, pero alejándolo de la estela mística del primer anillo, envolviendo el nuevo concepto de una buena capa de ciencia ficción con la que hacer realmente atractivo al personaje. Con eso en mente plantean una historia titulada SOS Green Lantern, en la que Abin Sur, el Linterna Verde del sector espacial 2814, sufría una serie de heridas mortales al estrellarse con su nave en la Tierra. Antes de morir ordena a su anillo que busque a un sucesor que pueda proseguir con su misión. Broome diseña las bases que establecerán el devenir del personaje, Hal Jordan, estableciendo el funcionamiento del anillo, esta vez como un arma diseñada para patrullar el universo, informando al lector de la impureza que posee y que lo hace vulnerable al color amarillo. El éxito fue rotundo.

El Universo DC se había expandido como nunca. Se comenzaron a visitar galaxias, se viajaba en el tiempo, a otras dimensiones, a las profundidades de los océanos, en busca de relatos con los que poder cubrir la ingente demanda de aventuras relacionadas con lo científico. Tan grande fue el éxito de Green Lantern que, en marzo de 1960, fue miembro fundador de la Liga de la Justicia de America en el The Brave and de Bold #28.

La ciencia ficción se da la mano con los superhéroes gracias a Green Lantern, precursor de la serie en solitario de la Legión de Superhéroes. Su influencia se dejaría notar incluso en otras editoriales, como Charlton, donde en Space Adventures, Steve Ditko y el escritor Joe Gill, crearon al Capitán Atom.

Y ese mismo año de 1960 llega el primer número en solitario de Green Lantern, de la mano de sus creadores, que no se limitan a contar sus aventuras, sino que expanden y potencian más la parte en la que se sustenta el personaje, la ciencia ficción, añadiendo ideas tan novedosas e interesantes como presentar a los jefes del Green Lantern, los Guardianes del Universo, habitantes de Oa y creadores del Cuerpo de Green Lantern.

Los años han pasado y muchos nuevos conceptos se han ido añadiendo a la leyenda del portador del anillo, nacido en medio de toda una tendencia nacional por lo científico y fantástico, supo cómo alcanzar las mentes de los lectores y hacerles creer que el universo podía estar en sus manos. Y es que… En el día más brillante, en la noche más oscura… ningún mal escapará. Dejar a esos que adoran el mal temer mi poder… ¡la luz de Green Lantern!

WONDER WOMAN EL ATAQUE DE LAS AMAZONAS #01

Partiendo desde la premisa que Tom King nos está desarrollando en Wonder Woman, con el odio y el genocidio a las amazonas, aquí nos desarrollan una historia que lleva a Nubia, Faruka, Yara Flor y Mary Marvel (que esté esta última nos encaja con lo que vimos en Planeta Lázaro), una crítica algo social pero alejada aún así de la serie principal, pero que complementa muy bien.

Josie Campbell recoge parte de su serie de Shazam, para mostrar esos valores de superación y de sororidad y los encaja muy bien con la mitología de Themiscyra. El nombre la miniserie, Ataque de las Amazonas, nos recuerda al evento de los 2000 donde se enfrentan las amazonas en Washington DC, un paralelismo que ya nos introduce parte del conflicto con una pequeña dosis de nostalgia.

El dibujo de Vasco Gordiev quizás sea algo que no encaje de primeras con la propuesta de la miniserie, pero su capacidad de narrar con los gestos y posturas acaban funcionando de forma magistral con el paso de los números. En su conjunto, la propuesta de Josie y Vasco acaban funcionando a las mil maravillas, mucho mejor que las anteriores miniseries de las amazonas que habíamos tenido.

La mitología de Wonder Woman está muy presente, si os interesa lo que os está contando King vais a entrar muy fácil en esta miniserie. El formato elegido por ECC es el más sencillo, un tomo de tapa blanda con los seis números por diecinueve euros. Para aquellos que os interese, al final tomamos la premisa del primer número del nuevo volumen para poder contar una historia política con mucho del Apartheid y de las guerras que se están dando en el Siglo XXI.

BATMAN: LA EDAD OSCURA #01

Tengo que admitir que el Superman: La era espacial, de Mark Russell y el matrimonio Allred me dejó sentimientos agridulces.

Es innegable que estaba hecho con cariño y contenía tanta iconicidad como sentimiento. Pero también es cierto que la propuesta de Russell era sobradamente explicativa, sin dejar al lector tomar las propias riendas de su opinión.

Mientras que Mike Allred era tan luminoso y pop como se pudiera esperar y pedía la obra, pero sus habituales saturaciones y falta de aire entre sus figuras resultaban algo cansinas cuando la historia no acompañaba.

Fuera de opiniones personales, crearon un nuevo universo mágico en el que todos querríamos asomarnos de nuevo y saber más de los contados personajes que aparecieron. Entre ellos, una nueva versión del caballero oscuro.

Las muchas versiones de Batman no consiguen que nos cansemos de este héroe detectivesco, humano y desgraciado. Todo lo contrario, contribuyen a su leyenda y aportan nuevos matices que a los fans del Hombre Murciélago nos encanta percibir.

En aquella Era Espacial descubrimos que la parte de playboy inteligente estaba mucho más desarrollada que nunca. Pero ¿qué escondía detrás de esa fachada? Si el niño que lo tenía todo es aparentemente la que domina este binomio y no el enmascarado ¿cómo afrontará su larga venganza esta nueva versión?

El subtítulo de Edad Oscura ya nos promete que no es oro todo lo que reluce y quizá ese toque nos proporcione lo que la versión del Hombre del Mañana no fue capaz de redondear. Demos pues una oportunidad al escritor que supo acertar con Los Picapiedra, que nos tocó el corazón con el One Star Squadron.

Para colmo ECC se atreve a publicarla de forma mensual, lo que podría evitar el empacho Allred y potenciar los valores de la trama. Volveré a caer.

TITANES MUNDO BESTIA #01

Este segundo tomo de Titanes: Mundo Bestia supone el final del evento y trae dos números de la serie regular que son importantes para entender un poco más lo que está ocurriendo. Desgraciadamente, si el evento te interesaba poco, pero querías continuar con los Titanes de Tom Taylor vas a tener que pasar por el aro, porque estos dos números y todo lo que ha ocurrido con el evento es muy importante para seguir la serie y las consecuencias que estarán ligadas con Absolute Power.

Los números 6 y 7 de la cabecera de Titans están dibujados por Travis Moore, un gran dibujante, pero que no encaja tanto con el estilo de Reis ni con el de Nicola Scott en el anterior arco. Aún así la caracterización en el dibujo de Moore y Reis de los pesronajes es una pasada, el diseño de cierta cosa de Donna se siente natural y es muy creativo.

Aún aumentando el protagonismo de los titanes durante este cómic, la acción es un poco lenta y menos frenética que en el primer tomo, sintiendo que ocurren muchas menos cosas y menos giros de guion.

Una cosa que si se agradece en este tomo y es la exclusión del resto de tramas secundarias y tie-ins como pasó en el primer número. Los números de titanes se integran directamente y si se sienten necesarios, además de que al fin recuperamos y cerramos la trama de uno de los titanes que más se echaba de menos y no estaban (no, no es Roy Harper).

Un tomo que no cierra tan espectacular como inicia, que sabe sentar las bases para un futuro prometedor y que se sienta una buena historia con los titanes. Si además lo complementáis con la lectura de Nightwing, ya que Titanes no deja de ser casi un spin-off del Nightwing de Taylor, se disfruta aún más esta lectura.

SUPERMAN 1978. EL TELÓN DE METAL

Segunda miniserie que viene a ser lo que podría una nueva forma de soñar con la película de Superman con Reeve al frente vistiendo el traje del Hombre de Acero. La primera miniserie de Superman 1978 nos trasladó un guion perdido de Hollywood al papel, pues lo que retomó Venditti era la idea de una quinta cinta, con Reeve de nuevo, donde se ignoraba lo contado en la tercera y cuarta parte, con la aparición de Brainiac. Un guion con demasiadas aspiraciones que implicaba unas dificultades tan grandes que su viabilidad fue puesta en entredicho. Y el proyecto se perdió.

Aquel proyecto, aquel guion que tomo forma de manera muy distinta, pero plenamente satisfactoria, en la primera miniserie, fue suficiente para que en DC se lanzaran a añadir más mitología a este universo cinematográfico que ha aterrizado en las viñetas con solvencia y buen hacer. Y en eso se centra Venditti, en ampliar más este microcosmos añadiendo personajes que nunca vieron la luz en el celuloide original, como Sam Lane o el nuevo villano de turno, Metalo.

Soñar es gratis. Y mientras los proyectos cinematográficos se ven atrapados por presupuestos limitados, en el noveno arte no existen límites para nada. Y esa es la magia de esta nueva miniserie, que permite soñar e imaginar lo que hubiera sido poder seguir viendo crecer el universo de Superman en la gran pantalla. Hoy debemos disfrutar plenamente de una experiencia secuencial apasionante.

En 1978 el mundo creyó que un hombre podía volar. (En España hubo que esperar a 1979)

Fue ese año, el 15 de diciembre, cuando las salas de cine recibieron con máxima expectación la película de Superman, con un desconocido Christopher Reeve como protagonista, arropado por grandes estrellas de Hollywood de la talla de Glenn Ford, Marlon Brandon y Gene Hackman. Su presupuesto fue de 55 millones de dólares y su recaudación a nivel mundial llegó a la nada desdeñable cifra de 300 millones de dólares. Crítica y público fueron de la mano en todo momento y hoy en día se la recuerda de manera recurrente cuando se habla de las adaptaciones del personaje a la gran pantalla. Y es que pocas personas hay que no sepan a qué película corresponde la famosa fanfarria compuesta por John Williams para la cinta. Una Música (si con mayúscula) que ha saltado del celuloide al propio imaginario cultural de la sociedad.

Este mes podemos seguir soñando con aquella película gracias al trabajo de Venditti y Gavin Guidry, los artífices de esta miniserie con al que volver a creer que un hombre puede volar.

LIGA DE LA JUSTICIA VS. GODZILLA VS. KONG

Vaya combo de cómic el de este mes en el que la Liga se ve las caras con el mosterverse que se han montado en el cine con Godzilla y Kong al frente. Pero no hablemos de tebeos, hablemos de Kaijus, de esa tradición de monstruos gigantes que viene de muy atras y que, con la excusa de la publicación de esta obra, detallamos en un rápido resumen, para delite de los que nos leen.

Kaiju, la palabra japonesa que podría traducirse como bestia extraña o gigante tiene su origen en las viejas leyendas de la mitología japonesa, aunque si hubiera que buscar el primer texto donde se usó, tendríamos que ir a uno de origen chino, Clásico de montañas y mares, siendo la palabra adoptada más tarde por la cultura japonesa. Y es curioso como las palabras tienen poder en la cultura, pues derivó, con el paso de los años, en todo un género propio que se puede remontar a 1890, en obras de Julio Verne, como Veinte mil leguas de viaje submarino o Viaje al centro de la Tierra. Le siguieron otras obras, como la escrita por Sir Arthur Conan Doyle, en 1912, El Mundo Perdido. Una novela que generó una película en 1925 y que fue el germen de otra muy conocida, de enorme éxito comercial, estrenada en 1933, bajo el título de King Kong.

Y aquí tenemos al primero de los protagonistas de este cómic. El gran gorila, Kong.

Aquella película, producida por RKO Pictures, con dirección de Merian C. Cooper fue toda una revolución visual. Además, tiene la peculiaridad de que en 1932 se publicó la novelización del guion de la película, antes de que esta llegara a las salas de cine. El éxito de la cinta fue arrollador, pues con un presupuesto de 625.000 dólares, recaudó la friolera de 2.800.000 dólares. Su argumento, conocido por muchos, no puede ser mas interesante, pues una vez descubierto el gran simio, era capturado y apartado de su entorno, para escapar y hacer cundir el pánico en la ciudad de Nueva York. Una cinta de corte trágico, que humaniza a King y hace que la humanidad reflexione sobre su comportamiento ante lo desconocido.

Kong regresaría muchos años más tarde, en un viejo sueño anhelado por el directo Peter Jackson, que filmó en 2005 su propia versión añadiendo algunas escenas eliminadas de la cinta original, como la caída del puente y la aparición de otros monstruosos seres de enorme tamaño (dinosaurios y otras criaturas) en la isla perdida que hace de hogar de Kong. Solo por poner un dato económico que sirva como curiosidad, esta película tuvo un presupuesto de 208 millones de dólares y recaudó un total de 550 millones.

Pero Kong volvería a resurgir en las salas de cine cuando en 2017 se estrenó Kong: La Isla Calavera, que, junto a Godzilla de 2014, son las piezas iniciales sobre las que está edificando el actual Mosterverse.

Y esto nos lleva a poder hablar del Kaiju por excelencia, Godzilla.

Tomoyuki Tanaka, nacido en Osaka en 1910, fue un importante productor de los estudios Toho, y vio con especial admiración la cinta de 1933 de King Kong y La Bestia de Tiempos Remotos de 1953, lo que le empujó a querer producir su propia película en la que fusionar esos dos conceptos, al que añadió un tercer ingrediente a la fórmula, algo fundamental hoy en día y definitorio del género, la radiación nuclear. Y fue así como en 1954 se estrenó Godzilla, bajo la dirección de Ishiro Honda, que acabó siendo toda una institución dentro del género Kaiju en Japón con el paso de los años. Y aquella primera cinta dio paso a un total de 32 en las que el enorme lagarto, mezcla de dinosaurio bípedo, como los Rex, iguana marina y reactor nuclear, atacaba las costas de japón o las defendía del ataque de otros Kaijus que también han logrado acabar siendo famosos, como Gamora, Mothra o Scylla, hasta sumar hasta un total de 17 distintos.

En 1998 se rodó la primera película USA de Godzilla, a manos de Ronald Emmerich y no fue hasta 2014 cuando el kaiju regresó con hambre de cambiarlo todo y reclamar su trono perdido del más grande entre los grandes.

El monsterverso no ha dejado de crecer y ya ha dado el salto a la televisión, con la serie Monarca, que amplia información sobre la organización que monitoriza a estos titanes., situada cronológicamente tras los eventos narrados en la primera cinta de Godzilla de 2014.

Como hemos visto estamos ante verdaderas estrellas del cine y la televisión, capaces de trascender el medio que los vio nacer para dar el alto a las viñetas (no es la primera vez ni mucho menos que algo así ocurre), en un enfrentamiento que les llevara a verse las caras con los héroes más grandes del universo DC. Solo queda sacar las palomitas y disfrutar.

UNIVERSO SANDMAN: PAÍS DE PESADILLAS – LA CASA DE CRISTAL

Calzarse las botas de Gaiman no es tarea fácil. Sin embargo, muchos lo han intentado en busca de éxito, reconocimiento o quizá retarse a ellos mismos. La mayoría no ha podido más que imitar, repetir o fallar estrepitosamente. Pero entre los pocos que lo han conseguido, como en el caso que nos ocupa, es porque han entendido algo clave: A Gaiman le gusta el terror.

James Tynion IV no es manco en el género, pese a sus orígenes más superheróicos ha demostrado con creces que no sólo se siente como pez en el agua, sino que probablemente es su ambiente favorito. Pero con ese currículo no es suficiente. En el universo Sandman, plagado de leyenda y fans tan exquisitos como amargadamente exigentes, hay que darlo todo.

Y nos lo dio con ese comienzo maravilloso, en el que las fábulas que tanto amamos cobraron vida propia. Fue como cuando Mike Carey cogió Lucifer y le dio no sólo vida de nuevo, sino todo un universo. Fue reencontrarse con un viejo amigo, que por supuesto ha cambiado, menos mal, pero sigue siendo reconfortantemente reconocible. Aunque reconfortante no sea la palabra más adecuada.

Porque hablamos del Corintio. La pesadilla de ojos hambrientos, el sueño rebelde que creó su propia mitología en la tierra mientras se permitió vagar por ella, el protagonista de una de las sagas más importantes y tenebrosas de aquel Sandman que no sólo recordamos, sino que sigue dando para nuevas historias.

Tynion nos ha dado nuevos personajes tan inquietantes como atrayentes, una protagonista real, viva y de la que queremos saber más, misterios de los que cuesta apartar la mirada.

Y no lo ha hecho solo, el dibujo de Lisandro Estherren es una pasada. Baste decir que pese a enfrentarse a otros talentazos que nos narran flashbacks más que interesantes para la historia, sale victorioso con creces.

Entre ellos nuestra increíble María Llovet, que nos narró un episodio brutal de Thessaly, a la que muchos echábamos de menos. Pues en este segundo tomo habrá más de ella, además de otros personajes de este rico universo olvidados, como Ken (el novio de Barbie, ¿os acordáis?)

Y por supuesto de este nuevo Corintio dispuesto a todo por descubrir su pasado, su encarnación previa, sus seguidores, sus enemigos. Sí, se nota que gocé mucho con la propuesta de Tynion y pienso seguir haciéndolo con esta nueva entrega.

HELLBLAZER. PANDEMONIUM

ECC al fin publica una de las historias autocontenidas más celebradas de Hellblazer de forma independiente. Jaime Delano tuvo el privilegio de ser el primer autor de escribir a Constantine en solitario desde que Alan Moore lo creara en La cosa del pantano. Karen Berger, editora por ese entonces, tenía la idea de crear una sátira política y cínica con esta serie, Jaime Delano ya había demostrado las ganas de criticar a Thatcher y el parlamento británico con su Capitán Britania. Así que en el 88 comenzaría Hellblazer con Delano como guionista hasta el número 40 de la cabecera.

En 2010 Jaime Delano vuelve a escribir a Constantine, ya varios años después de su etapa original, con este Hellblazer: Pandemónium. Para este trabajo le acompaña Jock, un cómic autocontenido centrado en la crítica a las guerras, con especial atención a la Guerra de Iraq.

El tono de sátira y las ganas de criticar políticamente la situación de oriente medio son notorias, el uso de folclore como el sumerio y esas composiciones oscuras y retorcidas en el dibujo crean un ambiente único que solo las mejores etapas de Vertigo consiguen.

Las críticas más propias del Siglo XXI no han calado tanto en las publicaciones del mago británico, la editorial con el cierre de Vertigo también ha rebajado el tono del personaje en muchas ocasiones incluyéndolo en continuidad. Una de las mejores historias modernas del personaje se encuentra aquí y de la mano de uno de sus autores más célebres, pero sería gracias a la serie Hellblazer después de Delano que se asentarían muchas de las bases más representativas actualmente del personaje. Delano se nota que lo conoce, y también sabe aprecias lo que el resto de los autores como Ennis o Azzarello hicieron con el personaje, compaginando lo que hizo grande su etapa con lo que posteriormente se ha conseguido con el estafador de Liverpool.

Hablar de Mitch Gerads es hacerlo de la persona responsable de que Tom King, guionista insigne de la editorial, tenga la consideración y grado autoral que tiene a día de hoy. Un dibujante peculiar, con un estilo abrumador que no ha necesitado adaptar para encajar en el mapa de DC Comics. Lejos de esto último, ha sido la editorial la que ha debido adaptar sus propuestas a la calidad demostrada por Gerads, lo cual ha influido a otros ilustradores y narradores del medio.

Desde que las primeras páginas de El sheriff de Babilonia se publicaran en EEUU, su legado no ha dejado de crecer. Fue en esta en la que inició la más lucrativas de las relaciones escritor-dibujante de la década, a través de un trabajo de una complejidad muy significativa. Mucho se ha escrito acerca de cómo King se desnudaba a través de su trabajo, legando su conocimiento acerca de la guerra y las situaciones que se dan en los conflictos bélicos, pero no es menos cierto que el verdadero edificador de todo lo que hace grande la obra nace de los recursos narrativos de Gerads.

Principalmente, el silencio, con la dificultad extra que tiene siempre para un dibujante disponer ya no de las palabras en una viñeta, sino de la nada que lo contiene realmente todo. Gerads hacia auténtico el drama, dejando una historia sobresaliente, que ya anticiparía algunas de sus mejores colaboraciones posteriores.

Pero lo mejor estaba por llegar, y ambos autores lo sabían. Después de darse a conocer y sentar nombre e ideas en el corazón siempre sensible de una editorial grande, les llegaba un trabajo del que solo podía esperarse que fuera correcto y, como la práctica totalidad de tebeos con personaje menor, olvidable. Nadie se esperaba la obra maestra que es Mister Milagro, aparte del equipo y editor. El primer número ya anticipaba los recursos que también contenía la anterior. El juego de negro con viñeta de acción, la reiteración de enunciados a través de los primeros, rostros impenetrables que están a una página de romperse por completo, y drama, mucho drama, con tintes negros de comedia.

El equilibrio que consigue Gerads entre géneros y la disposición de ideas dentro del global, a partir de lo mínimo, hace que la relectura de esta sea apasionante. En apenas doce números hablan del ser humano de una manera radical, de las emociones, de la guerra, del trauma, del suicidio, en una demostración de fuerza que hizo que la miniserie y sus autores fueran merecedores de un montón de premios no remunerados, como diría David Ajá.

Y habiendo alcanzado el más absoluto de los éxitos para una asociación dibujante-guionista, ambos siguieron entregando obras merecedoras de estudio. Comenzando con Batman, en la que es difícil argumentar haya otro dibujante mejor para la historia que se plantea. El BatCat es tan suyo como de King, con esas estrellas que siempre resplandecen y esas noches cerradas que surgen de la imaginación de Gerads, pero que duermen en la mente de cada lector desde que fueron publicados sus números.

Asimismo, Strange Adventures funciona, independientemente de que aterrizó en el peor momento para King, con la polémica sobre su salida de Batman así como todo lo que despertó Héroes en crisis (en la que también trabajó Mitch). De nuevo, aunque esta vez compartiendo créditos al dibujo, explota todo aquello que le funciona, mejorando además en lo que respecta al apartado de la acción.

Sin olvidarnos, por supuesto, del trabajo para la colección en Blanco y negro de Batman, en la que King y Gerads entregan la mejor, sin lugar a dudas, a partir de los últimos momentos de un párroco. Un elemento, por cierto, la religión, al que el ilustrador siempre tiñe de debates morales y ambigüedad.

Y terminando con Batman un mal día- El acertijo y Batman/Joker: La carta ganadora, que merecen ser consideradas las principales obras de King con el murciélago, en las que mejor encaja su sello y en las que puede explotar mejor sus filias y fobias con el personaje. Para ello, como siempre, cuenta con Gerads, que simplifica y contiene sus ideas como nadie, consiguiendo como en tantas otras ocasiones que la obra se sienta y parezca real.

Nuestro personaje del mes es, nada más y nada menos, que el carismático Corintio. Creado por Neil Gaiman. Apareció por primera vez en el número 10 de Sandman, publicado en octubre de 1989. La serie, como sabrán los veteranos, se caracterizaba por su manera muy particular de entender la fantasía, el terror, de la mezcla de mitos tradicionales e inventados, por su narrativa profunda y personajes complejos, y el Corintio es casi un paradigma de todos estos elementos.

En la ficción, El Corintio fue creado por Morfeo (Sueño), uno de los Eternos, esos seres inmortales que representan conceptos fundamentales como Muerte, Destino, Destrucción, Desesperación, Deseo y Delirio (los seven-D en inglés). Como sabemos, Morfeo es el amo del mundo de los sueños y tiene la capacidad de dar vida a criaturas y entidades dentro de su dominio. El Corintio, es una de las criaturas más magnéticas y contradictorias, fue diseñado como una pesadilla para reflejar los aspectos más oscuros de la humanidad, pero se desvió de su propósito original.

El cautiverio de Morfeo descontroló la casa de Sueño. Eso supuso que algunos entes se fugaron. Uno era inevitable, el rebelde y sanguinario Corintio. Gaiman hábilmente mezcló la pasión por los asesinos en serie americanos con las consecuencias de que la pesadilla se paseara libremente por los Estados Unidos.

Visualmente, el Corintio es un hombre atractivo y elegante, a menudo vestido con un traje blanco. Su aspecto más característico está en los ojos, tiene bocas llenas de dientes afilados. Estas bocas le permiten devorar los ojos de sus víctimas, lo que le añade un toque mucho más terrorífico y sobrenatural.

El Corintio tiene habilidades especiales. Puede entrar en los sueños de las personas y manipular sus pesadillas, explotando sus miedos más profundos. Además, posee una fuerza y resistencia superiores a las humanas, lo que lo hace especialmente peligroso tanto en el mundo de los sueños como en el mundo real.

En el décimo número de Sandman, se revela que el Corintio ha escapado del reino de los sueños y está actuando como un asesino en serie en el mundo real. Su modus operandi incluye asesinar a sus víctimas y devorar sus ojos, lo que causa una gran perturbación. Este comportamiento llama la atención de Morfeo, quien decide que el Corintio ha fallado en su propósito y se ha convertido en una amenaza.

Durante el arco «La Casa de Muñecas», Morfeo rastrea al Corintio hasta una convención de asesinos en serie (un número extraordinario y letal), donde lo confronta y lo destruye por su desobediencia y el caos que ha causado.

Los asesinos en serie le veneran como su musa e inspirador. La conclusión de Morfeo supone que los serial-killers pierdan el ensoñamiento que les hacía asesinar y mutilar.

Gaiman cerró la trayectoria del Corintio en Sandman, sin embargo, su carisma provocó el regreso en el arco de Las Benévolas (#57-69). Morfeo decide recrear al Corintio para aprovechar sus habilidades. En esta versión, el Corintio es menos independiente y está más alineado con el propósito original que Morfeo tenía para él. El Corintio tiene una misión de rastreador en esta saga. Sin embargo, su carisma viene mermado por su rol de ayudante en lugar de villano.

El personaje regresó en 1996, en una miniserie «The Sandman Presents: The Corinthian» (1996). Durante tres números se explora más a fondo la naturaleza y las motivaciones del Corintio. Aunque no es estrictamente parte de la serie principal, ofrece una visión más profunda de este personaje complejo. La miniserie se subtitula Muerte en Venecia. Allí vimos cómo el primer Corintio entró en el mundo de la vigilia y aprendió a asesinar a seres humanos. El Corintio muestra su talento para poseer los cuerpos de los vivos, un proceso que hace que el pelo del cuerpo poseído se vuelva blanco y las cuencas de los ojos sangren mientras los ojos son reemplazados (posiblemente comidos) por los dientes del corintio. La historia tiene lugar en Venecia, en el año 1920, e incluye elementos de trama centrados en la corrupción policial y la paranoia anticomunista. La historia también presenta a Charles Constantine, un veterano de la Primera Guerra Mundial que ha luchado repetidamente con su incapacidad para matar.

La pesadilla de los asesinos en serie regresó en The Dreaming en un arco de tres partes titulado Souvenirs. En esta colección persigue a una mujer transgénero llamada Echo, que anteriormente era una asesina que cortaba los ojos de sus víctimas, siguiendo las instrucciones de su novio Gabriel, que fue una de las únicas víctimas sobrevivientes del primer Corintio. Un resultado de esto es la muerte accidental de Matthew the Raven. Como castigo, el Corintio se convierte en un mortal y Echo (convertida en una mujer cisgénero en The Dreaming) recibe su posición. Como mortal, desarrolla compasión por los humanos y llega a comprender el miedo.

Recientemente, DC ha traído de vuelta al personaje de la mano de Tynion y un grupito nutrido de buenos dibujantes como Francesco Francavilla, Yanick Paquette, Aaron Campbell, Andrea Sorrentino, Lisandro Estherren. Esta miniserie llegó el año pasado a España. Allí pudimos leer como durante una de sus apariciones en sueños, se encuentra y se ve atraído por el misterio del «Hombre Sonriente», una entidad onírica rebelde fuera del control de Morfeo, que tiene una conexión con varias muertes inexplicables. Al descubrir lo extendido que se ha vuelto el Hombre Sonriente, le pide a Sueño que le permita volver a ingresar al mundo de la vigilia y rastrear a la entidad con la ayuda de Maddison Flynn; una joven cuya conexión con Sueño ha sido alterada por fuerzas invisibles, pero que tiene el poder de ver al Hombre Sonriente en el mundo de la vigilia.

Se trata de una colección interesante, elegante con todo el sabor del Sandman original, que a pesar de forma algo discreta, pero con el suficiente éxito como para que se plantee una continuación que veremos este mes en España (Universo Sandman: País de pesadillas – La casa de cristal).

El Corintio se ha convertido en uno de los personajes más icónicos de Sandman, dejando una marca duradera en los lectores y en la cultura popular. Su diseño y su papel en la narrativa destacan la habilidad de Neil Gaiman para crear personajes complejos y memorables. Además de los cómics, el Corintio ha aparecido en adaptaciones de Sandman, incluida la serie de televisión lanzada en 2022, donde su historia y características han sido fielmente representadas. Aunque con mucho menos carisma y es que es difícil igualar la obra de Gaiman y el cariño en estos personajes.

En resumen, el Corintio es una personificación de las pesadillas humanas más terroríficas y sanguinarias y un reflejo de los temas más oscuros explorados en Sandman.

Buenas noches y dulces pesadillas 😉

ENCUESTA DEL

Y ha llegado la hora de la verdad…

¿Crees que el Corintio tiene interés suficiente como para protagonizar una serie?

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EL HELLBLAZER DE JAMIE DELANO

Era noble intentar repetir el éxito de la Cosa del Pantano con uno de sus secundarios más memorables. Sin duda alguna, no era fácil. Continuar el camino de esa suerte de Sting trajeado con más dramas y preguntas que respuestas, de Alan Moore, Steve Bissette, John Totleben y Rick Veitch.

Uno de sus discípulos, Jamie Delano iba a ser elegido para un camino que se extendería con otros autores por trescientas entregas. Para sorpresa de todos, consiguió superar las expectativas.

En primer lugar, por su valentía a la hora de convertir en historias aquellas dudas planteadas por Moore. No solo íbamos a hablar de Newcastle, íbamos a conocer lo que había pasado ahí y en qué condiciones. En ese sentido, Delano escribe desde las entrañas. Sin olvidarnos de varios números, como el de cierre de etapa, claramente influidos por experiencias con las drogas, su obra es muy literal. No sugiere casi nada y lo muestra todo.

Sabe revolver la mente y el estómago del lector, apoyado por dibujantes como Dave McKean, Richard Piers Rayner o Steve Pugh, para enamorarnos en la construcción de un completo monstruo. Un cáncer para todos los que le rodean.

Otro aspecto fundamental se encuentra en la política. El Constantine de Delano escupe literal y figuradamente a todo aquello que huela o sepa a Thatcherismo. Como animal de cloaca, conejillo de indias de experimentos liberales, clase obrera, scouser en definitiva, sangra reivindicación de pueblo y llora desesperación ante un mundo cruento, del que ha desaparecido la delicadeza y la verdad. A Delano le encanta explotar este aspecto tan básico y nada desdeñable del personaje, haciendo que se enfrente entre tanta violencia irreal a la que podía vivir cualquier chaval de familia humilde de la época.

Lo fundamental es que el autor no es en absoluto condescendiente con los suyos, con lo de John, retratando un ambiente que lejos de ser desafiante contra el poder establecido, se retroalimenta con este. Comenzando por la propia familia Constantine, con la que no tiene misericordia, pasando por las comunidades hippies, tan dañinas y estériles por su ausencia de proyecto, esfumado bajo la bandera del individualismo y la belleza, y hasta llegar al propio John.

Que Constantine sea el héroe de la historia no quiere decir que sea el arquetipo de protagonista que uno cabría pensar. Es tan inútil políticamente como los hippies, condescendiente cuando ha de tomar partido, con una conciencia construida pero unos actos de los que se deriva cierto nihilismo.

De manera consciente, Delano rebaja el tono de sus intervenciones, su lenguaje, su facilidad para armar y desarmar y anticiparse, pues la comparación con Moore caería siempre al otro extremo. Conocedor de que la inteligencia para plantear escenarios y diálogos de su maestro no se compara a la suya va a teñir de oscuridad y suciedad el camino, abriendo la vía a un tipo de colección muy distinta a la de La Cosa del Pantano, pero eventualmente permitiendo que la serie tuviera un recorrido más largo. No es un John tan listo, tan habilidoso, tan complejo. Pero es un avance y hasta una lección de estilo.

Si bien la siguiente época, ya con Ennis a los mandos, tuvo mayor influencia en el público y el imaginario de lo que es el Bastardo, un estudio comparado de las siguientes hacen ver que a nivel de autor, la de Delano tuvo mayor influencia, tanto por contenido, personaje y planteamientos. Amén de los añadidos al entorno, que posteriormente serían continuados con mayor o menor acierto. Han pasado décadas, pero nadie que haya tenido a bien comenzar una historia bajo el título Hellblazer ha tosido la profundidad en el terror, drama y locura de Delano. Una obra maestra absoluta que vive hoy como lo hará en veinte años, por su capacidad para conectar con los rotos.

ANIVERSARIOS

25 ANIVERSARIO DE LA JSA DE ROBINSON, JOHNNS Y GOYER

Entre pitos y flautas, llevamos hablándoos de la JSA desde hace meses. Pero eso no puede impedir que comentemos el aniversario redondo de un pedazo de serie que marcó una época. También se podría decir que sendos articulazos que se marcó nuestro añorado Pablo Menéndez sobre la serie son más que de sobra, y sería cierto, pero que sirva esta entrada del Magazine, al menos, para recordarlos.

La Sociedad de la Justicia de América era uno de los grupos que más había sufrido después de las Crisis. En el fondo, su resurgimiento dentro del All Star Squadron por parte de Roy Thomas había hecho más bien que mal, porque los había entrelazado tanto en la continuidad ficticia de DC de las múltiples tierras, que era casi imposible deshacer la madeja. De hecho, para evitar líos, fue el propio Thomas el que les dio carpetazo en un especial maravilloso, con la épica merecida, que mandaba a la SJA al “limbo” de los justos, en lucha eterna por el bien de la humanidad.

Pero el público pedía Sociedad y tuvo su resurgimiento post crisis, uno tímido pero muy entretenido, el de Len Strazewski y Rick Burchett, que se ganó el corazoncito de un fiel grupo de aficionados. Sin embargo, eran tiempos duros para los héroes viejunos, y en un evento desangelado, Hora Zero (patatero), Dan Jurgens (a instancias de Mike Carlin) les dio demasiada e injusta caña, dejándolos ahora sí, aparentemente, para el arrastre.

Aunque había un grupo de artistas a los que esto no les gustó en absoluto y que planearon con detalle y cariño el regreso a lo grande de la JSA. El primero es James Robinson, con un currículo de lujo para la ocasión llamado La Edad de Oro y Starman, y el segundo David S. Goyer, la estrella venida del cine que ya acreditaba Blade y Dark City. Curiosamente, era Goyer el fichaje a cargo del revival, y Robinson el que le pusieron al lado para empujar la balanza hacia el comic.

Nos falta uno, cierto, pero es que antes, estos dos genios se pusieron manos a la obra para preparar el tablero. Esto lo hacen a través de una serie de especiales de títulos conmemorativos y entomológicos (cualquier biólogo asiduo de la sección DC debe flipar cada vez que mencionamos semejante palabro, pero es que escenifica muy bien el conocimiento enciclopédico y esa pasión clasificatoria) pero que conocemos como El Regreso de la JSA.

En donde Hooty se pone de miraclo hasta las trancas

La serie se desarrolla en el pasado, a finales de la II Guerra Mundial, y el enemigo a batir es bastante edaplatesco (algo plano y fantasioso, para entendernos). Sin embargo, no es más que una excusa para definir la personalidad de nuestros héroes, y algunos invitados especiales de la época, de tal manera que tocan las cuerdas justas que nos harán vibrar con la serie que se avecina. A la pareja le acompañan dibujantes de la talla de Lark, Barreto, Health o Snejbjerg. Y aún más importante, se ayudan de algunos guionistas amantes de lo vetusto como Marz, Peyer, Waid… y un tal Geoff Johns.

Ahora sí, con el equipaje listo, comienza el viaje (“sólo” he tardado un folio). La JSA que hoy cumple 25 años debuta, obviamente, en agosto de 1999. Y lo hace por partida doble: Por un lado, sale un preview que sirve de presentación llamado JSA Secret Files and Origins. Éste contiene la primera historia de la celebrada etapa, otros relatos que añaden detalle y material curioso como una cronología de la JSA, planos de sede y fichas, pero vamos, para entomólogos.

Y hablando de entomología, jejeje, exploremos un poco las curiosidades de la alineación. Los dos guionistas no tienen miedo a las “alturas” y tenemos a caracteres que la línea Vértigo había hecho desaparecer. Como Sandy, discípulo del Sandman original, que en la maravillosa Sandman Mistery Theatre nunca parecía haber existido, y Hector Hall, el hijo de Hawkman y Hawkgirl, que en la inconmensurable Sandman había pasado al reino de Muerte.

También se rescata al bueno de Nuklon, que gracias a Kirby por fin cambia de aspecto como Atom Smasher. Y aparece por primera vez la sobrina-nieta de Shiera Sanders Hall, Kendra Saunders, la nueva Hawkgirl. Como se puede ver y según comentaba Goyer, la importancia es el legado y la alineación así lo refleja con miembros clásicos y nuevos. Entre los últimos, una recientemente creada Stargirl por una joven promesa ¿adivináis quién? Un tal Johns

Pero volvamos a la historia, que tiene mucha chicha. No he nombrado a otras figuras de los buenos viejos tiempos, Sandman y el primer Starman, porque ya se encuentran aparentemente retirados, pero de hecho, lo que desencadena el inicio de la saga es la muerte de Wesley Dodds, provocada por un desconocido hechicero. La noticia va haciéndose llegar a los protagonistas y sirve de pausada pero absorbente presentación.

Para continuar, vamos con el otro número que salió en agosto de 1999, ahora sí, JSA #1. Aunque el comienzo propiamente dicho es el entierro de Dodds, tenemos un previo en el que el mismo hechicero asesina a Kid Eternity y una visita de Sandman de los eternos a Sandy Hawkins (tanto el chico como el dios, con su aspecto más reciente también de la línea Vértigo). Es un número uno y hay que meter más acción, la tenemos con muertos vivientes egipcios, la conexión con otro personaje de Vértigo, Scarab, y de un plumazo la muerte del Fate más noventero, Jared Stevens.

Ya se va viendo el truco más eficiente y utilizado de Robinson, Goyer y pronto Johns, muy en la línea de Claremont, no hay número en el que no se vaya desplegando sutilmente una subtrama que será importante en el futuro. O, es más, incluso juntar dos tramas candentes en una misma saga, para balancear la atención del lector, que se mantiene siempre en una sugerente sensación de tensión in crescendo.

La historia, que me pierdo, llega a uno de sus muchos clímax ya en el segundo número, donde el equipo nos desvela la genial idea para el enemigo a batir. Qué mejor manera de mezclar viejo y nuevo que traerse al siglo XX (vale, casi XXI) a ¡Mordru! Al igual que hiciera Levitz para devolver la grandeza a la Legión de Superhéroes trayendo a un gran villano del pasado, Robinson y Goyer le dan la vuelta a la tortilla y se traen a un gran villano del futuro (pero pasado editorial).

La primera saga termina además con la mencionada vuelta de Héctor al mundo de los vivos como Dr Fate y la alineación definitiva: En el lado experimentado Wildcat, Flash, Centinela y Wonder Woman (Hippolyta, que se marcha), un poco en el medio está Canario Negro, mientras que los jovenzuelos son Fate, Hawkgirl, Atom Smasher, Hourman robótico, Stargirl y Starman (Jr., que también se pira).

Es por entonces que Robinson es reclamado por el medio cinematográfico (si, no me he equivocado, no es Goyer) y tiran de alguien que ya ha ido demostrando sus capacidades. Venga, todos juntos, ¡un tal Johns! Y aprovechamos para hablaros del dibujo, copado salvo casos puntuales por Stephen Sadowski, que no es santo de mi devoción, pero he de admitir que una vez le coje el punto a los personajes, resulta más que reconfortante y apropiado.

Durante la siguiente saga, en la que Obsidian, hijo de Centinela, muestra su verdadera oscuridad, tenemos nuevos poderes para Sand, nos traemos al Mr. Terrific de Ostrander para hacerlo brillar, y vuelve el nuevo Doctor Mid-Nite. También comienza asomar Black Adam, haciendo de antihéroe (además es el primer miembro no relacionado con la JSA clásica ni sus descendientes). Y como colofón, un homenaje (en mi humilde opinión) al “Lobezno: solo”, aquel mítico episodio de Claremont y Byrne: Wildcat se enfrenta semidesnudo a Sociedad de la Injusticia.

Con erótico resultado…

Y así seguirá la gran etapa, saga tras saga, teniendo oportunidad de resarcirse de lo sufrido en Hora Zero, enfrentándose a Kobra con importantes consecuencias, se publica el primer y único anual de la serie (en el que se crea a Nemesis, de corta vida), vemos la Sociedad de la Injusticia again… hasta que vuelve Hawkman (y en esta saga, minipremio para el que pille oootra referencia a Claremont). Aunque todo es un continuo muy bien llevado por los guionistas, creo que es en esta saga cuando Johns se comienza a sentir cómodo y la serie sube un poquitín de nivel (un par de números a cargo de Morales también ayudan).

Sobre todo porque, aunque el legado y la familia estaban más que presentes, es ahora cuando vemos la parte más humana de los personajes. Hay interacciones más interesantes entre ellos, entre amores no correspondidos, o si, o celos por la posición, el cargo o la responsabilidad, o sentimientos como la ira y la rabia. Los enemigos a batir no serán tan importantes (aunque tenemos por ahí al Ultrahumanita) ya que lo que importa verdaderamente es el desarrollo de estos personajes.

Llega Powergirl, llega el nuevo Thunder (y el viejo), Shazam se une para controlar/comprender a Adam, aparece la reciente Vengadora Escarlata, y tenemos también montones de estrellas invitadas, cameos, y personajes de nueva creación. Como Alex Montez, futuro nuevo Eclipso, Northwind digievolucionado… Y por supuesto los temas preferidos de Johns como viajes en el tiempo, arreglar desaguisados de continuidad y, de paso, el guionista comienza a dejar pistas para su Crisis Infinita.

En el 51 se marcha también Goyer y se queda Johns solito al volante, aunque fuera de colección aún nos regalarían juntos el JLA/JSA Vicio y Virtud con nuestro adorado Pacheco. La despedida del primer guionista casi ni se nota, salvo que en vez de otra saga tenemos algunos números relativamente unitarios donde el Johns aprovecha para rebuscar aún más en el baúl de DC y regalarnos emotivos momentos como la cena JSA/JLA o incluso la recuperación de la tornado rojo original. Una vez se siente cómodo, manotazo con Reinado Oscuro (de la que tanto cogería la peli de Black Adam, por cierto).

Y así seguirá la tónica con sagas para el recuerdo, otras menos, unidas por números unitarios preciosos como esa maravilla dedicada a Per Degaton o esa delicia de complemento de Crisis de Identidad. Al guionista no le temblará el pulso a la hora de matar a propios y extraños por el camino. En cuanto al dibujo, Don Kramer terminará substituyendo a Sadowski, y aunque también es cumplidor, nos hará echar de menos al primero, máxime si hay por ahí números dibujados por Jerry Ordway, Dale Eaglesham

Hasta 87 números (aunque los últimos ya en manos de Levitz y Pérez), en septiembre de 2006, llego aquella maravillosa serie, que tendría un segundo volumen y otras tantas secuelas, spin-offs y complementos. Pero aquel agosto del 99 sin duda fue un momento para el recuerdo de DC, cuando un grupete de guionistas con pasión por la historia ficticia de dicho universo nos hizo un inmenso regalo a todos sus seguidores.

EL BATMAN DE MARSHALL ROGERS Y STEVE ENGLEHART


En 1979 Jenette Khan se alzaba como la máxima responsable del DC Comics al asumir el cargo de presidenta de la editorial. Su nuevo cargo la colocó en una posición ideal para sacudir el árbol de DC, anquilosado, dormido, lento, arcaico incluso, donde la política interna bloqueaba cualquier posibilidad de evolución. Para ello comenzó a mover los distintos resortes editoriales que la llevaron a centrar su atención en un relanzamiento de la Liga de la Justicia. Un relanzamiento que para ella solo podía escribir un guionista, Steve Englehart, que estaba en Marvel y cuyo trabajo en DC podría ser ese soplo de aire fresco que la editorial necesitaba. El escritor se reunió con Kahn y fichó por DC para escribir la Liga pero, además, y así se lo manifestó a Kahn, lo que de verdad quería poder hacer es escribir a Batman. Kahn lo vio como una oportunidad, un regalo inesperado y dio luz verde para que se hiciera cargo de ambas series. Pero el problema era que Englehart no aceptaba el modo de trabajar de Julius Schwartz, que bloqueaba la creatividad de la oficina de Batman mostrando la portada a los autores e indicando la historia que debían escribir. Englehart manifestó su incomodidad para trabajar de esa forma y lo que ocurrió fue que Schwartz se apartó, dejó que el nuevo fichaje de la empresa pudiera escribir los comics de Batman que llevaba en mente, porque mientras el resultado fuera bueno, el editor no le iba aponer pega alguna.

Englehart quería cambiar las cosas, hacer de Batman algo grande, algo que no solo llamara la atención de los lectores habituales, sino de aquellos que nunca le hubieran prestado atención al personaje. Era necesario centrarse en la esencia de Batman y esa esencia para Englehart estaba en usar el arquetipo que encarnaba, usar ese mundo en blanco y negro y que se definiera por sí mismo como el superhéroe definitivo. Para ello comenzó a documentarse, pero no lo hizo en los comics recientes del personaje, ni siquiera en la excepcional etapa de O´Neil y Adams, sino que regresó a los inicios, a los primeros tres años de vida del personaje en las viñetas.

Mientras Englehart se nutría de valiosa información, en DC comenzaron a buscar un dibujante para que le acompañara. Fue cuando Walter Simonson aceptó sin dudarlo y la sinergia entre ambos autores comenzó de manera natural y espontánea, con la creación por parte de Simonson, del Dr. Fósforo, primer villano de esta etapa.

Era el año 1977, mayo, y el primer número de esta nueva etapa fue el Detective Comics #469. Y fue un número muy importante porque en el aparecieron los personajes de Rupert Thorne y Silver St. Cloud. El primero el alcalde corrupto de Gotham y la segunda, en nuevo interés romántico de esta etapa para Bruce Wayne.

Pero no todo iba a salir bien. Englehart, que era un fan acérrimo del trabajo de Simonson, no quedó convencido del resultado final de estos primeros números, pues Simonson se limitaba a hacer los bocetos que eran acabados por Al Milgrom. El guionista no dejó que aquello lo desanimara y sabiendo que su trabajo era para hacer ocho entregas, decidió hacer que tuviera lo que tenía que tener, un buen planteamiento, un buen nudo y por supuesto, un gran desenlace. Simonson y Milgrom dejaron la serie tras dos entregas, que era lo pactado, o así lo expresaron en su día ambos, dejando espacio para la llegada del dibujante con el que Englehart haría historia.

Englehart entregó todos los guiones de su etapa pactada, vendió su casa, y se fue a Europa de vacaciones con su mujer. Unas vacaciones que duraron 9 meses cruzando el viejo continente

con una autocaravana. Con el guionista desaparecido, en DC pasaron cosas. Muchas.

En la serie de Detective Comics se publicó un complemento escrito por Bob Rozakis y dibujado por Marshall Rogers, con tintas de Terry Austin. Un trabajo que fue durante criticado en las oficinas de DC y que casi no se llegó a publicar. Ambos autores, dibujante y entintador, se sentían derrotados por la situación y solo recibieron el apoyo de Vince Coletta y el propio Schwartz. Pero cuando el complemento llegó a las tiendas, los lectores dictaron sentencia y la respuesta fue unánime, tanto que el propio Paul Levitz llamó a Austin y Rogers para informarles que iban ser los nuevos dibujantes regulares de Detective Comics. Pura magia.

Los guiones de Englehart les llegaban a ambos y se pusieron a trabajar con ahínco, con pasión y devoción, casi en estado febril, buscando su propia visión del personaje, sin dejarse amilanar por la larga y aplastante sombra de Adams.

Rogers apostó por desligarse del aspecto físico y vincular su Batman a la capa, que se convierte en un ente orgánico y un personaje más del trabajo del dibujante. Un trabajo que deslumbró por su narrativa, totalmente nuevo, que no parecía estar contaminado por estilo anterior alguno y que definió al que, para muchos, es y fue el Batman definitivo. Fueron solo 8 entregas, pero vaya entregas.

Su estructura se dividió en cuatro actos. Dos para el Dr. Fósforo, con la presentación de los personajes claves comentados. El segundo con el Dr. Hugo Strange (que resurge del olvido editorial en manos de Englehart y que deja patente donde se documentó el guionista para su trabajo), el tercero del dedicado al Pingüino y como desenlace, la gran traca final, el del Joker. Todos ellos unidos con un hilo conductor sólido, que hicieron de esta etapa un todo cohesionado y de obligada lectura para todo fan del personaje.

Fue Englehart el que empezó la traición de bautizar las calles de Gotham con nombres de autores del personaje, como Finger Alley o Fox Gardens, mientras que no dejó escapar la oportunidad de salpicar su trabajo con referencias para los más veteranos como añadir una máquina de escribir gigante en el enfrentamiento entre el Caballero Oscuro y Deadshot. Pero el guionista no se quedó ahí y su trabajo desafió al propio Comics Code, cuando Silver y Bruce hablan abiertamente de sexo por teléfono, mientras Rogers la dibujó de manera sensual en la cama. Una Silver que se mostraba segura y fuerte, no como una simple herramienta al servicio de la historia que permitió un profundo análisis de la relación entre ambos, jugando con la doble identidad de Bruce de manera constante.

Y es que esta etapa dejó muchas imágenes icónicas en la retina de los lectores, como la aparición de Joker en el arco final, donde Englehart actualizó la primera historia del villano, Batman #01 de 1940, titulada El pez sonriente. Un arco en el que el villano habla acorde a su personalidad, alejándose de la imagen del payaso, que dio paso en la entrega final al enfrentamiento entre Batman y Joker.

Y todo esto pasó con Englehart en Mallorca, pensando alguna vez quien se estaría haciendo cargo del dibujo de sus guiones, pero sin ser consciente de que se estaba reescribiendo la historia del personaje. Pero fue entonces cuando llegó un paquete de los Estados Unidos, enviado por DC, con los cómics de Batman. El escritor no espera nada muy espectacular pues pensó que en DC tirarían del primer dibujante disponible del momento. Sin embargo, lo que vio lo dejó sin palabras.

Pura historia del noveno arte del género de superhéroes. Y es esta historia la que viene recopilada en esta primera entrega de La Sombra de Batman de DC, que fue ya editada por Zinco en su serie contenedor Clásicos DC, para ser también recuperada por Planeta y más tarde por la propia ECC en sus tomos de Grandes autores. Seguiremos contando historias internas a medida que salgan los siguientes tomos, porque tras la partida de Englehart, entró Len Wein y Terry Austin dejó la serie… pero eso es ya otra historia para otro Magazine.

José Luis García-López nació en Pontevedra en la aldea de Pareizo más concretamente. A los tres años él y su familia emigraron a Argentina donde creció y se convirtió en dibujante de cómics. De Argentina pasó a Estado Unidos y allí se convirtió en una leyenda del comic americano.

Empezó con la Charlton para colaborar con DC Comics gracias a Joe Orlando. DC no le dejó escapar y es que a la editorial de Superman es a quien más se vincula el nombre de este autor.

De estilo clásico, académico y algo lento, García-López fue el encargado en 1982 de la creación de una guía de estilo que sirviera de referencia y modelo para el resto de autores de la editorial.

El impacto que tuvo en la editorial y en el mundillo del comic americano aún resuena hoy en día. El Superman, la Wonder Woman, El Batman, etcétera de García López devinieron canon para la editorial.

La guía se va a reeditar en USA, además de usar su estilo para la realización de portadas variantes de las colecciones de los principales superhéroes de DC. Se trata de un libro atemporal, con un estila que trasciende décadas. El aplomo, el academicismo y la belleza de García-López no pierden un ápice de modernidad, con un pie en el clasicismo casi renacentista.

Se trata de una gozada para autores en ciernes, aficionados al cómic, fans de DC y entomólogos completistas.

El hispano-argentino se caracterizaba por ser un autor lento y con poca continuidad en las colecciones. Hombre de la casa, comprometido y leal, realizó numeroso fill-ins y colaboraciones, pero no se le asoció jamás a una larga etapa en algún personaje. Sin embargo, muchos le consideran uno de los dibujantes definitivos de Superman. También destaca su trabajo en Atari Force, del que posiblemente sienta que sea su mejor obra.

Pero a pesar de todo, su desempeño en esta guía es un hito en su carrera, no por haber hecho la guía, si no porque un trabajo como este, casi procedimental se haya convertido en un icono del cómic superheroico recordado durante décadas.

DESTACADO DEL MES… LA CARTA GANADORA

(G): Tom King
(D): Mitch Gerards.
The Brave and The Bold es una cabecera histórica en DC. Inicialmente, era una revista contenedor de tramas ambientadas en otras épocas, con protagonistas como Robin Hood o el Caballlero Silencioso. En el número #25 y para aprovechar la moda del momento empezó a introducir a los superhéroes, ya en ese número debutó el Escuadrón Suicida, o más adelante la Liga de la Justicia o los Titanes.

En los sesenta combinada los superhéroes con historias de deportes y ciencia ficción. Salió mal. En el número 59 pasó a ser la serie que más fama le dio, protagonizada por Batman con un compañero diferente en cada ocasión.

Como hecho histórico destaca que Neal Adams debutó en esta colección. También pasaron por sus páginas pesos pesados como Joe Kubert, Mike Sekowsky Gardner Fox, Ross Andru, Bob Haney, Ramona Fraddon o Jim Aparo.

En sus páginas debutaron también los Outsiders.

La cabecera ha vivido varias cancelaciones y reinicios. Su primera etapa fue la más longeva (1955-1983), luego vio la luz en forma de miniserie entre 1991 y 1992, posteriormente una colección de aventuras de Flash y Green Lantern tenía las palabras “The Brave and the Bold” en el título. El volumen 3 salió en 2007 no ya como serie de Batman más un héroe si no como una serie de equipos aleatorios.

Toda esta chapa viene porque DC la ha recuperado reciente como serie contenedor, antología de buenas historias con equipos despiporrantes y probaturas interesantes.

En España está llegando de manera sincopada y de manera recopilada por capítulos. Salió no hace mucho Superman y el orden de la lámpara negra.

Sale en agosto la historia que más ha hecho salivar al fandom. Batman, Joker, Tom King y un apabullante Mitch Gerads.

El dibujante es la estrella y es mucho decir cuando el guionista es Tom King y es que el despliegue gráfico da otra dimensión al guion. Los recursos narrativos, los planos y el realismo tenue y oscura, deshumanizador y a la vez sensible enmudecen al lector.

Gerads ha pasado de ser un dibujante excelente a excepcional. Su evolución es una explosión de detalles y belleza.

King se deja llevar por su compañero y nos ofrece el Joker más amenazador y terrorífico. Un joker peligroso como una cuchilla, con una sonrisa auténticamente pavorosa.

Habrá que leerlo con atención para ver si estamos dentro o fuera de continuidad, dentro fuera del Kingverso, aunque eso da igual porque estamos ante uno de los momentos del año. Un auténtico imán de elogios y premios.

Nos vemos en 30 días en un nuevo Magazine DC y disfrutar del mes de agosto.

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Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
6 agosto, 2024 20:38

Vamos partes como Jack:
-Ese Linterna Verde tiene una cara medio perversín, capaz Wertham tenía razón.
-Vengo siguiendo Batman la Edad Oscura USA y no tengo la misma sensación positiva que con la de Superman, como que no pega, Bruce es demasiado tarado, no se. El dibujo bien.
-Bien el temprano homenaje a Gerads el mejor de su generación.
-Yo vote NO a un comic individual del Corintio, porqué creo que son de esos secundarios que se crearon para ser totalmente funcionales a la historia que se está contando, como Dr. Manhattan, Obi-Wan Kenobi o…John Constantine, como para completar el oximoron y dar la excepción a la regla, uno que salió bien. Mi etapa favorita con sus subidas y bajas es la de Delano. Tiene momentos tremendos, y muy políticos. Ese del tren del miedo es de los mejores.
-Sabés que leí varias veces esos números de Marshall-Rogers, primero en esos de Clásicos DC y después con el tomo de Planeta, y la verdad nunca entendí que tenían de especiales respecto de O´Neil-Adams que eran absolutamente rompedores, 7 años antes. No se, estos me siguen pareciendo edaplatistas con un dibujo bastante bueno.
-SIEMPRE será el canon Jose Garcia Lopez. El día que deje de serlo, será el día que DC deje de existir.
-Todavía estoy esperando que Ovni Press publique el Día de Mierda del Acertijo acá en Argentina, no se que pasa es venta asegurada, así que imagino que para este falta mucho más.