Un vistazo al Lobezno de los 90
«¿A cuántas personas has matado McLeigh?»
El formato Marvel Must Have que ya lleva cuatro años asentado en el mercado, normalmente viene a reeditar a un precio más o menos bajo, obras consideradas clave del Universo Marvel que fueron publicadas, por primera vez en el Siglo XXI.
En ese sentido, dentro de dicho formato podemos encontrar obras ya algo más añejas como Vengadores: Desunidos o Civil War, al lado de algunas más recientes como las Secret Wars de Jonathan Hickman, o incluso las primeras aventuras de Kamala Khan como Miss Marvel o de Miles Morales como Spiderman.
Por eso, sorprende que en esta ocasión, la obra publicada en este formato en este estival mes de Julio sea Lobezno: Todavía con Vida, un arco argumental de cuatro números publicado dentro de la serie del mutante de las garras de adamantium (apelativo algo cuestionable en esta obra en concreto) llevado a cabo por Warren Ellis y Leinil Francis Yu, ya que esta obra fue publicada en 1997.
No obstante lo anterior, si tenemos en cuenta que esta línea Must Have, en cierto sentido, lo que ha hecho ha sido heredar en parte lo que fue el formato Marvel Deluxe (aquellos tomos de lomo negro y titulo dorado) que hoy en día está destinado a la reedición de obras mucho más modernas, no debería extrañarnos tanto la inclusión de este cómic que, precisamente, fue publicado en dicho formato en Mayo de 2010.
En esta ocasión, estamos ante una obra hija de su tiempo que, afortunadamente ni es de aquellas que es mejor olvidar que, perteneciendo a una Marvel a punto de caer en bancarrota que produjo obras de calidad más que cuestionable como podría ser La Saga del Clon, ni tampoco ante una de esas pocas obras que tuvieron lugar en dicha década que si que alcanzaron el firmamento de las obras maestras como El Guantelete del Infinito o las Historias Jamás Contadas de Spiderman.
Lobezno: Todavía con Vida es como decíamos una obra propia de la década a la que pertenece pero que no cae en los excesos propios de aquella época y que resulta lo suficientemente entretenida como para justificar su compra.
En ella, conocemos al Fantasma Blanco, un mercenario que diez años de que la obra tenga lugar, cruzó su camino con Lobezno, entablando con él una amistad que escondía el verdadero propósito de acabar con el que entonces era el suegro de Logan. Cuando el bueno de Lobi descubrió esto se enfrentó al Fantasma Blanco, dejándolo herido de muerte.
Pues bien, al comienzo de esta obra, dicho mercenario está vivo y lleva todos estos largos años planeando una meditada venganza contra Lobezno, la cual tendrá lugar en las páginas de este cómic a lo largo de cuatro trepidantes números en los que la acción no deja de sucederse.
El guion de Ellis no es por tanto uno de esos trabajos del escritor que recordaremos toda la vida como su Authority o Planetary, pero sí una obra alimenticia que Ellis realizó con Lobezno y que consigue justo lo que propone: Entretener al personal. Por cierto, con un Lobezno que en este momento editorial Marvel carecía de Adamantium en su esqueleto lo que lo hace algo más vulnerable de lo que estamos acostumbrados a ver.
En cuanto al dibujo, este viene de la mano de Leinil Francis Yu, autor con un estilo muy personal, que no es del gusto de todos los lectores. En este caso, en opinión de quien esto escribe, realiza un trabajo más solvente en el que no cae en sus habituales tropos de líneas gruesas y rostros carentes de expresividad, por lo que sin estar ante uno de sus mejores trabajos, no estamos desde luego ante aquellos que suelen formar parte de sus obras más criticadas.
En conclusión, Lobezno: Todavía con Vida no es ni mucho menos una gran obra, pero tampoco un cómic que debamos evitar si somos acérrimos de Lobezno.
Lo mejor
• Una obra que da exáctamente lo que promete sin mayores pretensiones.
Lo peor
• La obra se antoja tan típica y anodina que puede que poca gente pique y la adquiera.
Guión - 6
Dibujo - 6.5
Interés - 6
6.2
Entretenido
Revisitamos la aproximación a Lobezno que en la década de los noventa llevaron a cabo Warren Ellis y Leinil Francis Yu.