Recomendaciones europeas para el verano. Más allá de la Galia #043.

Con Flavia Biondi, André Franquin, Hermann, Max, Bryan Talbot o Teresa Radice y Stefano Turconi, entre otras y otros. Todos los estilos, todos los géneros, procedencias y formatos de tebeo europeo; son nuestras recomendaciones para pasar momentos excelentes leyendo este caluroso verano.

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Bienvenid@s a Más allá de la Galia

Empieza a ser una tradición. En esta época de menor efervescencia editorial solemos aprovechar para recomendarles un montón de cómics europeos que por varias razones no hemos podido dedicarles un espacio suficiente y pueden correr el peligro de pasar algo desapercibidos. Son obras muy interesantes, tanto de autores consagrados como en proyección, de todos los géneros y procedencia. Intentamos que sean obras publicadas este primer semestre del 2024 o, si no, como mucho a finales del año pasado. Son nuestras doce sugerencias estivales, esperemos que les gusten.

¡Por Toutatis!

La casa de las magnolias, de Flavia Biondi. La Cúpula

La joven autora italiana Flavia Biondi aborda en su hermosa La casa de las magnolias un asunto bastante peliagudo como es la angustia vital, el miedo al futuro y la necesidad de dirigirse hacia un porvenir diferente, desconocido, misterioso pero necesario. La italiana explora los sentimientos y las zozobras emocionales de dos mujeres jóvenes que han ido a parar a un pueblecito perdido de la Toscana por diversas razones profesionales y personales. Quieren escapar de sus entornos habituales, pero no acaban de sentirse cómodas en el asfixiante ambiente rural donde han acabado deteniendo momentáneamente su huida…

La autora de Generaciones y de Tiempos precarios vuelve a la carga retratando las principales características sociales y personales de los jóvenes italianos contemporáneos usando para ello su enorme talento para definición de los sentimientos más sutiles y para la descripción de las acciones cotidianas más reveladoras. En esta obra suma a su atractivo estilo gráfico la presencia del color, desplegando una paleta de colores apagados, cálidos y cargados de matices que confieren al conjunto de la obra un aspecto delicado y sensual.

La casa de la magnolias supone otro paso hacia delante de una de las autoras más destacadas de las nuevas generaciones de narradores gráficos italianos. El sello barcelonés La Cúpula, que ha publicado la mayoría de sus anteriores trabajos, hace con esta obra un hermoso trabajo de edición.

Terapia de grupo, de Manu Larcenet. Norma Editorial

Aunque ya tenía un buen puñado de obras a sus espaldas Los combates cotidianos fue la serie que convirtió al gran Manu Larcenet en una estrella indiscutible del cómic mundial. Era una serie con una enorme carga autobiográfica donde el humor surrealista tenía un enorme peso por la que ganó el Premio al Mejor Álbum del Festival del Cómic de Angulema 2004. En sus siguientes trabajos dejo ver una versatilidad enorme con obras de un estilo más serie y realista como Blast, El Informe Brodeck o La carretera, además de otros trabajos de carácter más experimental que nos hemos visto en nuestro país. Obras increíbles y muy estimables, pero es cierto que echábamos a faltar el Larcenet más humorístico y lo recuperamos gracias a Terapia de grupo.

Estamos ante un volumen que recopila lo tres álbumes de la serie aparecidos entre 2020 y 2022. En sus páginas el autor francés nos habla sobre sus problemas mentales y las crisis creativas que atenazan a muchos autores con sentido del humor de lo más vitriólico y negro, pero también hace una sátira brutal y sin concesiones sobre el mundo del cómic donde se atreve con todo. Un cómic descacharrante, pero en el que el humor no oculta un análisis muy certero y un afán de denuncia que apunta a la línea de flotación de la industria del cómic francobelga y a muchos de sus males.

La obra no es lineal y está compuesta por una serie de pequeños sketches donde el autor da rienda suelta a su sentido del humor y a su versatilidad como un dibujante capaz de moverse como pez en el agua por diferentes estilos y estéticas. Una obra que nos ofrece algunos momentos tan jocosos como memorables.

Ideas negras, de André Franquin. Dolmen Editorial

Cuando pensamos en la obra de André Franquin lo más normal es que nos vengan a la cabeza personajes como Spirou, Gastón ElGafe o el Marsupilami. Unas obras maestras que lo auparon de manera indiscutible al olimpo del cómic mundial gracias a un enorme sentido de la aventura, una imaginación desbocada y un sentido de humor muy loco, pero que casaba perfectamente con lo que dictaban los cánones de obras publicadas por Dupuis. Unos trabajos llenos de vitalidad y humanismo, que salvo en alguna historia de Gastón, no dejaban ver la profunda depresión por la que atravesaba el autor a finales de los años sesenta. Algo que si esta dolorosamente presente en Ideas Negras, la serie de historias de humor de una página que apareció entre 1977 y 1983. Primero se publicó en Le Trombone illustré, un suplemento clandestino de la revista Spirou pensado para un público más adulto, y tras la desaparición del suplemento paso a la revista de humor para adultos Fluide Glacial.

En estas tiras vemos al Franquin más cínico, morboso y misántropo que hace gala una crítica sin ninguna concesión a la sociedad de su momento, con un sentido del humor que no puede ser más negro y caustico. En las tiras vemos desatar su ira contra los políticos, la iglesia, el ejército, los altos ejecutivos de las grandes empresas para denunciar la pena de muerte, los desastres medioambientales, el peligro de la energía nuclear, las injusticias sociales o la deshumanización del capitalismo. Temas que siguen estando totalmente vigentes y en algunos casos son problemas mucho más acuciantes que cuando las páginas vieron la luz.

El título de la serie no solo hace referencia al humor que desarrolla el autor belga en las tiras y su visión del mundo, también a un dibujo en el que las figuras y casi todos los elementos esta formados por masas de unos negros brutales que asemejan todo a unas terribles sombras chinescas, pero si dejar de lado su excelencia como excelso narrador.

Una serie prodigiosa que no debe faltar en ninguna biblioteca, más si tenemos en cuenta la extraordinaria edición que ha realizado Dolmen.

Hombre 01, de Antonio Segura y José Ortiz.
ECC Ediciones

El hombre es lobo para el hombre. Las ficciones apocalípticas o postapocalípticas generan una gran atracción. Cómics como The Walking Dead permiten a sus autores indagar en el comportamiento humano cuando el sistema se viene abajo. Somos fichas que juegan en un tablero con unas reglas preestablecidas, pero ¿Qué ocurre si de la noche a la mañana desaparecen las leyes que regulan nuestro modo de vida? Dependiendo del prisma con el que se mire, el incierto futuro toma diversas formas aunque lo cierto es que el pesimismo suele imperar en los pronósticos.

Aunque buena parte de este tipo de historias suelen proceder del país del Tío Sam, no es de extrañar que en otros continentes se exploren escenarios tan fascinantes como deprimentes. En el caso que nos toca, Hombre es, probablemente, una de las obras más relevantes, no solo en lo que a temática se refiere, sino en la historia del cómic español. Guionizado por Antonio Segura (Kraken), Hombre recopila un conjunto de historietas que tienen como denominador común un planeta destruido por una crisis ecológica. En semejante entorno, un hombre rudo de mediana edad hace todo lo posible por sobrevivir mientras se enfrenta a rufianes de todo tipo y condición.

Como en Las mil caras de Jack el Destripador, Segura tiene de pareja de baile a un extraordinario José Ortiz. El dibujante cartagenero firmó uno de sus mejores trabajos creando un paraje desolador poblado de personajes repugnantes. Pese a que algunas partes no han envejecido del todo bien, algo que le ocurre en mayor medida a otro clásico de nuestras viñetas como es Torpedo 1936, Hombre es una obra de obligada lectura para todo amante al noveno arte que se precie. Tras estar un tiempo descatalogado, ECC releva a Panini como editorial encargada de su publicación. En esta ocasión, para alegría de nuestras muñecas, las desventuras de nuestro particular Mad Max serán recopiladas en dos volúmenes.

Brigantus, de Yves H y Hermann. cARTEm Cómics

La excelencia gráfica de la obra y la cuidada edición técnica y material del álbum a cargo de cARTEm Cómics hacen que la primera parte de Brigantus, de Yves H (Duke) y Hermann(Las torres de Bois Maury, Jeremiah o Caatinga), sea una obra realmente apreciable.
Con este tomo inicial, el incombustible autor de Jeremiah que cuenta con 86 años, se ha embarcado en un nuevo proyecto. Se trata de un díptico que narra la campaña de la XXª legión romana, en pleno siglo I d.C., en su afán de conquista de Escocia. El protagonista es un soldado monstruoso apodado el picto, que el ejército romano ha convertido en una máquina de matar y que es la última esperanza para algunos de sus compañeros…

Acompañado a la escritura por su hijo Yves H, el artista belga nos ofrece otro de sus trabajos narrativos y artísticos memorables que explora nuevos horizontes cromáticos acordes con la época representada.
El buen hacer de la editorial cARTEm nos asegura, además, una confección técnica y material del álbum excelente que convierte esta recomendación veraniega en una apuesta totalmente sobre seguro.
Esperemos que el segundo tomo no se demore demasiado.

La esperanza pese a todo 03, de Emile Bravo. Dibbuks

Haciendo honor a su hermoso título, este tercer volumen de La esperanza pese a todo finalmente llegó a librerías para regocijo del personal. El penúltimo número de la serie despejaba el enorme cliffhanger con el cuál la historieta había llegado a su ecuador. Prácticamente cuatro años, un ciclo olímpico, es lo que los pacientes lectores españoles tuvimos que esperar como consecuencia de la mala salud de Dibbuks. A pesar de las continuas molestias y enfados, todo queda en segundo plano cuando nos embarcamos en las aventuras de nuestro botones favorito según el prisma de Émile Bravo. El autor de Aleksis Strogonov ha conseguido crear una trama madura, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que, manteniendo el espíritu de Franquin, se ha colado entre los mejores cómics del mercado francobelga de los últimos años.

Como no podía ser de otra forma, Spirou es quien sigue cargando con el protagonismo de la trama pero sin descuidar a un buen números de personajes secundarios encabezados por Fantasio. Bravo sabe dar con la tecla combinando humor y drama en la Bélgica ocupada. Desde que el historietista parisino se animara a dar su propia versión de la icónica figura creada por Rob-Vel en Diario de un ingenuo, Spirou ha mostrado el camino a seguir a otras grandes series de la BD estancadas desde hace mucho tiempo.

A pesar de los horrores de la guerra, Bravo construye un protagonista luminoso que nos permite reconciliarnos con la humanidad. Siempre ayudando a los más necesitados, Spirou se comporta como un verdadero héroe desde la humildad más absoluta. La resistencia o la persecución a los judíos son tratadas con tino en un guion que, escondiendo algún que otro giro, está escrito a las mil maravillas. La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes. Émile Bravo nos lo cuenta.

Goofy reportero, de Teresa Radice y Stefano Turconi. Panini Comics

Históricamente, la rama italiana de la poderosa franquicia Disney siempre ha contado con un gran prestigio en el mundo del cómic en general. Una admiración que se basa en la combinación de productos bien diseñados, realizados por profesionales de gran talento y capacidad. Y, por ejemplo, la serie Goofy reportero es otro de estos grandes aciertos.
Esta saga protagonizada por el gran amigo de Mickey Mouse cuenta con la participación a la escritura y al arte de la pareja profesional formada por Teresa Radice y Stefano Turconi (Las chicas del Pillar, El contador de historias o El puerto prohibido) que realizan un trabajo más que notable.

La trama oscila entre el thriller y la comedia de situaciones donde Goofy comparte protagonismo con Minnie Mouse que le aporta el contrapunto más ligero a unos relatos basados en la investigación periodistica más o menos ortodoxa. También aparecen otros personajes, ligeramente modificados, como Clarabella, Horacio e incluso Pete Patapalo. Quien no aparece nunca es Mickey Mouse aunque esté siempre en boca de Minnie y se refiera a él como su novio.
El asombroso arte de Stefano Turconi enamora por su excelente narrativa, su prodigioso acabado y portadas como la que encabeza este recopilatorio que nos ofrece Panini Comics. Se trata de una obra de envergadura que no tiene casi nada de infantil. Denle una oportunidad.

Loira, de Étienne Davodeau. La Cúpula

Si hay algo que caracteriza los trabajos del francés Étienne Davodeau es su capacidad para ofrecernos un certero retrato del alma humana, algo que hemos podido comprobar en fantásticos cómics como Rural, Lulú, mujer desnuda, Los ignorantes o Corredores aéreos y que también encontramos en Loira, su última obra publicada en España como casi siempre por La Cúpula.

En este nuevo trabajo del autor francés nos encontramos con la historia de Louis, un sexagenario todavía lleno de vida, que ha recibido una invitación de Agathe para que le visite en su casa a orillas del Loira. Ella fue una antigua pareja que le dejo por otro hacer ya varias décadas. Así movido por la curiosidad emprende el viaje y lleva a la casa en la que ambos vivieron donde se encuentra con un grupo de personas que también han sido citados por su expareja, aunque ella no está allí.

Loira es un cómic intimista, vital y pausado que nos habla sobre el inexorable paso del tiempo y como la cercanía de la muerte nos lleva a preguntarnos sobre la huella que vamos a dejar cuando ya no estemos en quienes nos conocieron. Una historia de personaje y paisajes que pone el foco sobre la gente mayor, que casi nunca son los protagonistas y cuando lo son se trata de historias que nos hablan sobre la enfermedad. Algo que no sucede en este trabajo que pese a todo se convierte en una celebración de la vida, independientemente de la edad que se tenga.

Además del variopinto grupo de personajes que se dan cita en la casa, el gran protagonista de la obra es el rio Loira como símbolo ineludible del paso del tiempo y todo su entorno que Davodeau retrata con unas bellísimas aguadas de tonos ocres.

Armada de locura, de Mary M. Talbot y Bryan Talbot. La Cúpula

Hace años que el matrimonio formado por los británicos Mary M. Talbot y Bryan Talbot comenzó una fecunda colaboración artística que ha dado como fruto obras como (La niña de sus ojos, Sally Heathcote. Sufragista o La Virgen Roja) un trio de obras en las que ambos autores buceaban en las vidas de varias mujeres claves para entender los avances en la lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres a lo largo de la historia reciente. A esas obras se puede unir Armada de locura, la excelsa biografía que han realizado de la escritora y pintura surrealista inglesa Leonora Carrington. Como el resto de las protagonistas de sus trabajos junto ella fue toda una adelantada a su época que tuvo que luchar con ahincó contra los prejuicios que la rodeaban.

Como ya es habitual en las obras de la pareja estamos ante una obra profusamente documentada sobre una mujer increíble que fue un ejemplo al que seguir a pies juntilla y que a lo largo de su vida vivió de diferentes formas y en diferentes países, España incluido. Allí fue testigo del comienzo de la Guerra Civil donde se posiciono como antifascista y tuvo un traumático paso por un manicomio santanderino.

Pero esa documentación e interés por hacer una obra realista y fidedigna no impide que la obra no está repleta de secuencias que podríamos calificar como surrealistas en las que se trata de reflejar de la mejor forma posible el estado mental de la artista. Algo que posibilita establecer un hilo directo entre la vida y obra de la autora y que nos permite ver de nuevo las enormes capacidades como dibujante del veterano autor inglés. Una figura sin la que es imposible entender el trabajo de otros autores posteriores que emigraron al lucrativo mercado estadounidense, dejando de lado parte de su libertad creativa.

Notre Dame de París, de Victor Hugo, Georges Bess y Pia Bess. Norma Editorial

El gran artista Georges Bess (Juan Solo, El lama blanco) es feliz realizando sus propias versiones de clásicos de la literatura universal, nos lo confesó en una entrevista realizada el pasado Comic Barcelona que tenemos pendiente de publicar, y encima se venden bien por lo que su dicha no puede ser mayor. O quizás sí, porque además colabora con su mujer – Pia Bess – que se encarga de hacer la mayor parte de las adaptaciones al formato de la historieta y de realizar el diseño de las portadas. Por esto la pareja transmite una gran armonía, al menos hasta que se menciona en la conversación el apellido Jodorowsky

Con Notre Dame de París, el duo francés se adentra en el barroco universo del escritor Victor Hugo para centrarse en la tragedia de Quasimodo, otro monstruo como los que protagonizan sus dos anteriores adaptaciones; Drácula y Frankestein. Son trabajos de gran virtuosismo gráfico donde lo ilustrativo prima por encima de lo narrativo, sin dejar la condición de tebeo. La cuidada, casi lujosa, edición que el Norma ha hecho de estos álbumes, propicia que la lectura de estas adaptaciones sea un placer visual de primer orden, muy adecuado para estas fechas más relajadas.

En nombre de Catherine, de Julia Billet y Mayalen Goust. Astronave

Inspirada libremente en la adolescencia de la madre de Julia Billet, la obra En nombre de Catherine es la continuación de La guerra de Catherine. Rachel Cohen es una niña judía que tiene que cambiar su nombre por el de Catherine Colin como consecuencia de la persecución nazi en la Segunda Guerra Mundial. En aquella primera entrega, la protagonista se veía obligada a cambiar de residencia cada vez que se encontraba en peligro. Con la incertidumbre del destino que les deparó a sus padres, Catherine acababa volviendo a Paris con el fin de la ocupación.

Para llevar a cabo En nombre de Catherine, Billet hace tándem con Mayalen Goust (Blancanieves) quien sucede a Claire Fauvel (Luz negra) en el apartado gráfico. Tras dejar atrás el conflicto bélico y la infancia del personaje principal, el dibujo cambia drásticamente para adaptarse mejor a una trama más adulta. Acompañado de su eterna cámara de fotos, Catherine se abre camino en un mundo que, pese a dejar la guerra atrás, pide cambios urgentemente. El machismo imperante en la sociedad europea o la segregación racial en Estados Unidos son tratados en una obra madura que trata de tender puentes.

Personajes históricos como Cristóbal Balenciaga o Simone de Beauvoir realizan pequeños cameos cruzándose en la vida de Catherine, quien tendrá que enfrentarse a fantasmas del pasado viajando a Alemania. A diferencia de La guerra de Catherine, En nombre de Catherine es un cómic que cruza fronteras para acompañar a la protagonista en su deseo de ver mundo. Pese a su tierna juventud, la eterna Rachel Cohen ha tenido vivencias y desventuras que marcarán su vida para siempre. Sin embargo, se niega a formar parte de lo socialmente establecido, siendo ella misma dueña de su destino.

La biblioteca de Turpín, de Max. La Cúpula

En el frondoso mundo de la historieta contemporánea Max (El prolongado sueño del sr. T., Qué) es uno de los grandes autores europeos. Sus obras son enormemente relevantes incluso si, como es el caso de La biblioteca de Turpín, se enfrenta a un registro más juvenil.
Publicada en su momento en el suplemento semanal infantil El pequeño País, esta serie explora el mundo de la ficción literaria a través de una imaginativa premisa que combina el mundo de J. M. Barrie, con los profesores chiflados y los relatos de pandillas de adolescentes.
La principal baza de esta obra para el lector adulto es la de disfrutar del enorme talento narrativo y artístico de Francesc Capdevila en un momento creativo especialmente intenso – finales de la década de los ochenta – cuando se expresaba con un estilo mucho más clásico y elaborado, lejos del esencialismo casi minimalista actual.

El álbum cuenta, además, con un hermoso abecedario ilustrado que propone una serie de retos visuales protagonizados por los personajes de esta serie.
La biblioteca de Turpín es una obra gráficamente impresionante especialmente recomendada para lectores de 10 a 100 años.


Y estas son nuestras recomendaciones de obras europeas para este verano del 2024.
A partir de septiembre volveremos con las secciones habituales en su revista de cómic europeo en Zona Negativa. No nos fallen y si vienen acompañados se lo agradeceremos; queremos ser multitud cuando lleguemos mucho… Más allá de la Galia.

Créditos: Más allá de la Galia es un producto original de Zona Negativa. Coordinador: Raúl López; Redacción: Diego García Rouco, Sergio Fernández y Tristan Cardona; Diseño Gráfico: Miguel Ángel Crespo.
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