HACERSE UN HOMBRE
«Lo que te mata es lo que viene después»
Antes de ser Lobezno, y después de ser James Howlett, era simplemente Logan. Antes de ser un héroe y habiendo dejado atrás la niñez, Logan tuvo que convertirse en un hombre. Exploramos la obra maestra de Brian K. Vaughan (Saga, Y: El último hombre) y Eduardo Risso (100 Balas), una miniserie de 3 números publicada allá en el 2008 bajo el sello de Marvel Knights.
Este sello editorial es un viejo conocido de los años 2000, su propuesta era la de ofrecer historias de temática más madura o sombría aparte de las series principales, pero manteniéndose dentro de la continuidad. Es por esto que muchas de las obras que presentan este sello vinieran en forma de miniseries. Este marco parece hecho a la medida de Lobezno, y esta obra continúa dos tradiciones notables del mutante de las garras de adamántium: utilizar Japón como escenario y la de contar historias auto-conclusivas que residen en un limbo de continuidad. La primera se retorna a la primera miniserie que contó con Lobezno como único protagonista, Lobezno: Honor de manos de Claremont y Miller y con el tiempo son muchas las historias que han desarrollado la relación de Lobezno con el país nipón. El origen de la segunda dentro de la editorial es más difícil de trazar, pero la razón está bastante clara: una vez establecido que Logan es prácticamente inmortal (y además con problemas de memoria), es muy fácil practicar con él la retro-continuidad e ir llenando los huecos de su historia sin tener que preocuparse por los eventos que estén teniendo lugar en la continuidad que ya se trataran en la cabecera de la Patrulla-X.
Esta obra nos presenta a un Lobezno post Dinastía de M, que habiendo recuperado sus recuerdos regresa a Japón en busca de fantasmas de su tiempo allí durante la Segunda Guerra Mundial. Como mis historias favoritas del personaje, esta es una tragedia, no vamos a encontrar aquí mucho suspense ni misterios que resolver ni acción desenfrenada. El propósito de lo que se presenta viene de mostrar la eterna condena que supone la constante lucha del protagonista, por su identidad y por su naturaleza. Encontraremos a Logan enamorándose, otra vez, presenciando sacrificios, otra vez, o viéndose obligado a derramar sangre, otra vez. La trama no se excede en su complejidad, al fin y al cabo debe ser contada en tres números, y a pesar de que presenta dos tramas conectadas en dos periodos diferentes la obra se sigue con gracilidad.
Gran parte del mérito de la excelente narración visual de la obra viene del trabajo conjunto de Eduardo Risso y Dean White. Las composiciones de Risso, llenas de sombras de un negro sólido, uso del espacio negativo y de las siluetas son uno de los principales valores de la obra, son efectivas a la hora de mostrar la belleza natural del paisaje y la crudeza de la violencia que tiene lugar en él. Las acuarelas de White, además de llenar de color los escenarios del país del sol naciente, llenan las páginas de textura y de carácter.
Panini cómics trajo esta obra a España en 2019, en un formato de lujo con portada de cartoné y lomo recubierto de cuero. Se trata de una de las mejores obras de este siglo con Lobezno como protagonista individual. Vaughan y Risso ofrecen un cómic intenso y al que le sobra calidad, pero también bastante corto. Para aquellos que sean fans acérrimos del personaje, es un imprescindible pero su mínimo impacto en la continuidad puede reducir el interés de los que no tengan ya un aprecio por el personaje. Sin embargo, la calidad del cómic es sobresaliente y mi recomendación es para todo fan del noveno arte.
Lo mejor
• La manera de presentar a Logan.
• El apartado artístico.
• La edición.
Lo peor
• Son solo tres números.
• Tiene poco impacto en la continuidad.
Imprescindible
Guión - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 8.5
9
Se trata de una de las mejores obras de este siglo con Lobezno como protagonista individual. Vaughan y Risso ofrecen un cómic intenso y al que le sobra calidad.
