El 20 de marzo de 2019 saltaba la noticia. En su afán por absorber la mayor cantidad de compañías relacionadas con el ocio, ya sea secuencial o audiovisual, Disney compraba por 71.300 millones de dólares toda la división de entretenimiento de 21st Century Fox, incluyendo los estudios cinematográficos y de televisión, y canales de cable/satélite de Estados Unidos. Este movimiento por parte de la compañía creada por Walt Disney fue seguido muy de cerca por parte de los fans del Universo Cinematográfico Marvel, ya que el mismo permitía la inclusión de los mutantes desarrollados entre 2000 y 2020 dentro de la cronología actual de las producciones de Marvel Studios. Pero también despertó las suspicacias de los seguidores de Deadpool, ya que el tono más bronco y explícito de sus aventuras en pantalla grande podía verse perjudicado al tener que entrar a formar parte del UCM, donde Kevin Feige y sus colaboradores facturaban un cine más familiar. Por suerte y gracias a la influencia de Ryan Reynolds dentro de una franquicia en la que él ejerce como principal impulsor, la calificación R se confirmó bien pronto con respecto a la cinta que daría continuación a Deadpool y Deadpool 2. La otra noticia bomba con respecto al proyecto de esta tercera parte salta en diciembre de 2022 cuando el mismo Reynolds saca de su retiro a Hugh Jackman para volver a interpretar a Lobezno. Recordemos que Jackman y el director James Mangold dieron una despedida excelsa al personaje en la brillante Logan, pero ya sabemos que el actor canadiense es muy persuasivo y la amistad de más de 20 años que ambos comparten es la que, suponemos que junto a un buen puñado de millones de dólares en la cuenta del protagonista de Los miserables, ha hecho posible la existencia de esta Deadpool & Lobezno que en Zona Negativa ya hemos podido ver y de la que vamos a hablar a continuación.
Contando en su casting con los habituales Morena Baccarin, Rob Delaney, Karan Soni, Leslie Uggams, Stefan Kapicic o Brianna Hildebrand y sumándose a este Emma Corrin (The Crown) Matthew Macfadyen (Succesion) y otro puñado de intérpretes que no conviene desvelar Deadpool & Lobezno sigue manteniendo en su guion a Rhett Reese, Paul Wernick y Ryan Reynolds, a los que se suman el escritor de cómics Zeb Wells y Shawn Levy, realizador que tras dirigir a su compatriota en Free Guy y El proyecto Adam parece haberse ganado su confianza, ya que no solo interviene en la escritura de la obra, también la dirige y produce. Todo este equipo da empaque a una de las películas sensación de la temporada y la única pieza cinematográfica del Universo Cinematográfico Marvel que veremos este 2024 tras varios traspiés de sus últimas superproducciones. ¿Está el resultado a la altura de las muy altas expectativas depositadas en un proyecto tan esperado por fans de los cómics, las películas del Marvel Studios o las del mercenario bocazas? la respuesta es un rotundo sí, pero hay carencias, que serán debidamente mencionadas.
De manera que dejad de apretar el culo, porque sí, Deadpool & Wolverine nos da todo lo que esperábamos de ella (no poco, precisamente) y mucho más. Es un orgiástico festival de humor negro, acción, sangre, vísceras y una cascada incesante de metareferencialidad que va desde coñas con Disney, Fox, Kevin Feige, Hugh Jackman o Ryan Reynolds hasta un desfile de guiños a los cómics que tiene su culminación en un pasaje que recrea algunas de las portadas más icónicas de los X-Men. ¿Recordáis aquel tráiler en el que decían que iban a respetar lo acontecido en Logan? Pues no solo no lo respetan, sino que lo profanan de la manera más divertida y salvaje, pero que esto no nos lleve a engaño, porque Deadpool & Lobezno, más que la inclusión de ambos personajes dentro del Universo Cinematográfico Marvel o un gran paso hacia delante hacia el futuro, es un homenaje al pasado.
Porque sí, Deadpool & Lobezno es un rendido tributo y una declaración de amor a todas las películas inspiradas en personajes de Marvel Comics desarrolladas por Fox, con algún añadido sorpresa nacido en otra compañía, que cierra un ciclo de más de veinte años de aventuras en celuloide protagonizadas por los Hijos del Átomo. Curiosamente esa mirada cariñosa y nostálgica hacia atrás no solo apunta a los proyectos que fueron grandes éxitos, sino también a aquellos que se revelaron como rotundos fracasos, a los que no tuvieron la oportunidad de ser ni una cosa ni otra, porque quedaron en el limbo, e incluso a algún sueño húmedo, más de actualidad, que pillará por sorpresa al más pintado. Esta idea queda plasmada en una gran cantidad de cameos que producirá orgasmos freaks, viendo desfilar por la pantalla a un reparto de intérpretes del que es conveniente no saber nada, de manera que hasta que no veáis la película procurad huir de las redes sociales, porque los enemigos de los spoilers corréis grave peligro.
Pero el mayor atractivo de Deadpool & Lobezno es, como era de esperar, la bestial química que destilan Ryan Reynolds y Hugh Jackman en pantalla. Porque aunque ya hay quien está vendiendo la película como la más épica del UCM desde Vengadores: Endgame o Spider-Man: No Way Home, la cinta de Shawn Levy no es más que una divertidísima buddy movie cuyo epicentro narrativo es la interacción entre sus dos personajes protagonistas. Una vez más, aflojad el esfinter, porque esta película hace que desaparezca el mal sabor de boca que X-Men Orígenes: Lobezno nos dejó cuando enfrentó a los dos canadienses más carismáticos de Marvel Cómics. Si bien todas las conversaciones, chascarrillos, discusiones y constantes enfrentamientos con enemigos son divertidísimos, son las dos grandes secuencias de combate entre los dos roles las que más sacan provecho, junto a los pasajes dramáticos, del lujo que supone ver a estas dos estrellas del cine hacer lo que mejor saben.
Aunque no es oro todo lo que reluce, ya que Deadpool & Lobezno tiene una flaqueza bastante reseñable que no debemos dejar pasar. Es evidente que el ritmo endiablado, los protagonistas entregándolo todo para no dar un respiro al espectador y los cameos estrella en cascada perdonan el hecho de que el guion escrito a diez manos es, sin lugar a dudas, el más flojo de las tres entregas que llevamos de películas protagonizadas por Masacre. La inconsistencia narrativa, las arbitrariedades innecesarias, las endebles excusas argumentales para que los guionistas lleven la historia por donde quieren y la acumulación de deus ex machinas confirman que Reynolds y sus muchachos deberían haber pulido bastante más un libreto que contaba con mucho potencial, ya que la misión encomendada a Wade Wilson por la TVA recuerda mucho a la saga de Landau, Luckman y Lake, una de las mejores del personaje, escrita por el gran Joe Kelly, que aquí sirve como una pobre justificación para materializar la inclusión de los personajes en el UCM casi a martillazos y con bastante caos.
Pese a que hemos afirmado que queda lejos de la épica de la culminación de Vengadores: Endgame o de la que aconteció con la reunión de los tres Spider-Man cinematográficos en Spider-Man: No Way Home, la misma tiene presencia en no pocos pasajes de Deadpool & Lobezno, porque como sucedía en las otras dos entregas protagonizadas por Wade Wilson esta tercera tiene corazón. Sí, bajo la violencia gratuita, los chistes sexuales y la zafiedad festiva hay un trasfondo dramático compartido por los dos personajes principales que culmina en el tercer acto con un par de secuencias diseñadas para hacernos soltar la lagrima. En el trayecto los dos antihéroes se enfrentan a sus propios demonios, los mismos a los que apela Cassandra Nova para mermar sus voluntades, interpretada esta por una muy solvente y disfrutona Emma Corrin, que sin caracterizar a uno de esos villanos genéricos y olvidables de Marvel Studios, tampoco es aprovechada desde la escritura para estar a la altura de su contrapartida nacida en las viñetas de la mano de Grant Morrison y Frank Quitely en la mítica colección Nuevos X-Men. Algo parecido sucede con un divertido Matthew Macfadyen al que para interpretar a Paradox básicamente le han pedido que repita su papel del pusilánime Tom Wambsgans en la magistral Succesion.
Deadpool & Lobezno ha hecho que la espera de años por ver a los dos personajes repartir hostilidades, propias y ajenas, en pantalla grande haya merecido la pena. Ryan Reynolds, Hugh Jackman, Shawn Levy y compañía, que aman profundamente estos personajes y el microcosmos ficcional en el que se mueven, han hecho el «máximo esfuerzo» para que esta sea la película que todo fan quería y lo digo yo, que mientras escribo estas líneas ya la he visto dos veces, una en la madrugada del miércoles al jueves y otra el mismo jueves, esta vez en VOS. Ahora mismo no tengo números a mano, pero estoy seguro no solo del éxito de la película, sino de su potencial para convertirse en el film con calificación R más taquillero de la historia, con nuestro Marvel Jesus como serio aspirante para destronar al de Mel Gibson, que es el que actualmente posee el título. Ahora, si Deadpool & Lobezno va a salvar el UCM de su actual bache es difícil saberlo, porque sus vínculos con el mismo son más bien tangenciales y de no demasiada importancia, algo que confirman sus dos escenas post créditos.
Dirección - 9
Guión - 6.5
Reparto - 9
Apartado visual - 9
Banda sonora - 9
8.5
Deadpool & Lobezno es un homenaje tanto a sus dos personajes principales como a todas las películas facturadas por Fox inspiradas en personajes de Marvel Comics. Una fiesta alocada, salvaje y metareferencial cuyos protagonistas y estrellas invitadas compensan la poca consistencia de su trabajo de escritura.
Bastante de acuerdo con a crítica en lineas generales. Porque más allá de su (reconozcamoslo, disfrutable) festival metareferencial y su fan service abusivo, en cuanto a trama y escritura de guión se le ven las costuras por todos los lados.
Es, eso sí, muy divertida (si tienes amplitud de miras para diregir sus chistes soeces). Reconozco que alguna aparación inesperada (si, ESA) me hizo «chorrear» de gusto (por aquello de estar a la altura con el tono general del film), pero «Deadpool y Lobezno» ni innova, ni sorprende (en terminos escrictamente cinematográficos) ni aporta nada nuevo al MCU. ¿Salvará el universo Marvel cinematográfico? En terminos económicos me imagino que sí, ya que parece que está funcionando muy bien en taquilla. Pero este MCU necesita tomarse un respiro, ver las cosas con cierta distancia, y reflexionar hacia donde quiere ir para no caer en la repetición y el aburrimiento y no provocar el hastío del espectador.
Leeré la crítica después de ver la peli, que prefiero ir al cine sabiendo poco.
Pero una cosa que ya ha demostrado esta peli es que sí se podía llevar al cine un Lobezno de amarillo. A ver para cuándo una Patrulla X noventera, bien colorida y estridente. 😀
(En serio, el traje de Lobezno está muy logrado, me ha alegrado mucho verlo en el trailer).
A nadie le importa Logan. Henry Cavill trendrìa que haber sido Cìclope, pero malograron esa gran oportunidad. Lo mejor es que Marvel desaparezca para siempre sin dejar rastro, y lo mismo para DC.
He salido en general muy satisfecho de la peli. Por muchas cosas, incluso aunque otras no me hayan gustado. Pero creo que han acertado con el tono y el ritmo (quizá me han sobrado unos cuantos minutos).
Curiosamente, uno de los aciertos de esta franquicia -para mí- es que es sabe no tomarse demasiado en serio a sí misma. Unos minutos antes ponían el trailer de Brave New World que promete un tono a lo «Soldado de Invierno» que a mí me gustó bastante y es todo contrario a esta película. Pero creo que el desenfado le sienta bien a los pijamas. Y al cine en general, si se lleva bien.
Reconozco que Deadpool nunca me gustó en los cómics, pero el personaje que se ha sabido construir Reynolds, incluso más allá del mercenario bocazas, me resulta simpático. Creo que está bien medido por no estar medido, y en esta ocasión es un vehículo que sirve muy bien para ser el hilo conductor, para la intención de la película y hasta para el festival de cameos.
Sobre los cameos, alguno intuí en algún reportaje «sin spoilers» que no anduvo demasiado sutil, pero en general son bastante satisfactorios. Sirven para lo que sirven y de vez en cuando se utilizan para desengrasar (y también para ser objeto de mofa) del incesante cotorreo del protagonista. Aconsejo a quien no haya visto la película que intente ir virgen al visioniado y se deje sorprender. No hay grandes locuras pero van bien ccon la peli.
Me gustan las coreografías, sanguinolientas y bastante comiqueras, me gustan los muchos detalles (algunos evidentes, otros más ocultos) referenciales al mundo del cómic y al del cine. Me gusta la química entre dos actores que se nota que se lo están pasanddo bien y que aman lo que hacen. Me gusta el encaje de los secundarios. Me gusta la banda sonora, bien integrada con la película. Me gusta cuando la peli te atropella a base de gags, chistes o vísceras, pero también me gusta cuando se tiene que tomar un segundo para hacerte sentir. Me gusta la explicación que le dan al traje amarillo. Me gusta la resolución del mumbojumbo final, que en una peli plagada de cameos pintaba desde lejos a que se iba a resolver con un Deus Ex Machina pero que contrariamente a lo habitual en el mundo del cómic, se resuelve mediante la navaja de Occam.
Y sobre todo me gusta que la peli no sea lo que no tenía sentido que fuera. No es abrir una puerta a otro mundo. Es cerrarla a otro. No de un portazo, sino con suavidad, mirando con cariño todo lo que se deja atrás. Y como se dice en un momento de la película, no avergonzándose de ser una peli de supers.
No es una peli perfecta ni pretende serlo. Pero para mí es una peli muy satisfactoria.
Vista. Me ha gustado, pero como las dos anteriores. Es decir, la fórmula viene a ser la misma: violencia a mansalva, humor negro y ruptura de la cuarta pared, aunque todo ellos aumentado un peldaño o dos en la escala de brutalidad. Tiene el añadido de volver a ver a Hugh Jackman como Lobezno y además con su traje tradicional. Los cameos le aportan algo de salsa, pero no dejan de ser un poco fanservice que no aportan a la trama en sí, se podrían haber eliminado todos y sustituirlos por personajes anónimos y no habría cambiado nada. Igual que su presencia en el UCM que solo sirve para hacer metarreferencias y no parece que la película vaya a tener influencia en el universo Marvel 616, de hecho en su mayor parte ni siquiera transcurre en él.
En conclusión, no creo que esta película pueda ser el baremo para saber si Marvel se ha recuperado o no. Para eso tendremos que esperar a la de Capi Falcon, que me da a mí que no va a tener tanto éxito.
Yo lo pasé muy bien viéndola, no hubo momentos de aburrimiento. La química entre los actores fue determinante, así como los cameos (un regalo para los fans de las películas que ya muchos habían olvidado) y las coreografías de las luchas. Ah y la música también fue otro punto alto.
Aunque sabía a lo que iba al ver una película de Deadpool, y aunque el humor negro o irónico me gusta, resultaba agotador tanto chiste de connotación sexual (sí, parezco un viejo odioso… pero al principio hace gracia y luego ya cansa…)
Obviamente este no es el camino para las películas de superhéroes (no digo que no deban existir productos así, pero deber ser la excepción).
Wolverine encarnado una vez más por Hugh Jackman fue literalmente el ancla de la película, quien ponía un poco de racionalidad (que curioso, no?).
Ahora queda esperar la llegada de los X-Men al UCM y esperemos que sea otra década de éxitos y nuevos fans.