#ZNCine – Crítica de Bitelchus, Bitelchús, de Tim Burton

Hoy hablamos de Bitelchús, Bitelchús, la secuela de la cinta de culto de 1988 dirigida por Tim Burton.

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Dirección: Tim Burton
Guion: Alfred Gough, Seth Grahame-Smith, Miles Millar. Personaje: Michael McDowell, Larry Wilson
Música: Danny Elfman
Fotografía: Haris Zambarloukos
Reparto: Michael Keaton, Winona Ryder, Jenna Ortega, Catherine O’Hara, Justin Theroux, Monica Bellucci, Willem Dafoe, Filipe Cates, Juliana Yazbeck, Burn Gornman, Arthur Conti, Santiago Cabrera, Danny DeVito
Duración: 104 min
Productora: Warner Bros., Plan B Entertainment, Tim Burton Productions, Tommy Harper Productions. Distribuidora: Warner Bros.
Nacionalidad: Estados Unidos.

 

Es un hecho irrefutable que Tim Burton lleva años, muchos años, sin ser el mismo autor que nos enamoró con obras maestras como Eduardo manostijeras, Batman vuelve, Ed Wood, The Mars Attacks o Sleepy Hollow. En las últimas dos décadas nos ha entregado alguna que otra pieza excelsa como Big Fish, La novia cadáver, Sweeney Todd, o Frankenweenie, pero lo que ha primado en este etapa de su filmografía son producciones cumplidoras, algunas casi adscritas a la mediocridad, como los remakes de El planeta de los simios, Charlie y la fábrica de chocolate y Sombras tenebrosas, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares o el live action de Dumbo. Por eso a nadie debería sorprenderle que, desde hace bastante tiempo, Burton quisiera aprovechar su larga asociación con Warner Bros para resucitar su primer gran éxito, aquella Beetlejuice, conocida en España como Bitelchús (sic), protagonizada por Michael Keaton, Winona Ryder, Alec Baldwin, Geena Davis, Catherine O’Hara o Jeffrey Jones, entre otros. 36 años separan una y otra película, de manera que era lógico que la idea de una secuela tardía despertara tantas ganas de ver qué nos ofrecía Burton con el regreso de su primer personaje icónico, como dudas con respecto a la viabilidad del proyecto. Del reparto repiten casi todos excepto Jones, algo que abordaremos un poco más tarde, y se suman Jenna Ortega (Scream), que después de comenzar una buena relación profesional con Burton en Miércoles interpreta aquí a la hija de Ryder, Justin Theroux (Mulholland Drive), Willem Dafoe (Spider-Man: No Way Home), Arthur Conti (La casa del dragón) y Monica Bellucci (Spectre). Desde que tuviera su puesta de largo internacional en la última edición del Festival de Venecia Bitelchús, Bitelchús ha sido considerada, no solo una magnífica secuela de su predecesora, sino también la mejor película de su director en mucho tiempo. A continuación discerniremos si, en nuestra opinión, estas afirmaciones son ciertas.

Ver a día de hoy la primera Beetlejuice de 1988 es asistir a un Tim Burton sin filtros o ataduras haciendo lo que mejor sabe, imbuirse por el cine, la televisión y la literatura de terror que marcó su infancia y adolescencia pasándola por su particular impronta en la que el humor negro da corpus a una historia harto divertida y repleta de imaginación que ha envejecido magistralmente en el aspecto técnico y artístico, solo viéndose algo vetusta con respecto a algunos de los apuntes cómicos del personaje que da título a la obra. El mayor halago que podemos dar a Beetlejuice, Beetlejuice es que es totalmente consecuente y continuista con respecto a su predecesora. Lo es no sólo a nivel argumental, de hecho se parece demasiado a aquella en este aspecto, pero también en el conceptual y espiritual, porque el acierto pleno de Tim Burton a la hora de abordar esta secuela es, al igual que en el film original de 1988, el uso de efectos especiales prácticos, dejando en un notable segundo plano al CGI.

Esta declaración de principios juega muy a favor de la propuesta de Burton, que en los últimos años ha abusado, en mayor o menor medida y con mejor o peor resultado, de unos efectos especiales generados por ordenador que han quitado verdad a gran parte de ese universo barroco y expresionista tan característico nacido de su impronta que se ha ido diluyendo y despersonalizando con el paso de los años. Por suerte en Beetlejuice, Beetlejuice los decorados son reales y las transformaciones monstruosas o las criaturas sobrenaturales respiran látex por todos y cada uno de sus fotogramas, de manera que el mayor escollo, la posibilidad de encontrarnos un Beetlejuice que traicionara la esencia del original, es superado con creces y gracias a ello recuperamos una faceta más artesanal de Burton que se echaba mucho de menos.

En lo concerniente al reparto todos cumplen adecuadamente. Winona Ryder resulta creíble como una Lydia Deetz madura, al igual que Jenna Ortega como su lacónica e hiriente hija. Catherine O’Hara sigue demostrando por qué es una actriz cómica nata, Justin Theroux destaca como el patético Rory, Willem Dafoe no tiene mucho tiempo en pantalla para lucirse, pero, como es habitual en él, lo borda y el joven Arthur Conti da bien la réplica a Ortega como su interés sentimental. La ausencia de Jeffrey Jones, expulsado de Hollywood tras ser condenado en 2003 por posesión de pornografía infantil y solicitar a un menor de edad posar desnudo para realizarle unas fotografías, ha sido resuelta por parte de Burton con imaginación, no poca sorna y algo de humor negro en una de las ideas más felices del largometraje.

Pero del casting es necesario reseñar lo mejor y lo peor, centrándonos en dos de sus intérpretes principales. Sin lugar a dudas, y como era de esperar, Michael Keaton es, al igual que en la cinta de 1988, lo mejor de esta secuela. El maquillaje hace parecer que no ha pasado el tiempo por el fantasma y «bioexorcista» con el actor de Birdman como pez en el agua dando vida a una versión idéntica a la del primer largometraje, con su humor rancio y pasado de moda incluido, algo de agradecer. En el otro lado de la balanza encontramos a una Monica Belucci como Delores, una variante diabólica de Sally, la muñeca de trapo de Pesadilla antes de Navidad; que aun esforzándose y salvo por un par de secuencias interesantes, una de ellas con divertido cameo incluido, aporta poco a la trama y podría haber sido eliminada del guion sin que este se resintiera lo más mínimo.

Hablando del guion lo hacemos del que para un servidor es el punto más flaco de Bitelchús, Bitelchús. De la escritura se ocupan tres colaboradores de Tim Burton como Alfred Gough y Miles Millar, showrunners de la serie Miércoles, y Seth Grahame-Smith que escribió para el cineasta el libreto de Sombras Tenebrosas. El problema radica en que esa virtud mencionada con anterioridad, la fidelidad a la primera película, también juega en contra del relato que se ve encorsetado en ciertos parámetros autoimpuestos que no le permiten profundizar más en un universo que ya desde 1988 mostraba un potencial que todavía no se ha explotado totalmente. De esta manera la estructura argumental es demasiado similar la de la primera Beetlejuice y por ello la película no puede volar libre y llegar mas lejos en su propuesta.

El cómputo global es que Bitelchús, Bitelchús es una muy digna secuela de Bitelchús gracias a la intencionalidad de Tim Burton por no traicionar una obra de culto como la suya, cuya integridad cinematográfica ha quedado intacta por su buen hacer con esta segunda entrega en la que ha puesto mucho corazón, como puede verse, por poner solo un ejemplo, en ese inesperado homenaje a La maschera del demonio, de Mario Bava, uno de los pasajes cinéfilos más bonitos que he experimentado este año en pantalla grande. Para un servidor supone cierta recuperación de un Tim Burton que llevaba años funcionando, salvo en contadas excepciones, con el piloto automático y ojalá no solo nos lo devuelva rejuvenecido profesionalmente, sino que pueda tener una continuación más, lógicamente titulada Bitelchús, Bitelchús, Bitelchús, que será bienvenida si su resultado es similar al de esta.

  Dirección: Tim Burton Guion: Alfred Gough, Seth Grahame-Smith, Miles Millar. Personaje: Michael McDowell, Larry Wilson Música: Danny Elfman Fotografía: Haris Zambarloukos Reparto: Michael Keaton, Winona Ryder, Jenna Ortega, Catherine O'Hara, Justin Theroux, Monica Bellucci, Willem Dafoe, Filipe Cates, Juliana Yazbeck, Burn Gornman, Arthur Conti, Santiago Cabrera, Danny DeVito Duración:…
Dirección - 8
Guión - 6
Reparto - 8
Apartado visual - 8
Banda sonora - 7.5

7.5

Bitelchús, Bitelchús es una digna secuela de su predecesora que recupera a un Tim Burton más artesanal y de autor que pareciera haberse perdido hace muchos años. Realización y reparto funcionan a muy bien nivel, pero el guion peca de conservador y no explota adecuadamente su propuesta.

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Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
29 septiembre, 2024 20:00

Gracias Juan. Todavía no la vi, pero quería resaltar (atado al articulazo de Batman) lo afin que me sentía en los 90 a Burton, sin duda para mi era EL director de al menos la primera mitad, por más que otros más renombrados también estallaban en esos años (Tarantino, Fincher, los Coen, etc.), la perfección de Beetlejuice a Marte Ataca! es tremenda. Ya la del jinete me pareció un ejercicio de estilo, y después como comentas tiene cosas disfrutables (la de Charlie a mi me gusta) pero nunca tocó el nivel de Ed Wood o las 2 Batman. Un poco como esas bandas que hacen un par de discos geniales y después repiten el estilo. Pero bueno, solo los grandes llegan a ser directamente un adjetivo. Hitchconiani, tarantinesco…burtoniano.