DECISIÓN A CONTRARRELOJ
«Te he echado de menos.»
Continuamos nuestro vistazo a la cabecera de El Espectacular Spiderman con el segundo tomo Marvel Saga publicado por panini cómics. En estos números podremos disfrutar de la que fuera la última colaboración entre Paul Jenkins y Humberto Ramos dedicándose a contar historias del arácnido. Como comenté en la reseña anterior, esta cabecera se publicaba en paralelo a la etapa de Joseph Michael Straczynski en la serie principal, durante los primeros años del nuevo milenio. En el primer arco Jenkins enfrentó a Spiderman con uno de sus más conocidos enemigos, para este segundo arco trae más de lo mismo con la aparición de uno de los némesis por excelencia de Peter, el Dr. Octopus.
La historia se desarrolla en torno a ese enfrentamiento entre Spiderman y Octopus. El villano ha regresado y lo hace más fuerte que nunca y con un plan diseñado para desestabilizar toda la política mundial si Spiderman no cede y admite su derrota.
En lo que se refiere a la historia, el tomo empieza bien. Jenkins parece darle un mayor grado de importancia a algunos secundarios que en el arco previo poco tuvieron que hacer y nos hace seguir a Peter en momentos más cotidianos y reales que siempre han sido un factor diferencial del personaje. Además, la incorporación a la serie de Mary Jane Watson trae, como viene siendo habitual, un contrapeso a las trama de Spiderman que le sienta de maravilla a la serie. Sin embargo con el paso de los números y según la trama del Dr. Octopus va acaparando más y más páginas el arco se desinfla. Jenkins pretende contarnos aquí el trágico pasado del villano y jugar con la contraposición de las personalidades de Otto y Peter, pero ninguna de las dos propuestas es ejecutada de una manera particularmente interesante. El plan de Otto incluye además una visión que, sin llegar a considerarse ofensiva, se percibe como particularmente ingenua del conflicto en Oriente Próximo por parte del guionista. Todo culmina en un clímax que parece fuera de lugar y con una resolución algo conveniente.
En cuanto al dibujo, Ramos continúa con un estilo similar al del tomo anterior. Las escenas que más he disfrutado en el guion de Jenkins, aquellas en las que vemos a Peter vivir su vida más normal, son aquellas en las que el arte del mexicano tiende a ser menos vistoso, utilizando fondos con nulo o mínimo detalle. A la inversa, cuando el guion de Jenkins empieza a flaquear a medida que se acerca a su conclusión el artista entrega su trabajo más vistoso e interesante. Destaca su diseño de Otto, que es atractivo aunque sin librarse del tratamiento anatómico particular del artista. En general, al igual que en el tomo anterior, considero que hay páginas en las que el artista le deja demasiada responsabilidad al color, trabajo realizado aquí por Studio F con especial mención a Edgar Delgado, lo que no saca el máximo partido del arte. El trabajo de Delgado incluye una escena a modo de flashback que hace uso de una técnica de color distinta que saca más partido de los lápices de Ramos.
En definitiva, estamos ante una obra con un guion algo flojo y con un apartado artístico inconsistente. El mayor éxito de los creadores es hacer que Spiderman se sienta completamente neoyorquino, un aspecto que suena a obviedad pero que bien ejecutado suma muchos enteros a cualquier historia del arácnido. Aquí Nueva York y sus habitantes se utilizan más allá de como escenario genérico y esto supone el factor más disfrutable del cómic. Por desgracia, no es suficiente para tapar las carencias de una obra que acaba resultando muy poco memorable.
Lo mejor
• Cada escena con Mary Jane.
• La presentación de Nueva York.
Lo peor
• La trama se acaba enredando y se resuelve sin grandes alardes.
Llevadero
Guión - 5.5
Dibujo - 6.5
Interés - 6
6
Una obra con escenas entretenidas pero con un guion algo flojo y con un apartado artístico inconsistente.
