Me quedo muerta
La muerte es una de esas cosas que alimentan la imaginación para dar lugar a cientos y cientos de historias en las que ponerle cara a ese misterio definitivo del que nadie sabe nada. Hemos visto el cielo y el infierno imaginados de mil y un maneras, reencarnaciones, purgatorios de los credos más variopintos, o incluso a la mismísima Parca inspirando a cierto titán loco a cometer un genocidio. Es sin duda un tema que hace y hará girar los engranajes de la creatividad, haciendo crecer año tras año la lista de obras inspiradas en él. Una lista a la que se ha sumado una de los últimos cómics estadounidenses que nos ha traído al castellano Planeta Cómic.
Hablamos de Grim, la nueva obra creada por Stephanie Phillips y Flaviano, estrenada originalmente en mayo de 2022 bajo el seno de la editorial BOOM! Studios. Una serie que puede presumir de haber alcanzado ya los cuatro volúmenes en su país y avanzar con paso firme hacia el quinto, algo cada vez menos habitual en unos tiempos en los que la tendencia general suele ser de miniseries limitadas.
A los mandos del guion de la obra se encuentra Stephanie Phillips, una autora con una carrera en la que la hemos visto sobre todo trabajar para las majors, con incursiones en series como Harley Quinn, Fénix, Wonder Woman o Spider-Gwen entre otras, pero también en el mercado independiente con diversas obras propias, tales como Nuclear Family (Aftershock), We only kill each other (Comixology) o la reciente Life (DSTLRY). Por la parte del dibujo nos encontramos con Flaviano, artista italiano fundamentalmente conocido por su trabajo en Los Nuevos Mutantes o la mini infantil Yo soy Groot. Lo acompaña en el color su compatriota Rico Renzi.
Lo que Grim nos presenta es un Más Allá en el que la Muerte claramente ha entendido el concepto de delegar servicios: algunas de las personas que cruzan al otro lado al morir son elegidas para convertirse en parcas y cooperar en la tarea de ir a buscar a las almas de los recién fenecidos. Es el caso de Jessica Harrow, una de esas muchas parcas que se dedican a cruzar una y otra vez la laguna Estigia al cargo de los pobres desdichados que han visto finalizar sus días. Sin embargo, Jessica es distinta. A diferencia del resto de sus compañeros, la joven no recuerda cómo fue su vida o su muerte, un misterio que la ha perseguido siempre y que empezará a investigar tras un lance fortuito que la lleva a perder su preciada guadaña.
Hay potencial en lo que Stephanie Phillips nos plantea en su premisa. La guionista nos plantea un argumento que, sin ser especialmente revolucionario, sabe repartir unas buenas cartas para arrancar su serie con interés, jugando con la mística de la muerte y vistiéndola con un tono un poquito chabacano y punky, en esa tendencia habitual de desmitificar conceptos elevados. Hay buen material para construir cosas y una presentación con gancho en el primer capítulo.
Sin embargo, bajo mi punto de vista el efecto inicial va difuminándose según avanzamos debido a algo tan vital como es el trabajo de construcción de personajes. Jessica Harrow tiene los mimbres para poder ser una protagonista atractiva, pero se queda por el camino por culpa de un desarrollo ligero y poco ambicioso. Algo que se agrava más aún con el elenco de secundarios, que pasan a ser ya directamente clichés carentes de profundidad y cuya única función parece ser decir la frase que le toca a su tipo de personaje.
Reconozco además que la trama que se va desenvolviendo a lo largo del tomo no consigue atraparme demasiado, quizás precisamente por esa falta de apego a los personajes que uno siente. El enigma a desentrañar y las revelaciones importantes no terminan de tener el efecto esperado porque no hay vínculo emocional con sus protagonistas.
En el apartado artístico encontramos quizás un punto más destacable de la serie, con un Flaviano que logra darle una identidad interesante a la obra. El artista italiano aporta su firma dándole un toque rockero a la muerte con su trazo de estilo juvenil, y aunque en algunos momentos hay algunas figuras algo entumecidas, en general el libro goza de un buen ritmo y unas buenas escenas. Resulta interesante también el trabajo de diseño que, sin llegar a ser del todo memorable, logra sacar cosas curiosas como El Final o la propia protagonista. El aura del tomo termina de resaltar a los ojos gracias a la labor de Rico Renzi, que con su coloreado logra darle la nota de vigorosidad a las páginas, jugando constantemente con una paleta vibrante llena de rojos, azules y amarillos en medio de un tono oscuro, dándole cierto aroma a discoteca con luces de neón y aportándole cierto toque chic al Más Allá.
En definitiva, Grim es una serie que consigue llamar la atención con su planteamiento, pero que en su presentación no logra enganchar debido sobre todo a un trabajo de personajes superficial y poco inspirado. Dada la veintena de números que alcanza ya al otro lado del charco, quizás su funcionamiento mejore con el avance de los números, pero desde luego este primer volumen de toma de contacto no invita en especial a sumarse a su aventura de ultratumba.
Lo mejor
• Un interesante trabajo al color de Rico Renzi.
Lo peor
• Los personajes no logran sobresalir más allá del boceto inicial.
Guion - 6
Dibujo - 7
Interés - 6
6.3
Ligera
Aunque parte de una premisa atractiva, Grim no consigue sorprender en su arranque y se limita a entregar una historia correcta con pocos puntos destacables.