TAMBORES DE GUERRA
«Los Vishanti exigen tu servicio»
Reseñamos el segundo arco de Doctor Extraño escrito por Jed Mackay. Después de un primer arco más bien introductorio, y que ya reseñamos recientemente, en el que el guionista reintroducía a Stephen Extraño a su zona de confort y ponía las cartas sobre la mesa acerca de lo que estaba por venir ahora le toca a Mackay jugar la mano y entregar una historia memorable.
En el comienzo de la etapa pudimos ver la nueva dirección de D.A.M.N. liderada por Pandora Peters, después de reclutar al Doktor Zee esta versión mágica de SHIELD comenzó a investigar los asesinatos de diferentes figuras importantes en el mundo de la magia. Mientras tanto, los Extraño investigaron ataques astrales que provocaban que niños no se despertaran y acudieron a la boda de la madre de Clea y asesina de Stephen, Umar. Durante la celebración aparece un individuo que parece tener todas las respuestas y promete ser un desafío para la magia de Stephen Extraño, se trata del General Extraño.
El sexto número de la serie se dedica a explorar un concepto nacido en los años noventa, la Guerra de las Siete Esferas. Esta guerra entre los grandes poderes mágicos fue introducida en la etapa de Len Kaminski al frente del personaje pero no llegó a dar muchos frutos en las viñetas, ya que fue luchada y resuelta fuera de ellas. Mackay ya había jugado un poco con el concepto, dejando caer el nombre en varios instantes y es aquí donde descubrimos lo que el autor pretendía. Esta entrega nos cuenta la historia del General Extraño, el Stephen Extraño que libró la guerra durante 5000 años. El cómic toca temas interesantes aunque poco novedosos, constituyendo una crítica mordaz aunque breve y poco profunda de todo conflicto armado, aprovechando al máximo la naturaleza fantástica del Universo Marvel. El dibujo de Juan Gedeón tiene cierto aire clásico y un trazo agresivo y acompañado por los colores de KJ Díaz resulta en un apartado artístico sobresaliente.
Durante el resto del arco, Mackay continúa haciendo gala de un conocimiento profundo de la continuidad y de un excelente tratamiento de los personajes. La trama obliga a sus protagonistas, recordemos que desde el principio el canadiense ha colocado a Clea en el centro de sus tramas junto a Stephen, a enfrentarse a sí mismos y a definir su naturaleza por medio de sus acciones. La aparición de un doble maligno no es, ni mucho menos, un concepto novedoso en la industria del cómic superheroico, he de decir que la figura que hace de contraposición de Clea me parece más original e interesante, pero Mackay muestra que un concepto tan antiguo puede seguir siendo efectivo. Además, el guionista enlaza el arco a la perfección con su trabajo previo, lo que muestra una sólida base de planificación detrás de esta etapa.
Aparte del sexto número que mencionaba, el arte del arco corre a cargo una vez más de Pasqual Ferry. En la reseña previa comenté que su estilo puede tender a dar un aspecto algo inacabado a la obra y en estos números he notado además que en ocasiones no encuentra la composición adecuada para una viñeta y coloca al lector demasiado cerca de lo que está teniendo lugar y deseando alejarse un poco para poder ver bien a los personajes. El punto fuerte del artista está en sus diseños y sus efectos, que cuando mejor funcionan le dan a las páginas un aspecto casi psicodélico. Los colores de Heather Moore acompañan y elevan el arte de Ferry a la perfección, completando con colores más vivos que en los primeros números el notable apartado artístico del cómic.
En definitiva, el segundo arco, aunque casi podría considerarse el primero, de Mackay al frente del Hechicero Supremo confirma lo que el canadiense venía demostrando desde su primera miniserie dedicada al personaje, que tiene muchas ideas para el rincón mágico de Marvel y un profundo afecto y respeto por sus protagonistas. Sin embargo, considero que en estos números el guionista ha dejado de lado alguna de las ideas que planteaba en el primer arco, como es el caso de D.A.M.N., que aunque hace apariciones parece muy relegado a un segundo plano, un papel muy distinto a como fue presentado. Aunque estos aspectos no tienen mucho peso al tratarse tan sólo del segundo arco de la serie. La trama, aunque con su dosis de tópicos del género, cumple con creces y un trabajo notable en el apartado artístico remata un arco sólido para el personaje.
Lo mejor
• De nuevo, el trato que se le da a los protagonistas.
Lo peor
• Hay aspectos de la trama que caen en clichés del género.
Sólido
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7.5
7.7
La trama, aunque con su dosis de tópicos del género, cumple con creces y un trabajo notable en el apartado artístico remata un arco sólido para el personaje.
