Con un poco de retraso, aquí tenemos nuestra edición mensual del mejor y más fantabuloso (bueno, también es el único) Magazine Marvel España de Zona Negativa. Estamos preparando grandes cambios para 2025 en este nuestro Magazine y tenemos muchas ganas de compartirlos con vosotros, los lectores. Pero para revelar estas novedades os emplazamos a que esperéis un poco más y os metáis en vena vuestra dosis Marvel de todos los meses. ¡Vamos a por ello!
TITULARES
• Columna de opinión
• Juicio a…
• Novedades
• El cómic destacado del mes
• Quien es Quien
• Hablemos de clásicos
Columna de opinión
En el apartado de opinión del Magazine Marvel de este mes hablamos de Jed Mackay
Este 2024 que se acerca a su fin ha visto una situación inédita en más de 20 años dentro de Marvel Cómics. El mismo escritor se iba a encargar de guionizar, al mismo tiempo, las colecciones más importantes de dos de las franquicias top de la Casa de las Ideas. Las series son La Patrulla X y Los Vengadores. Y el escritor, Jed MacKay.
En esta nuestra santa casa, Zona Negativa, ya hemos tenido nuestros momentos de, digamos, “debate” entre algunos de nuestros lectores que en el pasado han discutido sobre las bondades (o no) del trabajo de MacKay en Marvel. MacKay publicó su primer trabajo en Marvel en 2011 (dentro de la antología X-Men: Proteger y servir) pero no sería hasta 2018 cuando el público mainstream comenzaría a conocerle como un valor en alza gracias a trabajos como la miniserie Daredevil: el Hombre sin Miedo, que servía de puente entre las etapas de Charles Soule y Chip Zdarsky. Sin embargo, el personaje que le puso en el mapa sería Felicia Hardy, la Gata Negra, con quien MacKay mostró algunos de los que más tarde se identificarían claramente como sus puntos fuertes: construir historias utilizando elementos variados de la continuidad marvelita, diálogos ágiles, gran facilidad para desarrollar situaciones cómicas pero al mismo tiempo sin perder de vista componentes abiertamente dramáticos.
Las distintas series/miniseries de la Gata Negra (que se acabarán publicando en España en un Omnibus, y si no, al tiempo) son ahora unos cómics casi de culto, el “lugar donde empezó todo”. A principios de la actual década, Marvel, inmersa en una importante crisis de creatividad y sin grandes figuras (Aaron quemado, Hickman preparando múltiples proyectos alguno de ellos incluso suyo, Ewing flojeando tras Inmortal Hulk…) decidió lanzarse de cabeza con el escritor canadiense. En menos de dos años, MacKay relanzó con éxito de crítica Doctor Extraño y Caballero Luna, coqueteó con las grandes ligas con sus especiales Intemporal, para finalmente acabar dirigiendo los destino de los Héroes más Poderosos de la Tierra.
Este mes se inicia en España su etapa junto con Ryan Stegman en La Patrulla X. ¿Le pesará la responsabilidad (y la carga de trabajo) a MacKay? Sus Vengadores no han acabado de enamorar a casi nadie. Su etapa en Doctor Extraño toca a su fin. Su destino soñado por muchos de nosotros, El Asombroso Spiderman, tendrá que esperar. Las críticas de sus cómics con los mutantes están siendo esperanzadoras tras todo lo ocurrido -editorialmente- en la era Krakoana. Le deseamos mucha suerte a MacKay y que no acabe como el último escritor que se encargó de Vengadores y Patrulla: Chuck Austen. ¿Qué no sabes quién es? Sin querer mojarnos demasiado, os diríamos que no esperéis pronto una reedición de sus cómics en ninguna de las dos franquicias…
Juicio a… La visión de Tom King
Este mes me va a costar mantener la compostura. En noviembre, Panini edita en formato Marvel Must Have el que debería ser el regalo comiquero de estas navidades: reedición completa en tapa dura de la maxiserie (12 números) que Tom King y Gabriel Hernandez Walta nos regalaron en 2016. Y por 25 euros. Que me lo quitan de las manos. El a día de hoy único trabajo de King en Marvel antes de firmar su primer contrato de exclusividad con DC, La Visión es uno de esos cómics que te hacen preguntarte qué hubiera podido hacer King (o podría) en Marvel si le dejaran libertad para hacer lo que le viniera en gana. No voy a ponerme yo a enumerar los muchos méritos de este cómic para no pisar a mi compañero Robertson aunque sí que me llama la atención averiguar qué opina nuestro gruñón profesional del trabajo de King.
¡Que comience el juicio!
A favor… Robbie R.
Este mes os traemos una de las obras más importantes de Marvel de los últimos veinte años. Por ello, empatizo con mi ilustre contrario a la hora de debatir sobre la misma. Podría, para defenderla, comenzar por los aspectos externos, que no pueriles, como puede ser la enorme influencia social que tiene el tebeo en los EEUU, estudiándose en colegios, y sirviendo asimismo, como las grandes joyas, de canal para el medio de otro tipo de lector.
Podría, de otro modo, reafirmarme en la iconicidad de las imágenes creadas por Walta. Sin entrar en la categoría de historia, el estilo del dibujante hace que el cómic deje un poso distinto. El autor posee un verdadero talento a la hora de demostrar la dualidad hombre-máquina, así como la dificultad de encajar de la familia entre la sociedad, simplemente a partir de detalles en su trabajo. Es una verdadera labor sobresaliente, impecable en algo tan complicado como es conseguir desarrollar la personalidad del protagonista, sin caer en lo rutinario.
Pero he de hacerlo en un tercer punto, especialmente, que no es otro que la historia. Tom King era un autor del que no conocíamos casi nada, aunque ya empezara a abrirse camino en el mercado. Dejando la influencia de Scott Snyder de lado, inapreciable en este tebeo, se adentra en sus pulsiones más humanas que han marcado su vida, acercando Marvel a sus autores literarios favoritos. Y no deja de situar su argumento en el Universo, haciendo participes de la misma a los Vengadores y demás secundarios. Es decir, no piensa que esté por encima de nada y no se avergüenza del mundo que contribuye a crear.
Doce números que son la muestra perfecta de porqué seguimos amando este arte. Personalmente, mes a mes, me adentro en las novedades intentando encontrar al cabo del año al menos una que me remueva como lo hizo La Visión.
La verdad, nada más que la verdad.
En contra… J.J.J.
La obra que hoy llevamos a juicio nos ofrece un protagonista americano por excelencia, un hombre… o algo parecido que ejerce como cabeza de una familia ejemplar, un héroe que se pone al servicio del pueblo estadounidense y de su presidente y del que ya podría aprender cierta amenaza arácnida neoyorquina. En cierta forma, Visión me recuerda a mi propio hijo, otro estimado icono americano. La presentación de la historia de su vida corre a cargo de Gabriel Hernández Walta, que utiliza un trazo tan fino y delicado que no es de extrañar que un miembro de la más refinada aristocracia estadounidense como el que escribe sea capaz de apreciarla inmensamente.
La Visión, el héroe que nació androide y se hizo americano. Todo apuntaba a otro gran éxito de la siempre honrada y colosal industria del cómic norteamericana. Una nueva epopeya destinada a entrar en el panteón de los ídolos modernos. Y entonces llegó Tom King, una clase de autor con la que este editor ya se ha cruzado varias veces. Uno de esos inconformistas, de esos escritores vanguardistas que buscan romper con lo establecido con sus estilos propios e ideas nuevas.
Lo cierto es, estimados lectores, que lo establecido no está ahí para cambiarlo. Permítanme decirles, como profesional de la industria de la información durante más de sesenta años, que los gigantes del país de las barras y estrellas ni existen para ser desafiados ni toman con ligereza los casos en que lo son. Hace ya mucho tiempo que se ha dejado al cómic campar a sus anchas, muchos años desde que el Comic Code aseguraba que se mantuviera la decencia, el triunfo del bien sobre el mal y los valores tradicionales que construyeron la nación. El resultado es que personajes como Tom King puedan entrar por las puertas de un coloso como Marvel y crear historias diferentes, profundas y contemporáneas.
Esta obra podría haber sido un cómic de superhéroes más, una historia de héroes y villanos, tópica, típica, ¡canónica! Y en vez de eso, King nos entregó una obra memorable.
He dicho.
Novedades
El cómic destacado del mes
Patrulla X #1
Vamos al grano y nos tiramos directamente a la yugular de los lectores, ya que este mes es el mes de Caza Sangrienta. Vamos a dirigir esta especie de recomendación a modo de preguntas. Una forma directa de abordar el tema:
PREGUNTA 1: ¿Es un buen cómic? Si, lo es. Un buen planteamiento, desarrollo y trama. Como buena entrega de introducción deja pendientes aspectos que se van a desarrollar a posteriori.
PREGUNTA 2: ¿Es un buen cómic de La Patrulla-X? Definitivamente lo es, pero si competimos con su hermana, Uncanny, pierde por unos cuantos puntos. Eso no es malo, pero Gail Simone ha pillado mejor el tono de la serie. A pesar de ello tenemos mutantes en estado puro.
PREGUNTA 3: ¿Es un luz de esperanza para la franquicia mutante? Si, definitivamente es aire fresco. La Era Krakoana estaba quemada y al final este nuevo/viejo rumbo es oxigeno para nuestros mutantes.
PREGUNTA 4: ¿Hay que leerse toda la saga Krakoana? NO. Afortunadamente empezamos contador a cero.
PREGUNTA 5: ¿Me recomendáis Patrulla X #1? Desde luego. Por favor acercaros a este numero uno y probad; creemos que nos os va a defraudar.
Doctor Muerte
Puede que tenga ya sesenta y dos años, pero la realidad es que nuestro Víctor Von Doom se mantiene tanto o más fresco que en sus inicios. Lo cual tampoco es muy difícil teniendo en cuenta que su aspecto físico, al menos el de su cara no es muy favorecedor que se diga.
Hablar de Víctor Von Doom, Víctor Von Muerte, Doctor Doom o Doctor Muerte, ya según cada uno prefiera, es hablar de uno de los villanos más antiguos y más queridos de la Casa de las Ideas.
Y es que, si bien en un ránking de villanos marvelitas en el cual también estuvieran presentes Magneto, Cráneo Rojo, Thanos o Norman Osborn, no sabemos exactamente en qué posición quedaría en dicho top 5 nuestro querido monarca latveriano, pero sabemos que tendría que estar incluido en el mismo.
Creado en el año 1962, como no podía ser de otra manera por Stan Lee y Jack Kirby, para Fantastic Four #5, con fecha de portada de Julio de dicho año, Víctor Von Muerte se nos presentaba como un villano más de la incipiente colección de la Primera Familia, que nada más aparecer secuestraba a Susan Storm, la Mujer Invisible y viajaba atrás en el tiempo para unir fuerzas con el temible pirata Barba Negra y tratar de conquistar el mundo. Ahí es nada.
Sí, puede que ese plan hoy en día nos resulte ridículo, pero hablamos de una era pretérita del cómic de superhéroes en el que sus tramas desde luego, no eran las que son hoy en día.
Muy pronto, este villano de nuevo cuño trató de unir fuerzas con Spiderman para que el arácnido le ayudara en sus villanías, lo que por supuesto Peter rechazó de plano llegando a pelear con Víctor. Por si esto fuera poco, en esa década tan fundacional que fueron los sesenta para Marvel Comics, Von Doom se enfrentó a Los Vengadores porque Mercurio y la Bruja Escarlata trataron de entrar en Latveria con el fin de encontrar a un familiar largo tiempo perdido.
Si bien sus orígenes son los de un villano más, a día de hoy estamos ante uno de los villanos más temibles del Universo Marvel, que en algunas ocasiones, pocas, y siempre que ello haya servido a sus propósitos ha ejercido de héroe, y que como vemos muy pronto compatibilizó su puesto como Némesis absoluta de Los Cuatro Fantásticos en general y de Reed Richards en particular, con la de villano de otras colecciones y personajes.
Y es que, el trasfondo del personaje que se ha ido construyendo durante sus seis décadas de existencia por vía de continuidad retroactiva, ha sido siempre a cada añadido, más interesante.
Lo que no dejaba de ser un simple villano de opereta, con una misteriosa máscara que ocultaba un horrible rostro (siempre se ha sospechado que otro gran villano de la ficción como Darth Vader claramente estaba inspirado en él) muy pronto fue presentado como el dictador, monarca y dios de Latveria, un estado ficticio europeo al que pertenecía la tribu romaní que le vio nacer y que Von Doom conquistó tan pronto como pudo.
De sus orígenes romanís vienen los misteriosos poderes mágicos que Víctor siempre ha poseído, y que no nos engañemos, no son fruto de un afortunado accidente cósmico, ni de la casualidad, sino del constante y concienzudo estudio de las artes místicas que hacen que a día de hoy, como hechicero, estemos ante un personaje cuyo poder llega a rivalizar con el del Doctor Extraño.
Por si esto fuera poco, pronto supimos que Víctor había sido compañero de la Universidad de Reed Richards, que culpaba a éste del accidente que lo desfiguró, y que a nivel científico, su prodigiosa mente está al mismo nivel que la de Reed, llegando a haber inventado importantes artilugios para el Universo Marvel como la plataforma de viaje temporal o los entrañables Doombots o Muertebots.
Por tanto estamos ante un personaje que combina poderosos conocimientos tanto científicos como mágicos, lo que lo hace uno de los más peligrosos del Universo Marvel, y si no que se lo digan a Galactus, puesto que durante las Secret Wars clásicas, Doom llegó a robar su poder cósmico, como ya años antes lo había hecho con Estela Plateada.
De este modo, estamos ante un personaje que ha llegado, en niveles de poder, a superar a casi cualquier entidad divina o cósmica conocida, llegando a ponerse por encima de como hemos dicho, personajes como Galactus, o incluso de Thanos.
Prueba de ello es esa histórica viñeta de las Secret Wars de 2015 en la que Doom arrancaba la columna vertebral del Titán Loco de cuajo y sin que éste tuviera opción de oponer resistencia.
Todo ello, ocurrió por cierto, en Mundo Batalla, un Universo completamente creado desde cero por Víctor Von Muerte según sus designios, y algo que supuso la única salvación a la que el Multiverso Marvel pudo acogerse cuando los Todopoderosos y las Incursiones que llevaban planificándose desde la llegada de Jonathan Hickman a las colecciones de Los Vengadores y Los Nuevos Vengadores dieron al traste con el multiverso Marvel tal y como lo conocíamos.
Tras aquel momento, llegó una época muy interesante para Von Doom, puesto que a pesar de perder su posición de Rey y Dios en Mundo Batalla, y de que la realidad anterior volviera a imponerse sobre el pastiche que él había creado, como resultado de todo aquello recuperó su cara anterior al accidente que la desfiguró y aprovechó el subidón de adrenalina que todo ello le otorgó para cambiar su armadura plateada y su capa verde por el traje de Iron Man, llevando a cabo diversas heroicidades que fueron narradas por Brian Michael Bendis.
En los últimos tiempos Doom ha vuelto a las andadas. Vuelve a ser ese ser de rostro malogrado que jura venganza contra Reed Richards y contra todos aquellos que osen oponerse a su poder, pero la historia de número único (one shot) que recientemente ha escrito Jonathan Hickman sobre el personaje hace ver que muy pronto sabremos más cosas de él, y que tendrá de nuevo, un papel destacado en la inabarcable historia río que es Marvel Comics que seguramente se ha impulsado por ser el siguiente gran villano del Universo Cinematográfico Marvel al que Los Vengadores deberán de enfrentarse.
Pero no creáis que Muerte carece de un pequeño corazoncito, oculto entre capas y capas de metal, magia y mala leche. Y es que, si le preguntamos a Valeria Richards (llamada como la ex novia de Muerte a petición de éste por ayudar a Susan en el parto), Tío Muerte, puede llegar a ser muy malvado, pero también muy amable.
Resulta prácticamente imposible en estas pocas líneas, contar toda la historia del personaje, o incluso resumirla, pero lo que sí queremos con este breve texto es rendir homenaje a uno de los personajes más importantes de Marvel Comics y del cómic superheroico en general, pues no cabe duda de que pocos como él lo merecen.
Un personaje que, a pesar de su villanía, resulta uno de los más complejos de la Casa de las Ideas, y un perfecto tapiz multicolor al que cada autor ha ido añadiendo su granito de arena para, respetando en líneas generales su pasado, aumentar más su leyenda.
Hablemos de clásicos
Tercer tomo recopilatorio de la colección clásica de Excalibur, en la que además, se incluye material como la novela gráfica La III Guerra Sobrenatural o la miniserie X-Men: Amigos verdaderos, amén de un par de aventuras que se publicaron en su momento en formato prestigio. Un compendio de la etapa de transición entre el final de la etapa de Chris Claremont al frente de la nave mutante y el regreso de Alan Davis, ya como autor completo.
Esta entrega se presenta como una adquisición para completistas irredimibles, caracterizada por el hecho de que las historias que contienen viven de las rentas de las premisas generales de la colección, planteadas durante la colaboración entre Claremont y Davis. El patriarca mutante firma algún arco argumental, pero son los últimos compases de su estancia en la casa de las ideas. En su lugar aparecen guionistas como Mike Higgins o Scott Lobdell. En la parte gráfica podemos encontrar nombres tan variados en cuanto a trayectoria y estilo como los de Erik Larsen, Brian Steelfreeze, Dave Hoover o Dave Ross. Como curiosidad adicional, se cuela esa Amigos verdaderos en la que maese Chris volvió a contar una historia de Rachel y Kitty, junto a Rick Leonardi. Ninguno de los dos en su mejor momento.
En resumidas cuentas, una variopinta compilación de curiosidades “excalibúricas” sin particular relevancia.