ZN: El Camino hacia X-Men 3. Parte II: Profesor-X.

Era tan obvio que Patrick Stewart es la viva imagen del Profesor-X que se puede decir que fue la primera y única opción en la mente de todos para interpretarle.
El papel que había hecho mundialmente conocido a este excelente actor británico es el de Jean Luc Picard de la saga televisiva y cinematográfica de Star Trek. Es decir, pasó de capitanear el crucero espacial Enterprise a dirigir la Escuela de Xavier para Jóvenes Talentos, carne de culto.
Stewart ha dotado a Xavier de una majestuosa presencia, pero ha logrado imprimirle una actitud intimidadora capaz de infundir todavía más respeto que su elegancia a bordo de esa silla de ruedas, que sumada a la alopecia hacen reconocible al instante al personaje.

Está claro que en el fondo las intenciones de Charles Xavier son buenas. Ha fundado un centro en el que los mutantes descarriados encuentren refugio y ayuda para controlar sus poderes, y quizá a cambio luchen algún día para proteger a la humanidad de mutantes menos responsables. Pero los métodos que utiliza el líder moral de los X-Men nos son todo lo ortodoxos que le atribuiríamos a un supuesto filántropo sino que acostumbran a incurrir en la máxima maquiavélica de justificar los medios con el fin. En su día el terrorista Magneto fue su mejor amigo, y de esa amistad algo ha de haber quedado en ambos para que Charles siga recurriendo a la manipulación para alcanzar sus objetivos.
El ejemplo más evidente de sus artes manipuladoras es que mantiene cerca a sus enemigos potenciales y así veladamente les tiene bajo control para que no evolucionen en una amenaza incluso mayor que la de sus oponentes conocidos, como hace con Jean Grey y Lobezno.

Los vastos poderes telepáticos del Profesor-X le han jugado malas pasadas en el cine porque han actuado de arma de doble filo. Es un ser tan versado y entrenado en sus asombrosas habilidades mentales que por exigencias del guión se le ha noqueado o anulado los poderes para que no ponga fin al conflicto en curso con solo pensar muy fuerte. Sin embargo siempre podrá confiar en que sus alumnos solucionen por él la situación, porque al fin y al cabo él mismo les ha entrenado para que lo hagan.

En X-Men 3 las poco éticas manipulaciones de Xavier saldrán a la luz a pesar de que se remontan a muchos años atrás, cuando reclutó a su primera alumna.
Se rumorea que morderá el polvo en esta película cuando sus antiguos planes le exploten en la cara de la mano de su antaño mejor amigo.

Profesor-X, ¿maestro o manipulador? Haz tu elección.