Echo Vol. 2

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Guión: Terry Moore
Dibujo: Terry Moore
Edición España: Norma Editorial
Contiene: Desert Run y Collide TPB USA
Formato: Tomo rústica de 216 páginas
Precio: 16,00 €

 

«Me he dado cuenta de que incluso la gente
que dice que todo está predestinado,
y que no podemos hacer nada para cambiarlo,
mira antes de cruzar la calle»

Echo es un cómic independiente de ciencia ficción de leves resonancias superheroicas dibujado, guionizado y publicado por Terry Moore, un autor versátil, siempre pendiente de ampliar sus horizontes, como demuestran sus variados trabajos para Marvel Comics, en series tan dispares como Punisher, Spider-man Loves Mary Jane o Runaways y que combina con empresas y proyectos más personales. Este es el caso de la presente Echo que nos llega a través de su propia compañía, Abstract Studios, en la que ya pudimos disfrutar en su momento de su alabada y aplaudida Strangers in Paradise, que ha permitido al autor mantener la total libertad creativa sobre sus historias. Echo nos habla de Julie Martin, una fotógrafa arruinada y a punto de divorciarse, con una hermana ingresada en el psiquiátrico, que intenta superar la peor etapa de su vida. Desconociendo lo mucho que aún va a complicarse su situación Julie Martin, durante una de sus excursiones profesionales, se ve expuesta a un extraño material metálico que queda adherido a su piel después de haber caído desde el cielo a causa de una terrible explosión. La sustancia establece una relación simbiótica con el cuerpo de Julie Martin formando un peto plateado que reacciona de manera instantánea ante cualquier amenaza que pueda dañar al huésped lanzado potentes y controladas descargas nucleares. La aleación que recubre su cuerpo se extiende, poco a poco, por su piel y no parece haber manera humana de librarse de ella. De esta manera el destino de Julie Martin queda ligado al de la física Annie Trotter, la anterior poseedora y creadora del traje que se encontraba desarrollando una nueva arma biológica a través del Proyecto PHI, situación que provocará que se acabe poniendo en contacto con el novio de esta, el ranger Dillon Murphy, que busca respuestas a la desaparición de su pareja. Los dos juntos tendrán que emprender una larga y desesperada huida de las fuerzas de seguridad, encabezadas por la experta y sagaz investigadora Ivy Raven, y del acoso de un misterioso vagabundo que también ha sido afectado por la lluvia simbiótica y nuclear y ahora persigue a Julie Martin para hacerse con el resto del traje sembrando a su paso el caos y el terror.

La road movie concebida por Terry Moore continúa con paso firme en este segundo volumen de Echo, publicado por Norma Editorial en nuestro país coincidiendo con el pasado 29º Salón Internacional del Cómic de Barcelona, donde el autor sigue construyendo un relato de corte realista, pese a su temática fantástica y de ciencia ficción, que tiene una de sus virtudes más destacadas en el tiempo que la historia se toma para desarrollar sus personajes. Unos personajes bien perfilados y caracterizados, especialmente los protagonistas, cuyas preocupaciones y sentimientos resultan comprensibles para el lector y que contrastan con la génesis de algunos de los villanos de la aventura que remiten directamente a los cómics clásicos de superhéroes. Tendríamos que destacar también la habilidad que Terry Moore como narrador en virtud de su dibujo plano y sencillo, aunque no exento de detalle y matices, que configuran un cómic fresco y divertido, con una dosificación de la intriga ajustada y perfecta que no desentona con el interesante trasfondo crítico con el que la obra intenta incitar a la reflexión sobre el poder real de la ciencia. Esto explica el pánico nuclear que sobrevuela toda la trama y que Terry Moore es capaz de presentar de una forma atractiva dándole un componente social y humano al relato que refleja una sensibilidad que ya habíamos podido apreciar en Strangers in Paradise y que el autor ya ha demostrado saber manejar de forma impecable. Terry Moore es consciente en Echo de que esta trama debe sustentar sus cimientos y estructura en función de sus personajes y no al revés, motivo por el cual se aleja de efectismos gratuitos y tópicos recurrentes, sin por ello renunciar a la acción que plasma de manera fluida y convincente, para recrearse en una visión más intima y personal de la epopeya que pretende contar. Las vueltas de tuerca de la historia resultan naturales, nada forzadas, favoreciendo la evolución de la historia que se va desvelando y encontrándose a sí misma a medida que los personajes crecen, mutan y nos muestran diferentes matices y capas de sus respectivas personalidades consiguiendo un cierto efecto matrioska que nos permite mantener el interés en ellos.

El dibujo de Terry Moore, que recuerda al estilo manga de personalidades como Katsuhiro Ōtomo o el más reciente Naoki Urasaka, pero cuya influencia más directa es la obra de autores de corte independiente como Dave Sim o Jeff Smith, sabe llevar a su terreno el uso del blanco y negro aunque, curiosamente, pierde muchos enteros en las portadas de la colección cuyo trazo parece más simple y descuido que el de las páginas interiores. El tono slice of life, prácticamente un género hoy en día, presenta en Echo un toque más ligero que el que podíamos encontrar en la anterior obra de Terry Moore, Strangers in Paradise, debido principalmente por la temática que aquí aborda, pero aún así se muestra más interesante que el que podemos encontrar en otros cómics como, sin ir más lejos, el Scott Pilgrim del canadiense Bryan Lee O’Malley ya que su profundidad y sus personajes están pensados para transmitir emociones e ideas y no son meros escaparates generacionales. En este segundo volumen de la historia, como ya ocurría en el precedente, encontramos diversas citas al inicio de cada capítulo relacionadas, como no podía ser de otra manera, con la ciencia y protagonizadas por históricos personajes como los científicos Stephen Hawking o Albert Einstein, el pensador político Thomas Paine, el saxofonista Dexter Gordon o los famosos escritores estadounidenses Ernest Hemingway y William Faulkner. La edición de Norma Editorial, por otro lado, resulta muy práctica para la lectura en un formato tomo algo más reducido de lo habitual que incluye las portadas originales de la colección y cuyo precio, pese a que en un primer momento se había anunciado un destacado incremento en él, se mantiene igual al de la primera entrega publicada. Nuestra única preocupación pues, es la de limitarnos a disfrutar de esta obra que concluirá en un tercer y último recopilatorio, donde podremos comprobar si el final de la historia de Terry Moore esta a la altura de lo que hasta ahora nos ha mostrado. Por lo pronto, el viaje vale la pena, y más allá de ello, Echo es un prototipo de cómic para todos los públicos que debería servir de ejemplo para otros autores a la hora de abordar un género como el de la ciencia ficción, fantasía y aventuras pues de todo eso y más encontramos en la historia y en todo ello, como lectores, consigue Terry Moore implicarnos.

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Raúl Martin
Lector
2 junio, 2011 9:06

Estoy de acuerdo en todo contigo, Jordi. El único «pero» que le pongo a este cómic es el ritmo de publicación que Norma le está otorgando. Y es que 1 tomo al año me parece muy poco. Vale que Terry Moore va a su ritmo y tampoco se puede exprimir demasiado el material, pero al menos 2 tomos al año se podrían publicar. Por ejemplo, la obra acabará en breve en EEUU y a este ritmo nosotros sabremos de su final 9 o 10 meses más tarde.
Cambiando de tema, no sé porqué pero yo considero Echo una serie de superhéroes más que de ciencia ficción. No la veo tan apartada de cosas como por ejemplo el Increíble Hulk o Next Men (experimentos gubernamentales que salen mal, persecución del ejército, enemigos de la misma procedencia que el héroe, sidekicks…). Aunque se trata simplemente de mi apreciación personal, por supuesto.

jorgenexo
jorgenexo
2 junio, 2011 9:44

Eco es un tebeo de super héroes. Cojonudo, además.

reecom
reecom
2 junio, 2011 11:16

El primer tomo me encanto, el segundo lo tengo en la lista de pendientes y dejare correr unos meses hasta leerlo ya que, como bien ha dicho Raul Martin, el ritmo de publicacion de norma es lamentable y prefiero que no pase 1 año hasta conocer el final.

Ocioso
Ocioso
Lector
2 junio, 2011 11:45

Creo que la serie ha acabado un mes de estos en yankilandia, por lo que Norma podría sacar el último tomo cuando quisiera. Lo ideal sería a la vuelta del verano, aunque podríamos admitir que saliera entre las novedades de la Expocomic. Esperar mas sería putearnos innecesariamente.
A mí me está encantando. No tiene la densidad de Strangers in paradise pero te engancha de tal forma que te puedes leer cada tomaco de diez números de una tirada. Te dura media exhalación, pero no por falta de contenido sino por lo bien contado que está y el ritmo trepidante de la historia.
Muchas ganas de leer el último tomo, oyes.

Raúl Martin
Lector
2 junio, 2011 14:15

Tras un vistazo al ComicbookDB, comento: La colección está a puntito de finalizar en EEUU (último #29 de 30). Además, en su país de origen Echo se recopila en TPBs de 5 números, no de 10 como hace Norma. Por lo tanto, hay un recopilatorio inédito que podrían publicar si quisieran. O la colección podría contar con su 3er y último volumen español en 2 o 3 meses, puesto que para entonces estaría completa en EEUU, también si fuera ese el deseo de Norma. De una manera u otra, sería una gran faena que nos hiciesen esperar hasta el próximo salón para poder leer el último tomo.

jorgenexo
jorgenexo
2 junio, 2011 14:34

Y tienen un lomillo de lo más elegante, quedan genial tras los SIP…

jorgenexo
jorgenexo
2 junio, 2011 14:37

Y sí, a ver si se dan vidilla en sacar el tomo 3: si tardan tendré que releerme los tomos 1 y 2 como he tenido que hacer con el 1 antes de leer el 2… Bueno, que tarden, tampoco es mal plan de relectura.

nachof
nachof
Lector
2 junio, 2011 18:27

Yo también me tuve que releer el primer tomo. También coincido en que se leen en un suspiro. Los 2 tomos cayeron casi seguidos. La historia te atrapa, te engancha y quieres seguir y seguir, hasta que llegas al final y te quedas esperando más. Y 1 año más esperando el desenlace sería una broma de mal gusto. Con que estuviera para diciembre tendrían tiempo más que suficiente para todo el proceso de traducción y maquetación. No sé cómo trabajan las grandes editoriales y si la editorial americana les van mandando los números uno a uno o si se esperan a tenerlos todos.
 
Saludos, chicos.

Gaeta
Gaeta
2 junio, 2011 19:48

Tampoco me parece que sea una colección que les dé tantas ventas como para tener que sacarla con tanta rapidez, la verdad. Si me habláis de mangas como Full Metal Alchemist, Soul Eater (por mencionar un par de Norma), es comprensible que se den prisa, pues cuantos más números en el mercado, más ventas tendrás. En un caso como el de Echo, que tiene ventas escasas pero tiene calidad, sacar a toda velocidad el tercer número (si bien es agradable para los cuatro seguidores que tenga) es sinónimo de condenar la serie al olvido… ya que cuando no aparecen nuevos números de una serie, poco a poco va desapareciendo de las estanterías de las librerías.
Lo que comenta alguien de sacar solo 5 números USA me parece una aberración que no tiene nada que ver con la edición de Norma.
Y sí, punto a favor de Norma por hacer que la coleccion encaje en diseño y formato con SiP. Quedan de fábula!
 
Por cierto, a ver si os animás a entrevistar al Moore (Terry) sobre su nueva serie, Rachel Rising!
 

Alex Cruz
Lector
3 junio, 2011 1:32

Me gusta como Terry Moore se mete a explorar las situaciones y conflictos de los personajes, eso le da mas profundidad a sus historias.

Raúl Martin
Lector
3 junio, 2011 8:52

Gaeta, no soy experto en marketing, pero prolongar el lanzamiento al mercado de un producto entiendo que suele producir un enfriamiento del posible público al que dicho artículo va dirigido. En este caso no veo ningún aspecto positivo en dilatar la publicación del final de Echo una vez esta tenga lugar en EEUU. Más bien al contrario. Y si tu suposición es cierta y el título no se vende bien (eso requeriría  un análisis en profundidad, ya que no se venderá al nivel de los títulos manga que citas, pero adquirir sus derechos tampoco es tan costoso), razón de más para atrapar el público que recientemente ha leído el cómic, antes de que pierda interés.

jorgenexo
jorgenexo
3 junio, 2011 12:23

Lo lógico en una situación como la que nos ocupa es fidelizar al mercado, garantizarte que van a repetir con tu producto: cierta espera puede ser buena para generar debate, inquietud (e incluso favorecer un aumento de precio que el pichón del consumidor asumirá porque ya no puede esperar más sin ver cómo termina el tema), pero demasiada sólo puede generar desinterés, descuelgue, olvido, vagancia, reorientación de intereses de compra…
No sé como le irá a Sir John con sus nuevos Next Men (ni siquiera sé si al final el tema ha salido para adelante y hay nuevos números, la verdad), pero cuando tienes un mercado cautivo, aunque sea pequeño (como parece que nos pasa a los fans de Echo), lo sabio es aprovechar esa cautividad y satisfacer al consumidor cuanto antes, antes al menos de que fije sus miras en otro producto más accesible que puedea despalzar al tuyo. Así que que publiquen el tercer tomo ya, joder. O al menos con la menor diferncia temporal a la aparición del último número en los USA, y quie se dejen de esperar a salones y gaitas.

Ocioso
Ocioso
Lector
3 junio, 2011 12:25

Y que usen un pegamento mejor, que a mi primer tomo se le caen las hojas.

jorgenexo
jorgenexo
3 junio, 2011 13:42

No jodas, Oci: si algún pero se podía poner a la política de precios de Norma es precisamente la solidez de sus productos… A mí hasta el momento no me ha fallado ninguna de sus encuadernaciones. Precisamente ando releyéndome los tomos de Next Men que publicaron hace ya su buen tiempo tras dejar de lado las grapas y aguantan perfectamente…

Ocioso
Ocioso
Lector
3 junio, 2011 14:05

Oye, pues con jodienda o sin ella mi primer Echo está despegado. Creo que también me pasó con un Strangers.Es normal, si cada hojita va pegada individualmente sin ningún tipo de cosido, y el grosor del tomo es el que es, lo raro es que no suceda mas a menudo. Y juro por Katchoo que en estos casos intento abrir poco el tomo y leo por una rendija.

jorgenexo
jorgenexo
3 junio, 2011 14:55

No jures en vano, tío.