«Religión. Sexo. Política. Una asombrosa vuelta de tuerca a los tópicos más sagrados de la nación para el mejor imitador del mundo, Christopher Chance. El blanco humano.
Dos de los casos son favores, el otro es un accidente, y ninguno sale según lo previsto: en «Porque he pecado» la promesa a un moribundo lleva a Chance a un enfrentamiento inesperado con el coste del pecado y la redención; secretos enterrados hace tres décadas vuelven a atormentar los restos del idealismo de los 60 en «Hacia donde sopla el viento»; y un ajado convicto saborea por última vez la libertad -entre otras cosas- en «Cinco días de gracia».
Escrito por el siempre inventivo Peter Milligan y deslumbrantemente ilustrado por Cliff Chiang, Blanco Humano: Vivir en Amerika continúa explorando los límites borrosos entre la identidad y la experiencia que definen cada vez más el mundo de Christopher Chance. Este tomo incluye también una visita especial entre bastidores donde Chiang nos muestra bocetos tanto de portadas como de páginas de esta serie nominada a los Harvey.»
Christopher Chance, el Blanco Humano, fue creado por Len Wein y Carmine Infantino para la DC. Era alguien capaz de hacerse pasar por cualquier otro hombre, gracias a sus dotes interpretativas y al maquillaje, y utilizaba ese don para tomar el lugar de personas amenazadas de muerte hasta conseguir así esclarecer quién los estaba amenazando al tiempo que salvaguardaba su vida. Tuvo sus historias, sus lectores fieles, sus apariciones como estrella invitada en las colecciones de otros personajes DC… Llegó a tener hasta una película. Pero, en el fondo, eran muchos los que le consideraban un don nadie.
Fue muchos años más tarde, cuando Peter Milligan se hizo cargo de él, que convirtiéndolo verdaderamente en “nadie”, consiguió hacer “alguien” de él; un personaje a tener en cuenta.
Milligan, introduciendo muy pequeños cambios en Christopher Chance, nos presenta su esencia más pura. Ahora Chance se pone hasta tal punto en la piel de las personas a las que suplanta que llega a saberlo todo de ellas, adivinando casi empáticamente aquellos secretos que no le han contado. Por el contrario, su verdadera personalidad deriva hacia el vacío, la apatía y una cierta indiferencia nihilista que es más una defensa ante su desorientación que una verdadera opción de vida.
Y con estos bretes, en una de sus obras más formalmente ordenadas, desde unas historias en las que el sentido del ritmo y la emoción nunca decaen, Milligan da rienda suelta a uno de sus discursos predilectos: la falsedad de lo convencional y lo modélico.
A partir de este continuo juego de apariencias y verdades que es la serie de “Blanco Humano”, Milligan reflexiona sobre las mentiras que apuntalan nuestras vidas.
A lo largo de la serie, empezada en nuestro país por Norma y continuada con el presente recopilatorio por Planeta, desfilan toda una serie de referentes sociales que son sometidos por Milligan al más absoluto despojamiento de sus máscaras para confrontarnos con sus miserias pero, también, con su pizca de humilde y pobre humanidad. A veces miserable, a veces conmovedora.
Hasta ahora a Milligan le habían dado la rèplica en la parte gráfica dos excelentes dibujantes: el tristemente fallecido Edwin Biukovic y nuestro compatriota Javier Pulido. En “Vivir en amérika” es el dibujante Cliff Chiang, mucho más maduro que en “Beware The Creeper!”, quien resuelve con una digna profesionalidad este apartado. Simplicidad y expresividad de trazo, buenos encuadres y una acertada distribución de blancos y negros son sus señas de identidad para un recopilatorio en el que son pasados por la picota un sacerdote católico, lo que queda de la ultraizquierda de los 60 en el mundo de hoy y, para acabar con una sonrisa, lo “sagrado” de tener cierta reputación sexual.
Una de las mejores series que uno puede comprarse ¡IMPRESCINDIBLE!
Un poco más flojillo que los anteriores… en cuanto a ritmo y capacidad para sorprender, pero está bien.
Cliff Chianng (o como se llame) no me ha decepcionado, pero el colorista de este tomo (¿ha cambiado?) me resulta muy desagradable.
Lo tengo pendiente de leer, pero desde luego lo publicado por Norma entra claramente en la categoría de imprescindible.
A mi este tomo, al igual que los anteriores publicados por Norma me ha parecido realmente impresionante. El dibujo de Chiang bastante bien, en la línea de nuestros Marcos Martin y Javier Pulido, aunque no tan bueno como el de ellos.
Sí, Chiang tiene menos arte que nuestros compatriotas, pero mantiene un buen nivel. La serie no tiene desperdicio, suponiendo un interesante viaje a través de muchas y diferentes historias con el nexo de Chance uniéndolo todo. No defrauda en absoluto. Me sorprende que vendiese tan poco y lástima que la cancelaran tan pronto. Para mí es uno de los cómics de Milligan que más me gustan de largo.