HARD CANDY, de David Slade

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Director: David Slade.
Guionista: Brian Nelson.
Actores:Ellen Page, Patrick Wilson, Sandra Oh, Odessa Rae y Gilbert John.
Producción: Paul G.Allen, Michael Caldwell…
Género: thriller psicológico.
Duración: 103 min.
Nacionalidad: USA (2005).

 

En contadas ocasiones, la enorme pantalla blanca del cine abandona su habitual discurso apático y reiterativo para sorprender al espectador, aturdido e indefenso por no estar acostumbrado a discursos en los que tengan cabida las dosis de originalidad, talento y atrevimiento que bien merecería el desembolso del precio de una entrada. Todos los requisitos enumerados con anterioridad los reúne Hard Candy, meritoria opera prima de David Slade, absoluta triunfadora del pasado Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges (Mejor Película, Mejor Guión y Premio del Público).
Partiendo de la importancia que en este caso adquiere el factor sorpresa, obviaré toda tentación de desgranar el desarrollo de su trama, limitándome a comentar a grandes rasgos aquellos puntos que a mi juicio destacan entre el conjunto de la obra.

SINOPSIS: «Después de 3 meses conversando en un chat de Internet, Jeff y Hayley deciden concertar una cita. Ambos parecen conectar bien y compartir los mismos gustos e inquietudes. El problema reside en que Hayley tiene 14 años y Jeff pasa de los 30. ¿Cuál es la intención de cada uno?».

Durante 103 minutos, apenas cinco personajes desfilan por la gran pantalla, recayendo todo el peso de la cinta sobre el excepcional dúo protagonista, conformado por unos inspiradísimos Ellen Page y Patrick Wilson. Apoyándose en un montaje casi teatral, Slade huye de artificios, recurriendo a una estética sobria en la que, exceptuando un par de escenas en las que evidencia su formación en el campo de los vídeos musicales, no caben las excentricidades ni excesos tan propios del cine contemporáneo.

Más allá de una estética adecuada, y un guión sólido, la gran virtud de Hard Candy reside en la creación de una atmósfera inquietante, opresiva, desasosegadora y terrorífica, transmitida eficazmente al espectador, quien asiste a un inusual despliegue de audacia que tiene como resultado el mantenerle aferrado a su asiento mientras se desarrolla una trama en la que, como suele decirse en estos casos, nada es lo que parece. Para lograr este resultado se recurre a la reducción de los escenarios, desarrollándose la mayor parte del film en la casa de Jeff, la utilización de primerísimos planos, estóicamente soportados por los protagonistas, y a un guión que en lugar de esforzarse por atar todos los cabos, permite que el espectador se forme su propia idea acerca de cómo encaja este escabroso puzzle. Y lo cierto es que la marcada intención de cederle protagonismo al espectador se acentúa aún más si cabe en las escenas más impactantes, optando por la insinuación en detrimento del exhibicionismo gratuito propio de otras obras del género. Definitivamente, no hay nada más terrorífico que la imaginación del ser humano.

Pero todo este dechado de virtudes quedarían en mera anécdota de no haber contado con el talento de dos actores que deslumbran con sus magistrales interpretaciones, reflejando a la perfección, y sin caer en lo hiperbólico, la candidez, la inocencia, la sorpresa, el poder, la angustia, el miedo, o la ira, que requiere cada situación. Mención especial merece Ellen Page, con una presencia sencillamente alucinante. Sin lugar a dudas, ambos actores darán que hablar.

En resumidas cuentas: un debut muy prometedor de Slade, quien con su talento, clase, y elegancia aborda un peliagudo tema sin caer en lo grotesco, logrando firmando una de las más gratas sorpresas que nos han ofrecido las carteleras durante este año. Tan recomendable como no apta para mentes impresionables.

Como curiosidades, comentar por una parte lo ilustrativo que resulta el precioso cartel de la película, y por otro la doble conexión de este film con el mundo de los cómics, no en vano Ellen Page interpreta a Kitty Pryde/Gatasombra en X-Men 3, y David Slade dirigirá la adaptación conematográfica de 30 Días de Noche, novela gráfica de Steve Niles y Ben Templesmith.

Un saludo y hasta pronto! (eso espero)

P.D.: ¡Gracias a Pablo Gutiérrez por animarme en esta pequeña intrusión en su parcela! 😉

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Pablo Gutiérrez
18 junio, 2006 11:41

Como ya he dicho, gracias a tí David por enriquecerla.

Ross Casares
Ross Casares
18 junio, 2006 15:04

La protagonista es Kitty Pride no? sale muy cambiada, pero se sale en el papel.

nachan
nachan
18 junio, 2006 19:07

me gusto mucho esta pelicula, sobretodo pq juega mucho con tu mente, llegan hasta a caerte bien los protagonistas :_S

como decis, esta niña, magnifica en un papel nada facil.

Allavengers
Lector
19 junio, 2006 2:39

Yo fui a verla con grandes espectativas y casi me tuve que salir del cine. La chica me cae muy mal, me pareció una película frustrante de principio a fin, rodada con ese aire de modernidad vacía, tipo Hipnos que me desagrada. Me desagrada porque en ambos casos lo formal, cómo esta hecha la película, es muy superior a lo que cuenta la película. Vamos, que esta muy bien hecha pero el guión tiene ese gran fallo que es que primero, no te crees a la protagonista, no por la actriz que, en efecto, lo borda, sino por el guión, ese personaje es inverosimil y sobretodo ODIOSO, no puede ser que te caiga mejor

Aviso de Spoiler

el pedófilo

) que la heroína. Estuve toda la película deseando que se desatara y la matara de la forma más cruel imaginable. Y segundo… ¿en serio no os pareció demasiado larga? No por duración (103 minutos están bien) sino porque da la impresión de ser un guión de un corto alargado. Perfectamente se puede contar esto en 20 minutos, si es una historiecilla rellenada con paja…
Ahora bien, merece la pena verla aunque sólo sea por el esfuerzo interpretativo de esta chica, que sube la nota de la película, siendo con mucho lo mejor de toda la cinta.

Diego
Diego
Lector
19 junio, 2006 15:53

a mi no me parece que la puesta en escena sea sobria, si no todo lo contrario. Esta llena de truqitos (filtros azules, primeros planos que despues de 5 minutos pierden todo su significado, o esa camara rara que desde el Soldado Ryan utilizan tanto), para darle un toque «artistico». El personaje de Ellen Page es muy poco creible, y en la parte final (un pegote) totalmente inverosimil