A lo largo del tiempo, en esta columna se han ido citando diversos libros que considero de cabecera. Obras de autores (españoles y extranjeros) que han dedicado parte de su labor docente, investigadora, analítica… o simplemente teórica o divulgativa a hablar de los cómics, a pensar en ellos y a abordarlos desde varios puntos de vista. Como os avancé en el primero de los textos dedicado a la bibliografía especializada, era necesario hacer algo para compilar todas esas obras; una especie de guía que, sin ser demasiado extensa, sirviera para hacer una idea sobre lo que trata cada libro, de qué ámbito provienen sus autores y cuáles son sus puntos fuertes y débiles (si los tiene).
Hoy aparecerá aquí la ficha de otra obra. Os recuerdo, queridos lectores, que a la hora de enfrentarme a este tema pensé que lo mejor sería crear una especie de ficha de cada ejemplar, donde aparecieran su título, su autor, su editorial, el año de publicación y el lugar (son datos básicos para luego buscarlos); además de algunos detalles biográficos de sus autores y una reseña explicativa de sus índices y discursos.
Continuamos en esta ocasión con un libro que se sube al carro del fenómeno zombi de Kirkman. Una obra que ha sido escrita por Lorenzo F. Díaz en la que trata, principalmente, sobre la serie de televisión que adapta el cómic homónimo The walking dead, realizando una especie de guía de episodios y personajes.
The walking dead. El libro
Autor: Lorenzo F. Díaz
Editorial: Alberto Santos, Editor, Madrid, 2011
Nº de páginas: 152
Gracias a AMC, a Frank Darabont, a Gale Anne Hurd y, por supuesto, a Robert Kirkman, los zombis han dado un paso más en su «invasión» cultural. El cómic de Image escrito por Kirkman y dibujado por Tony Moore, primero, y por Charlie Adlard, después, ha dado el salto satisfactoriamente a la pequeña pantalla en una primera temporada corta (de tan sólo seis capítulos) que ha gustado a la mayoría, que, además, ha conseguido que muchos espectadores descubrieran el material original y de la que ya se está gestando la segunda tanda (de trece capítulos esta vez).
En la Comic Con de San Diego de este año, celebrada los pasos días, del 21 al 24 de julio, se han podido ver varias imágenes de la nueva temporada, así como el primer póster promocional, obra del dibujante Tim Bradstreet, y un tráiler de casi cinco minutos, en el que se ve de nuevo el muy acertado tono y la tensión que mantendrá la serie.
Lorenzo F. Díaz se une a este fenómeno que algunos ya conocen como «walkingdeadmanía» preparando un libro de aspecto muy cuidado y atractivo; con tapa dura, una portada basada en la serie y repleto de fotografías a todo color, pero con un contenido algo escaso y sumamente opinativo.
Este autor es sumamente polifacético: es traductor de libros, tebeos, folletos y videojuegos; crítico de cómics; guionista, y escritor. Fue director del fanzine Terminal y colaboró con la revista Sunday Comics. También dirigió una época de la revista especializada Urich y preparó el coleccionable en fascículos Gente de cómic, junto con Ricardo Aguilera, para el sumplento Gente del Diario 16. «Actualmente, y mientras espera que le lleguen más traducciones, prepara dos ensayos, una novela y tres cómics», explican en la biografía de Lorenzo Félix Díaz Buendía dentro de este libro.
El libro comienza por un prólogo al uso, reproduciendo, con palabras, el comienzo de la serie. Evocador y muy acertado, al que complementa con sus propias palabras: «Es un principio brutal, sin concesiones, y tiene un tono pausado, desesperanzado. El rodaje en exteriores, la presentación poco a poco del escenarios en que nos movemos y matar a una niña en los primeros cinco minutos marcan y definen el tono general que va a tener la narración. Está diciendo: ‘ojo, que esto va en serio, no vamos a cortarnos ni a edulcorar nada; esto es una historia de terror, puede pasar cualquier cosa, y para demostrarlo hemos matado a una niña en los primeros cinco minutos’. ¿Estáis conmigo?»
En este primer párrafo ya comienza a percibirse la tónica general de la obra: la interpelación directa al lector. Una vez, un buen amigo me dijo que en una tertulia sobre tebeos lo mejor era la discusión con los demás y que un buen libro sobre tebeos quizá podría seguir ese camino. Lorenzo F. Díaz lo intenta, aunque lo hace demasiado directo, para mi gusto.
En un momento determinado de esas primeras páginas del prólogo, el autor da un giro a su discurso narrativo. Hace una pausa, real o como parte de la estrategia narrativa, y deciden cambiar el tono de ahí en adelante. «Perdón por la interrupción, pero no puedo seguir. Todo lo que han leído hasta ahora está muy bien, pero se me hace cuesta arriba continuar escribiendo de este modo. […] Todo me resulta en exceso impersonal y frío y objetivo, y escribir así es muy jodido, y cada vez me divierte menos. […] Así que he buscado otra forma de escribir este libro, otro tono, uno que me permita hacerlo a gusto, más ligero, y suelto y divertido (para mí), y, sobre todo, subjetivo, que me permita las digresiones que quiera sin agobiarme por hacerlas ni buscar la forma de incluirlas con tono serio y circunspecto», explica. Y ahí es donde reside a la vez el valor y el mayor problema de esta obra: en la subjetividad y el tono.
Era una jugada arriesgada, un cambio de registro que se nota demasiado en las partes y que no terminan de casar entre sí y que puede resultar extraño (y hasta molesto en ocasiones) a algunos lectores. Las páginas están repletas de esas digresiones, relacionadas con los zombis, sí, pero no tanto con The walking dead, quedando la parte del cómic de Kirkman disminuida, siendo, en principio, la base del libro.
El primer capítulo, que lleva por título «En un principio era Lázaro», se centra en las figuras de los zombis, relacionándolas con el cine, con los cómics y con los videojuegos. Desde el estereotipo clásico, hasta las figuras más modernizadas. «¿Saben una cosa? A mí lo de los zombis, pffft. Nunca han sido santo de mi devoción. En el fondo no sé qué hagao escribiendo este libro; igual por eso me está costando tanto», asegura el autor en otro ataque de sinceridad al comienzo del capítulo. Por aquí aparecen grandes como George A. Romero, Peter Jackson o Danny Boyle, entre otros, en un discurso bien hilvanado y bastante completo.
El segundo, «Muertos de papel», está dedicado, más o menos en exclusiva, a los cómics de Los muertos vivientes (o al menos eso parece), aunque siempre desde el prisma personalísimo de quien escribe. «Aunque conocía su existencia, el hecho de que fueran zombis, que creo que ya está claro que no me iban mucho, hizo que me cuestionara su lectora. Una reseña entusiasta en Internet, en el ya citado Blog Ausente para más señas, […] ayudó a que finalmente me decidiera a probar eso de los muertos vivientes». En este apartado va entrelazando sus vivencias personales para con la obra, con las biografías de los autores (Robert Kirkman, Charlie Adlard…), con la historia de los tebeos, con las tramas y los personajes. «A medida que me adentraba en ella, me daba cuenta de que la película de zombis del principio es sólo un prólogo, que lo que hace después es escribir justo lo que queríamos saber todos los niños, al salir del cine: qué pasa luego, qué nuevas aventuras correrán los protagonistas después de la palabra fin. Kirkman está haciendo la continuación de su película de zombis favorita». Repasa el cómic, pero sin detenerse en exceso, todo ello, eso sí, repleto de imágenes a todo color, como en todas las páginas del libro.
Hablando del tema de las imágenes, la mayoría de ellas están muy bien seleccionadas. Todas son sumamente ilustrativas y de gran calidad, pero, a mi juicio, las estropean añadiendo una especie de epígrafes o pies de foto muy poco adecuados (sobre todo en la parte de la serie de televisión). Por ejemplo, aparece Glenn corriendo, se ve, y aún así, un pequeño recuadro en la foto apunta: «Carrera». Una imagen de un zombi, impresionante, con otro recuadro que dice: «Muerto». Otro más: Rick golpea a un no muerto con el hacha en la cabeza, ante la asustada mirada de Glenn, y pone en la foto: «Enfrentamiento». Y siempre así. Esto podría considerarse un fallo de edición o de maquetación de la editorial, Alberto Santos Editor, responsable de esta obra.
«Apocalipsis en 16mm» continúa, en tercer lugar, llegando a la parte «central», la relativa a la serie de televisión. Unas pocas páginas sobre la gestación del proyecto, la elección de la cadena y del equipo, dan pie a un apartado de perfiles biográficos de los implicados más relevantes: Frank Darabont, Bear McCreary, Greg Nicotero, y los actores protagonistas. Destaca en este apartado la doble página sobre los personajes, haciendo una comparativa entre la versión del cómic y la de la serie. El capítulo se completa con un apartado final dedicada a los episodios. Aquí encontramos una detallada ficha, con el guionista, el director y los artistas invitados, además del título en su versión original y española (un gran fallo, ya que los títulos españoles no son los que finalmente se utilizaron en la versión oficial en castellano) y un análisis opinativo de cada uno de los capítulos. Remata con unas conclusiones al apartado, que también funcionan como generales de todo el libro. «Por supuesto, todo lo antedicho, como la mayor parte de este libro, es personal, subjetivo, y no quisiera dejar la impresión de que la serie no me ha gustado. Le pongo pegas, pero creo que no soy el único. Porque nunca llueve a gusto de todos», especifica.
El último capítulo, «Habla el rey zombi», es una curiosa entrevista a Frank Darabont, realizada por Rocío Ayuso y cedida al autor para la elaboración de esta parte. Resulta interesante tanto por las palabras de Darabont, como por la elección de hacerla de manera indirecta, sin reproducirla como preguntas y respuestas. «Los zombis pueden ser una metáfora de casi cualquier cosa. En nosotros hay grandeza y nobleza como individuos, pero como grupo somos muy nihilistas y muy destructivos, lo que puede ser la metáfora perfecta de los zombis. Pero siempre dejo que el público saque sus propias conclusiones», asegura Frank Darabont en esa entrevista.
En las 152 páginas del libro de Lorenzo F. Díaz hay de todo: páginas brillantes y páginas regulares. Está repleto de altibajos, es irregular y en momentos un poco decepcionante, aunque se percibe que el autor se ha divertido en su elaboración y el acabado, a primera vista, es muy atractivo. En mi caso concreto, esperaba mucho más de la obra, aunque resulta una guía básica de cierto interés y revela algunas curiosidades sobre The walking dead que gustarán a los fans. Con todo, es una propuesta a tener en cuenta, un nuevo material bibliográfico, divulgativo, especializado, que, si os interesa la temática zombi, merece la pena hojear.
Con esta nueva obra de hoy continuamos formando nuestra biblioteca especializada particular. Todos los ejemplares que en ella colocaremos tendrán en común el formar parte de un corpus específico sobre teoría, divulgación e investigación, con el cómic como eje de su discurso cultural. Libros que poner, como digo siempre, en nuestras estanterías, junto a nuestros tebeos. Unos libros mejores y otros peores, pero todos de cierto interés.
Aquí os dejo el vínculo de la tercera actualización del listado provisional que he elaborado, con vuestra ayuda, claro está, con todas las demás obras que intentaré localizar para ir, poco a poco, reseñando y apuntando por aquí (algunas de ellas ya han sido «fichadas»); además, vuelvo a invitaros a todos vosotros, queridos lectores, a añadir vuestras aportaciones bibliográficas. Sigamos con la búsqueda.
Nos leemos.
Muy interesante tu reseña del libro, Diego. Tal y como lo expones, si el autor habla más de la serie de TV que del cómic, la obra en sí me interesa menos. Ya que para eso está por ejemplo IMDB, que te aporta gran cantidad de manterial y curiosidades. De hecho, si conoces alguna obra que haga lo propio pero centrándose más en el cómic y en Kirkman, te agradecería que me la dijeras.
De todas maneras, el libro parece ameno e interesante de cara a un primer contacto con Los Muertos Vivientes. Y una ojeada por mi parte en la próxima visita a mi librería la tiene asegurada.
¡Profesor Loki!!!!!
Dios, qué portada más horrible…
Eso de que la serie ha gustado a la mayoria… La gente con la que he hablado a la mayoria le ha dejado algo frio
Otro libro chorra e innecesario para sacarle los cuartos a los cuatro panfilotes a los que ha fascinado la serie. ¿Cómo se puede sacar un libro sobre una temporada de 6 capitulos de una serie de TV? Esto me recuerda al libro de Perdidos que salío justo antes de acabar la última temporada. ¿Le interesó a alguien? ¿Alguién lo compró? ¿Está ya de saldo en algun VIPS?