Enfermedades de la Crítica

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Hoy rompo por decisión propia, y guiado por mi espíritu anárquico (y cierto hastío vital), el habitual contenido de la Sección de Cine para iniciar una serie de artículos en los que iré tratando ciertos temas relacionados especialmente con este mundillo de la crítica amateur y el cine en general. Advertir, que dichos artículos no tratan de ningún modo de sentar cátedra, crear nuevas polémicas ni rescatar otras pasadas. Simplemente intentaré analizar desde mi punto de vista, ciertos aspectos que me parecen interesantes. Empiezo con este Enfermedades de la Crítica, que como su título indica trata de resaltar algunos factores que a mi juicio afectan al buen ejercicio de la crítica. Vamos allá.

Seguidismo:

Esto es todo un fenómeno mediático. Desde su salida a la luz, e incluso antes, hay productos que llegan sospechosamente acompañados por un sello de calidad aparentemente unánime y perenne. Hay películas, cómics, libros… que desde su aparición gozan con el beneplácito de crítica y público, convirtiéndose automáticamente en éxitos; o bien artículos transmutados en dianas de las más agresivas inquinas por parte del mencionado binomio.

La más sencilla explicación ha dicho fenómeno es la validación. O más bien, una cadena de validaciones. Apoyando la postura general sentimos que nuestra opinión es respaldada y validada por un hecho en apariencia evidente: si una mayoría cree en algo, en ellos reside la razón, y el error es de la minoría. En ocasiones, disentir de una reconocida obra maestra es un auténtico suicidio público para el criterio propio. Es difícil llevar la contraria a toda una masa que clama un mismo mensaje.

Esnobismo:

Hace tiempo conocí a un grupo de futuros cineastas (de facultad y título universitario) que renegaban abiertamente de Steven Spielberg. Después de horas de discusión, argumentos, datos y apasionada defensa del realizador por mi parte, conseguí que llegaran a admitir la verdadera causa de su aversión por el americano: Spielberg crea productos para las masas, y ellos, como futuros profesionales, debían mantener un criterio superior al del espectador medio.

Este fenómeno del “esnobismo” crítico es, aún siendo todo lo contrario que el punto anterior, un modo diferente de seguidismo. Siguiendo los patrones de conducta de grupos minoritarios, este tipo de crítico se coloca a sí mismo a un nivel superior al juicio de sus colegas. Es algo que se lleva mucho en este microuniverso nuestro: ciertos sectores rechazan todo aquello que sea un consumible mediático para centrarse en alabar productos exclusivos, semidesconocidos y, en ocasiones, de dudosa calidad. Es un método distinto de obtener reconocimiento social, pero esta vez tratando de evidenciar un juicio único, especial y, por supuesto, superior.

Aquí siempre surge el eterno debate de ¿Qué es mejor? Una película checoslovaca del 51, que muestra durante dos horas a un hombre muriendo en un iceberg, cargada de metáforas y segundas lecturas? ¿O un film americano, mediático y exitoso, que te hace pasar dos horas de actividad cerebral nula, pero de hiperactividad visual incesante? Me temo que aquí ya penetramos en el eterno conflicto entre el arte y la diversión, que trataré próximamente.

Negatividad:

Muy relacionado con el segundo punto. Hay gente que considera que el criterio y el valor como crítico se gana mediante un único tipo de reseñas: las negativas. Dichos escritores, se han hecho no ya todo unos expertos prácticos en este tipo de diatribas, sino que han ido profundizando en esta negatividad hacia nuevas cotas, como la crítica destructiva o directamente la crueldad analítica. Hay medios (revistas, blogs, webs) en las que JAMÁS he logrado leer una crítica positiva de alguna obra. Ni una alabanza, ni un cumplido, ni tan siquiera una recomendación.

En el otro extremo está el positivismo exacerbado. Esto tiene alguna lógica. Hay gente que se centra en disfrutar con obras y goza recomendándolas y haciéndose eco de su calidad. Es un método legítimo de tratar de compartir con el prójimo aquello con lo que te has regocijado. Una forma de difundir la buena nueva. Sin embargo, a corto plazo este tipo de crítica es muy poco popular. No tiene el gancho de las polémicas, ironías y mofas que trae consigo una reseña negativa. Aunque a largo plazo, tanta negatividad suele provocar efectos como el derrotismo y la desesperanza e, inevitablemente, desgaste y crisis del medio.

Personalmente creo que aquí influye de manera determinante el peso que le de cada lector a la crítica. Desde mi punto de vista una crítica negativa no impedirá que consuma un producto si lo tengo previsto. En este aspecto prefiero probar por mí mismo y juzgar a posteriori. Sin embargo, una crítica positiva sí me puede convencer de apostar por una obra. En este sentido creo que la crítica no hace un servicio de discriminación (compra-lee-ve esto, o no lo hagas) sino de orientación. Una guía para nuestras expectativas.

Mitomanía:

Otro de los grandes males de nuestro universo. Ya hablé de ello en aquel cansino artículo previo a la crítica de Superman Returns y que tenía por título La Enfermedad de la Nostalgia (sí, seguís en ZN, no es el sumario de Saber Vivir). La mitomanía arremete el juicio del crítico desde un solo frente que tiene muy distintas consecuencias. De algún modo se ha estigmatizado a los autores, y todos tienen ya una marca que indica la calidad que debemos esperar de ellos. Sin embargo, en algunos casos, estos estigmas se magnifican en relación a obras puntuales del autor. Leo a menudo multitudes de críticas positivas de una obra debido a que su autor, en un lejanísimo pasado, fue el creador del trabajo más notable de su época. Y también todo lo contrario: de un autor de dudosa calidad jamás se puede esperar un buen producto.

Para clarificar: ¿Y si Chuck Austen escribiera una obra a nivel de Watchmen? ¿Estamos juzgando la obra, o al autor?.

Otra vertiente de la mitomanía afecta mucho a las adaptaciones. He leído en ocasiones alabanzas a una película debido al escrupuloso respeto hacia el original, sin llegar a juzgar factores como la calidad del guión adaptado, la técnica narrativa o las interpretaciones (aquí suelen surgir en su lugar las habituales comparaciones físicas entre el intérprete y su alter ego de papel).Y obviamente todo lo contrario. Durísimas críticas causadas por factores triviales tales como si el traje original de fulanito lleva una raya de más, o el tubo de escape del Batmovil está al otro lado. Ante estas puntualizaciones de echa de menos cierto criterio.

Favoritismos:

Aunque este tema parece haberse puesto muy de moda últimamente, no es nada nuevo. Desde que el medio crítico existe, mentes suspicaces han tratado de poner en duda su juicio argumentando tratos de favor y amiguismos. En mi ingenuo fuero interno, creo que el alma del crítico (del buen crítico, al menos) es independiente y siempre trata de guiarse por ese irreverente sentido del honor periodístico que hace del escritor un ser casi incorruptible. De este modo, no sería el individuo la diana de dichas acusaciones, sino el medio para el que trabaja.

Terreno pantanoso este. Normalmente el proceso a seguir a la hora de verter imputaciones de este calibre consta de tres fases: creer, saber y opinar. Pero muchas veces esta serie se trunca, y se pasa del creer que se sabe, a opinar directamente. Y en ocasiones ni siquiera es necesario creer. Simplemente basta con dejarse llevar por la imaginación y empezar a especular. Es difícil, prácticamente imposible, penetrar en el fuero interno de un sistema editorial y hacerse eco de sus motivaciones reales y las causas que las incitan.
Algunas cosas que desde mi punto de vista echan por tierra estas teorías de la conspiración: Si un medio de distribución se pone en contacto con uno crítico, lo hace evidentemente para promocionar sus productos. Se da por hecho, por tanto, que el medio crítico goza de cierto éxito que le convierte en interés del medio editorial. Ese éxito, obviamente, lo ha ganado anteriormente a la entrada en juego del medio de distribución, probablemente, criticando alguno de sus productos. Entonces, ¿se arriesgará el medio editorial a tratar de alterar el juicio del medio crítico, (o se impondrá, por vete tú a saber qué, el cambio el propio medio crítico) arriesgándose a perder su propia identidad, la fuente de su éxito y por tanto un medio de distribución y publicidad tan valioso en el proceso? Y analizando las motivaciones de distribuidoras y editoriales ¿les interesa tanto una crítica positiva de sus productos como la publicidad en sí? En ocasiones, como lector de prensa, me he encontrado con una revista presidida por el cartel del blockbuster de turno, y en su interior una dura crítica contra la película. ¿Se acabó la colaboración, entonces, previa bronca?

Y ya cerrando el tema, otro posible escenario. Trabajar con ningún medio de distribución garantiza la independencia (ejem!), trabajar con uno, la parcialidad… ¿y trabajar con todos? ¿O al menos con la mayoría más representativa? Prácticamente todos los gigantes mediáticos mundiales reciben muestras e invitaciones a pases para crítica de casi todas las distribuidoras, entonces ¿alaban a todas? ¿Dónde queda su criterio? ¿Aquello que les hizo (y hace) ser un referente en su medio? En este sentido, creo que los favoritismos de cada crítico tienen como causa más a los mitos internos, que a conspiraciones tras las bambalinas, que siempre queda la duda de si existen. Y si existen quién las forma y qué las motiva. Según ciertas fuentes hay una isla en la que viven Elvis, James Dean y Kennedy. Cada cual que le de la credibilidad que crea que merece.

Valoración:

Sin duda, el más notable talón de Aquiles. Hablo de cifras y estrellitas doradas junto al título de una obra. Sin duda es el factor más notable y orientativo de toda la crítica, el que antes atrae la atención del lector pero como he dicho más de una vez, desde mi punto de vista lo menos relevante. Para mí, en este sentido, la palabra clave es “orientativo”. Es muy difícil juzgar algo tan abstracto como el arte mediante un instrumento tan conciso como un número. Dichas notas tienen un simple carácter explicativo en las que el factor fundamental es establecer un baremo.

Tarea harto complicada esta. En ocasiones me he encontrado con dieces a películas de cuestionable calidad y con notas mediocres para algunos de los bombazos del año. Yo por mi parte asumo mi parte de culpa. En un principio traté de establecer en este aspecto una norma: un producto recibía una o otra nota si cumplía con lo que prometía. Después de mucho cabilar dejé de lado los cometidos particulares de cada trabajo para tratar de establecer un baremo general. Y esto es muy difícil porque, si Sky High o Mi Super Ex – Novia se valoran con un 10 ¿Qué nota le ponemos a Ciudadano Kane o Blade Runner? ¿Un 50? ¿Un 100?. A lo largo de casi tres años escribiendo críticas he puesto tan sólo tres dieces? ¿”Esnobismo”? Quiero pensar que no. Lo que trato es establecer un baremo, una señal para que cuando el lector habitual vea un 10 presidiendo una crítica, sepa que es una película que, desde mi punto de vista, es extraordinaria.

Envoltorio:

En este aspecto soy muy dogmático. En los tipos de arte que tratamos sólo juzgo dos aspectos: qué se cuenta y cómo se cuenta. En esta era digital que vivimos, muchas veces nos vemos tratando de ser seducidos por efectos efectistas que a menudo conquistan con efectividad nuestro juicio. Los recursos técnicos son, y espero que así siga siendo, un medio. Un medio valioso, complicado, preciosista, pero un medio al fin y al cabo, que se pone al servicio de la historia. En lo últimos tiempos hemos asistido a todo lo contrario: la técnica se convierte en la meta y la historia en un accesorio para explotarla. No nos dejemos engañar por el envoltorio, ni por el recipiente, sino por lo que contiene.

Un ejemplo. Rizando el rizo. El 20 de Septiembre mi compañero, y a pesar de ello amigo, Juanjo Palacios postea una reseña recomendando Los Defensores. Habla sobre la (no) originalidad de la obra, su sentido del humor, el dibujo de Kevin Maguire… y se lía la parda. Por la maquetación. Comprendiendo que cada consumidor es dueño de su dinero y con él exige lo que quiere, Juanjo hablaba de factores artísticos y literarios y sin embargo se juzgó su reseña desde el punto de vista de algo accesorio (y ajeno a la propia obra y sus autores) como la producción editorial. Insisto, rizando el rizo y salvando las distancias, es como si servidor a la hora de juzgar una película empezara hablando de la incomodidad de la butaca, la charla de los espectadores de al lado o el sabor de las palomitas.

Repito: Se debería juzgar la obra.

Criterio y Argumentación:

Mola. Me he echado unas risas. Es la mierda. ¡Qué tontería!… ¿Hasta qué punto es valiosa una opinión personal a la hora de redactar una crítica? Como parece que el tema da bastante de sí, lo dejo para la próxima semana en Opinión vs Crítica. Dejo de aburriros. Hasta el Domingo que viene, al menos.

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Juanjo Palacios
8 octubre, 2006 14:22

Chapeau el texto! Una reflexión muy lúcida de la que espero tome nota la gente, porque toca temas importantes de los supuestos males que algunos le han atribuido a ZN en las últimas semanas.

Allavengers
Allavengers
Lector
8 octubre, 2006 15:18

Interesantisima reflexión. Desde luego, ser crítico de algo, parece sencillo en una charla informal, pero cuando se hace en un verdadero foro, con vocación periodística, uno tiene que tener en cuenta todos los factores que enumeras. Ahora bien, dudo mucho que nadie se lo tome tan en serio como tú, una lastima. Veo cada día más, el deseo de los críticos de ser un personaje, de ser el importante él y no su crítica ni la obra que comenta, buscando un estilo alabador para ciertas obras y autores y destroyer para otra, totalmente sistemática y predecible, de tal modo que uno ya sabe lo que va a encontrar en esa crítica.
Aunque de todas maneras, prefiero ese método al de «me lo como todo» y es que hay gente, como Julian Clemente, que para oirle una crítica negativa, joder, el comic tiene que lanzarle ácido en la cara…

Meisenhauser
Meisenhauser
8 octubre, 2006 15:25

¿Solo a ZN? A todos los medios de comunicación en general, diría yo.

Los puntos que expones, Pablo, están muy bien desarrollados y retratados, pero me temo que forman parte del ser humano desde que este dio rienda suelta a su vena creativa, y que jamás se resolverán: las obras literarias del s.XVIII ya tenían ese problema con las críticas… O quizá es porque tiendo a ser muy pesimista y creo que el mundo jamás tendrá solución.

También apoyo la moción de que las críticas debieran ser únicamente orientativas, pero me temo que la gente suele lanzarse directamente a ver «la nota» y quedarse con esa idea. Para no complicarse la vida, vaya. Eso de las cincos o nueves es traicionero a más no poder…

Pero vamos, buen artículo, en definitiva, en especial los apartados sobre la Mitología y el Esnobismo (qué grandes verdades…).

Sólo dos pequeños (mínimos) tirones de orejas: es «cavilar» y no «cabilar» (ains), y
¿»efectos efectistas que a menudo conquistan con efectividad…»? XD Suena un… pelín raro.

Ya estoy esperando el de la semana que viene…

Locus
Locus
8 octubre, 2006 15:29

Okei, y al hilo del post justificativo -que no viene mal como repaso de los males en que muchos incurrimos a la hora de enjuiciar una obra- con el que aparentemente se justifica el desastre del tomo de Los defensores. La pelicula Kung fu hustle, aqui Kung Fu sion, padecio un doblaje horrible, «adaptado», cuando al margen de la parodia inherente al caracter de comedia de la producción, en el transcurrir de la historia se rendía un homenaje sincero al género de luchadores de karate, a las producciones clásicas del género y a algunos actores muy famosos en aquellas tierras. Qué se cuenta: La historia de unos luchadores retirados en su crepúsculo vital que deben hacer frente a una poderosa amenaza. Cómo se cuenta: con los clichés y mecanismos de la comedia bufa, del slapstick y de la parodia. Hasta ahí una crítica convencional…
Pero señores, ustedes están olvidandose de algo muy importante. Al tratarse de una ADAPTACIÓN para otro mercado debemos JUZGAR en la crítica otros ASPECTOS, en el caso del cine los doblajes (y pese al general buen nivel de nuestro país hay ejemplos flagrantes de cagadas de traducción espectaculares: «defenestrar» no se me va de la cabeza por más que hayan pasado ya dos años del Episodio III, señor…) Para la literatura «normal», seria, la crítica dedica un apartado a la EDICIÓN española de la obra extranjera en cuestión, de ahí que la MAQUETACIÖN y la TRADUCCIÓN sean aspectos sumamente importantes, al poder DESVIRTUAR el contenido de una obra o la intencionalidad del autor.
Volvamos al mundo de los comics. Los dibujos bonitos, el guion divertido, blablabla… ¿Sabemos si Giffen y DeMatteis querían que las viñetas del Banner boca abajo estuvieran invertidas para acentuar el efecto de agobio del personaje en la situación? ¿Queremos de verdad empezar a realizar crítica auténtica que se centre en todos los aspectos de una obra editada en nuestro país? ¿O de nuevo simplemente aconsejar la compra de un comic -por lo demás simplemente correcto- que no llega ni a la suela de los zapatos del peor número de la JLI que el trío calavera realizara hace ya más de una década? Porque ahí está la diferencia. Si no dignificamos la edición de esas obras y exigimos un respeto por la obra original en la adaptación al castellano seguiremos padeciendo estos errores sin solución. ¿Estos señores no han oido hablar de la corrección de textos? ¡¡¡¡¿GONDER COMAN?!!!! Tenemos lo que nos merecemos, sigh!

Juan Gómez-Jurado
8 octubre, 2006 15:47

«Qué es mejor? Una película checoslovaca del 51, que muestra durante dos horas a un hombre muriendo en un iceberg, cargada de metáforas y segundas lecturas? ¿O un film americano, mediático y exitoso, que te hace pasar dos horas de actividad cerebral nula, pero de hiperactividad visual incesante?»

La versión de Hollywood, en la que el iceberg está lleno de pingüinos mutantes carnívoros, a los que el pobre tipo tiene que tirotear sin compasión.

furlupus
furlupus
8 octubre, 2006 16:17

….Ja,ja,ja! Muy bueno el arículo…hacia ya falta algo así. Aún siendo algo que tácitamente todo el mundo debe de intuir, esta bién que de vez en cuando pongamos los piés en el suelo y veamos de que se compone ése ejercicio tan ibérico que es criticar, más aún,incidir hacia el trasfondo y motivo de nuestra propia opinión…

Juanjo Palacios
8 octubre, 2006 16:26

Anda, lo de Gonder Coman lo comento en uno de mis posts para la próxima semana, se ve que no soy el único que se dio cuenta 😛

WWfan!
WWfan!
8 octubre, 2006 16:35

>>>“Qué es mejor? Una película checoslovaca del 51, que muestra durante dos horas a un hombre muriendo en un iceberg, cargada de metáforas y segundas lecturas? ¿O un film americano, mediático y exitoso, que te hace pasar dos horas de actividad cerebral nula, pero de hiperactividad visual incesante?”.

¿Qué es mejor un bocata de manteca colorá o un plato de siempre preparado de lujo en un hotel de 5 estrellas?…
Es algo que no entiende la crítica ni la entenderá en la vida… que hay tiempo para cada cosa sin que ninguna de las dos sea ni perfecta ni dañina…

quike102
quike102
8 octubre, 2006 17:09

El artículo muy bien hasta que llegamos al final donde se da a entender que todo lo escrito es una mera justificación del ya cansino caso de «Los Defensores».
No digo que sea la intención del autor pero lo parece.

Julián
Julián
8 octubre, 2006 17:13

hay gente, como Julian Clemente, que para oirle una crítica negativa, joder, el comic tiene que lanzarle ácido en la cara…

Qué va, Allavenger, pos no he puesto tebeos a caldo… Lo que pasa es que prefiero hablar de los que me gusta en vez de perder el tiempo con los que no.

Juanjo Palacios
8 octubre, 2006 17:15

Yo comparto la opinión de Julián, prefiero centrarme en recomendar lo que me ha gustado, aunque considero que criticar cómics que no me gustan no sería tampoco una pérdida de tiempo.

Alexander
Alexander
8 octubre, 2006 17:25

Para mí el ejercicio de la crítica tiene mucho de subjetivo. Pensemos por un momento que aquella persona que critica tiene su propias creencias, conocimientos y valores, y es de todo ello en lo que se basa para efectuar una crítica.
Pero cada cultura es diferente, y dentro de ella cada persona también. No podemos tomar nuestros standares como referencia absoluta para juzgar algo.
Por otro lado, el cine se hace para un público en específico. No pretendamos que a todo el mundo le guste todo por igual.
Al fin de cuentas, sobre gusto no hay nada escrito… pero por lo visto, se escribe bastante.
Piensen en definir por ejemplo algo tan subjetivo como la bellesa.Varía de lugar en lugar, de rincón en rincón. Y eso pasa con toda película, libro, etc.

Fofito the clown
Fofito the clown
8 octubre, 2006 18:30

¡Gilipolleces!¡Todo son gilipolleces!

ku
ku
8 octubre, 2006 18:41

Ya se que esto que voy a decir no tiene nada que ver con el articulo en cuestion, pero necesito que alguien de los que mandan lo lea, se los baje, los vea, y los comente o les dedique un post!

Ya van 2 capitulos de la serie «Heroes» de la cual hablasteis aqui hace un tiempo.

https://www.zonanegativa.com/?p=2868

Tardaran meses (o años) en llegar a España, pero esta serie merece la pena bajarsela subtitulada o en original desde la propia web de la NBC. Es como un comic o una peli de Supers pero con la ventaja de al ser cada capitulo de 45 minutos, poder desarrollar muchisimo mas a los personajes.

Una animadora que se autoregenera cuando se hiere, un poli que escucha los pensamientos, un chino que puede alterar el espacio-tiempo y viajar en el tiempo y teletransportarse, una mujer cuyo reflejo en el espejo tiene vida propia, un pintor drogadicto que preve el futuro en sus obras, dos hermanos que saben volar, un malo que quiere destruir nueva york con una bomba nuclear y parece que asesina a gente (y supers) para devorarles el cerebro, un cientifico que descubre como identificar supers y donde, una organizacion que quiere silenciarlo y acabar con ellos…

GUAU!!! En serio, si de verdad os gustan los super-heroes, aqui tenemos a los X-men del siglo XXI, con solo 2 capitulos le pegan mil patadas a TODAS las pelis de supers estrenadas en cine.. VERLA POR DIOS!

Heroes, todos los lunes en la NBC, y los martes-miercoles en castellano en bittorrent o similares…

😉

wayne
wayne
8 octubre, 2006 19:08

Estoy de acuerdo en general con el artículo, sobre todo con el asunto del esnobismo, y, además, creo que en ese aspecto TODOS debemos reflexionar, porque a todos nos sale alguna vez la vena snob. Yo, al revés de lo que muchos piensan, opino que las críticas deben ser muuuuuy subjetivas, cuanto más mejor, porque es la única manera de saber qué te vas a encontrar, conociendo un poco al crítico, qué le gusta y qué no, qué espea de una obra, y qué efectos ha proiducido la obra en cuestión en él. Por eso yo me fío de algunos críticos (en cine por ejemplo del del ABC, Oti Rguez. Marchante, me parece el más adecuado a mis gustos) y de otros, pues casi que son casos de «confianza negativa» (si algo les gusta, no me gustará a mí).
Ah, y no esoty nada de acuerdo con quike 102, al menos a mí no me ha parecido ésa la intención del post. Y que conste que encuentro normal el debate que se generó con la metedura de pata de Panini, y creo que tampoco pasaba nada, como bien hizo -Juanjo posteriormente (rectificar es de sabios, ya se sabe), por comentar ese aspecto también en la crítica de la obra.

Ragnarok
Ragnarok
8 octubre, 2006 20:41

Estoy de acuerdo con el artículo en general y felicito a su autor por el trabajo sagaz que ha realizado. Sólo quiero hacer unas cuantas puntualizaciones:

– La primera es que sí creo que una crítica puede ser objetiva. Lo que no puede ser objetivo es una opinión. Una crítica cinematográfica puede y debe atenerse a aspectos valorables, magnitudes aprensibles, tales como la calidad de la actuación, la fotografía, la música, el montaje, el guión, la dirección, etc. Y bajo ese punto de vista una película puede calificarse de buena o de mala (que es muy distinto a «me ha gustado» o «no me ha gustado»). Y la cultura de base y los gustos personales son relativamente influyentes si la película es buena y está bien contada.

Por ejemplo, si alguien me hubiera dicho hace dos años que una película de superación personal con una boxeadora de protagonista me encantaría habría dicho «rocky woman no, gracias».

– El buen cine y el entretenimiento no están necesariamente reñidos. Es más, no creo que el cine sesudo y el entretenimiento tampoco lo estén. Recomiendo películas como, no sé «Arcadia» o la mismísima «El club de la lucha». Películas con una cantidad de referencias y detalles y metáforas abrumadoras, que dan para horas de charla después del cine, y que nos tienen pegados a la butaca.

Pero salvo estas dos cosas (y una se ha dicho en los comments), el artículo es cojonudo (fundamental sobre todo el análisis del snob, personaje al que se deja callado exhibiendo más cultura que él en su campo y no siendo un capullo gafapasta, y te quedas la mar de agusto). Enhorabuena!

Ragnarok
Ragnarok
8 octubre, 2006 20:42

magnitudes aprehendibles, perdón!

Pikodoro
Pikodoro
8 octubre, 2006 21:06

Lo siento. Dejé de leer al llegar a lo de negatividad y positivismo. Me alucina el elogio desmesurado de la «crítica» positiva, cuando fundamentalemnte vivimos una época en que toda crítica (la más mediática, la dominante) es un continuo canto a la excelencia de casi todo lo que se presenta al público. A eso se le llama publicidad o ausencia de sentido crítico. Vale el ataque a la negatividad exacerbada, pero qué raro que no se ataque nunca la perspectiva contraria, el «mola porque mola» de la crítica «positiva», la cual, por cierto, rara vez argumenta, sino que se limita a encadenar adjetivos (relean a Jesús Palacios, el rey del vacío posmoderno).

Y encontrarle defectos a Spielberg (su enfoque sensiblero y simplificador, la estructura generalmente repetitiva de sus películas «serias», el carácter casi irremediablemente unívoco de sus imágenes) es fácil, aun reconociendo su calidad (es el puto amo en la narración directa). Lo escrito en el artículo, sin embargo, es pura mitomanía («si no les gusta Spielberg, es que tienen un problema»).

Sergio Robla
Autor
8 octubre, 2006 21:24

Dejé de leer al llegar a lo de negatividad y positivismo.

Em… pues entonces quizás deberías acabar de leer el artículo antes…

Zicmu
Zicmu
8 octubre, 2006 22:08

«Lamento no haberme expresado con mayor claridad».
¡¡¡TOMA LECCIÓN (a todo el mundo) DE HUMILDAD!!!

En vez de achacarle la culpa al receptor (que al no haber terminado la lectura ha echo un juicio posiblemente erróneo), como se ha hecho más arriba… te la echas a tí mismo asegurando que no te has expresado correctamente. ¡Ole tus huevos XD!

Sergio Robla
Autor
8 octubre, 2006 22:20

Que conste que yo dejé de leer el comment al llegar a «Dejé de leer al llegar a lo de negatividad y positivismo» 😉 Porque me parece que se critica con más propiedad si se tiene conocimiento de lo que se critica.

Toni Boix
Autor
8 octubre, 2006 22:46

Una reflexión esplendida, Pablo. Enhorabuena y abrazotes. Da gusto tener compañeros de viaje como éste.

Raúl López
Admin
8 octubre, 2006 23:30

En mi caso (que será el de muchos de mis compañeros) el tiempo que puedo dedicarle a la web es reducido, por ello tengo que elegir muy bien de lo que hablo. Me llena más como redactor hablar de por ejemplo Fabulas, Y el ultimo hombre o Hulka que del X-Force de Liefeld.

¿A que nos lleva esta premisa? A que tendemos a hablar de lo que nos gusta y nos llena como lectores.

¿Tenemos intereses oscuros a la hora de no hablar «mal» de una obra o editorial? Yo creo que no, lo que tenemos es un tiempo limitado de dedicación que nos lleva a ser selectivos con los temas que tratamos.

Raúl López
Admin
8 octubre, 2006 23:35

Ah y enhorabuena por el enriquecedor debate que has iniciado Pablo, como este todos los que quieras, el dia que quieras y a la hora que quieras 😉

juan-man
juan-man
Lector
9 octubre, 2006 1:04

Completamente de acuerdo con el post, y con la mayoría de los comments. Pero, especialmente, con Ragnarok: una crítica sí puede ser objetiva. Por eso es una profesión que requiere conocimientos especializados. Si no, como bien acaba Pablo su análisis, todo se reduciría a opinión, y el ejercicio de la crítica dejaría de tener sentido. Igual que dejaría de tenerlo uno de los principales motores del cine patrio: el circuito de festivales de cine, y especialmente de cortometrajes, que acaba siendo el trampolín fundamental de los directores de cine. Sin un importantísimo componente objetivo en la calidad de la obra (cinematográfica, en este caso, pero esto es aplicable a cualquier expresión artística), en lugar de directores como Javier Fesser, Daniel Sánchez-Arévalo, Javier Rebollo, Nacho Vigalondo, Juan Carlos Fresnadillo, etc., tendríamos en el mundo del largometraje a gente y obras de la más ínfima calidad, puesto que, si todo fuera subjetivo, la criba que realiza el mundo del cortometraje no sería tal.

Con esta equiparación entre el cometido de la crítica escrita y el de los jurados y comités de selección, además, quiero hacer notar que el crítico realiza una labor muy importante en la industria, que va más allá de enviar al espectador a la sala 5 o a la 7.

FranciX
FranciX
9 octubre, 2006 4:43

Probablemente el mejor post que he leido en ZN desde….

FranciX
http://www.pammhg.com

Álvaro
Álvaro
9 octubre, 2006 10:31

Pues discrepo: la crítica no puede ser objetiva. Pero debe ser coherente, que es muy distinto.
Y me explico: por definición, una crítica es un análisis basado en argumentaciones que son subjetivas, ya que se basan en criterios preestablecidos. Es decir, siempre que se hace una crítica se parte de unas preconcepciones estéticas que son obligatoriamente pasadas por un criterio personal.
Cuando se habla de arte, ya sea cine, cómic, pintura o literatura, es obligatoria la subjetivización del análisis, ya que el arte depende de la respuesta que da el receptor y ésta es, por definición, subjetiva. A lo que se podría añadir que existe además un mensaje que puede o no llegar al receptor.
Eso sí, lo que es exigible siempre es que el crítico sea coherente, que siempre defina correctamente sus criterios y los aplique de forma similar, para que las comparaciones en el que lee la crítica sean posibles.
A partir de ahí, tan válida es una crítica que, coherentemente, defiende una obra, como otra que la denosta.
Porque, al final, y como se ha dicho antes, la crítica no establece un canon, sino que busca expresar medios de racionalización del gusto.

Y respecto a las críticas negativas y positivas, es un tema ya harto explicado: en un medio donde no se cobra, el tiempo empleado es exiguo y, por lo tanto, solemos escoger hablar de lo que no nos ha gustado.
Si alugien quiere críticas negativas, por ejemplo, en La Cárcel (que, a veces las hay, pero pocas), sólo tiene que hacer una deducción: los tebeos de los que no hablo…¿también me parecen buenos? ¿o es que no me interesan, ergo hago implícitamente una crítica negativa?
De hecho, lo gracioso del tema es que por ejemplo en La Cárcel, acusada de gafapastismo, esnobismo y de web blanca por no hacer crítica negativa, se la acusa furibundamente de ir contra los superhéroes por sus constantes críticas negativas a los superhéroes. ¿Un contrasentido? 🙂

jmponcela
jmponcela
9 octubre, 2006 10:46

Para mi los mayores problemas de la critica cinematográfica actual son dos:

1.- Respecto al cine español: que no es critica, por criticos, cineastas y productores son todos amguitos y se gastan las subvenciones en interminables comilonas en «El Bulli».
2.- Respecto al cine, en general. Que no hay cultura cinematografica. Solo con leer dos parrafos del 99% de cualquier critica actual, se constanta que el que escribe no ha visto peliculas de John Ford, Anthony Mann, David Lean, François Truffaut, Pasolini (aunque sean malisimas), Berlanga, Lubitsch, Eisenstein, Capra… y podriamos seguir hasta el infinito. Nadie que haya visto una sola vez «Centauros del Dessierto» puede decir con alegria que «Superman Returns» es una pelicula llena de épica.

Claro que vivimos en un mundo donde Sting vende discos berreando como un carnero canciones de John Dowland: http://www.deutschegrammophon.com/special/?ID=sting-dowland

Belano
Belano
9 octubre, 2006 11:27

Respecto al esnobismo, el problema no es hacer cine para las masas, sino qué es necesario hacer para que una película aspire a tener un seguimiento masivo: incluir ciertos elementos vengan o no a cuento, eludir otros, recurrir a estándares, clichés y fórmulas más que previsibles… El problema no es que los productos vayan destinados a las masas, el problema es que, para ir destinados a las masas, los productos deben cumplir una serie de requisitos que, por norma general, los hacen blandos, repetitivos, previsibles, endebles y, a la postre, de menor calidad.

Luisru
9 octubre, 2006 12:36

Me parece que tus razonamientos son poco consistentes. Por ejemplo, Chuck Austen jamás podrá escribir una obra como Watchmen porque Alan Moore sería igual de incapaz de escribir algo tan pésimo como sus números de X Men. Lo de el culto al autor es culpa de los Cahiers du Cinema de los años 60, pero creo que se cumple en la mayoría de los casos. Por ejemplo, en Spielberg, ya que lo citas, posee unas constantes en toda su filmografía independientemente de la historia que cuenta o de que la película sea buena o mala. Si alguien te reconoce que defenestra a Spielberg porque le cae gordo es que no tiene criterio, no que sea un snob. El principal problema es que la mayoría de la crítica amateur, como tú la llamas, es que le falta por ver esas películas checoslovacas del 51. Como bien indican más arriba, me da la impresión de que muchos que se consideran cinéfilos no han visto películas de Truffaut o de Roselinni, pero que a algunos nos entusiasmen estos cineastas no quiere decir que pensemos que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ahora trabajan directores muy interesantes cuyas películas no ve nadie. Y también americanos (Haynes, Sayles, Payne). Hay un crítico norteamericano bastante famoso llamado Roger Ebert que en el prólogo de su libro «100 películas imprescindibles» habla de su experiencia como profesor en una escuela de cine. Cuenta que los jóvenes que allí estudian apenas conocen los clásicos. Solo las pelis más famosas de Hitchcock y poco más. Y eso es fatal para su comprensión del cine actual porque toman como modelo películas a todas luces mediocres. Cito a Jmponcela: es imposible encontrar épico ‘Superman returns’ si se ha visto antes ‘Dr. Zhivago’

juan-man
juan-man
Lector
9 octubre, 2006 12:49

Pues dos cosas:

Por una parte, de acuerdo con Álvaro (es difícil ir contra el señor Pons) en la exposición, y creo que únicamente diferimos en matices de la conclusión: las argumentaciones de la crítica deben ser objetivas, hasta el punto de que, si yo estoy a favor de una obra y realizo una defensa coherente de la misma basándome en ciertos argumentos, pero leo una crítica negativa que se basa, también de modo coherente, en otros argumentos, no puedo dejar de dar la razón al crítico en su exposición. Ahora bien, reconozco pues que es la valoración final la que, como bien dice el carcelero «depende de la respuesta que da el receptor y ésta es, por definición, subjetiva». Superman Returns tiene sus virtudes y defectos, que son (al menos en parte) objetivables. Al hacer el balance final, en mi crítica pesan más las virtudes, y en la crítica de otros (muchos, me temo, jeje) pesan más los defectos. Ahora bien, si ambas críticas se presentan fundadas en argumentos coherentes, ambas son válidas. Por tanto, me corrijo: la argumentación de una crítica debe ser objetiva, pero la valoración final, es cierto que no puede serlo, y quizá no debe.

La segunda cosa: en cuanto a Superman Returns, ya que estamos, y sí, habiendo visto a Ford y a Lean, me atrevo a decir que está llena de épica, aunque sólo sea porque comparte varias características de la épica literaria. Para empezar, por definición, Superman Returns canta las hazañas de un héroe que además es un símbolo (en este sentido, hasta Superman IV tiene un componente épico). Por otro lado, está el componente simbólico del nombre (tanto de Superman como de Kal-El). Y si bien ambas características vienen ya del cómic, no así otro rasgo que, además, es casi exclusivo de la épica: la concepción cíclica del tiempo. Puesto que la ahora trilogía de Superman (Superman: The Movie, Superman II y Superman Returns) se desarrolla en iteraciones (al igual que la saga de Star Wars) en las que el concepto mítico del eterno retorno está presente, y se repiten situaciones y lugares en un ejercicio de paralelismo que nada tiene que ver con la falta de originalidad.

juan-man
juan-man
Lector
9 octubre, 2006 12:51

P.D.: de hecho, mucha gente flipó con la aparición de «El padrino épico», y su componente épico fundamental es esta misma concepción iterativa.

juan-man
juan-man
Lector
9 octubre, 2006 12:52

P.D.2: Yo también me explico mal, mis disculpas: con lo de flipó, me refiero a que pusieron el grito en el cielo preguntando dónde estaba la épica del asunto.

nol@nol.com
nol@nol.com
9 octubre, 2006 12:53

La traducción, maquetación, el papel, etc… no son «envoltorio», son imprescindibles y te pueden joder la lectura.
Yo soy partidario de hacer un aparte para ello y que el lector, sabiendo esto, que haga lo que quiera: comprar, pedir, bajar o pasar.

Hasta el rabo todo es toro.

Phantomas
Phantomas
Lector
9 octubre, 2006 15:16

LLego con el debate muy avanzado y poco puedo aportar que no se haya dicho, eso sí, me gustaría dar mi opinión sobre algo que comentan Raúl y Álvaro acerca de las críticas positivas y negativas.

Soy plenamente consciente de que esta página o la Cárcel son actividades sin ánimo de lucro y, por tanto, uno tiene a «perder el tiempo» lo menos posible. Pero en mi opinión eso no significa que se deben reseñar exclusivamente lo que nos gusta. Creo que se debe reseñar aquello que connsideremos «interesante», tanto si su valoración final es positiva como si no.

Y me explico, que hoy estoy algo espeso: uno de los comics que espero con más ganas es, por ejemplo, Fábulas. Lo más probable es que me guste, ya que es una de mis series favoritas actualmente y ganadora de varios premios… Pero, si finalmente por cualquier motivo una historia me decepcionase, creo que sería interesante reseñarlo. No por hacer sangre, ni por ganar «prestigio» de duro con las críticas… Simplemente, porque es un comic que, a priori, me parece de lo más interesante del mercado.

Otro ejemplo: Zona Negativa es una página que sobre todo trata sobre comic de SH americano. Entiendo pues, que haga una critica/reseña de Civil War o Crisis Infinitas, puesto que son los eventos más importantes del año en las dos grandes editoriales, independientemente de que su calidad sea mayor o menor y que gusten más o menos.

jmponcela
jmponcela
9 octubre, 2006 15:59

Bien, quizá los que tiene más ganas de discutir necesiten esta matizacion: en «Superman Returns» no hay épica.

Si la épica narra las hazañas de un heroe, en «Superman Returns» no hay épica porque no hay heroe, no hay personaje, no hay sacrificio. ¿Por qué cojones hace lo que hace este Superman durante la pelicula? ¿Qué le motiva? Pues no tenemos ni idea, probablemente porque se ve con el pijama azul y algo tendrá que hacer durante dos horas y media… La unica herocidad de la pelicula es la del personaje de James Mardsen que si realiza un sacrificio y un acto heroico jugandose la vida por amor … ¿pero Superman? ¿qué coño hace? Pero si pasa la pelicula como espectador de todos los hechos hasta que le da por levantar una isla de kryptonita (idea de bombero, por cierto). Superman no es protagonista de los hechos que le llevan al momento final, no participa en ellos sino que los padece… luego la narracion de los mismos no puede ser considerada épica.

juan-man
juan-man
Lector
9 octubre, 2006 17:04

En realidad, ni tengo «más ganas de discutir» ni necesito de matizaciones tan contundentes. Además, nos estamos yendo demasiado off-topic.

Pikodoro
Pikodoro
9 octubre, 2006 19:25

Ya que lo decís, Ozores también tiene unas muy claras constantes en su filmografía. Y Michael Bay. Lo de las «constantes» es uno de los argumentos más falaces que existen para glorificar a un director que nos gusta.

Por otra parte, cierto tipo de ataque a la crítica «negativa» suele ser sencillamente el berrinche de quien no ve elevado a los altares aquello que a uno le gusta. Por esa razón, FOTOGRAMAS, la revista para la que (casi) todo blockbuster es una obra maestra, se vende como churros: sus lectores siempre se ven recompensados por el elogio hacia aquello de lo que disfrutan. Por esa misma razón, cada vez que Álvaro no pone estrellitas a cualquier tebeo de éxito le salen mensajes a mansalva (más o menos respetuosos) tildándole de «gafapastoso» o pedante. Y muchos de esos acusadores son los que luego exigen «objetividad», que para ellos consiste fundamentalmente en «no te metas con lo que a mí me gusta» (esos mismos, por cierto, no tienen luego ningún problema para despachar cualquier otro tebeo con un categórico «apesta» o cualquier otra película con otro tal: «Europea, o sea, aburrida»).

Ultimo punto: las explicaciones de la crítica nunca pueden ser totalmente objetivas (¿es objetivamente mejor un travelling que un plano fijo?). Sólo pueden ser razonables y desarrolladas. Al lector, una vez leídas esas razones, le compete entonces estar de acuerdo o no…pero también desde posturas razonadas (que no objetivas); si no, su opinión es tan sólo un exabrupto.

juan-man
juan-man
Lector
10 octubre, 2006 1:31

De nuevo dos cosillas.

Una, a Pikodoro: hasta cierto punto de acuerdo. Pero hay que tratar de acercarse todo lo posible a la objetividad (un plano fijo se adapta mejor a lo que quiere contar en este caso… un travelling se adapta mejor a la atmósfera en este otro…) para que todo sea, como bien dices, lo más razonable posible. Así que digamos que creo en una semi-objetividad del oficio de crítico, y sobre todo en una búsqueda de la objetividad que, si bien no puede alcanzarse por completo, sí hay que tratar de hacerlo si el crítico respeta su propia tarea.

Y dos: creo que existe un grado entre el efecto «seguidismo» y el «esnobismo» que tan bien define Pablo, y es el que yo llamaría «efecto Traje nuevo del Emperador». Porque muchas veces, la gente tiene miedo de decir en voz alta «esa película es mala!!!» no ya por cómo vayan a mirarnos los demás, sino porque llegamos a sentir «no seré yo el tonto, por no ver el traje del emperador?». Doy dos ejemplos en tipos de cine opuestos: «Juana la loca» (Dios, parece que por ser cine histórico todo es perfecto y maravilloso y culto) y «Matrix Reloaded» («a ti lo que te pasa es que no la has entendido, porque es muy profunda»). En fin, que al final, pues para qué, pues me río yo solo de lo pequeña que la tiene el emperador. Con perdón.

Clavos
Clavos
11 octubre, 2006 10:49

> En cuanto al “envoltorio”, me vuelvo a explicar
> nol&#64nol.com. Un guionista de cómics escribe una
> historia, el dibujante la pone sobre papel.
> ¿Debería una crítica evaluar el trabajo de estos
> dos profesionales, basándose en actos de los que
> normalmente son del todo ajenos (como las
> diferentes ediciones de su obra en cada país)?

El continente puede cambiar el contenido, y debe ser analizado tambien. Recordemos las ediciones de Vertice donde se remontaban viñetas, o las distintas ediciones de Akira (siguiendo tu ejemplo) a color o en ByN, o, en el caso del cine, el paso de peliculas de 16:9 a 4:3, inventandose movimientos de camara que no estaban en el original. No esta nunca de mas analizar la edicion de la obra y el respeto y la fidelidad (o la falta de) con la obra original.

han mas solo que la una
han mas solo que la una
12 octubre, 2006 1:39

bueno,no se si alguien leera esto,pero como critico regular de cine de +quecomics,debo decir lo siguiente:

1.-evitar caer en la pedanteria,en la petulancia.Eso te aleja de la gente que va a leer tu reseña,en lugar de acercarla.

2.-no tener piedad si la peli es mala,y si la peli es buena,dar a conocer las virtudes que viste.

3.-que la peli sea un blockbuster no significa que sea buena de cojones:a SUPERMAN RETURNS la casqué un 2 porque me parecio fallona de guion,no por tocar los cojones a los fans del super.

4.-si metes la pata en algun dato o algo,reconocer el fallo.eso es señal de cercania y humildad,algo que muchos criticos de cine serios(vamos,de los de revistas y periodicos)no tienen.

Sputnik
Sputnik
Lector
25 octubre, 2006 20:48

ENVOLTORIO
Pero no se trata de las palomitas. Ni del asiento. Se trata de verlo en cine o en televisión. Si bien es cierto que la obra debe juzgarse por lo que es, no por el envoltorio que lleva (y quienes deambulamos por el mundo del cómic deberíamos saberlo). Sin embargo, la calidad de edición importa. Una gran obra debe tener una gran publicación.¿Merece el Ulises de Joyce la misma publicación que el Playboy? Nope. Claro, la obra no mengua de calidad literaria, pero se trata de un problema de respeto, de (ai) pedigrí y de dotar de mayores recursos a una obra que tiene mayores reclamos.