RESEÑAS
5 por Infinito, Esteban Maroto; Ediciones Glénat; 512 págs., BN, 42 €.
Mucho se ha tardado en tener a disposición del lector moderno una edición de 5 por Infinito que estuviese a la altura de la significación de esta obra para nuestro medio.
Sin duda, la fama la precedía. Sin duda también, la edición de Glénat es de auténtico lujo y su manifiesto empaque transmite de forma clara que nos hallamos ante un hito del Noveno Arte. Finalmente no es menos cierto que, aunque 5 por Infinito es hija de su tiempo en lo que respecta a la escenografía argumental que maneja, su abordaje gráfico y su trasfondo temático la sitúan más allá de épocas concretas y modas pasajeras, en dirección a la profunda entraña de nuestro humano existir.
De entrada, en sus primeros capítulos, las pretensiones comunicativas de Esteban Maroto son todavía discretas y en la compartida responsabilidad del apartado gráfico, aunque implique a grandes ilustradores como Adolfo Usero o Luis García, menudean aún ciertos convencionalismos. Los cinco terrestres a los que recluta el hiperevolucionado alienígena llamado Infinito para convertirlos en exploradores del espacio anteceden en algunos años a los 4 Amigos a los que en 1973 darían salida, a partir del trabajo literario de Mariano Hispano, algunos de los colegas de Esteban Maroto; pero en ambos casos nos hallamos ante propuestas de intencionado protagonismo coral que da fe del momento vital por el que pasan sus autores, en plena juventud y compartiendo espacios laborales y proyectos creativos, a la par que trasluce una marcada tendencia al uso de caracterizaciones estereotipadas que permiten al lector ubicarse ante el reparto con facilidad. Como decíamos, esta liviandad argumental de la obra en sus primeros compases se empareja con unas ilustraciones bellas pero meramente funcionales, donde el virtuosismo de los grandes dibujantes implicados raramente trasciende el ámbito técnico, sin emprender luego otras posibles y ambiciosas conquistas a nivel narrativo.
Sin embargo, tras esos episodios en los que nuestros protagonistas -en solitario o en pareja- solían intervenir como intrusos benefactores en los más diversos planetas y circunstancias, cuando Esteban Maroto queda como último y único responsable de la serie a la altura de su sexto capítulo, las cosas empiezan a cambiar de forma radical. En lo que respecta al dibujo, las líneas se tornan más finas y angulosas, al tiempo que las masas de negro se ausentan del perfilado de gran parte de las figuras humanas. A la vez, los escenarios resultan extraños e imprecisos, de un expresionismo onírico parco en los asideros conceptuales que suelen ofrecer unas formas reconocibles. Hasta el story-telling evoluciona por derroteros no exentos de riesgo, apostando por una secuenciación de ténues conexiones entre viñetas que prima la comunicación de sentimientos y emociones antes que el retrato de la externalidad de lo que acontece. Ese salto cualitativo en el apartado visual de la serie, se hace extensivo también a su apartado literario, donde Maroto empieza a incluir pequeños textos e «imágenes» poéticas tan originales como sugerentes y, en alguna ocasión, de indudable valor estético-simbólico. Más importante todavía que este último detalle, es el hecho de que sus exploradores espaciales devienen cada vez más intrusos y menos benefactores; a menudo, apenás capaces de salir bien parados de sus expediciones, habiendo aportado escaso solaz a los nativos de cada planeta visitado. Es, en estos momentos, en dichos episodios, en los que frecuentemente el explorador de turno ha rozado por un instante la comunión plena con otro ser, cuando Esteban Maroto mejor logra transmitir la profunda soledad en la que viven inmersos sus personajes… y conseguir así que esa misma sensación de aislamiento nos embargue también a nosotros. Singulares, profundamente huérfanas, extremadamente complejas, las criaturas de Maroto sufren aquella paradoja tan propia del ser humano según la cual deseamos la plena fusión con la alteridad al mismo tiempo que somos incapaces de abandonarnos a ella. Para mí es este detalle, semejante hallazgo comunicativo, el mayor logro artístico -en el pleno sentido de la palabra- de Esteban Maroto en 5 por Infinito. Así que, a pesar de que pueda defenderse con razón que los distintos componentes narratológicos de la obra no alcanzan méritos parejos y, por eso mismo, su engarce no siempre sea todo lo armónico que sería deseable, me atrevo a decir que el paso de gigante que este cómic supuso en su día para nuestra historieta casi ni ha perdido vigencia, puesto que su aprehensión de una de nuestras características más constitutivas resulta tan convincente que convierte a 5 por Infinito en un trabajo afortunadamente imperecedero.
ZN ENTREVISTA A… ESTEBAN MAROTO
Toni Boix: ¿Cómo surge la posibilidad de editar el recopilatorio de 5 por Infinito y cómo se siente ahora que la obra ya está en manos del público español, un público que lleva un tiempo sin tener oportunidad de disfrutar de su obra?
Esteban Maroto: Joan Navarro me propuso hacer una edición de 5 por Infinito, pero pensé que sería una de tantas propuestas que acaban perdiéndose en el olvido. Sin embargo he de reconocer que el libro ha colmado con creces todas mis expectativas. Hay que agradecer a todo el equipo de Glénat la importante labor que están haciendo para recuperar la memoria de una generación bastante perdida.
El libro me produce una mezcla de alegría y nostalgia. Es impecable, pero… ¡¡44 años!! Para ver una obra dignamente publicada, son muchos años… Pero… en fin, aún soy joven… ¿o no? No estoy muy seguro; pienso que lo ideal es alcanzar la inmortalidad y después morirse.
Toni Boix: En su día, cuando le propuso a Josep Toutain la idea de 5 por Infinito, ¿lo concebía únicamente como una oportunidad de progreso profesional o se lo planteó también como un ámbito de realización artística?
Esteban Maroto: Toutain me trajo a Barcelona para dibujar guiones románticos y de aventuras (Oeste, selva y guerra). Cuando le dije que me gustaría hacer ciencia ficción o fantasía no me prestó demasiada atención. En aquella época a penás había películas o historietas con esa temática. Los argumentos favoritos eran los agentes especiales tipo 007, los detectives y el Oeste. Por ese se hicieron Delta 99 (su serie favorita), Gringo, Sunday, etc. No me desanimé y le presenté una idea con una sinopsis detallada y unos dibujos con los personajes (desgraciadamente estos dibujos se perdieron como tantos otros).
La idea parece que funcionó en el extranjero, pero yo no tuve ningún control sobre las ventas. Sólo sé que me ofreció 700 pesetas por página, guión incluido. La ventaja era que me dejaba hacer todo lo que siempre había querido hacer (yo creo que no se leían los guiones, sólo miraban que los dibujos fueran correctos).
Yo no tenía ningún control sobre las ediciones (de algunas, ni siquiera me enteraba de que existían), pero por fin dibujaba lo que yo quería.
Toni Boix: Comenta en el prólogo del recopilatorio que la idea para 5 por Infinito surgió de la novela El signo del perro (Jean Hougron), donde un emisario de una confederación galáctica es enviado a contactar con las gentes de un planeta singular. Sus cinco aventureros también encuentran, mediante Infinito, la posibilidad de huir de una Tierra sumergida en múltiples conflictos para luego dedicarse a llevar briznas de justicia, paz y solaz a otros tantos planetas en situación de necesidad. ¿En qué medida dicha propuesta reflejaba los anhelos de europeización de una España todavía sometida a la Dictadura del General Franco?
Esteban Maroto: Cuando vine a trabajar para Selecciones Ilustradas era una agencia internacional con los principales clientes fuera de España. Inglaterra, Francia, Alemania, Países Escandinavos y Sudamérica eran entonces los principales mercados. Luego vendrían Estados Unidos e Italia.
Ahora contemplo con un cierto estupor la gente que presume de “luchador antifranquista” cuando en su momento apenas movieron un dedo, si no colaboraban directamente con el Régimen. Es una especie de Alzheimer al revés, en el que la gente se acuerda de cosas que no ha hecho nunca.
Hice dos trabajos para España. Editorial Buru Lan (director Luis Gasca) que cambió los guiones y que todavía hoy no me ha devuelto los originales ni pienso que tenga intención de hacerlo. La honestidad no está de moda. Y curiosamente Trinca, una publicación con subvención del Movimiento donde no me cambiaron ni una coma, me devolvieron todos los originales y me pidieron disculpas cuando tuvieron que cerrar sin poder acabar la serie Alma de Dragón.
Luego tuve problemas con algunos dibujantes que decían que si pedíamos los originales íbamos a quedarnos sin trabajo. Llegaron a firmar un documento cediendo todos los derechos que naturalmente me negué a firmar, lo que me causó la enemistad de unos cuantos que ahora presumen de profesionales. Ya sabemos que hay gente que siempre corre en ayuda del vencedor y que la memoria histórica está bien siempre que no nos recuerden algunas de las cosas que hicimos en su momento.
Toni Boix: En relación con la mentalidad de esa época, no faltan en casi todos y cada uno de los capítulos de la obra bellas mujeres en poses sugerentes y ligeras de ropa, hasta llegar a mostrar sus pechos desnudos en fases postreras de la serie. También en uno de los primeros capítulos, el que lleva por título Las sirenas, muestra a Orión haciendo el amor con una sirena, aspecto que disimula poniendo el dibujo en negativo. ¿Era muy problemático tratar aspectos como esos en aquellos tiempos?
Esteban Maroto: La censura en España me causaba estupor. Censuraban las imágenes, los desnudos, las mujeres, la violencia. Pero había bastante margen para introducir ideas. Siempre he pensado que no se leían los guiones muy a fondo. Y además, consideraban la historieta un subproducto cultural destinado a los niños o a un público con un coeficiente intelectual muy bajo. Todavía hoy, muchos denominados “intelectuales exquisitos” miran con desprecio esta profesión, y esto no sólo ocurre en España, con algunos matices: pasa también en el resto del mundo.
Toni Boix: En ese mismo capítulo, que transcurre bajo el agua, sorprende ver a Orión ataviado como el héroe americano Aquaman y a su bruja contrincante con el casco de Ocean Master, el hermanastro de aquel superhéroe. ¿A qué se debió esa incursión manifiesta en un universo ficcional que luego usted mismo transitaría con la serie Las crónicas de Atlantis?
Esteban Maroto: Pensaba más en el capítulo de las sirenas en el Flash Gordon de Ondina que en Aquaman. Del casco de Ocean Master, sinceramente no recuerdo de dónde lo tomé. Las imágenes dependen a veces de cuál sea la que hemos visto primero.
Toni Boix: Después de que quede solo en la serie, ausentes ya todos los compañeros que le ayudaron en su debut, tanto los argumentos como el apartado gráfico de 5 por Infinito entra en una fase de progresiva sofisticación. ¿Qué le empujó a ir por ese camino?
Esteban Maroto: Siempre me ha gustado el mundo de la pintura. Vivía al lado del Museo del Prado. En la imagen hay un mundo enorme para explorar: el cine, el teatro, la ilustración, incluso hay imágenes literarias o poéticas que me impresionan.
Toni Boix: Si bien es cierto que, cuando empieza a explorar esa vía de mayor heterodoxia creativa, consigue ya desde el principio notables hallazgos gráficos, se diría que le cuesta bastante más soltarse a nivel literario, hasta que ya llegados al capítulo 13 (El sonido del silencio), abre la narración con un texto poéticamente bello, recurso que seguirá utilizando en los siguientes capítulos. ¿Recuerda las circunstancias que fueron propiciando esa evolución en el enfoque de la serie?
Esteban Maroto: Contar una historia es difícil, y más cuando tienes que llegar al máximo de público posible. Ahora he renunciado a tratar de llegar a mucha gente. Prefiero unos pocos que sintonicen con mi manera de pensar y de expresarme. Antes era más ambicioso. Quería que la gente participase de las cosas que me gustaban: la poesía, la música, las películas, las imágenes que me impactaban… Por eso, cuando tuve ocasión, traté de incorporarlas a mis historietas. Pero desgraciadamente el mercado tiene unas reglas que no siempre coinciden con mis gustos.
Trate de incorporar la música. Hice dos o tres historietas basadas en la música de El lago de los cisnes y de Gustav Mahler, pero pasaron bastante desapercibidas. No seguí por ese camino.
También quise hacer una adaptación de L’Atlantida. Dibuje cinco páginas y un póster, pero me encontré con la incomprensión más absoluta. No aceptaban que alguien que hablaba castellano les propusiera un clásico catalán que muchos de ellos ni siquiera habían leído. Me viene a la cabeza una historia que leí de niño: Una muchacha le pregunta a un sabio, ¿qué pasaría si no hubiera albañiles? Que no habría casas –responde-. ¿Y si no hubieran labradores? Que no tendríamos comida. Y así sigue preguntando por todos los oficios. Hasta que al final le pregunta, ¿y si no hubiera políticos? El sabio medita un instante y responde: Nada, no pasaría nada.
Toni Boix: No es infrecuente que en algunos de esos capítulos de cariz más poético, sus protagonistas rocen algún tipo de comunión físico-espiritual con seres del sexo contrario para luego dejar atrás ese espacio de fugaz felicidad. ¿Mediante qué realidad suya conectaba usted con ese sentimiento de melancolía que se apoderaba de sus criaturas?
Esteban Maroto: Mi madre murió cuando yo tenía 5 años. Seguramente de ahí viene la melancolía y la tendencia a la tristeza.
He tratado de explicarme y llenar la ausencia contemplando imágenes, leyendo, buscando algún sentido a la vida. Pero… cada vez tengo más preguntas y menos respuestas.
Hay cosas y hecho que me impresionan y me agradan y lo llamo belleza. Y hay un camino para buscarlas y a eso lo llamo libertad.
También hay una rutina que a veces me impide realizar lo que quiero, aunque no sé si es conformismo o indolencia. Sólo tengo una cosa medianamente clara: las soluciones y los problemas están dentro de mí, como mi mayor enemigo.
Toni Boix: En el aspecto gráfico son múltiples las aproximaciones estilísticas que usted maneja a lo largo del libro, desde ensayar todo tipo de tramas y texturas a tantear las posibilidades expresivas del espacio blanco y su interacción con las manchas y trazos que ocupaban el resto de la página. ¿Cómo surgían todos esos experimentos?
Esteban Maroto: He tratado de incorporar otros campos artísticos al mundo de la historieta. La pintura, la ilustración, el grafismo, la publicidad, el cine, el teatro, la poesía, etc. Todo el arte está mezclado y mi idea era tratar de enriquecer en lo posible este fabuloso medio de comunicación.
Toni Boix: Comparando su trabajo con la versión retocada por Neal Adams para la cabecera norteamericana The Zero Patrol, llama la atención la tendencia de Adams a insertar algunos planos medios de los protagonistas donde usted resolvía la escena con mayor número de planos generales. ¿Bajo qué premisas concibe usted el story-telling, un story-telling –en su caso- donde no es extraño encontrar algunas páginas con diversas panorámicas y sin apenas rastro de figuras humanas? Y ya puestos a hablar de esto, ¿cómo vivió usted las modificaciones que Neal Adams realizó en su trabajo?
Esteban Maroto: Cuando vi las publicaciones de Neal Adams, con el que siempre he tenido una magnífica relación, me sorprendió muchísimo. No sólo cambiaba los dibujos. También los guiones. Me explicó que era para llegar mejor al público americano, un poco como hacen con los “remakes” de las películas. Le dije que no lo entendía demasiado y dejó de publicarlo.
El mercado americano es un mundo muy complejo y hay para escribir varias tesis doctorales sobre las diferencias con el europeo.
Luego colaboramos juntos en otros proyectos. Él fue quien pasó a tinta la historia donde yo dibujé el bikini de Red Sonja por primera vez.
Toni Boix: Considerando que usted se formó en un contexto de trabajo de agencia y de estudios autorales compartidos, ¿qué es lo que añora de aquellos tiempos ahora que esta profesión se ejerce desde una mayor soledad?
Esteban Maroto: Echo en falta la creatividad de aquella época. Ahora parece que haya falta de nuevas ideas y de nuevos empresarios dispuestos a llevarlas a cabo.
Toni Boix: Volviendo al prólogo del libro, menciona usted que es importante la búsqueda de la belleza y la libertad. Yo, haciendo de abogado del diablo, le pregunto… ¿por qué?
Esteban Maroto: Sin “belleza” y sin libertad es difícil vivir. Estamos en un mundo donde la gente anda de rodillas para no gastar los zapatos, donde nos dicen lo que nos tiene que gustar y lo que tenemos que pensar. Yo prefiero mi mundo de fantasía a la “realidad” de los telediarios.
Toni Boix: ¿Cómo vive usted su trabajo actual para la serie Brendon de la editorial Bonelli y en qué medida le acerca ese trabajo a ese Santo Grial que también en el prólogo de 5 por Infinito afirma seguir buscando a través del ejercicio de su profesión??
Esteban Maroto: La serie Brendon es un trabajo comercial. Lo hago para poder llegar a fin de mes. Sólo puedo aportar mi profesionalidad. Los italianos son muy abiertos con los dibujos, pero muy celosos con sus guiones y su idiosincrasia. Tienen un personaje, Tex, que se está publicando con éxito desde hace 64 años.
Algún día volveré a escribir y dibujar mis propios guiones, cuando crea que tengo algo nuevo que ofrecer. Si encuentro algún editor que confíe en mí, me gustaría volver a intentar crear nuevos personajes. Pero, con la llegada de las nuevas tecnologías, todo ha cambiado muchísimo. Para muchas cosas es una enorme ventaja, pero para la creación artística pienso que no lo es tanto. Basta con ver el mundo de las películas: muchos “efectos especiales” y muy poco “ingenio”.
Armonizar lo moderno con lo clásico es uno de los retos que tiene actualmente la creatividad. Hay muchos mundos por descubrir y es un desafío volver a explorar caminos que apenas está iniciados: el Art Noveau, el simbolismo, el mundo onírico, tantos textos poéticos que sugieren miles de imágenes que duermen en el subconsciente colectivo.
Yo sé que hay gente dispuesta a vivir (nuevas-viejas) formas de cultura. Es curioso el auge de los Salones de Còmic en todo el mundo y la mezcla de nostalgia y nuevos valores que se vive en ellos. Yo confío en mi profesión y confío en mucha gente que, cada vez más, quiere pensar por sí misma, lejos de los estereotipados clichés de la “cultura oficial” que nos inunda de “best Sellers” y pensamientos adoctrinados políticamente correctos.
Toni Boix: Y ya para terminar, ¿desea compartir algo más con las personas que leerán esta entrevista y, ojala, el libro que recopila su obra más famosa?
Esteban Maroto: Ahora que algunas veces tengo que dormir con gafas porque si no sueño borroso, todavía tengo la misma ilusión que cuando empecé y espero con alegría y ansiedad las nuevas imágenes que alguien en cualquier rincón del mundo está creando para nosotros. Gracias por vuestro interés en mi trabajo y ¡¡ánimo!! Estamos perdidos pero no nos rendimos.
- Recomendaciones nacionales
- Archivo de Píldoras nacionales.
Yo lo conocí por sus trabajos para la espada salvaje de conan, y me entusiasmaban sus dibujos. Un saludo al maestro.
Compre este libro de salida y me ha parecido alucinante teniendo en cuenta los años que tiene, me encanta el trabajo de Maroto y recomiendo a todo el mundo la compra de este Comic, gracias por la entrevista, yo pienso que ahora todo es mas mecanico y se ha perdido algo de lo artistico en los comics, demasiado industrial todo, por eso sigo disfrutando con estas Obras que desgraciadamente ya no se ven publicadas en la actualidad.
Me gustaria ver publicadas mas obras de Maroto, quizas si este Libro tiene exito se anime Glenat con otras obras, ese es mi deseo.
Saludos;
Pues Maroto es uno de nuestros grandes clásicos y ésta edición le hace justicia. Me encanta el estilo detallado, fino, sensual…que muestra en todos y cada uno de sus trabajos. No pude leer la serie 5*infinito en su momento, y le tengo muchas ganas a éste tomo (pero 42 eurazos hace que tenga que esperar hasta navidades, como mínimo, para ello). En todo caso, es bueno que se vayan recuperando obras que en su momento fueron importantes y que a día de hoy han perdurado en la memoria colectiva.
Por mi parte, desear que alguien se anime a reeditar sus historias de CREAPY (ya sé que lo están editando los de Planeta actualmente, pero me refiero a un tomo sólo con algunas de sus mejores historias)
Ah! Y felicidades por la entrevista. Que aprendan los de EL HORMIGUERO, por ejemplo, que cuando entrevistan a alguien legítimamente para que promocione algo les sale un churro sin interés, y en cambio aunque aquí la excusa es la salida (y por tanto promoción) del tomo la entrevista es de lo más entretenida e interesante…aunque a mí me gustaría que se le repescase en otra ocasión para que nos hablase más de la época Toutain.
Gracias por tus palabras, Spirit. Veremos si puede hacerse lo que comentas. Sin duda sería interesante, pero no siempre es fácil cuadrar agendas 🙁
Gran Maestro nacional Esteban Maroto! Este tomo cae fijo!!!!!!
Magnífica entrevista, Toni.
No quiero ni imaginar cómo se hubiera comportado Adams en el caso que hubiese sido Maroto el que «adaptase» sus obras al gusto del público español. ;-D
Impacientes Saludos.
Me ha encantado la entrevista,si señor,genial la edición por parte de Glénat,aunque coincido con el compañero comentarista,42 euros es demasiado (para mi) en estos momentos,reyes puede ser una buena excusa/ocasión para hacerme con este integral al que tantas ganas le tengo.
Por lo que parece, en Glénat van a tener que esperar a Navidades para saber realmente cómo funciona el tomo 😉
Celebro que la entrevista os haya resultado interesante. Acercarse a una figura legendaria como Maroto siempre provoca cierta reverencia, pero él lo ha hecho todo muy fácil.
Planeta nos lo ha puesto muy dificil con sus tochales de lujo,al menos a mi que «piqué» con Sandman y la cosa del pantano,cada euro que tengo destinado a comics se lo llevan ellos,empezar una colección de Planeta es como pagar las letras del coche…
Un saludito Toni.
con todo el cariño: Maroto era el calcador justiciero
«Monsieur Boix, le envidio». Le envidio por tener la posibilidad de conversar con un mito del comic español. Y le envidio por haber podido disfrutar de una obra como 5 por Infinito con el regusto que se desprende de sus palabras, no exentas de tecnocrítica, cosa para la que no todos están capacitados. Hará casi 40 años que leí 5 por Infinito. Y el recuerdo de aquella fascinación por el relato visual y la psicodelia gráfica aún perduran. Hace un mes que tengo el integral de Glénat y aún no lo he desprecintado. En parte por el deseo de alargar el placer de meterle mano y en parte por el temor de que los años espanten el adolescente que era cuando lo disfruté por primera vez.
Enhorabuena por la entrevista y ojalá que tengamos de vuelta al maestro de aquí a poco tiempo.
Me gustaban mucho lo que hizo de Conan el barbaro y tambien Dax.
Es un autentico lujazo poder leer este tipo de entrevistas, te sirven no solo para conocer un poco mas a eso autor que tanto admiras sino también para conocer un poco mas nuestro pasado coniquero.
Mil gracias a los dos.
Estoy seguro de que Esteban Maroto agradecerá vuestros comentarios, puesto que de la entrevista ya se desprende su particular sensibilidad y su obertura a los demás.
Cris, realmente 5 por Infinito funciona a varios niveles, unos en los que ha envejecido de forma lógica y otro soterrado, que se empieza a hacer presente en el segundo tercio de la obra, que es el que para mí evidencia que nos hallamos también ante una obra personal que nos conecta con lo profundo de su autor, motivo por el cual me parece que resulta imperecedera. Espero que cuando por fin te atrevas a leerla, sigas encontrando en ella algo de lo que te enamoró hace años.
Compré el libro hace muy poco y es una auténtica gozada. El dibujo es espectacular y todo, en general, es muy bueno. Lo recomiendo sin condiciones. Espero que la editorial se decante por rescatar y publicar nuestro patrimonio tebeístico español. Eso sí, en lo posible, reduzcan el precio, ¿eh?
Entrevista muy interesante y, sobre todo, bastante aleccionadora por diferentes motivos. Sí señor, chapeau!
Compré 5 por Infinito en la colección de Buru-Lan «Drácula». Yo tenía 8 años y ya me encantó. Era la primera vez que veía dibujadas mujeres desnudas y solo por eso la serie ya valía la pena.Pero estba todo lo demás, que me parecía sensacional.
Ahora lo he vuelto a leer, después de casi 40 años y miles decomics. Me sigue pareciendo una obra maestra. Lo he esperado durante muchos muchos años, así que gracias por publicarlo y sobre todo gracias al Sr. maroto por crearlo.
La entrevista un 10 . Saludos
Celebro que podáis alimentar con vuestro feed-back el aura de reconocimiento que una obra como esta merece… y gracias por vuestra positiva valoración hacia la entrevista. Una placer generar un contenido que sea de tu interés, Alberich: me encanta lo que haces en tu blog sobre cómics.