¿Qué está pasando con el cómic americano? (Season Four)

A estas alturas de la película, cuando entre lo insustancial que se ha hecho la muerte en el mundo del comic y el continuo bombardeo epatante al que nos someten los medios de comunicación han conseguido insensibilizarnos ante el tramo más desagradable y trágico de la vida, resulta curioso como algunas pérdidas todavía logran tocarnos la fibra sensible aun implicando a un gremio de personajes que aunque siempre están ahí, suele pasar desapercibido. Secundarios para lo bueno y para lo malo, rara vez llevarán el peso protagonista de comics, pero hay que ver como consiguen sensibilizarnos los jodíos (o al menos en mi caso) cuando nos abandonan de forma inesperada. Y esto es así aunque se trate se series en las que hemos visto prácticamente de todo como esta versión cafre y sin tapujos de los superhéroes según Ennis. Me refiero a cierto gremio que tras representar durante décadas el lado más naif e inocente del comic de superhéroes y que en los últimos tiempos se ha convertido en objeto de cebamiento por parte de un buen puñado de guionistas sufriendo una nueva baja entre sus filas.

Con la práctica totalidad del universo DC azotado por el reboot, la siempre divertida serie de Art Baltazar y Franco nos trae esas dosis de ingenio que tanto se agradecen. Haciéndose eco de una batfamilia que no deja de crecer y crecer (y crecer) en esta ocasión nos encontramos con un festival de sidekicks que haría las delicias de Jotace. Olvidaos de las fiestas de pijamas. Este año lo que se lleva de moda son las fiestas de Batgirls y Robins bajo el amparo de la Batcueva. Alfred preparará sandwiches para todos y el tristemente fallecido Neil Hefti pondrá la música mediante la magia del vinilo. No os olvidéis vuestros uniformes:

Por lo demás, el comic tiene de todo, desde insinuaciones a que Robin debería vestirse de Batgirl a murciélagos parlantes pasando por el regreso de la JLA vacuna, partidos de futbol y Panta demostrando que es la version DC de Ronaldinha aunque no este demasiado claro si es un murciélago o un gato. Pero de entre todos los momentos, no podemos sino quedarnos con la aparición estelar de uno de los grupos más llorados desde su desaparición a raíz del reboot:

Las Asombrosas Aventuras del Mercenario Bocazas en Inglaterra. Tras salir airoso de un tete a tete con la Reina de Inglaterra, debe enfrenarse a su admiradora secreta. Bueno no tan secreta, pero si igual de loca como se presupone a todas las admiradoras secretas. Es como decir que una chica de erasmus está borracha. Pues no, porque es una redundancia. Pero no nos liemos.. Y es que hay que estar muy chalada para tener un puzzle a tamaño natural del mismísimo Masacre. Y es que para esas frías y solitarias noches, ¿qué mejor hay que poder «echar una mano» a ciertas partes mutantes de Wade? La mencionada rubia loca ha ido recolectando durante los últimos años varios trocitos de Wade que ha ido dejando atrás por diversas situaciones. Que si un ojo por aquí, que si un brazo derecho por alla (o dos), dosis industriales de sangres o un tubito muy poco científico que pone «intestinos». Y a pesar de que mi cabeza todavía está procesando algunos disfraces realmente raros vistos en Halloween, diría que es la escena más perturbadora que he visto en todo el año, señores.

Y claro, Wade no puede permitirlo, ya que como él solo hay uno (aunque esto solucionaría sus múltiples compromisos mensuales a lo laaaaaaargo y aaaaaancho de la línea editorial de Marvel). Así que bolsa de Carrefour de basura en mano, recoge todos los trozos congelados (¿Podemos considerar esto y decir que Masacre «se está tocando»?) y lo tira al vertedero de color verde. Pero claro, la historia no acaba aquí. Porque ahora es donde entra en escena el super-mega-hiper-potente factor curativo mutante de Masacre. Resultado: Masacre 2.0. Y no digais que no mola, porque… ¿quién no ha querido algún momento de su vida tener dos manos derechas?

Desde los tiempos de Chris Claremont hasta la etapa de Grant Morrison en X-Men (incluso en la del añorado Chuck Austen y los líos de faldas con enfermera manga-sexy incluida, por no hablar de aquellas bonitas estampas de Juggernaut descansando después de haber empotrado a la prima de Banner), las relaciones y el sexo ha sido un tema que ha estado más o menos implícito en muchas ocasiones (desde Ciclope a Emma pasando por las relaciones de Coloso, Magneto o Rondador, por mencionar unas cuantas). Incluso quien no se acuerda de la famosa polémica de Ethan Van Scriver y sus mensajes subliminales sexuales en su labor de suplente del suplente de Quitely en New X-Men. Pero nunca hasta ahora habíamos visto una relación mostrada tan explícitamente. Y es que en el último número de Kieron Gillen al frente de Generation Hope hemos vista como una mutante “le come la carne” a un compañero. Y no, no nos estamos hablando de lo que ocurre a Pixie y su nuevo rollete latino, ni la mutación secundaria de Hope que le impide pasar por debajo de las puertas por los cuernos que le han salido, no. Nos referimos, atención que las imágenes pueden herir vuestras sensibilidades, a:

Toma ya. Casi nada. Para que venga Morgan Spurlock a montar un documental tipo Super Size me sobre esto…

Como ocurre en casi todos los eventos, muchas veces se encuentran historias más interesantes en las series ligadas a los mismos que en las miniseries centrales. En este campo Fear Itself tampoco ha sido una excepción y bajo el cobijo del mismo han salido un par de historias y series tan encomiables como Journey Into Mystery. Centrada en las andaduras del nuevo Loki, el último número de la serie serviría de epílogo para el evento. Teniendo como protagonista a Volstagg y su inconmensurable imaginación para re-interpretar los sucesos a su beneficio. Reuniéndose con su familia tras la conclusión del evento marvelita, el miembro de los Tres Guerreros les narraría a sus hijos toda la verdad sobre Fear Itself y como fue él quien exilió a la Serpiente hace años y en la actual crisis tuvo que acceder a los insistentes ruegos de las hermosas superheroínas siendo vital para la derrota final del villano. Todo de la misma forma que vimos en la serie de Fraction e Immonen, of course. ¿Pero que pasó con el hermano de Odín tras su enfrentamiento con Thor, Volstagg y sus aliados de Midgard? El orondo asgardiano nos trae la respuesta en conexión con la entrada anterior (del mismo autor además, si es que este mes la cosa se queda en casa):

¡¡Porque vosotros lo estabais deseando!! (o no) ¡¡Porque todas las cartas que habíais mandado a las oficinas de DC han surtido efecto!! (o no) ¡¡Porque ya estaban tardando!! (y más que deberían) ¡¡Porque vosotros lo habíais pedido!! Bueno, quizás todos vosotros no, pero allí al fondo de la sala he visto a uno que levantaba la mano. Y es que desde Geoff Johns crease en su excepcional primer volumen de Green Lantern todos los nuevos Cuerpos de Lanterns de colores, las bromas en los foros y en las páginas americanas han sido un tema recurrente. Las combinaciones son infinitas y son muchos los de mente calenturienta que tras ver a Hal Jordan portar los anillos rojo, amarillo, naranja (bueno, anillos como tal no hay, pero ya me entendéis) y demás ya estaban demandando que se pusiera el anillo de las Zafiros Estelares también. Aunque ese (afortunadamente) no es el caso que nos ocupa. Tampoco vamos a darle importancia al misterio de los anillos mágicos cambiantes de mano entre una viñeta y otra. Pero si hemos descubierto el resultado de que es lo que pasaría si todos los anillos escogieran al mismo portador a la vez. The Chosen one en este caso ha sido nuestro querido Kyle Rayner. ¿Queréis conocer el resultado? Pues poneos las gafas de 3D y pinchad en el botoncito que pone Spoiler.

El último número de Vengadores nos trajo las consecuencias de Miedo Encarnado y aunque prometía una restructuración del grupo, al final eso lo han tenido que dejar para más adelante. De todas formas, ya solo por las magnificas doble paginas de Daniel Acuña el comic en cuestión merece la pena. Y es que con la torre Stark derrumbada (again), se ve que Tony Stark no tiene dinero (again) para construirla. Y hasta que en unos meses alguien se saque una nueva base de debajo de la manga (we want the hydrobase back, and we want it now) todos los grupos de Vengadores van a tener que co-habitar en La Mansión, para disgusto de Power Man y Power Woman, a quien nadie les hace caso. Pero tras un tronchante cruce de miradas entre Spiderwoman, Ojo de Halcón y Pájaro Burlón, llegamos a la mejor escena que recuerdo en la colección desde el relanzamiento al menos (también es que ayuda tener un dibujante de verdad, y no como hasta ahora…).

Y es que precisamente ahora que estamos en el cincuenta aniversario de Marvel, es curioso comprobar cómo hay personajes que todavía no han coincidido nunca, al menos que nosotros sepamos y que mi memoria alcance. Y es que, señores, aquí se conocen por primera vez Edwin Jarvis, el leal mayordomo de los Vengadores y Master Wong, el mayordomo/esclavo (que risas la miniserie de los Defensores de Giffen y Maguire en su día) de El Doctor Extraño. ¿Queréis ver como ha sido esta reacción?

A la hora de confeccionar esta sección tenemos como norma no escrita intentar, en la medida de lo posible, no repetir con las series que incluimos el mes anterior para dar una mayor diversidad al «¿Qué está pasando…?». Sin embargo, hay ocasiones en la que los argumentos pesan tanto que es imposible resistir. Algo así podríamos argumentar respecto a los Imposibles X-Force de Rick Remender quienes desde su regreso de la Era de Apocalipsis están enfrascados en un vibrante tour de force que nos tiene pegados al sillón de lectura desde que empezó el último acto de la saga. Si en los anteriores números Remender hizo gala de un endiablado brío a la hora de llevar hasta el límite y más allá elementos clásicos de la franquicia para sumergir a Arcángel en una imparable caída en los abismos, el de este mes nos mete de lleno en la infiltración del equipo en la base del Clan Akkaba en la Antártida enfrentándose a los refuerzos traídos por la Bestia Oscura desde su realidad natal. Y aunque estamos acostumbrados a que en las colecciones de Remender los villanos sean retorcidos y tengan mala leche a más no poder, lo que le hace la versión AoA de la Mole a Fantomex excede cualquier baremo de repugnancia y maldad imaginable. ¿Os acordáis de la escena de la versión definitiva de Mole comiéndose a la Avispa en Ultimatum? Menudencias. Seguro que aquello habría sido preferible para el super ladrón francés en lugar de que el mutante con obesidad mórbida

Todos sabemos lo provocador es Mark Millar, y lo a gusto que se encuentra en terrenos políticamente embarrosos. Siempre tendrá dificil marcarse otro momento tan legendario como su «¿Crees que está A es de Francia?» (que yo siempre que la veo me acuerdo del Nextwave de Ellis e Immonen y el «¿Tu crees que está letra de mi pecho es la E de America?«). Pero no será por intentarlo. Y en Superior ha sacado muchos boletos para superarse a si mismo. Y es que Superior es una mezcla de Spawn y de Slumdog Millonaire donde los giros de tuerca están a la orden del día. Y Millar habrá pensado: «¿Donde les puede doler más a los Americanos?«. Pues donde va a ser, solo que para que no se note mucho decide sustituir

Abriendo nuestra lista con su su inesperada vuelta de tuerca en The Boys, Garth Ennis hace doblete este mes gracias a otra escena ligada a la serie de Dynamite Entertaiment que se alza con un merecido primer puesto en nuestro top. Y es que aunque el guionista se ha labrado una merecida reputación como enffant terrible a base de las burradas que harían llorar a Hanibal Lecter y el tipo de Saw, nos ofrece lo mejor de su repertorio cuando consigue congeniar su lado más destroyer con su innegable talento para crear relatos viscerales directos al cuello. Algo así tenemos en la miniserie dedicada al líder de este singular grupo que vigila a los superhéroes para que no se pasen de la raya. Con una estructura que recuerda a Cinco Horas Con Mario, El Carnicero (The Butcher) recuerda su pasado junto al ataúd de su padre mientras nos narra como se convirtió en el hombre que es hoy. Desde una infancia que le enfrentó a la peor cara de la violencia doméstica en el seno del hogar familiar hasta su agitado paso por el ejército, la historia alcanza un momento crucial cuando entra en escena Becky, una dulce pelirroja que se convierte en el ancla que le permite escapar de la espiral de violencia sin rumbo ni fin en la que se había visto atrapado.

Contrayendo matrimonio con ella, si recordáis las conversaciones entre Butcher y Hughie durante el transcurso de la serie madre probablemente teníais bastante claro que la muchacha no podía acabar demasiado bien en la serie. Pero la gran pregunta era, ¿sería capaz Ennis de concebir un desencadenante que justificase el odio y desprecio de Billy Butcher contra los superhéroes y sorprendernos a pesar de que ya estuvieramos al tanto de lo que se nos venía encima? La respuesta nos llega en este número en el que tras mostrarnos como los metahumanos disfrazados comenzaron a aparecer por doquier, la esposa de Butcher pasaría repentinamente de la indiferencia a sentirse cada vez más recelosa mientras su estabilidad física y mental comenzaba a deteriorarse lentamente. Sufriendo depresiones de causa incierta y malestar continuo, el momento culminante cuando en plena noche Becky intenta llegar al servicio sin despertar a Billy y la tragedia se desata: