QUEEN & COUNTRY, de Greg Rucka y vv.aa.

 

Edición U.S.A.: Queen & Country, vol. 1 a 6, y Queen & Country: Declassified vol. 1 USA; Oni Press.
Edición España: Julio de 2005 a noviembre de 2006; Norma Editorial.
Guión: Greg Rucka.
Dibujos: Steve Rolston, Brian Hurtt, Leandro Fernández, Jason Alexander, Carla Speed McNeil y Mike Hawthorne.
Entintado: Steve Rolston, Bryan O’ Malley, Leandro Fernández, Jason Alexander, Carla Speed McNeil, Mike Hawthorne y Brian Hurtt.
Formato: tomos
recopilatorios.
Precio: consultar artículo.

 

Poco a poco, sigilosamente, y sin hacer demasiado ruido. Así se ha ganado Greg Rucka a muchos de los lectores de ésta, la que sin lugar a dudas, es la mejor serie en la que ha participado. La razón del grado de inspiración de este irregular guionista podríamos encontrarla en el hecho de que la editorial independiente Oni Press, encargada de publicar Queen & Country en su edición original, parece haber conferido total libertad a Rucka para desarrollar argumental y estilísticamente la colección. Los resultados no se han hecho esperar, ya que a un razonable éxito entre los lectores hay que unir un Premio Eisner a la Mejor Serie Nueva en el año 2000, y sendas nominaciones en la categoría de Mejor Historia Serializada por los arcos argumentales Operación Tierra Rota y Operación Bola de Cristal.

Conozacamos la trayectoria del máximo responsable de este exitoso cómic:

Greg Rucka (San Francisco, EE.UU.; 1969) dio sus primeras muestras de interés por el mundo de la narrativa a una edad muy temprana (con apenas 10 años ganó un concurso local de historias cortas). Tras estudiar los entresijos de la profesión en la University of Southern California, comenzó la saga de novelas del guardaespaldas Atticus Kodiak, enmarcadas dentro del género negro en el que tan bien se mueve este autor. Su primer trabajo en el mundo del cómic serían Whiteout, y su secuela Whiteout: Melt, que le valieron para hacerse un hueco en el panorama independiente americano.

Como no podía ser de otro modo, las grandes editoriales se percataron de su potencial, de modo que comenzaron a lloverle los encargos de las dos “grandes”: Lobezno, Elektra, Spiderman o Elektra: La Redentora, para Marvel Comics, y Detective Comics, Gotham Central (junto a Ed Brubaker), Superman, Wonder Woman, Checkmate y 52 para DC Comics. Todo ello, compatibilizando el desarrollo de Queen & Country, y con la publicación de diversas novelas (algunas de ellas, como A Gentleman’s Game y Private Wars, son secuelas de Queen & Country).

SINOPSIS: “Tara Chace forma parte del S.S.I., servicio de inteligencia del Reino Unido. Como monitor (espía, o agente de campo) debe afrontar las más diversas misiones alrededor del mundo, con el objetivo último de proteger los intereses británicos. Para ello contará con la ayuda de sus compañeros: Tom Wallace y Edgard Kittering , atentamente supervisados por Paul Crocker y Donald Weldon, encargados de rendir cuentas al máximo responsable de la organización, Sir Wilson Stanton Davies, más conocido como C.”

Cuando lo sencillo y resultón habría sido articular una colección a imagen y semejanza de las cintas de acción “hollywoodienses”, acompañado de dibujantes más efectistas que efectivos, y con la única pretensión de entretener al personal, Rucka se desmarca con un crudo retrato del lado más siniestro del mundo de las relaciones internacionales: los servicios de inteligencia, ejecutores en la sombra de las más controvertidas decisiones de los gobiernos a los que representan. Cargado de tintes realistas, la solidez y coherencia de esta colección deriva directamente de la sabia construcción de los personajes, quienes al tiempo que libran una guerra silenciosa, tratan de asumir y sobrellevar las atrocidades cometidas en nombre de su país. Teóricamente, gran parte del protagonismo de esta serie recae sobre los hombros de Tara Chace, y si bien es cierto que su importancia en todas y cada una de las tramas es innegable, Queen & Country se revela como una serie eminentemente coral, resultando tan atractiva su personalidad como la de Paul Crocker, por poner un ejemplo. El innegable carisma e interés que despiertan los personajes de esta fenomenal colección se debe más a la insinuación que a la literalidad de sus páginas, pues los silencios, las miradas, y la actitud de unos personajes respecto a otros son síntoma inequívoco de la existencia de interesantísimas historias subyacentes, no siempre reveladas en su totalidad. Este ejercicio de sutileza es de agradecer, ya que sin que ello suponga un perjuicio en la narración de las tramas (más bien al contrario), ayuda a mantener el misterio.

Si bien es cierto que Queen & Country huye de gran parte de los tópicos de los géneros de acción, aventuras e intriga, (esta huida consciente y deliberada se plasma en la creación de un ambiente realista, en la evasión de circunstancias y situaciones imposibles, y por encima de todo, en la imperfección de sus protagonistas), el lector no debe dejarse llevar a engaño: en las páginas de este cómic tendrán lugar viajes por todo el globo (desde Kosovo a El Cairo, pasando por Afganistán), tiroteos, persecuciones, peleas o giros argumentales, pero a diferencia de otros retratos menos verosímiles, también alusivos a esta cruel parcela de la realidad, los agentes del S.S.I. sangran, lloran, se equivocan, sienten remordimientos, y ven sus vidas personales gravemente afectadas por su profesión, lo cual, inevitablemente se antoja como un elemento clave para que el lector termine por empatizar con estos ¿héroes? imperfectos.

En lo que al apartado gráfico se refiere, éste destaca por su heterogeneidad, ya que Rucka se deja acompañar en cada arco argumental por un artista diferente. De estilos casi antitéticos, y en algunos casos, hasta irreconciliables, Rolston, Hurtt, Fernández y el resto de ilustradores que prestan su habilidad a la colección, realizan un trabajo cuanto menos interesante, cuya mayor rémora (y esta no es una crítica a un dibujante concreto, sino a todos en general) es la de no saber dotar a estos personajes de un estilo y apariencia uniformes, pese a que todos ellos recurren a un trazo marcado por la sobriedad y el blanco y negro. Sea como fuere, la irrelevancia que de esta circunstancia en un análisis global de la obra denota hasta qué punto los guiones de Rucka son la auténtica clave para comprender el encanto de Queen & Country. Atendiendo a lo declarado por su creador, parece que éste tiene un final para la serie en mente (planea publicar alrededor de 50 entregas) de modo que sólo nos queda el consuelo de disfrutar con lo publicado hasta ahora, y esperar que lo que esta por venir sea tan bueno como las entregas precedentes.

Sé que corro el riesgo de repetirme (desventajas de tener una marcada predisposición a escribir acerca de colecciones que me han cautivado), pero no puedo evitar enunciar en voz alta un nítido pensamiento que me asalta en cuanto termino la lectura de cada entrega de esta serie: estamos ante uno de los mejores títulos publicados en la actualidad. De lectura obligada.

Hasta la fecha, éstos son los tomos recopilatorios publicados en España por Norma Editorial:

– Operación Tierra rota; julio de 2005; 120 págs.; 12 €.
– Operación Lucero del alba; octubre de 2005; 88 págs.; 8 €.
– Operación Bola de cristal; noviembre de 2005; 152 págs.; 12 €.
– Operación: Blackwall; febrero de 2006; 88 págs.; 8 €.
– Operación: Frente tormentoso; julio de 2006; 144 págs.; 10 €.
– Operación Diente de león; octubre de 2006; 112 págs.; 10 €
– Queen & Country: Confidencial nº 1; junio de 2006; 96 págs.; 8 €.

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)