Marvel 50 Aniversario – Los 70, la Década de las Ideas

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Los años 70, década donde muchos de nosotros descubrimos por primera vez lo que era un cómic de superhéroes. Los inicios de Marvel en los 60 fueron tan productivos, tan cargados de imaginación y creatividad que la década siguiente supuso el crecimiento inexorable de la editorial como si de un árbol se tratase, extendiendo y fortaleciendo sus ramas a la vez que crecían nuevas ramificaciones. Marvel había despertado la imaginación de los lectores y éstos demandaban más y más historias para leer. De hecho, el éxito marvelita iniciado en los 60 hizo que aparecieran una serie de autores inspirados por todo lo que la Casa de las Ideas producía: Steve Englehart, Marv Wolfman, Roy Thomas, Doug Moench, Chris Claremont, Jim Starlin, Steve Gerber y Don McGregor, por mencionar a algunos pesos pesados, fueron dignos herederos de lo que Jack Kirby y Stan Lee habían iniciado años antes. Gracias a buena parte de estos autores y muchos otros, Marvel Comics no sólo profundizó en el mundo de los superhéroes, sino que se adentró en otros géneros como el terror, las artes marciales, la ciencia ficción o la espada y la brujería, por mencionar algunos campos. Sin embargo, no todo fueron alegrías en Marvel. A comienzos de década Kirby, tras muchas disputas con la editorial por sus derechos laborales, decidió marcharse a la Distinguida Competencia. El Rey regresaría a Marvel en 1975 cargado de nuevas ideas, pero ya nada volvería a ser igual.

Si hay algo de lo que puede presumir Marvel es que sus cómics reflejan en gran medida el contexto histórico en el que se desarrollan. Un lector americano podía (y aun puede) ver cómo lo que sucedía en su país y en el mundo tenía, en mayor o menor medida y a nivel político, cultural o social, su correspondencia en las páginas de los diversos títulos Marvel.

No hay década en la que al menos se sucedan varios acontecimientos convulsos o de gran trascendencia y los 70 no fueron precisamente años tranquilos. La televisión se había introducido de lleno en los hogares americanos, lo que supuso una mayor y mejor información de la población. Sin embargo, esta innovación jugó en contra del gobierno americano, que por primera vez en su historia el pueblo veía por la televisión cómo regresaban sus hijos en féretros desde Vietnam, cómo se bombardeaba y arrasaba poblados de gente inocente y cómo abandonaban un país en mitad del desconcierto, poniendo en evidencia el poder tecnológico y económico de la primera potencia del mundo. Los ciudadanos no comprendían aquella guerra y menos aún la manera en la que terminaba (desde 1964 hasta 1975). Esto, unido a los escándalos de corrupción política como el caso Watergate (1972) que desembocó con la dimisión del presidente Nixon en el 74 y la crisis energética que afectó a Occidente buena parte de la década (¿a alguien le suena todo esto?) hicieron que la opinión pública norteamericana sobre los políticos se resintiera notablemente. Ante esta situación,la psicodelia, la música disco y las drogas como el LSD sirvieron para evadirse de un mundo que por momentos se compliaba. De este periodo de frustración surgieron superhéroes como Punisher, Nómada, Lobezno o el Caballero Luna, personajes con actitudes y comportamientos totalmente diferentes al que estaba acostumbrado el lector de cómics Marvel. El hecho de que hoy en día sean figuras de referencia en la editorial refleja en parte el éxito que tuvieron en su momento.

Otros acontecimientos importantes de la época fueron, por un lado, los asesinatos en las Olimpiadas de Munich de varios deportistas judíos y el tristemente famoso Bloody Sunday en Irlanda del Norte (1972), el nacimiento del primer niño probeta (1978), el estreno de Star Wars, todo un hito cinematográfico (1977) y como dato anecdótico, la creación del horario de verano (1975). En España, por otro lado, regresaba la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco (1975). Pero para hacer un repaso de la producción marvelita durante la década de los 70, será mejor que vayamos año por año. Ahí vamos.


El acontecimiento más importante de este año fue la marcha de Jack Kirby de Marvel a DC. El escritor y dibujante llevaba un tiempo luchando por mejoras laborales además de más libertad creativa y de mayores derechos sobre los personajes que había creado para Marvel. Cansado por la situación, no tuvo más remedio que abandonar la que había sido su casa desde sus comienzos como autor. Como despedida, Kirby dibujó el Fantastic Four #100, un colofón de lujo para alguien que había dado todo por la editorial que ahora lo dejaba marchar. En aquella historia los Cuatro Fantásticos se enfrentaban a toda una legión de androides que se hacían pasar por antiguos enemigos del grupo, todo ello ideado y creado por el Pensador Loco y el Amo de las Marionetas.

También suspuso el final para una serie que años más tarde renacería como el fénix de entre sus cenizas. A pesar de la incorporación de autores como Roy Thomas y Neal Adams, X-Men echaba el cierre tras 66 números. Las bajas ventas obligaron a la editorial a prescindir de un título que había puesto en liza a superhéroes como Cíclope, el Hombre de Hielo, el Profesor Xavier, Jean Grey o el Ángel, entre otros. No obstante, esto no significó un “hasta siempre”, sino un “hasta pronto”.


El género de Espada y Brujería se ponía de moda por aquella época, y Roy Thomas y John Buscema idearon la manera de introducir algunos de los elementos de ese mundo en los cómics Marvel. Así fue como introdujeron a Arkon en abril de este año (Avengers #75), el emperador del planeta Polemacus, que para salvarlo de la destrucción debía acabar con la Tierra y enfrentarse a los Vengadores. Por cierto, meses después, el propio Thomas junto con el artista Barry Windsor Smith se embarcaron en un proyecto relacionado con este género; Conan The Barbarian, una serie que fue todo un éxito y que alcanzó los 275 números. Con este nuevo título, Marvel ampliaba horizontes y reunía a nuevos lectores.

En noviembre de este año, un nuevo drama asomaba a las páginas de la serie de The Amazing Spider-Man #90. El capitán George Stacy, el padre de la novia de Peter Parker, moría al intentar salvar a un niño de morir aplastado por los cascotes producidos en un enfretamiento entre Spiderman y el Doctor Octopus. El valeroso acto se cobró la vida de Stacy, que veía en Spiderman lo contrario que la mayoría de la gente, un héroe. Así, Peter Parker pedía una vez más y de forma violenta una figura paternal. El humor del trepamuros en contraposición con sucesos tan dramáticos, su eterna historia.

En este año también aparecieron personajes como Agatha Harkness, Fuego Solar, Lobo Rojo y la Valkiria.


El año comenzaba con la aparición de unos nuevos personajes que no debían resultar muy desconocidos para los lectores de los Vengadores. En Avengers #85 debutaba el Escuadrón Supremo, cuando varios vengadores terminaron por error en la Tierra 712 (oh sí, Tierras alternativas en Marvel) tras un viaje interdimensional. Creados por Roy Thomas, los héroes de aquel planeta eran la copia marvelita de la Liga de la Justicia y la evolución benigna del Escuadrón Siniestro, que ya se había enfrentado a los Vengadores en 1969. A los ya conocidos Hiperión, Zumbador, Halcón Nocturno y Doctor Espectro había que añadir a Lady Alondra, Águila Americana, Ojo de Halcón (aunque con ballesta) y Pulgarcito. La confusión se adueñó de los héroes y ambos bandos se enfrascaron en el combate de rigor, pero poco después descubrieron que todo había sido una confusión y unieron fuerzas contra un enemigo que amenazaba la existencia de la Tierra 712, el Niño Cerebro.

En mayo se publicó The Amazing Spider-Man #96, uno de los cómics más famosos de la época por el tema que trataba. Stan Lee había recibido la petición por parte del Departamento de Salud, Educación y Bienestar americano que escribiera una historia con un mensaje en contra de las drogas. Lee aceptó y creó una trama en tres entregas en la que Harry Osborn se volvía adicto al LSD. Sin embargo, el escritor sabía que el Comic Code Authority no aprobaría un cómic en el que se mencionasen las drogas, pero optó por seguir adelante y finalmente Marvel publicó los tres cómics sin el famoso sello del CCA. La historia fue todo un éxito y a raíz de ello el órgano censor tuvo que revisar sus restricciones sobre los contenidos que podían aparecer en un cómic, permitiendo así una mayor libertad creativa.

Los lectores de los Vengadores no podían imaginar que en aquel verano de 1971 daría comienzo una de las mayores epopeyas que jamás se habían contado en un cómic Marvel, la Guerra Kree-Skrull. El guionista Roy Thomas era quien se encargaba de las historias del grupo vengador y creía que era el momento de contar algo grande en su serie. Spiderman había tenido un gran momento con el “Capítulo Final”, mientras que los Cuatro Fantásticos habían conocido a los Inhumanos y se habían enfrentado a Galactus ¿No era la hora de que los Vengadores tuvieran sus páginas de gloria? Thomas ideó una trama que desarrolló durante nueve números en la que enfrentó a los guerreros kree contra los skrull en disputa por la hegemonía galáctica con la Tierra y nuestros héroes Vengadores de por medio. Y para hacerlo más grandilocuente, el escritor incluyó un sinfín de personajes: Ronan el Acusador, la Inteligencia Suprema, los Inhumanos, el Capitán Marvel, Nick Furia y sus mandroides, Rick Jones e incluso los superhéroes que se habían popularizado en la Marvel primigenia de los años 40. Además, se incluía la célebre historia del Viaje al Centro del Androide, donde Hank Pym como el Hombre Hormiga se introducía en el cuerpo de La Visión para intentar salvarle la vida, un relato que todo fan vengador seguramente aun guarda en la retina de sus ojos. Todo ello dibujado por dos artistas de lujo como eran Sal Buscema y Neal Adams, que brindaron con su arte la espectacularidad que una saga como la Guerra Kree-Skrull merecía.

Para terminar el año, el prolífico Roy Thomas parecía estar en estado gracia porque decidió juntar en un mismo grupo a los héroes más solitarios del Universo Marvel. Presentados originalmente en Marvel Feature, Namor, el Doctor Extraño y Hulk unían fuerzas bajo el nombre de los Defensores para enfrentarse a Yandroth, un enemigo del Hechicero Supremo que amenazaba con la destrucción de la Tierra. Desde aquel momento, los tres superhéroes acordaron reunirse siempre que el planeta necesitara ser defendido.


Este año también fue el nacimiento de personajes como Namora, el Halcón, Doc Samson y el villano Morbius.


El hecho de que Stan Lee decidiera publicar la historia de Spiderman sobre las drogas hizo que se revisase el Comic Code. Creado en los años 50 a raíz de la preocupación por los contenidos de los cómics, el CCA necesitaba de una revisión completa de sus restricciones ahora que habían pasado dos décadas y la histeria de aquella época ya no existía. Esto supuso que las editoriales podían adentrarse de nuevo en el género del terror sin preocuparse por la censura, lo que impulsó a Marvel a publicar diversos títulos llenos de monstruos e historias sobrecogedoras.

El primer título en aparecer relacionado con el terror fue Werewolf by Night en Marvel Spotlight #2, donde el joven Jack Russel contaba sus desventuras cada vez que la luna llena asomaba en el cielo. Aunque originalmente fue escrita y dibujada por Gerry Conway y Mike Ploog, poco después fueron sustituidos por Dough Moench y Don Perlin.

El siguiente cómic en seguir los pasos del Hombre Lobo fue The Tomb of Dracula. Stan Lee estaba ansioso por publicar un tebeo sobre vampiros y el conde Drácula, así que de nuevo Roy Thomas junto con Gerry Conway lanzaban al mercado las aventuras del joven Frank Drake contra el siniestro conde Drácula. Sin embargo, el equipo creativo que dio fama a la serie fue el formado por Marv Wolfman, Gene Colan y el entintador Tom Palmer, que se incorporaron al título en el #7 y convirtieron Tomb of Dracula en un cómic de terror para adultos con desnudos incluidos. Dibujos, por cierto, que sufrieron la censura de la propia editorial en 2005 cuando la serie fue reeditada en tomos. La anécdota de este título tiene como protagonista a Gene Colan, que en el momento en el que supo que Marvel tenía intención de publicar un cómic sobre Drácula, se puso en contacto con Stan Lee para que le dejara dibujarla. El problema estaba en que Lee ya le había prometido ese trabajo a Bill Everet. Sin embargo, la cabezonería de Colan le llevó a encerrarse en su casa y dibujar un conde Drácula basado en el actor Jack Palance. Cuando se lo envió a Stan Lee, éste lo llamó y le dijo: Es tuyo.

Agosto fue el mes elegido para que el tercer título de terror saliese a la venta. Ghost Rider era su nombre y en ella el escritor Gary Friedrich contaba las aventuras del acróbata motorista Johnny Blaze, que para salvar la vida de su enfermizo padrastro hacía un trato con Mefisto. Éste le salvó de la enfermedad, pero lo mató en un accidente de moto. Además, unió el alma de Blaze a la del demonio Zarathos, lo que le permitía convertirse en un motorista esquelético y demoníaco que podía lanzar fuego infernal. Desde entonces, Johnny Blaze utilizó su maldición para luchar contra aquellos que hacían el mal. Curiosamente el título de Ghost Rider no era original, su origen se remonta a 1949 y daba nombre a un personaje vaquero de Magazine Enterprises, creado por Ray Krank y Dick Ayers. La censura de la época acabó con el cómic, pero años más tarde Marvel aprovechó que la pantente del título no se había renovado y publicó un título con el mismo nombre que el de Magazine Enterprises, pero sin la ambientación terrorífica (Ghost Rider #1, 1967). Aunque la serie sólo aguantó siete números, fue suficiente para que el personaje quedara establecido en el universo Marvel e hiciera puntuales apariciones a lo largo de los 70. Ahora que había un nuevo Ghost Rider, el original debía cambiar de nombre y pasó a llamarse Phantom Rider.

1972 fue un año productivo en lo que a series de carácter adulto se refiere, ya que tras el Motorista Fantasma, el siguiente título en aparecer fue The Man-Thing en octubre, la criatura que habitaba los everglades de Florida. Aunque su primera aparición fue en Savage Tales #1 (mayo 1971), el personaje no gozó de sus propias historias regulares hasta el #10 de Adventure Into Fear. Primero fueron relatos de 10 páginas, cinco números más tarde se ampliaron a 19, y a partir del #19 ya obtuvo su propia cabecera. Sus creadores fueron los habituales en esta época, Stan Lee y Roy Thomas, que ideó un argumento para que Gerry Conway lo desarrollase. Ahora el dato curioso. Como ya he mencionado, el Hombre Cosa debutó en mayo de 1971, hubo una segunda historia que iba a ser publicada en Savage Tales #2 escrita por Len Wein, pero no salió en su momento porque la serie fue cancelada. Poco después el escritor trabajó para DC y sorprendentemente creó Swamp Thing, que hizo su debut en House of Secrets #92 (junio-julio 1971). Podemos decir que dos personajes “hermanos” de diferentes editoriales vieron la luz el mismo año.

Personajes como Luke Cage, Namorita, Shanna la Diablesa y Patsy Walker, figura recuperada de los años 40 y 50, aparecen en los cómics Marvel por primera vez durante 1972.


Hoy en día aun se discute cual fue el suceso que propició el cambio de Edad dentro del mundo del cómic. Unos opinan que la marcha de Kirby de Marvel fue un punto de inflexión considerable, mientras que otros sostienen que la muerte de Gwen Stacy, la novia de Spiderman, fue un suceso tan dramático que supuso un antes y un después en la historia del cómic, el paso de la Edad de Plata del cómic americano a la de Bronce. En cualquier caso, sin duda este último acontecimiento fue un golpe de efecto apabullante en la serie de The Amazing Spider-Man.

La idea de matar a la joven rubia fue de John Romita Sr., su intención era alterar el status-quo de la serie del trepamuros y de paso motivar las ventas. Creada en 1965 por Stan Lee y Steve Ditko, Gwendolyn “Gwen” Stacy se había ganado un hueco en el título y el corazón de Peter Parker. Años después, en The Amazing Spider-Man #121, Gerry Conway y Gil Kane sorprendieron aquel verano del 73 con el Duende Verde lanzando desde puente Brooklyn a la novia de Spiderman. Aunque éste evitó con su telaraña que su amada cayera al mar, no pudo hacer nada por salvar su vida ¿Le había roto el cuello al frenar la caída con la telaraña? ¿Había muerto del shock? Fuera como fuese, Peter Parker se sintió culpable de la muerte de Gwen. Sus sentimientos aun eran más dolorosos cuando comprobó con amargura que toda persona que mantenía lazos sentimentales con él corría serio peligro. En el Universo Marvel los desafíos y problemas a menudo eran resueltos por los héroes y tenían un final feliz, pero de vez en cuando el bien no siempre triunfaba y la tragedia alcanzaba incluso a los menos vulnerables.


A pesar de este dramático acontecimiento, 1973 fue un año en el que se vieron muchas caras nuevas en las portadas de los cómics Marvel, un claro indicativo de que a la editorial las cosas le iban viento en popa. Primero fue el gladiador del futuro Killraven, que tuvo su debut en Amazing Adventures #18. Creado por Roy Thomas (y ya van…) y Neal Adams, se basaron en el clásico La Guerra de los Mundos de H.G. Wells para crear una Tierra apocalítica en la que los marcianos invadían por segunda vez la Tierra en el año 2001 y la conquistaban. Jonathan Raven era el líder de un grupo de rebeldes que luchaba contra los invasores bajo el nombre de los Hombres Libres. Curiosamente, este cómic tiene el honor de ser el primero a color en mostrar un beso interracial entre dos protagonistas. La serie original tuvo 39 entregas y duró hasta 1976.

Aunque Pantera Negra no era un personaje novedoso debida a su frecuente presencia en los Cuatro Fantásticos y los Vengadores, sí lo fue que protagonizara su propio título. En septiembre de aquel año Don McGregor contaría en Jungle Action #6 una historia de T’Challa que se prolongaría durante 13 entregas y que para muchos es considerada la primera novela gráfica de Marvel. Allí se narraron las maniobras de diversos villanos para derrocar del poder al rey Pantera Negra y gobernar la nación de Wakanda con sus ricos recursos naturales, entre ellos el famoso metal vibranium. Esta serie no fue más que la confirmación en el medio del cómic del movimiento social creado por la comunidad afroamericana en la década de los 60 y que tuvo su desarrollo en el cine a comienzos de los 70, conocido como Blaxplotation. Marvel no fue ajena a ese auge de la cultura negra y fruto de ello fue la aparición en estos años de personajes como el Halcón, Luke Cage, Blade, Black Goliath y el creciente protagonismo de Pantera Negra.


Pero las películas de protagonistas afroamericanos no fueron las únicas que llegaron a las salas, el cine de artes marciales también ganaba adeptos. Marvel aprovechaba toda innovación cultural para ofrecer un nuevo cómic, y las artes marciales era un tema muy suculento como para dejarlo escapar. Así apareció por primera vez Shang-Chi, maestro del kung fu. Creado por Steve Englehart y Jim Starlin, nuestro protagonista era el hijo del célebre villano Fu Manchu, personaje ideado por Sax Rohmer (al que Marvel ya no puede mencionar en sus cómics por problemas de derechos) y del que se rebelaba. Debutó en Special Marvel Edition #15, pero en abril de 1974 la serie cambió de título a The Hands of Shang-Chi: Master of Kung Fu. Su éxito fue casi inmediato y su recorrido editorial se prolongó hasta 125 entregas (junio de 1983) con autores como Doug Moench y Paul Gulacy a los lápices.

Este año fue el del nacimiento de Blade, Dragón Lunar, Mantis, Daimon Hellstrom, el Pato Howard, Mentor, Starfox y Thanos. Este último pronto se convertiría en uno de los villanos más importantes del Universo Marvel, con su apasionada historia de amor con la Muerte.


Como ya mencionaba al comienzo del artículo, la década de los 70 fue un periodo en el que surgieron los primeros anithéroes de Marvel. La percepción de la gente había cambiado, el mundo no era tan inocente como creía y había que reaccinar ante ello. Fruto de este desencanto fue la aparición de héroes que pasaban de los puños a las armas, como fueron Conan, Kull y Killraven, pero no fueron los únicos.

En marzo de este año el ex marine Frank Castle era presentado en The Amazing Spider-Man #130 como el mortífero Castigador. Aquel antihéroe no ocultaba su cara, utilizaba armas de fuego y llevaba en el pecho como símbolo de identidad una calavera humana, todo una declaración de intenciones. Motivado por la muerte de su familia a manos de la mafia, el Castigador había perdido toda confianza en los cuerpos de seguridad y la justicia de su país, así que él mismo se había embarcado en una cruzada personal contra el mundo del crimen, haciendo de juez, jurado y verdugo al mismo tiempo. En aquel cómic Frank Castle era engañado por el Chacal para que acabase con Spiderman, haciéndole creer que se trataba del mayor criminal de Nueva York. El Castigador fue todo un éxito entre los lectores y la presencia del personaje aumentó, uniéndose de vez en cuando al propio Spiderman o el Capitán América, pero sin que estos aceptaran sus métodos. No fue hasta los 80 que no tuvo su propia serie.

El siguiente antihéroe en aparecer fue Lobezno. En noviembre de 1973 daba sus primeros zarpazos en la serie The Incredible Hulk #181, haciendo frente con sus novedosas garras al coloso esmeralda. Los creadores de la criatura fueron John Romita Sr., Len Wein y Herb Trimpe, que se habían puesto de acuerdo en crear un superhéroe relacionado con el peligroso glotón. No obstante, el concepto original del personaje no tenía mucho que ver con el que posteriormente desarrollaron Chris Claremont y John Byrne en la Patrulla-X. La primera intención de Len Wein era la de presentar a un joven mutante con los sentidos aumentados como los de un animal, muy ágil y que se valía de unas garras que acompañaban su traje. De su pasado el lector sólo pudo saber que era un agente que trabajaba para el gobierno canadiense, poco más. En 1975 Claremont y Dave Cockrum decidieron incluir el personaje en el relanzamiento de la Patrulla-X y enriquecieron el trasfondo de Logan. Lobezno era presentado como un incorregible cascarrabias al que pocos podían domar. Además, formaba parte de un programa de preparación de superhombres canadiense al que llamaban Arma-X. Sin embargo, el equipo creativo no estaba muy contento con el resultado del personaje y barajaron la posibilidad de hacerlo desaparecer de la Patrulla-X. Fue gracias a la llegada del artista John Byrne que se desestimó la idea, el dibujante no quería desprenderse del único personaje canadiense (él lo es) que había en la serie y luchó para que se quedara. Lobezno ganó en trasfondo y madurez, aunque nunca se desprendió de su estilo sanguinario y poco a poco el lector fue descubriendo que aquel tipo de patillas pronunciadas guardaba más historias de las que uno podía suponer; un esqueleto de adamantium, factor de curación rápido, un origen muy lejano… Tal vez estemos ante el personaje con mayor retrocontinuidad de Marvel y uno de los más amados dentro del fandom. Por cierto, para los más despistados, la traducción literal de Wolverine, como ya sabréis muchos, es glotón. Alguien con ingenio quiso traducirlo al español como Lobezno. Y alguien que no ha leído un cómic Marvel en su vida lo tradujo como Carcayú en la película Clerks (1994) de Kevin Smith.

El último rebelde en aparecer aquel prolífico no fue un personaje totalmente nuevo, más bien era un viejo conocido, el Capitán América. A comienzos de año había dado comienzo la trama del Imperio Secreto en Captain America and the Falcon #169, donde Steve Rogers investigaba una conspiración gubernamental para incriminarlo en delitos que él no había cometido. Finalmente, en diciembre de 1974 el Capi descubría que quien lideraba el Imperio Secreto no era otro que el mismísimo presidente de los EEUU, que por último acababa con su vida suicidándose. Aquel suceso produjo un fuerte desencanto y malestar en Steve Rogers, que arrepentido de los valores que él creía defender, cambió de identidad y se dispuso a luchar contra el crimen bajo el nombre de Nómada, un hombre sin país. Esta historia fue la versión marvelita del caso Watergate, suceso que dejó en entredicho la popularidad y confianza del presidente Nixon y que finalmente supuso su dimisión. Por primera vez en la historia de EEUU un presidente dimitía.

Otras creaciones que aparecieron en los cómics Marvel siguiendo la moda del momento fueron Puño de Hierro y Deathlok. El primero seguía la estela de Shang-Chi, el artista marcial que había empezado su andadura con éxito el año anterior, aunque en este caso Roy Thomas y Gil Kane quisieron crear un personaje más relacionado con los superhéroes. Danny Rand era un joven que acompañaba a su familia por Asia en busca de la ciudad mística de K’un-L’un. Muertos sus padres, Danny fue rescatado por los habitantes de la ciudad que tanto buscaba y se convirtió en un artista marcial supremo. Tras conseguir el don del Puño de Hierro al derrotar Shou-Lao, el Dragón Inmortal, el nuevo héroe regresaba a Nueva York para combatir el crimen con sus nuevas habilidades. Su primera aparición se produjo en Marvel Premier #15, pero números más tarde consiguió su propio título homónimo que duró 15 entregas (noviembre del 75 hasta septiembre del 77) contando con el espectacular tándem Claremont-Byrne, todo un tesoro de colección.


El segundo caso, Deathlok, fue el resultado de combinar un héroe afroamericano medio cibernético con un fuerte arsenal en un futuro alternativo con tintes apocalípticos. Creado por Rich Buckler y Doug Moench, el coronel Luther Manning era reanimado como Deathlok tras ser herido de muerte en Astonishing Tales #25. Ya lo definían Megadeth años después: Parte biónico y orgánico, no es un ciborg, llámalo Psychotron.

Si todo esto no fue suficiente para los fans de Marvel, durante aquel año también pudieron disfrutar por primera vez de Tigra, el Samurai de Plata y la Madonna Celestial, que no era otra que la misteriosa Mantis.

Este año será recordado principalmente por el regreso de uno de los grupos de superhéroes más emblemáticos de la Casa de las Ideas, la Patrulla-X. Roy Thomas aun tenía la espina clavada de que una serie en la que había puesto tanto empeño no remontase el vuelo cuando él se hizo cargo de ella. El que ahora era jefe creativo de Marvel sabía que había un buen grupo de fans esperando la vuelta de los mutantes, pero si la Patrulla-X quería tener éxito debía revisar algunos de sus conceptos. La decision más drástica fue cambiar casi por completo el plantel de protagonistas, lo que se daría a conocer como Segunda Génesis. El equipo creativo original lo conformaron Len Wein y Dave Cockrum y en mayo de 1975 en el Giant Size X-Men #1 presentaron al grupo de superhéroes más internacional jamás visto: El ya conocido Lobezno del Canadá, Coloso de la Rusia comunista, Rondador Nocturno de Alemania, Tormenta de Egipto (aunque luego descubriríamos que había nacido en Nueva York), Banshee de Irlanda, el nativo americano Ave de Trueno y el japonés Fuego Solar. Aunque durante los primeros números convivieron los dos grupos de mutantes, los antiguos estudiantes de Charles Xavier y los recién llegados, todo quedó establecido para que fueran los nuevos reclutas los verdaderos protagonistas de la remozada Patrulla-X bajo el liderazgo de Cíclope, el único veterano del grupo. Muchos de los fans de la Patrulla original se sintieron defraudados por esta decisión editorial, y sólo pudieron conformarse con la eventual aparición de algunos de los viejos estudiantes y la frecuente presencia de Jean Grey, que a la postre daría pie a una de las más apasionantes historias del Universo Marvel, la Fénix Oscura. Sólo la llegada posterior de Chris Claremont y John Byrne hizo que muchos cambiaran de idea y pensaran que, después de todo, aquella serie no estaba mal… ¡Más bien era una pasada! Fue gracias a este título y estos autores que el mundo mutante es lo que es hoy, una parte indispensable y primordial del Universo Marvel.

Mientras, en los Vengadores Steve Englehart desarrollaba uno de los acontecimientos siginificativos dentro de la historia del grupo. El final de la trama de la Madonna Celestial terminaba con dos bodas. En la primera se casaban la extraña Mantis, quien se había revelado como la Madonna Celestial y que se convertiría en la madre del ser más importante de todo el cosmos, con el Espadachín. Mientras que en la segunda contraía matrimonio la Bruja Escarlata con el sintezoide Visión, una historia de amor que terminaba con final feliz a pesar de las reticencias de Mercurio, el hermano gemelo de Wanda Maximoff, que rechazaba por completo a un androide como cuñado. Sendos matrimonios fueron toda una declaración de intenciones por parte de Marvel en contra de los prejucios morales; Mantis era vietnamita, una nacionalidad muy controvertida para la época, en pleno fin de la guerra del Vietnam, mientras que la Visión… bueno, la Visión era toda una amalgama de lo antinatural (un robot de cara roja que anhelaba ser humano). Por cierto, para oficiar la ceremonia allí estaba Inmortus, la versión futura de Kang el Conquistador ¡Qué tiempos!

En junio Marvel quiso recuperar parte de la esencia de los cómics de los años 40 y comenzó a publicar los Invasores, el grupo de superhéroes compuesto por el Capitán América, Bucky, la Antorcha Humana original, su compañero Toro, Namor, Sptifire y Union Jack que junto con otros superhéroes hicieron frente al Eje durante la II Guerra Mundial.


Otro grupo que tuvo sus inicios en este año fue Los Campeones. El escritor Tony Isabella tenía en mente crear un supergrupo con algunos de los componentes de la antigua Patrulla-X que no estaban teniendo protagonismo en la relanzada serie de los mutantes, como eran el Hombre de Hielo, el Ángel e incorporar a Goliath Negro. Sin embargo, el hombre gigante no estaba disponible y el editor Len Wein le pidió a Isabella que replantease la formación e incorporara tres miembros más. Finalmente el grupo quedó establecido con los dos mutantes, dos vengadores inactivos como eran la Viuda Negra y Hércules y un solitario como el Motorista Fantasma. El éxito de la serie no fue muy continuado ya que sólo tuvo 17 entregas en las que finalmente también tuvieron protagonismo la heroína rusa Darkstar y Goliath Negro.

1975 fue el año en el que los fans marvelitas pudieron ver por primera vez a Madrox, el Hombre Múltiple, cómo Namor y el Doctor Muerte iniciaban sus frecuentes colaboraciones en el Giant-Size Super-Villain Team-up #1 o cómo en Werewolf by Night #32 se daba a conocer al Puño Vengador de Konshu, el Caballero Luna.


Este fue el año en el que se conmemoraba el segundo centenario de la Declaración de la Independencia de EEUU y la editorial Marvel consideró celebrarlo incluyendo más tramas políticas en las historias de sus cómics. Así se pudo ver como el Pato Howard se presentaba en su propio cómic a la presidencia del país, o cómo el Doctor Extraño realizaba un viaje temporal para conocer al mismísimo Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los EEUU.

Pero seguramente el hecho más importante dentro de la editorial fue el regreso Jack Kirby. Tras un periodo de cinco años trabajando para DC, el Rey regresaba la que siempre había sido su casa y de la que nunca debió marcharse. Stan Lee se encargó de anunciarlo en la Marvelcon que se celebró en la primavera de aquel año para regocijo de los aficionados marvelitas. El regreso se debeía en buena parte a la mejora de las condiciones laborales de Kirby, que desde aquel año se hacía cargo de la edición y el guión de sus historias junto con el argumento y el dibujo.

El Rey no perdió el tiempo e inmediatamente llevó a cabo una idea que ya había tenido sus frutos en DC, los Eternos. Su propuesta era crear una serie de personajes más cercanos a los dioses que a los humanos. Esos seres divinos eran los Celestiales, que visitaron la Tierra hace un millón de años y relizaron experimientos genéticos en algunas tribus de homo erectus, dando como resultado dos nuevas razas: los Desviantes y los Eternos. Estos últimos eran una versión mejorada de los humanos: creados para proteger a la Tierra de futuras amenazas, eran seres inmortales que no enfermaban, difíciles de herir, inmunes a los climas extremos y con una gran diversidad de poderes. Mientras que los Desviantes eran los experimentos fallidos de los Celestiales. Seres inestables con ciertas habilidades cuyo único objetivo era destruir sus contrapartidas “perfectas”. Mientras que los Desviantes habitaron las ruinas acuáticas de la Atlántida, los Eternos se asentaron en el monte Olimpo, estableciendo así una metáfora del infierno y el cielo, respectivamente. La serie duró 19 números mas un Anual y aunque sus historias no se desarrollaban en el Universo Marvel estándar, tiempo después Roy Thomas y Mark Gruenwald se encargaron en la serie de Thor de intergrar a los Eternos en la Tierra-616.

En Marvel tenían la clara intención de presentar un nuevo héroe adolescente en la misma línea que Spiderman, pero con implicaciones más cósmicas, su nombre sería Nova. Aunque originalmente fue creado por Marv Wolfman y Len Wein en 1966 para la serie Super Adventures, años después John Romita Sr. modificó su traje y por fin, en septiembre de 1976, fue presentado en su propia serie con el título The Man Called Nova #1. Richard Rider era un estudiante neoyorquino que por casualidad había sido elegido por el moribundo Rhomann Dey, el último Centurión del cuerpo intergaláctico Nova, para heredar su poder y evitar la destrucción del planeta Xandar de manos del pirata espacial Zorr. Uno de los atractivos de la serie era ver como el adolescente Rider se hacía con el traje y el yelmo Nova e intentaba controlar y manejar los poderes recién adquiridos.


1976 también fue el año para que Patsy Walker, tras décadas deambulando por diferentes series Marvel, definitivamente se enfundara un disfraz y se dedicara a repartir justicia como la Gata Infernal en Avengers #144. También fue el momento que los Guardianes de la Galaxia tuvieran su propia serie bajo el título de Marvel Presents #3 con el equipo creativo de Steve Gerber y Al Milgrom. En Daredevil Bullseye empezaba a dar guerra y Jack la Sota de Corazones comenzaba su carrera superheroica en The Deadly Hands of Kung Fu #22. Jean Grey se metamorfoseaba en Fénix, Hulk perdía a su amada Jarella y la fama de Spiderman aumentaba con un tercer título, Peter Parker, The Spectacular Spider-Man.


Marvel había ampliado considerablemente la cantidad de títulos de diferentes géneros y su intención era seguir en esa dinámica. A partir de este año la editorial firmó una serie de acuerdos que le permitieron publicar cómics relacionados con películas, grupos de rock e incluso juguetes. De hecho, Kirby ya se había adelantado a esta creciente ola y en diciembre de 1976 se programó en diez entregas la adaptación en cómic de la película de Stanley Kubrik 2001: Una Odisea en el Espacio.

En agosto salió a la venta Godzilla, el cómic basado en el famoso monstruo del cine nipón. Con guiones de Doug Moench y dibujos de Herb Trimpe, Godzilla atravesó los EEUU enfrentándose a Nick Furia y SHIELD, el Dinosaurio Diabólico y otros héroes Marvel. También se empezó a publicar el cómic de Star Wars, semanas antes de que se estrenase la película. Sus lectores tuvieron el privilegio de ir a las salas de cine sabiendo lo que se iban a encontrar en la gran pantalla. La primera película fue adaptada en seis entregas y la serie no dejó de publicarse hasta 1986.


La última adaptación del año fue para el grupo de rock KISS. Bajo el título Marvel Super Special #1, la fama de la banda en aquella época era desbordante y Marvel vio en KISS un filón de oro. En aquel cómic Paul Stanley y los suyos se enfrentaban a Mefisto y el Doctor Muerte ayudados por los Vengadores, Defensores, los 4 Fantásticos y Spiderman. La flor y nata del Universo Marvel, vamos. El cómic fue un gran éxito y es objeto de coleccionismo, tal vez el hecho de que se utilizara sangre de los integrantes del grupo para dibujarlo tenga mucho que ver.

Aquel año también fue uno de reinvindicación femenina dentro de Marvel. Por un lado, Spitfire debutaba en The Invaders #12, una superheroína que había conseguido sus poderes al recibir una transfusión de sangre de la Antorcha Humana original [sic] tras haber sido mordida por el vampírico Barón Sangre. Por otro lado, otras dos chicas buscaban su hueco en el mercado editorial de superhéroes. Primero fue Ms. Marvel, que tras recibir las radiaciones del dispositivo kree psicomagnetrón, obtenía superpoderes y de paso una serie propia. La segunda fue Spiderwoman. Parecía que con la fama de Spiderman tarde o temprano aparecería una mujer araña y era mejor que tuviera sus orígenes en la Casa de las Ideas antes que en otra editorial. Aunque Jessica Drew ha tenido distintos orígenes a cada cual más rocambolesco, las historias de Spiderwoman estaban más relacionadas con los espías y las tramas oscuras, donde hizo de agente de HYDRA y se enfrentó a SHIELD. Su primera aparición se produjo en Marvel Spotlight #32 de manos de Archie Goodwin, Sal Buscema y Jim Mooney, y en 1978 obtuvo su propio título cuyo periplo duró 50 números.

Personajes como el Hombre 3D, Arnim Zola y Dientes de Sable hicieron su primera aparición este año, pero muchos recordarán mejor la fabulosa adaptación que hicieron Chris Claremont y Dave Cockrum en la Patrulla-X de la Legión de Superhéroes de DC con el nombre de la Guardia Imperial. En ese mismo cómic, X-Men #107, también fueron presentados los Saqueadores Estelares, cuyo líder, Corsario, resultaba ser el padre de Cíclope. Un mes más tarde John Byrne tomaría el relevo de Cockrum en esa serie y entonces la Patrulla-X rozaría la exquisitez.

Fuera del cómic, la cadena televisiva CBS emitía dos películas sobre el Increíble Hulk que fueron protagonizadas por Bill Bixby en el papel de David Banner (nada de Bruce) y por el mítico Lou Ferrigno como La Masa (en aquella época molaba más ese nombre). Ambos telefilmes fueron de tal éxito que la cadena preparó una serie semanal que se prolongó durante cinco temporadas, hasta 1982.


Jack Kirby había regresado a Marvel en mejores condiciones que las que había tenido antes de irse. Sin embargo, el prolífico autor seguía descontento con su situación y el trato que recibía. Viendo que la compañía no le ofrecía cobertura médica, entre otras mejoras laborales, el Rey abandonó Marvel definitivamente para dedicarse al campo de la animación. En aquellos tres años Kirby había trabajado en Captain America and The Falcon, Black Panther, creó a los Eternos y todo su universo propio, a Devil Dinosaur y escribió la adaptación en cómic de 2001: A Space Odyssey. A finales de año daría su último adios y jamás sabremos qué otras maravillas pudo haber creado una mente como la suya si alguien dentro de Marvel hubiese pensado mejor en todo lo bueno que Kirby había hecho por la editorial. El artista luego recaló en Pacific Comics y también trabajó en algunas series de animación, una de ellas sobre los 4 Fantásticos. Por cierto ¿Sabías que la serie de dibujos animados Turbo Teen fue creación suya?

Una de las consecuencias de la adaptación de 2001: Una Odisea en el Espacio fue la aparición del Hombre Máquina en el #8 de la serie. Originalmente llamado Mr. Machine, Kirby tenía claro que aquel personaje debía tener su serie propia, para él la cibernética era el destino final de nuestra especie y que en nuestro futuro las máquinas harían todo por nosotros. En abril del 78 el Hombre Máquina tuvo su propia serie. Su nombre original era X-51, número que indicaba la cantidad de pruebas que el ejército había hecho para crear un robot casi perfecto. El responsable del proyecto, el doctor Abel Stack, se encariñó con X-51 y se lo llevó a su casa para perfeccionalo y tratarlo como si fuera su propio hijo. Sin embargo, todos los robots tenían un dispositivo remoto de destrucción en el caso de que salieran defectuosos, y el doctor Stack murió al retirar el de X-51. Desde aquel momento el Hombre Máquina, que cambió su nombre a Aaron Stack, huyó e intentó integrarse entre los humanos para evitar que el ejército lo atrapara. La serie duró 19 números, pero Kirby se fue en el #9. El guionista Marv Wolfman y el artista Steve Ditko la retomaron nueve meses después.

Aquel 1977 también fue el año en el que se dio a conocer el Arma Alfa en X-Men #109, uno de los superhéroes entrenados por el gobierno canadiense. Guardián, como sería conocido más tarde, viajaba a los EEUU para traer de vuelta a Lobezno, fuera como fuera. En aquel cómic los lectores vieron un anticipo de lo que años más tarde se convertiría en uno de los grupos más emblemáticos de los años 80: Alpha Flight.

En noviembre se daría por concluida una de las historias más épicas dentro del título de los Vengadores, la Saga de Korvac. Jim Shooter y George Pérez fueron los autores de una trama que terminaba enfrentando a los Héroes Más Poderosos de la Tierra y los Guardianes de la Galaxia contra Michael Korvac, un ser que imbuido con un poder similar al de Galactus, deseaba crear una utopía a su gusto. Huyendo de los Guardianes de la Galaxia, Korvac se escondía en un apartamento de Nueva York disfrazado de un apacible humano acompañado de su amada Carina, la hija del Coleccionista. Imagínate ahora un autobús lleno de superhéroes visitando la zona residencial de Michael Korvac y pidiéndole que abandone sus macabros planes. El combate fue de tales consecuencias que muy pocos héroes sobrevivieron. Sólo cuando Korvac vio que Carina había muerto, en un acto de desesperación se suicidó no sin antes revivir a todos aquellos que había matado.

Halcón Estelar buscándole las cosquillas a Michael Korvac

1978 fue el año en el que Quasar, Devil Dinosaur, Piedra Lunar (Karla Sofen) y Mística aparecieron por primera vez en un cómic Marvel.


Este año también fue clave en la publicación de series relacionadas con productos ajenos a Marvel. Debido a los acuerdos firmados con diferentes marcas de juguetes, la editorial podía publicar cómics de ciertos productos en un intento de ampliar mercado y que las compañías implicadas pudieran salir beneficiadas de las campañas de publicidad.

A comienzos de año salió a la venta Micronauts, serie basada en los juguetes de la empresa japonesa Takara, donde el comandante Arcturus Rann lideraba un grupo de luchadores en pos de la libertad y en contra de la opresión del dictador barón Karza. La creación de este título se debe en gran medida a la coincidencia y a la insistencia del escritor Bill Mantlo. En las navidades de 1977 el hijo de Mantlo había recibido como regalo varias figuras de acción de los Micronautas. Cuando el escritor vio los juguetes pronto se vio invadido por ideas para crear un cómic sobre aquellos personajes. Inmediatamente habló con el editor en jefe de por aquel entonces, Jim Shooter, para convencerlo de que adquiriera la licencia de los juguetes para publicar el cómic. En enero de 1979 salió el primer número con Bill Mantlo como escritor y Michael Golden, Howard Chaykin y Gil Kane como artistas, entre otros, y duró 59 entregas hasta agosto de 1984.

El otro juguete con licencia para cómics fue el robot ROM. La empresa de juegos de mesa Parker se adentraba en el mundo de los juguetes articulados y quiso lanzar una importante campaña de publicidad que incluía la publicación de un cómic. Marvel fue la encargada de esa tarea y puso a Bill Mantlo, familiarizado ya con los cómics sobre juguetes, y a Sal Buscema al frente de aquel proyecto. Curiosamente, el juguete no se vendió muy bien, rozando las 300.000 unidades vendidas (los creadores del robot le echaron la culpa al mal embalaje) pero el cómic, por el contrario, fue todo un éxito de ventas. Su serie alcanzó las 75 entregas y cuatro anuales. En aquellos cómics se contaban las historias de ROM, el Caballero del Espacio embutido en una armadura cibernética que junto con el resto de caballeros del planeta Galador se enfrentaban a los Dire Wraiths, ya fuera en su territorio o en la Tierra. Las historias de ROM tenían lugar en el Universo Marvel y era frecuente verlo cruzarse con héroes como la Patrulla-X, Luke Cage y Puño de Hierro, la Sota de Corazones, La Cosa, Nova y muchos otros. Lamentablemente, ni ROM ni los Micronautas podrán tener protagonismo de nuevo en una serie Marvel (aunque no todos, ahí tenemos a Bicho, creación de la editorial, con los Guardianes de la Galaxia). Los derechos de explotación de estos personajes pertenecen a las compañías de juguetes correspondientes y ni si quiera podremos ver una reedición de ese material tan interesante.

En otro orden de cosas, 1979 fue el año para que Justin Hammer, la Gata Negra, Terrax y Aquarian se dieran a conocer por primera vez. Pero si hubo una aparición que cierto justiciero ciego agradecería de por vida fue la de un tal Frank Miller, que en Daredevil #158 se hacía cargo, en principio, de los lápices, pero que sólo sería la antesala de la que sin duda es una de las mejores etapas del cómic Marvel y que incluye una de las mejores historias jamás publicada en la Casa de las Ideas, me refiero a Born Again. Pero eso es otra historia que se encargará de contar nuestro querido compañero Pedro Monje cuando trate la década de los 80. Make mine Marvel!

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peta-z
peta-z
Lector
7 noviembre, 2011 15:32

que grandisimos comics salieron en esta hornada, que grandes historias, personajes y autores, Si, los 60 fueron imponentes porque se gestó todo esto, pero en calidad los 70s, desde mi punto de vista, los superaron con creces. El Spiderman de los 70 fue el mejor Spiderman de la historia, aún hoy no lo han mejorado. Gran articulo enciclopédico

Daniel Gavilán
7 noviembre, 2011 15:36

Estupendo resumen de una década con actitud propia, Marcos. Duros vigilantes barriobajeros de moral difusa, kung-fu. black-powa, bárbaros recien salidos de un concierto jevy con un mandoble en la mano y la melena en el viento, monstruos de películas de terror y odiseas espaciales. En definitiva, los setenta.

 

Elvis
Elvis
Lector
7 noviembre, 2011 15:37

Para mi la mejor epoca de los comics, pues sigue manteniendo la frescura y originalidad de los 70 aumentando una varbaridad la calidad grafica !

Elvis
Elvis
Lector
7 noviembre, 2011 15:38

Para mi la mejor epoca de los comics, pues sigue manteniendo la frescura y originalidad de los 70 aumentando una barbaridad el apartado gràfico

Joseph
Joseph
7 noviembre, 2011 15:48

Para cuándo una reedición del «Masters of Kung-Fu»?

alienigena
alienigena
Lector
7 noviembre, 2011 16:20

De nuevo un magnífico artículo. Mi más sincera enhorabuena.

billyboy
billyboy
Lector
7 noviembre, 2011 16:23

Lo que no entiendo es como Marvel,con todo su poder no es capaz de comprar los derechos de ROM a la empresa juguetera.

Raul López
Admin
7 noviembre, 2011 17:02

Un articulo sencillamente increíble, mis mas sinceras enhorabuenas Marcos.

Richie
Richie
Lector
7 noviembre, 2011 17:07

Un articulo, como los anteriores, para enmarcar, felicidades a los responsables.

jorgenexo
jorgenexo
7 noviembre, 2011 17:08

Pasote de artículo, sin desmerecer el anterior.

Ocioso
Ocioso
Lector
7 noviembre, 2011 18:01

Vaya por dios, el puto interné se ha comido mi mensaje y no tengo paciencia para volver a escribirlo.
Resumiendo: maravilloso artículo sobre los tebeos con los que nos criamos los lectores de la generación Vértice.
¿Son estos tebeos tan buenos o solo nos lo parece a los mas viejos del lugar por aquello del factor nostalgia?
Lo digo porque los editores actuales, algo mas jóvenes que nosotros y formados en las década posterior, obvian los 70 y se empeñan machaconamente en reeditar mierdecitas de los 80, que es lo que les tocó.

Juanan Brundle
Juanan Brundle
Lector
7 noviembre, 2011 18:07

Ocioso,tengo 20 años y si,esos cómics setenteros son cojonudos.No es cosa de la edad.Mis primeros cómics Marvel fueron coleccionables y Bibliotecas Marvel de los 80 y 70,y pese a que por x razones me gusten mucho otras etapas de la editorial,estas son las mejores.Los 70 por la tremenda cantidad de ideas y conceptos molones que se desarrollaron,los 80 porque a mi modo de ver,representan la madurez del género.

Psyche
Psyche
Lector
7 noviembre, 2011 18:31

Enhorabuena por el artículo, muy completo y lleno de nostalgia y cariño por aquellos fabulosos cómics. Me voy a releer la Guerra Kree-Skrull, no digo más!

EL Humano Promedio
EL Humano Promedio
Lector
7 noviembre, 2011 18:58

estupendos artículos!!!!! wiiiiiiiiii

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
7 noviembre, 2011 20:03

Pedazo de artículo y sin duda menudo torrente de ideas que se desarrollaron en estos años. No me extraña el sobrenombre de Marvel. De todas formas ahora es cuando me gano las manitas rojas, y es que, a pesar de reconocer lo prolífico que fue Marvel en esta época, no acabo de conectar con los comics de los 70. En general no consigo situarme en el marco histórico en el que se escribieron y no consigo eludir la sensación de desfase temporal que me separa de ellos. Curiosamente es algo que no me pasa con los comics de Stan Lee de los 60. The Amazing Spiderman y Fantastic Four durante los 60 son una puta maravilla, de lo mejor que ha dado el género de superhéroes. Pero sin embargo en los 70 lo que he leido no ha conseguido llegarme y no dejo de preguntarme si en realidad no será porque esos comics no son tan buenos.
Ya comenté hace tiempo, por ejemplo, que la Guerra Kree-Skrull me decepcionó profundamente. Me resultó aburrida y no veo por ningún lado esa épica que se le supone. Tres cuartos de lo mismo me ha pasado con la saga de Korvac. Por otro lado, si bien quizá no puedo aventurarme a opinar en términos generales porque no he leido tanto material de los 70, de Spiderman en particular, del que poseo o he leido alrededor del 95% de lo publicado (hasta OMD, que es para mí cuando acaba la saga del personaje), si que puedo afirmar, siempre en mi opinión, en contra de la opinión mayoritaria, que los 70 son la peor década del personaje salvo por momentos puntuales. Sobretodo la segunda mitad.
Son un gran detractor de la primera etapa de Gerry Conway en el personaje, que salvo la muerte de Gwen y alguna cosa más, no hizo más que introducir en la serie una serie de clichés que no se ha podido sacar de encima y que no tenía ni mucho menos con el viejo Stan. Pero incluso Conway se puede decir que hizo buen trabajo comparado con sus sucesores. Len Wein, Marv Wolfman y Bill Mantlo no hicieron más que repetir lo que ya se había hecho mil veces en los años anteriores sin la mitad de frescura. En mi opinión hasta la llegada de Roger Stern Spidey no levantó cabeza.
Eso sí, de esta década tengo que decir que la Patrulla-X me parece que está a años luz de todo lo demás, sin duda otra obra maestra del género.

Tiegel
Tiegel
7 noviembre, 2011 20:32

Se me ha erizado el vello de la nuca al ver el careto de Rom… Reedición ya! Joder, con el miedo que me daban de cría los fantasmas espaciales y lo que me gustaría volver a leerlo ahora

peta-z
peta-z
Lector
7 noviembre, 2011 20:42

Juanan Brundle totalmente de acuerdo contigo, ultron_ilimitado, puede que tengas razón y como dicen otros verticianos como yo, el factor nostalgia nos nuble un poco la perspectiva. A mi tambien me parece que la «epica» de la guerra kree-skrull se debió quedar en las portadas, pero las etapas de Spiderman a mi me parecian muy buenas porque crecia a la vez que yo, y me sentia a gusto leyendo esas historias, como cuando empieza a ir a la universidad etc, (aunque yo seguia en el cole/instituto, pero era un personaje cercano). Pero otras creaciones como los defensores, puño de hierro de claremont y byrne (esos relatos salvajes…), el propio powerman y otros muchos tejieron un mundo que en aquella epoca me pareció incomparable. La Patrulla X, de acuerdo en que es el punto algido del comic en esos años. También Marvel en españa tuvo la ventaja de que se publicaban sus historias de manera más o menos continua, mientras DC siempre fue mucho peor tratada, yo solo tenia los Novaro con aquellas traducciones tan horrorosas (¿Bruno Diaz?) y luego algun bruguera y unos pocos circulo justiciero, de ahi que el vacio de DC sea notable en mi comicultura. Cuando llegó Zinco, no tenían «correo de lectores» y no había manera de enterarse de que había pasado, por eso nunca he conectado del todo con DC

Diomedes
Diomedes
7 noviembre, 2011 20:48

Uh, la saga Korvan no termina asi……Michael muere antes que Carina, y es Carina la que se enfrenta a los Vengadores que quedan en pie y ya frente al ultimo vivo (Thor) da la impresión de suicidarse dejandose alcanzar por el ataque de Mjolnir y casi forzándolo. Lo que pasa con Michael es que cuando esta contra las cuerdas busca ansiosamente el apoyo emocional de Carina y cuando esta, abrumada por lo que está pasando, le rechaza, pierde su voluntad de seguir adelante y cae ante el ataque combinado que sin embargo podría haber resistido de usar sus últimas fuerzas a tope.

Geniales los 70 de Marvel, que cantidad de ideas y conceptos, que etapas míticas de X-Men o Vengadores, ese Warlock, ese Shang Chi, ese Iron Fist y Power Man…

Ocioso
Ocioso
Lector
7 noviembre, 2011 20:58

Yo también creo que la Guerra Kree-Skrull está sobrevalorada. O sea, el dibujo es la pera limonera y el guión tiene un montón de hallazgos, pero como obra completa no es redonda, está todo muy deslabazado.
Hablando de los Vengadores lo que mas echo de menos son las etapas de Englehart: Zodiaco, Mantis, el crossover con los Defensores…
 
En todo caso lo que mas me apetecería ver editado en condiciones es precisamente lo menos conocido. Iron Fist sí, pero el de Rudy Nebres que se publicó aquí en Relatos Salvajes. ¡Mis adorados Hijos del Tigre! El Motorista Fantasma de Mike Ploog. Los Campeones. Los Invasores. El Capi de Gene Colan y papá Romita…

molon labe
molon labe
Lector
7 noviembre, 2011 21:04

Los Micronautas, que bueno… reedicion YA, lo exige el Baron Karza!!!

Sylvan
Sylvan
7 noviembre, 2011 22:12

Una pequeña apreciación: John Byrne no es canadiense, sino inglés, al menos de nacimiento. Es cierto que con 8 años viajó a Canadá y allí desarrolló los primeros años de su carrera, y seguramente (ignoro si es cierto, pero me imagino que sí) debe de tener la nacionalidad canadiense… pero al César lo que es del César.

Tiegel
Tiegel
7 noviembre, 2011 22:13

Johnny Blaze se merece una reedición como dios satán manda

Tiegel
Tiegel
7 noviembre, 2011 22:15

Hummm… «dios» debería haber salido tachado…

Armin Tamzarian
Autor
7 noviembre, 2011 22:21

«Hummm… “dios” debería haber salido tachado…»

Ya decía yo que me sonaba raro al leerlo.

Ocioso
Ocioso
Lector
7 noviembre, 2011 22:44

Si es que no nos dejan juguetes para hacer posteos divertidos. Negrita, cursiva y para de contar, porque el subrayado y el tachado no funcionan.

johnny alpha
johnny alpha
7 noviembre, 2011 23:12

Ocioso, con ese comment de «mierdecitas de los ochenta» no te has echado 20 años encima tronco. Cuando uno entra en modo catilinarias… Hombre, no creo yo que fueran peores precisamente los ochenta, en cuanto a comics se refiere. Y como bien apunta después nuestro jovenciíimo y por lo que se ve bastante inteligente amigo, si bien los setenta son desbordantes los ochenta son la madurez. Y por desbordante me refiero a que por cada buen concepto , que la década los tenía a patadas y no seré yo quien le quite méritos, había mucho contenido que a día de hoy nos haría sonrojar por «corny» o cursi,

johnny alpha
johnny alpha
7 noviembre, 2011 23:13

Perdón, quería decir te has echado 20 años encima

KURT
KURT
7 noviembre, 2011 23:41

LA MEJOR ERA DE LOS COMICS!!!
 
Marvel en este período sacó obras maestras, de gran contenido repletos de acción y tramas sorprendentes. Fue la época en que la compañía trajo un montón de autores nuevos que aportaron con sus ideas a la evolución positiva del cómic.
Sin duda una década memorable

Cris
Cris
8 noviembre, 2011 0:05

Felicidades por esta serie de artículos, tengo muchas ganas de leer el artículo de los 80, y me da miedo el que viene acerca de los 90.

Ocioso
Ocioso
Lector
8 noviembre, 2011 0:50

johnny alpha ha comentado: Ocioso, con ese comment de “mierdecitas de los ochenta” no te has echado 20 años encima tronco. Cuando uno entra en modo catilinarias…
 
¿Qué demonios serán las catilinarias? Conste que los 70 me pillaron de niño y los 80 de jovencito.
Si hablamos de Marvel a mí me parecen mas interesantes los 70, e incluso los 90, que los famosos 80. Los 80 dieron algunas obras maestras, la mayoría de ellas en DC (y esas en este hilo no cuentan), flotando en un mar de mediocridad. En ese sentido fué la década menos compensada de todas.
Sucede que la mayoría de los aficionados y españoles que escriben en la red se formaron con los tebeos de esos años. Y algo parecido sucede con los editores.
A todos nos parece cojonudo en Born again o el Thor de Simonson, editados varias veces al tamaño que les corresponde, a color, y en ediciones de superlujo asiático.
¿Qué pasa con las grandes obras de los 70? La inmensa mayoría solo se pueden leer en esa mierda para salir del paso que fueron las Bibliotecas Marvel.

Diomedes
Diomedes
8 noviembre, 2011 1:16

El de los 90 va a ser demoledor jo jo, pero bueno aun asi podran rescatar bastante cosa….el Hulk de Peter David, los Thunderbolts originales, los Vengadores de Harras/Epting, X Factor de Peter David, los Vengadores de Busiek, algunas fases de Spiderman antes de la saga del clon…..cosas hay.

Armin Tamzarian
Autor
8 noviembre, 2011 2:02

«Si hablamos de Marvel a mí me parecen mas interesantes los 70, e incluso los 90, que los famosos 80»

Madre del cordero… o la tuya en concreto, que no tiene culpa pero te parió ella.

Superman95
Superman95
Lector
8 noviembre, 2011 3:37

Mil felicitaciones por esa serie de articulos, que ilustran sin ser extensos ni agotadores y con multitud de referncias para buscar y descargar (la economia no esta muy buena señores y es esto, o vender un riñon…) En fin, les faltó mencionar sus crossovers con DC en las llamadas «Treasury Editions»: El mago de Oz, Superman Vs. Spiderman, Batman Vs. Hulk…..

Ocioso
Ocioso
Lector
8 noviembre, 2011 8:24

Armin Tamzarian ha comentado: (“Si hablamos de Marvel a mí me parecen mas interesantes los 70, e incluso los 90, que los famosos 80″)

Madre del cordero… o la tuya en concreto, que no tiene culpa pero te parió ella.
 
Perdón, donde pongo 90 quería poner 00.
Los 90 son lo que son, eso ya lo sabemos todos, y los 80 no fueron para tanto. La calidad media fué mucho mejor en los 70 y los 00.

Spirit
8 noviembre, 2011 8:50

Mis felicitaciones por el artículo, que sigue en la línea de los anteriores (completo, ameno, etc..) pero quizás por que hay más cosas que tratar y es una década más movida, es más interesante y todo…
 
Yo creo que en los 70 se nota más el paso del tiempo porque las referencias son más claras. Un cómic de STAN LEE Y JACK KIRBY es atemporal, todo es clásico. Pero en los 70 se nota que es esa década; peinados, era acuarius, artes místicas, etc…
 
Personalmente, me quedo con las historias de Jin Starlin y sus space operas, aunque creo que el nivel medio de esa década es muy alto, algo que subiría hasta los 80 (estoy deseando leerla) para luego bajar en picado.
 
La guerra kree-skull hubiera necesitado de un final mucho más redondo y de que Neal Adams dibujara todos los episodios para ser la obra maestra que debió de ser. Aún así, cualquier cómic de los vengadores de esa época le da sopa con ondas a cualquier cómic actual.

jorgenexo
jorgenexo
8 noviembre, 2011 8:55

los 70 son la peor década del personaje salvo por momentos puntuales. Sobretodo la segunda mitad.
Uf, ultron: no puedo estar de acuerdo contigo, de la segunda mitad es Peter Parker: Spectacular Spiderman, con unos inicios de Conway, Goodwin y Mantlo (entre otros) acompañados por un Sal Buscema en estado de gracia que para mí son excelentes (más allá, creo, del efecto nostalgia, que en este caso es notable: qué gran personaje ese Jabalí…)
Y algunos de mis Team up favoritos (hace poco citados, una historia de viajes en el tiempo que comienza con Peter y La Bruja Escarlata en Salem y termina cuatro o cinco número más tarde en los futuros (ya pasado para nostros) de Killraven y Deathlock (también curiosamente, con Sal de por medio), son ya de la segunda mitad de los 70.
Y tengo que daros la razón a unos cuantod: lo de la Guerra Kree-Skrull empezó muy bien, pero buena parte del desarrollo y, sobre todo, el desenlace… algo se quedó cojo ahí.

VINCENT EVERETT
VINCENT EVERETT
Lector
8 noviembre, 2011 9:16

Los 60 son más atemporales porque la propia década es mas atemporal.

Los 70 son muy…, digamos, setenteros.

Respecto a Spiderman, la primera mitad de los 70 es estupenda, pero no asi la segunda mitad, donde todo fue más de «relleno» (De hecho lo de Spectacular Spiderman es un buen ejemplo de esa mediocridad).

Con todo el mejor Spiderman sigue siendo el de Stan Lee.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
8 noviembre, 2011 9:24

Es que mencionas de lo poco salvable de Marvel Team Up y aun asi en esa historia recuerdo un momento en que tres aldeanos (tres!) se abalanzan sobre Spiderman y lo dejan inconsciente por la fuerza del numero (tres!) Fue Gerry Conway el que empezo a disminuir los poderes de Spiderman y a convertirlo en el pupas de los superheroes, con Lee Spidey tenia mala suerte en otro sentido, precisamente sus victorias heroicas contrastaban con sus fracasos en su vida personal. Sin embargo los guionistas de los 70 llevaron esto tambien al plano superheroico hasta el punto de casi anular sus poderes (recuerdo que mas de una vez vulgares hampones conseguian derrotarlo de maneras tan peregrinas como tirarle una gran caja encima y que no le diera tiempo a apartarse anque su sentido aracnido le avisara (??)). Es cierto que en el aspecto cotidiano de su vida se apreciaba evolucion y en este sentido al menos Conway mantuvo el tipo, pero el resto (Wolfman, Wein) tampoco hicieron grandes aportaciones, por no hablar de que en Marvel Teamp Up apenas salia Peter Parker.

Se que en esto mi opinion es bastante minoritaria, aunque mas de una vez he leido que a veces se cita el Amazing 122 como el fin de la epoca gloriosa de Spiderman. Otros la extienden hasta el 150. Yo casi que me apunto entre los primeros.

Aun asi como siempre no todo es blanco ni negro, y en los 70 tambien hay historias realmente impresionantes como la carronia (perdon, pero mi teclado no tiene la letra mas espaniola :P).

jorgenexo
jorgenexo
8 noviembre, 2011 9:41

¿No os gusta, entonces, Peter Parker: Spectacular Spiderman? Al menos hasta la saga de Carroña…

VINCENT EVERETT
VINCENT EVERETT
Lector
8 noviembre, 2011 9:50

«¿No os gusta, entonces, Peter Parker: Spectacular Spiderman? Al menos hasta la saga de Carroña…»

Los primeros números de Spectacular Spiderman son muy de relleno.

Creo que fue con la saga de Caroña cuando la cosa despegó un poco.

josemari
josemari
Lector
8 noviembre, 2011 10:02

A mí me encanta la serie de «Peter Parker: Spectacular Spiderman» desde el principio. Yo crecí leyendo eso serie. Y la colección de Marvel Team-Up es una gozada todita entera. Prácticamente un desfile de todo el universo marvel en un no parar de aventuras de acción. Yo prefiero los 70 a los 60 pero de lejos.

THADEUS MORGAN
THADEUS MORGAN
8 noviembre, 2011 10:06

Un hombre llamado nova el heroe con poderes del estilo superman con un concepto del cuerpo de linternas verdes y una vida privada mas jodida si cabe que la peter parker,morbius el primer vampiro antiheroe y no los moñas actuales que van de atormentados y romanticos,puño de hierro el arma viviente ,joder!! con ese sobrenombre esta todo dicho,pantera negra vs kkk ACOJONANTE,los 4 f sin sue con medusa sustituyendola y antorcha con su uniforme rojo y dorado ayudando a spiderman en su batmo,huy perdon spidermovil mientras peter le visten de travolta y se pira a bailar mejor que en la tercera pelicula de raimi,aunque mejor que en la 3 no es dificil encontrar otro producto,werewolf o cuando el monstru es el heroe con un debut de el caballero luna mercenario a lo deathstroke con un look siempre desde mi punto de vista muchisimo mejor que el clon de batman que es actualmentefue,los hijos del tigre la antorcha y spidey juntos contra el hombre de arena en marvel team -up,la masa o hulk contra doc sanson,los inhumanos de perez,el dracula de colan,y sobre todo EDITORIAL VERTICE en mi opinion el espiritu de marvel de los 70.

johnny alpha
johnny alpha
8 noviembre, 2011 11:12

catilinarias es una palabra que viene de Catilina, un senador romano, y hasta ahi puedo leer..sin cobrar 🙂

Fran
Fran
8 noviembre, 2011 11:37

Lo malo de los comics de los 70 es que los desarrollos eran muy formulaicos. La primera mitad presentaba toda una diversidad de conceptos, la segunda aportaba uan madurez que explotaría en los 80. Gráficamente las portadas eran todas iguales, y los dibujantes no se salían del estilo Romita-Kane imperante, hasta la llegada de los Byrne, Perez y Miller.

No se mencionan los erráticos cambios en la jefatura de la editorial. Thomas, Wein, Wolfman, Conway y Goodwin se sucedieron en unos pocos años sin dar con al tecla hasta que llegó Shooter y organizó la editorial en algo más profesional.

Por cierto, que se menciona a Thomas como el editor jefe responsable del relanzamiento de la Patrulla-X. En esa época, 1975, el editor jefe era Len Wein (o puede que fuera Marv Wolfman, o pilló en la transición entre uno y otro) y thomas ya se había quitado asqueado de las labores editoriales.

Puly1333
Lector
8 noviembre, 2011 13:41

EXCELENTES, dejenme repetirlo: EXCELENTES artículos. Mil felicitaciones 🙂

frankie frank
frankie frank
8 noviembre, 2011 18:26

muy buen artículo. A mí los 70 sí me gustan y mucho

TON-EL
TON-EL
9 noviembre, 2011 10:23

Estupendo articulo; curiosamente muchas de las historias citadas fueron las primeras que leí ya que aunque nací en el 79, durante mis veraneos en Puerto de Mazarrón había en el paseo marítimo un puesto donde vendían material Vertice de la segunda mitad de los 70 (Triple Acción, Capitan America, Spiderman, Vengadores,…etc) y también Spidermanes de Bruguera Muchos días mi madre me compraba un tebeo que yo solía elegir por las portadas, además me acuerdo que venían metidos en unas bolsas de plástico prensadas que incluían un también uno del Guerrero del Antifaz (de la última etapa de la Editorial Valenciana), desgraciadamente los cambie en el rastro, aunque luego todas esas historias han sido reeditadas y he podido disfrutarlas.

jorgenexo
jorgenexo
10 noviembre, 2011 9:27

A ver qué nos cuentan de los 80, ganas tengo.
Ayer, casualmente, pillé en una especie de feria del libro que han puesto en el Arenal Bilbaina dos tomillos Forum de la colección Extra Super Héroes que no tenía, el 6 (La Bella y La Bestia) y el 12 (Capa & Puñal), ambos, estética y narrativamente, híper ochenteros.

Pelotudo
Pelotudo
10 noviembre, 2011 23:01

50 años de valer tanta mierda los de Marvel..

Armin Tamzarian
Autor
10 noviembre, 2011 23:05

Haces honor a tu nick, no hay duda.