EL SUEÑO DEL MONSTRUO
Autor:Enki Bilal
Colección: ENKI BILAL nº 1
Norma – 72 pag Color – 18,00 €
32 DE DICIEMBRE
Autor: Enki Bilal
Colección: ENKI BILAL nº 9
Norma – 64 pag Color – 16,00 €
CITA EN PARÍS
Autor: Enki Bilal
Colección: ENKI BILAL nº 12
Norma – 72 pag Color – 18,00 €
CITA EN PARÍS continúa la historia planteada en EL SUEÑO DEL MONSTRUO y 32 DE DICIEMBRE. Este es el tercer volumen de una tetralogía en la que Enki Bilal, mezclando imágenes escritas de la fragmentación de Yugoslavia (su lugar de nacimiento) con otras imágenes teñidas de una omnipresente conjugación pasado-presente-futuro, nos acerca a las vidas de Nike,Leyla y Amir, tres huérfanos de Sarajevo dispersos por los cuatro puntos cardinales
Enki Bilal siempre ha sido una de mis debilidades. Suyo fue el primer álbum que me atreví a comprar. ¡¡¿¿Gastarme todo aquel porrón de dinero en un tebeo??!! Yo, que siempre me servía en las librerías de viejo y me abastecía exclusivamente de grapas. Pero aquella preciosa portada de Las Falanges del Orden Negro era tan hipnótica, tan atractiva, que no pude por más que sucumbir.
Desde entonces mi relación con la obra de este autor ha tenido sus momentos. Ocasiones de absoluta rendición por mi parte, como cuando pasaron Fuera de Juego por la 2. Otras de menor interés, cuando aquellos relatos ilustrados que iban aconteciendo en distintos lugares del globo a modo de reportaje periodístico.
Hoy, ante las tres primeras entregas de la tetralogía que se iniciara con El Sueño del Monstruo, me siento como antaño cuando niño. Preso. Subyugado. Esclavo.
Porque Bilal es un creador de personalidad acusada. Ante el cual sólo caben la rendición o el rechazo. Sus virtudes se entremezclan con sus defectos formando un todo peculiar que no siempre es del gusto de todo el mundo. Y esta tetralogía vuelve a ser testimonio de ello. Colores grises, oscuros, ensombrecidos por el lápiz que se arrastra y se desgaja, salpicados aquí y allá por la vida. Por tonalidades intensas, rojas, verdes, azules, que irrumpen en la página y en la viñeta cual contrapunto magnético. Historias imposibles, oscilando entre la burla y lo poético. Que nos llevan de la angustia a la esperanza sin solución de continuidad. Historias de dentro y de fuera, del corazón y de la sin razón.
Ciertamente esta tercera entrega parece un paso al lado en muchos sentidos. La trama enlentece su progresión, las viñetas se agrandan y se separan de los textos, todo parece haberse detenido, como dando vueltas alrededor de un solo suceso, círculos que ofrecen perspectivas diferentes de una misma realidad.
Todo ello no hace sino acrecentar la necesidad de llegar a la última entrega. Para saber si el mundo se acaba. Si la humanidad acogerá destinos mejores. Si aquellos tres niños, huérfanos de guerra de un país que se llamó Yugoslavia, volverán a encontrarse y sabrán reconocerse y amarse como cuando eran llamas palpitantes, las unas al lado de las otras, bajo el cielo estrellado de Sarajevo.
Muy majo Toni. Me ha gustado eso que dices de «el primer álbum que me atreví a comprar», porque la primera vez que me animé con un album, acostumbrado a tebeos que rondaban las 100 pesetas, también lo vi como una especie de hazaña 🙂
El primer Bilal que me compré fue La Mujer Trampa, y desde entonces ya no me soltó.
Un saludo!
Gracias, Pep. Sí, no he mencionado La Mujer Trampa, pero para mí también fue un punto culminante. Creo que gráficamente Bilal tocó techo en esa obra.
La mujer trampa fue mi primer Bilal… y no veía por donde cogerlo. Pensé que sería un problema de guión.
Así que probé con Partida de caza… y ya. No sigo. Muy bonito todo, muy bien dibujado pero a mi no me gusta un pelo.
Pues Partida de caza no lleva guión suyo. Pero bueno, te entiendo, como dije al principio de la reseña, Bilal es lo suficientemente personal como que pueda subyugar o repeler. En la línea de otros autores tan personales (y con eso no quiero decir en absoluto que sean geniales) que Jodorowski y Morrison.
Es curioso que tu «primer cómic» fuese de Bilal.
Mi etapa «post-asterix» comenzó gracias a un amigo de mi hermano mayor, untipo que para mí, claro, era «una persona mayor».
Aquél chaval vio el potencial en mí y se dedicó a entrenarme cual Yodam entregándome películas, tebeos y demás parafernalia con el único objetivo de trensformarme en un freak.
Así, fui leyendo a Conan, a Elric de Melnivoné, a los superheroes ianquis, a Little Nemo…Todo.
Pero para mí hubo sólo dos obras. Una era la Casta de los Metabarones. La otra eran dos tomos de La Trilogía Nikopol.
Desde entonces mis gustos fueron cambiando y fui aprendiendo otras cosas. Los Metabarones no me parecen nada al lado del Incal, y Jodorowsky ya no me parece el gigante mental de entonces. No volví a ver a Elric y Conan está un poco olvidado. Y con Enki Bilal mi relación ha tenido altibajos, más altos que bajos.
Pero ey, aquí estamos y si así es es gracias a la Trilogía Nikopol, a la Casta de los Metabarones y a un libro de Batman comprado en A Coruña.
Viva el Sueño del Monstruo y sus paredes grises sudorosas!
HOmbre, no fue mi primer cómic, fue mi primer álbum 🙂
por eso iba «entrecomillado». Es la manía de llamarle cómoc a todo. Por lo visto hay que llamarlo BD, al cómic de formato álbum y europeo, ¿no?