ADAM STRANGE, CAMPEÓN DE RANN

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De un tiempo a esta parte, la editorial Planeta DeAgostini Cómics parece decidida a darle una oportunidad a obras cuya publicación se había postergado por razones difícilmente comprensibles, o cuya reedición se antojaba necesaria, así como a cómics protagonizados por personajes que, pese a no haber gozado de la simpatía del lector medio, merecían mejor suerte de la que hasta ahora habían gozado. Esta encomiable iniciativa representa una gran ocasión para rescatar del olvido interesantísimos tebeos, echar la vista atrás y asistir desde una posición privilegiada el nacimiento de discretos clásicos condenados a la incomprensión, o rememorar los primeros pasos de artistas actualmente consagrados.

El pasado mes de enero la editorial catalana publicó sendas miniseries protagonizadas por un personaje del Universo DC que a lo largo de sus casi cincuenta años de historia no ha logrado librarse de la pesada etiqueta que lo acredita como eterno secundario de la Distinguida Competencia. Su nombre: Adam Strange.

REMEMORANDO TIEMPOS PASADOS

Hay que remontarse a las postrimerías de 1958 para datar su primera aparición de este personaje, más en concreto al # 17 de la publicación Showcase. Gardner Fox y Mike Sekowsky fueron los encargados de dar vida a este pintoresco personaje, ataviado con un llamativo traje rojo, ornamentado con una aleta situada en la parte superior de su casco, una mochila que le permitía volar, y una pistola de rayos. En definitiva, un cliché andante. Dicho de forma retroactiva, y en el sentido menos despectivo de la palabra, pues las características intrínsecas de Strange nos transportan de forma irremisible a un tiempo en el que la inocencia e ingenuidad se fundían con la imaginación desbordante, plasmadas en historias carentes de toda pretensión ajena al bendito afán de entretener al lector.

Gardner y Sekowsky, contemporáneos de algunos de los más grandes novelistas de la Historia de la ciencia-ficción (Ray Bradbury, Philip K. Dick, Isaac Asimov, o Frank Herbert, entre otros) plantearon la historia de Adam Strange, como la de un arqueólogo terráqueo que, durante una excavación en Sudamérica, fue transportado a un lejano planeta llamado Rann. Allí encontraría el amor de la bella Alanna, la atenta presencia de Sardath, padre de ésta, y una misión: proteger de las amenazas exteriores al mundo que ya consideraba su nuevo hogar, pese a la intermitencia de sus estancias, motivada por la caprichosa frecuencia de los Rayos Zeta, su único medio de transporte a Rann.

Los creadores del personaje darían paso a nuevos autores, que desarrollarían de forma arrítmica la mitología del terráqueo-ranniano en diferentes colecciones, como Mystery in Space o Strange Adventures, así como en las muy esporádicas apariciones protagonizadas en títulos más destacados de la editorial (J.L.A., o La Cosa del Pantano, donde Alan Moore aprovecharía la ocasión para añadir interesantes matices a su historia), sin lograr encontrar la estabilidad necesaria para poder desarrollar de forma coherente a un personaje que vivía bajo la constante amenaza del olvido colectivo. Pese a lo dicho en líneas precedentes, la editorial promovió varios intentos destinados al relanzamiento del personaje, siendo las miniseries The Man of Two Worlds y Planet Heist los más destacados.

ADAM STRANGE: EL HOMBRE DE DOS MUNDOS

Edición original: Adam Strange: The Man of Two Worlds Nº 1 a 3 USA (1990); DC Comics.
Edición España: febrero de 2007; Planeta DeAgostini Comics.
Guión: Richard Bruning.
Dibujo y entintado: Andy Kubert.
Color: Adam Kubert.
Formato: tomo recopilatorio de 160 págs.
Precio: 11,95 €.

Recuperada para aprovechar el tirón que se le supone a la más reciente miniserie dibujada por Pasqual Ferry, El Hombre de Dos Mundos nos presenta una visión mucho más seria y crepuscular del personaje, tan inesperada como acertada gracias al trabajo realizado por Richard Burning, al frente de los guiones, y por unos primerizos hermanos Kubert, encargados del apartado artístico (Andy lápices y entintado, y Adam, color).

Publicada a principios de los años noventa en forma de serie limitada de tres números, profundiza en la personalidad de Adam, utilizando para ello oportunos flashbacks alusivos a la infancia del protagonista, que terminan por ayudar a componer un completísimo perfil del ranniano adoptivo. La acción se desata con la revelación por parte de Sardath de que, debido una serie de experimentos realizados con los Rayos Zeta, Adam tendrá que emprender un último viaje a la Tierra antes de poder quedarse de forma definitiva en Rann, y de este modo permanecer junto a Alanna, quien se encuentra en un avanzado estado de gestación del hijo que ambos esperan. Al mismo tempo, entre la población de Rann comienza a levantarse un inquietante descontento social, oyéndose las primeras voces contrarias a la idealización de la figura de Adam, lo cual derivará en una serie de consecuencias insospechadas. Para complicar aún más la situación, a su llegada a la Tierra, Strange se encuentra con su padre padeciendo un delicado estado de salud, a su hermana recriminándole sus continuas ausencias, y a una joven y atractiva doctora que provocará que sus más arraigadas convicciones y anhelos se tambaleen.

Una desafortunada e inoportuna coincidencia de acontecimientos que no hacen sino humanizar la figura del héroe. Las dudas existenciales de Adam encuentran su justificación tanto en una extraña sensación de desarraigo, como en la mala cicatrización de heridas del pasado. Conocido como “el hombre de dos mundos”, corre el peligro de que dicho apelativo no suponga sino la confirmación de que en realidad no logra encontrar su lugar ni en la Tierra ni en Rann.

Los elementos románticos, de ciencia-ficción, drama, intriga política, y género superheróico se entremezclan en esta obra para ofrecer una vuelta de turca a situaciones y personajes que tradicionalmente han sido planteados de forma mucho más ingenua. La seriedad, profundidad, y por momentos dureza, de las situaciones que Adam se ve obligado a vivir desconcertó a los más acérrimos seguidores del campeón de Rann, acostumbrados a un enfoque radicalmente diferente. Sin embargo, en mi opinión los puntos fuertes de esta miniserie radican precisamente en este cambio de registro, que si bien puede derivar en que los lectores desconocedores de aventuras precedentes se lleven una imagen equivocada del personaje, termina por arrojar luz sobre el pasado, la personalidad y las motivaciones del protagonista. A ello ayuda tanto la interesante trama tejida por Burning como unos inspirados dibujos obra de un Andy Kubert que, con un regusto clásico y un cuidado por el detalle sólo equiparable al que posteriormente prestaría en Origen ó 1602, acapara de forma más que merecida gran parte de los méritos de un resultado final, que con su talento ganan en coherencia y profundidad. El coloreado de Adam Kubert, sobrio y discreto, sin grandes aspavientos ni salidas de todo.

La edición española, a cargo de Planeta DeAgostini, ajustada en su precio, correcta en su presentación, y rica en contenidos, incluyendo una interesante introducción a cargo del guionista, y una galería de bocetos y portadas de Andy Kubert.

En resumidas cuentas, un entretenido tebeo que ofrece una aproximación a Adam Strange mucho más profunda de lo que en primera instancia aparenta.

ADAM STRANGE

Edición original: Adam Strange #1-8 (2004/2005); DC Comics.
Fecha de edición: febrero de 2007; Planeta DeAgostini Cómics.
Guión: Andy Diggle.
Dibujo y grises: Pasqual Ferry.
Color: Dave McCaig
Formato: tomo recopilatorio de 192 págs.
Precio: 13 €.

A diferencia de la anterior miniserie, Planet Heist nos devuelve la visión más aventurera del personaje, optando por un enfoque en el que prima la acción narrada mediante un ritmo trepidante, que termina por absorber por completo la atención del lector. La miniserie (en esta ocasión de ocho números) arranca con Adam Strange sometido a un interrogatorio policial, centrado en su presunta relación con la explosión que ha sacudido el edificio de apartamentos donde vivía. Este hecho sacará a Adam de su apatía y desesperación, propiciada por el anuncio de la desaparición de su mujer y su hija en circunstancias realmente extrañas, al igual que el resto del planeta Rann. Huyendo de la policía, tropezará con un Rayo Zeta que supondrá el inicio de toda una odisea, un apasionante viaje durante el cual el lector acompañará a un padre y marido empecinado en revelarse contra lo que parece una obviedad: el fallecimiento de su familia. Junto a insospechados compañeros y aliados, tratará por todos los medios de agotar hasta la más mínima esperanza antes de darse por vencido en su particular cruzada.

Divertido Entretenido. Espectacular. Cualquiera de estos adjetivos le va como anillo al dedo a este cómic en el que Andy Diggle saca a relucir su talento (anteriormente demostrado en obras como The Losers) para actualizar a un personaje que, en ésta su versión más reciente, ofrece un potencial casi ilimitado. La capacidad del guionista británico para aproximarse de forma refrescante a un género muy propicio para los excesos, resulta encomiable, pues sin renunciar a sus elementos característicos, va un paso más allá al recuperar gran parte de los personajes más olvidados del Universo DC, destacando las apariciones de los Omega Men (míticos tebeos, los publicados en su día por Ediciones Zinco), los Darkstars, o los inevitables Thanagarianos. Todo ello, además, haciendo gala de un envidiable sentido del ritmo y del espectáculo.

Pero por encima de todo, destaca el trabajo realizado por Pasqual Ferry, en uno de los más significativos puntos de inflexión de su carrera al otro lado del Atlántico. Como comenta en el epílogo de la edición española, y como ya nos comentó en la entrevista que en su día le realizamos con motivo de la IX edición de Expocómic, Pasqual se lanzó a aplicar los grises en este cómic, primero en el que puso en práctica sus habilidades con el Photoshop. El resultado es sencillamente alucinante, un delirio visual que justifica por sí mismo el desembolso del precio de portada. Dinámico, expresivo, potente, espectacular, acertadísimo en la composición de página, y en la narración… una auténtica delicia, ejemplo paradigmático del talento de este dibujante.

La edición de Planeta, al igual que la de El Hombre de dos mundos, ajustada en precio y generosa en contenidos (incluye bocetos y epílogo a cargo de Ferry).

En definitiva: una compra de lo más recomendable.

¿UNA PUERTA ABIERTA A LA ESPERANZA?

Desde la publicación de la miniserie de Diggle y Ferry, la cual obtuvo unas críticas mayoritariamente positivas, DC parece haber decidido otorgarle un mayor grado de protagonismo al personaje, ya que no sólo La Guerra Rann-Thanagar sirve de preludio a las nuevas Crisis, sino que Adam Strange es uno de los protagonistas de la serie semanal 52. Ojalá ésta tendencia tenga continuidad, y se rompa así la maldición de este personaje, para así poder disfrutar con mayor regularidad de sus aventuras. En caso contrario, siempre nos quedará la esperanza de que algún Rayo Zeta lo transporte de vez en cuando a las estanterías de nuestras librearías especializadas habituales.

Aprovecho para dejaros sendos enlaces a reseñas de estas dos miniseries, publicadas recientemente por Juanjo Palacios:

Adam Strange: El Hombre de dos mundos.

Adam Strange, de Diggle y Ferry.

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)

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una duda
una duda
3 marzo, 2007 10:10

¿Eso de editorial catalana…va con segundas?

Salteador Memo
Salteador Memo
Lector
3 marzo, 2007 10:24

Me acerqué por primera vez al personaje (y a Pasqual Ferry, me avergüenzo) con la obra de Planeta y debo decir que me quedé alucinado. En pocas páginas piensas que conoces al personaje de toda la vida, revisité a mis añorados Omega Men y me quedaría muy, muy corto si dijera que el dibujo de Ferry es espectacular. A partir de ahora miraré con más atención las obras de este autor.

Una duda: Quisquilloso.

Víctor Aguilera
3 marzo, 2007 11:18

una duda, aquí todo va con segundas, terceras, o incluso cuartas. Incluido esta respuesta…BWUAHAHAHAHAHA!!!

Dr Jarko Malone
3 marzo, 2007 12:17

jejeje parece que la wikipedia siempre es el lugar de información de referencia, aún habiendo página propia de planeta.
Lo cierto es que Pasqual Ferry a mejorado brutalmente de unos años acá, de ser un poco regulero en héroes de alquiler a la preciosidad de este Adam Strange o los Ultimate 4F

Sputnik
Sputnik
Lector
3 marzo, 2007 12:40

¿qué significa regulero?

pablo
pablo
3 marzo, 2007 12:42

Lo de con segundas supongo que ira por lo de catalan=barcelona=campeon de liga, por lo de adam strange campeon de rann.
Que por cierto, si es asi esta muy bien hilado

Superman95
Superman95
Lector
3 marzo, 2007 14:31

Sin dudas, una de las mejores miniseries de DC en esta década, tanto en arte como en narrativa. Imprescindible para entender «La Guerra Rann-Thanagar». Solo me pongo a pensar…¿Que tal si Bruce Timm hubiera usado a Strange si le hubieran dejado seguir con «Justice League Unlimited»?

Ah…Soñar no cuesta nada….

quike102
quike102
3 marzo, 2007 20:20

¿No sabeis lo que es regulero?

Veo muy poco chanante por aquí 😉

spiderguvo
spiderguvo
3 marzo, 2007 22:49

Sputnik, regulero viene a ser eso, regulero.

Como churretoso, jamacoso, cabronías e hijo puta hay que decirlo más.

Sputnik
Sputnik
Lector
3 marzo, 2007 23:01

eeeh nop… que no lo pillo, oye, que en mi vida he oído esa palabra :O… regulero significa hijoputa? nooooo… no tendría sentido el post del DR Jarko de ser así.

Sputnik
Sputnik
Lector
3 marzo, 2007 23:03

Y bueno, respecto al personaje del que hablamos (que esto es un post, no un diccionario, a fin de cuentas) decir que si ya me atraía antes por esa cosa de «arquetipo con patas» de la ciencia ficción de serie b, Ferry (que es el que cuenta, coño xDDD) y Gibbons en Guerra Rann-Thanagar ha hecho que quiera máaaaas

Javimetal
Javimetal
4 marzo, 2007 1:22

Sputnik, tienes que ver más la Hora Chanante, te lo dice un adicto a Marlo y al Hombre Mierda jejeje.

Sputnik
Sputnik
Lector
4 marzo, 2007 1:32

Bieeeeen…eso lo responde todoooo…!!

(estaba siendo sarcástico) 🙂

xandar
xandar
4 marzo, 2007 5:44

debe ser q ahora decir catalan , es sinonimo de algun taco malsonante , no me jodas….q no se ha dixo fuera de contexto; ademas q una editorial española debe de ser de algun lao … digo yo , vamos.
habria q decir q hay gente malpensada (aqui no cabe lo de piensa mal y acertaras), y q ademas esta deseando polemizar , cualquier cosa q se diga. por mi parte si nombrais zaragoza , tendre q preguntaros si va con segundas? juas.

Javimetal
Javimetal
4 marzo, 2007 12:37

Seguramente si se hubiese dicho Editorial Española, los nacionalistas también se molestarían, que se le va a hacer.

Sputnik
Sputnik
Lector
4 marzo, 2007 13:15

Hurra! Hemos tardado 17 posts en polemizar!
Esto lo digo totalmente en frío y tras una reflexión de los acontecimientos:
Hay que estar muy mal del coco para esto, señores.
¿Que si va con segundas? ¿Que si los nacionalistas se habrían picado?
¿Tan crispado está el ambiente que no se puede decir «cataluña» en un post de Adam Strange sin que la gente diga chorradas? Porque apaga y vámonos… Los extranjeros que se pasen por aquí deben alucinar con estas idioteces.
No sé si he hecho bien en escribir esto o no. Es posible que haya alimentado más algo que no debería estar aquí. Pero es que a veces se dice cada chorrada que… vaya. 🙁

Javimetal
Javimetal
4 marzo, 2007 13:43

La verdad es que para no gustarte la polémica no deberías de calificar los comentarios de los demás como tonterías o chorradas sobre todo cuando está claro que no entiendes lo que se quiere decir….
Yo solo quería decir que la gente se molesta pongas las cosas como las pongas y la verdad el tema de los nacionalismos ni me va ni me viene. Yo me siento español y canario a partes iguales y no me molestaría que se dijese la editorial canaria o española pero me doy cuenta de que el tema de Cataluña o el País Vasco es muy delicado para la opinión pública y siempre se acaba descontextualizando todo lo referente a estas bellísimas comunidades autónomas (una pena).
Y la verdad, quizá no tenía que haber puesto lo de antes ya que como explico todo se acaba sacando fuera de contexto para buscar polémicas y esto al fin y al cabo es un Blog de comics. Me parecen más divertidas las discusiones de los Tops de Juanjo Palacios que estas.
PD: tengo los dos tomos de Adam en casa y no los he podido leer todavía, me imagino que dejaré el de Pascual Ferry de 2º para quedarme con mejor sabor de boca.

Sputnik
Sputnik
Lector
4 marzo, 2007 14:03

Pues perdona que no lo haya pillado, evidentemente no lo entendí como tú lo entendiste al escribirlo. Parecía más bien un ataque sin sentido hacia el nacionalismo porque sí (que también sudo un poco de todo esto). He visto coasas peores en mi vida!

Sputnik
Sputnik
Lector
4 marzo, 2007 14:05

En cuanto al sabor de boca… Pues sí, a mí me s gustó más el de Ferry, más que nada porque pasa del «rollo oscuro y psicológico» del de Hombre entre dos Mundos para lanzarse a la aventura, como dice David. Pero lo cierto es que ambos son cómics muy buenos y todo depende básicamente de qué visión te gusta más.

Javimetal
Javimetal
4 marzo, 2007 15:55

Gracias por tu recomendación Sputnik desde que los lea te diré que me han parecido, pero tengo como una tonelada de lecturas pendientes 🙁

Víctor Aguilera
4 marzo, 2007 23:47

Yo soy el fan nº 1 del Payaso..huele a canela…!!pero es veneno!!…pero huele a canela!!

Dra. C
Dra. C
5 marzo, 2007 15:56

CHANANTE!!