Esta semana la sección sobre cómic se nutre de una nueva aportación de Pastor Jr, quien la semana pasada nos enviara su entrevista a John Byrne.
Tiempo antes Pastor Jr había tenido a bien enviarnos este artículo sobre el Paracuellos de Carlos Giménez, artículo aparecido anteriormente en Dreamers al igual que su entrevista a Byrne. Como ya teníamos previsto dedicarle algunas entregas de esta sección semanal al Gran Giménez, nos pareció que la aportación de Pastor Jr resultaba ideal para empezar esa mirada nuestra a la obra del que es, en boca de muchos, el autor de cómics más importante de nuestro país. Una vez más, gracias Pastor Jr.
Recuerdo que la primera vez que leí una historia de Paracuellos me sentí muy triste (de hecho en mi recuerdo puedo ver alguna lágrima); fue de pequeño y supongo que el ver a esos chavales pasando tales penurias provocó ese sentimiento.
Es difícil hacer una reseña sobre esta obra… me explicaré. Cuando lees un libro o una novela explicas su contenido y comentas partes que te han gustado y partes que no, pero con Paracuellos no puedes decir que algo no te haya gustado y es una obra bien conocida por el público español y no puedes revelar nada nuevo.
La historia de esta obra nos lleva a la infancia que el autor (Carlos Giménez, con g que suena mejor como bien dicen en una de las historias) vivió en uno de los hogares de auxilio social donde se juntaban chicos de distintas partes a los cuales la guerra había afectado.
España había sufrido una lucha interna y la postguerra fue muy dura, hasta el punto que muchas familias tuvieron que separarse de sus hijos para que pudieran tener una cama y una comida… aunque algunos de esos niños no tenían una madre de la que separarse.
A lo largo de más de quinientas páginas para las que han sido necesarias casi treinta años se nos narran las vivencias de este grupo de jovencitos que lo único que quieren es ser dibujantes, policías o sacerdotes y jugar con el balón.
A través de las distintas historias vamos viendo la camadería que tienen entre ellos, la confianza y la amistad de la que hacen gala en muchísimas ocasiones pero también de la traición y de una infancia que muchos de ellos perdieron pero por la que luchaban cada día antes de la formación y antes del rosario.
Pero la historia no solo trata sobre ellos, también versa sobre sus padres, sus vigilantas, los instructores de falange,…
Hay un momento en concreto que protagoniza uno de los padres (viñeta 9 de la página 108) en la que solo diré que una lágrima cae por su mejilla, ya veréis el motivo cuando leáis esta gran obra, y que en mi opinión me parece una de las mejores ilustraciones y que más me conmovió de todas las que aparecen en este recopilatorio.
Realmente no sé que más decir… no se puede decir más y es imposible hacer justicia digna a todas las vivencias que Giménez ha ido recogiendo de sus recuerdos, de los de sus conocidos, del material de documentación que ha usado… a lo largo de estas historias.
La historia de Paracuellos no termina en la última página (que está sin duda cargada de un gran sentimiento que te dejará en silencio sin poder mover la vista), ya que todos sus protagonistas tuvieron sus vidas después y aunque no sabemos como pasó cada uno de ellos (pero de algunos se nos habla en distintas partes del libro) en la obra “Barrio” vemos que pasó con el pequeño Carlines (Carlos Giménez) cuando abandonó el hogar para regresar con su familia.
Lágrimas, sonrisas, bofetadas, risas…
Sin duda alguna Carlos Giménez es con toda probabilidad el autor más importante del territorio nacional y no deja de demostrarlo.
Pastor Jr, 13-04-07
Mi padre estuvo en la residencia de San Fernando, similar a Paracuellos pero para niños mayores. Siempre me contó batallitas, algunas atroces, pero generalmente bañadas por la nostalgia de la infancia y de la amistad… de hecho sigue en contacto con uno de sus profesores de aquellos años.
Aunque él tuvo suerte y le pilló pronto la Ayuda Americana. Incluso echa de menos el chocolate yanqui, incomestible, grande y duro como un ladrillo… pero era mejor que el mendrugo de pan con un dedo de leche que desayunaban. ¡Ah, qué inocente es incluso la infancia pasada!
Doy gracias al cielo porque mis hijos, sus nietos, no hayan tenido que pasar por nada parecido. Y eso pasa porque tambien lean este tebeo terrible.
Recientemente leí la obra y me pareció soberbia. Cuando la acabé me quedé con ganas de seguir leyendo más historias de los chavales y saber como pudieron salir de aquellos centros en los que pasaron tantas carencias.
Ojalá publiquen integrales de Barrio y Los Profesionales para seguir disfrutando de la obra de este gran autor
Ojala editase alguien el documental en el que Giménez y Usero se paseaban por el recinto que ahogó su infancia. Seria perfecto para acompañar una biografía u otro material similar.
Pero tendrian que cortar la escena final de los cubatas.
Espero que no me persigais por mi opinion, porque creo que soy el unico que opina asi:
No me gustan los tebeos de lloriqueos. Me aburre mucho.
mr zaxxxxx,eres subnormal,tio.
Barrio y Los Profesionales estan publicados integramente.Y lo mejor que he leido de un español es los tres tomos de Carlos Gimenez de España,una,grande y libre.Me los dejo mi padre cuando tenia 10 años y son increibles.
Carlos Gimenez es el amo en España en el mundo de la viñeta.
Carlos Pacheco es un subnormal comparado con el.Me cae muy mal desde que le vi en un salon del comic,que va de estrellita y no me mola nada como ha dibujado nunca.
Carlos Gimenez en cambio es una estrella que mucha gente actualmente ni conoce,siempre esta en los salones del comic y es un genio muy simpatico.
Carlos Gimenez es el Will Eisner español. Es un poco cutre difinir la obra de Gimenez como «tebeos de lloriqueos», si nos ponemos así cualquier cómic podría serlo: Batman y su triste infancia, el huerfanito Clark, el penoso pasado de Logan, el hetílico problema de Tony Star, la desgraciada existencia de Peter Parker, el culebron de dare devil, el dramón de watchmen… La obra de Carlos es un reflejo de su realidad que, como la vida de cualquier ser humano, tiene sus partes dulces y sus parte amargas. Respetemos al maestro.
JackHawksmoor, gracias por el calificativo que me dedicas. Demuestras tu intransigencia, su intolerancia y tu falta de respeto.
Lo que digo de Paracuellos es la sensacion que me ha dado en unas diez historias cortas. Todo son historias tristes, dramones, lo mál que les tratan… Me recuerda a «Las cenizas de ángela», los sufrimientos y padecimientos de una familia irlandesa.
No niego que este bien dibujado, o que sea necesario recordar todo esto. Pero creo que Vazquez dijo algo como que a Carlos le gustaba mucho lo triste mientras que a Vazquez le gustaba mucho mas la evasion. Yo soy de opinion de Vazquez.
Ah,vale,entonces perdona.Pero es que si pones lo de antes en una sola frase no es lo mismo,parece que estas faltando el respeto a lo que paso y a Carlos Gimenez.
Yo estuve en el Hogar Azul de Madrid y posteriormente me llevaron a Paracuellos aquí estuve de 1954 a 1957 mi hermano también estuvo en Paracuellos en la misma fecha a mi hermano le llamaban PONEGETAS. Me gustaría si alguien tiene algunas fotos del hogar y me las pudiera pasar sélo agradecería