Batería de Críticas: Mayo – Junio 2007

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PIRATAS DEL CARIBE 3: EN EL FIN DEL MUNDO, de Gore Verbinsky

 

PIRATAS DEL CARIBE 3: EN EL FIN DEL MUNDO (PIRATES OF THE CARIBBEAN: AT WORLD’S END, EEUU 2007, Aventuras, 168 Minutos)
Dirección:
Gore Verbinski.
Guión: Terry Rossio, Ted Elliott.
Reparto: Johnny Depp, Orlando Bloom, Keira Knightley, Geoffrey Rush, Bill Nighy, Chow Yun-Fat, Stellan Skarsgård, Jack Davenport, Naomie Harris, Kevin R. McNally, Lee Arenberg, Mackenzie Crook, Andy Beckwith, Reggie Lee.
Música: Hans Zimmer.

 

Valoración:

Resumen: La Compañía se ha propuesto acabar con la piratería. Con la ayuda del maldito Davy Jones y su Holandés Errante, el control de los mares es suyo. Pero Will y Elizabeth, junto con el renacido Barbossa, tratarán de formar una alianza con los señores de la piratería y acabar así con la malvada Compañía. Pero para ello es necesario contar con el fallecido Jack Sparrow…

Crítica: Gore Verbinsky ha dotado a su apocalipsis pirata de las dos grandes máximas que debe tener (según el código no impreso de Hollywood) toda conclusión de una saga. Espectacularidad y declive argumental son las señas de identidad de este esperado final que peca de exceso en la forma y en el fondo. El nivel técnico de En el fin del Mundo es, como en sus predecesoras, notable. El derroche tecnológico se hace notar en esta secuela superando, por difícil de creer que sea, las más impactantes escenas de sus compañeras de franquicia. El entretenimiento está asegurado entre criaturas de pesadilla, imaginativos escenarios y épicas batallas en las que sólo las protagonizadas por las jóvenes estrellas Knightley y Bloom están necesitadas de mayor dinamismo. Lo que gana en impacto, eso sí, lo pierde en consistencia argumental. Es en esta catarsis cuando más se percibe la improvisación y las prisas en su texto, que cae en situaciones surrealistas y muestra personajes pasados de vueltas con asombrosa facilidad. A través de un histrionismo desatado el filme deja de lado el tono humorístico de la franquicia para caer en la autoparodia, con un Johnny Depp prácticamente anecdótico dando vida a un decadente Jack Sparrow, mera sombra del ingenioso y amanerado bucanero que tanto dio que hablar en La Perla Negra. Mucho se echa de menos la creatividad y el buen hacer de aquella primera parte en sus dos secuelas, víctimas de una trilogía concebida sobre la marcha. En el Fin del Mundo es pues la sublimación de los pros y las contras de sus antecesoras. Brillante en el tratamiento del concepto de espectáculo y en pleno deterioro en el proceso narrativo, esta tercera parte pone fin a un auténtico parque de atracciones flotante que ha abordado las pantallas sin dar cuartel.

O.K.: Ofrece un impresionante espectáculo.

K.O.: El evidente declive de la franquicia.

EL RETORNO DE LOS MALDITOS, de Michael Weisz

 

EL RETORNO DE LOS MALDITOS (HILLS HAVE EYES 2, EEUU 2006, Terror, 89 Minutos)
Dirección:
Martin Weisz.
Guión: Wes Craven, Jonathan Craven.
Reparto: Jessica Stroup, Reshad Strik, Michael McMillian, Daniella Alonso, Lee Thompson Young, Ben Crowley, Eric Edelstein.
Música: Trevor Morris.

 

Valoración:

Resumen: Un grupo de inexpertos soldados es destinado a una base secreta en el desierto. Lo que parece una sencilla misión rutinaria se complica cuando comprueban que todos los pobladores de la base han desaparecido. Los causantes parecen ocultarse en las colinas…

Crítica: El fundamento del éxito del remake de Las Colinas Tienen Ojos era que a pesar de ser una historia de terror y casquería, tenía algo más. La supervivencia, la superación personal y el férreo control rítmico que imprimía a la película un inspirado Alexandre Aja se convertían en sus señas de identidad prevaleciendo sobre sangre y vísceras. El Retorno de los Malditos llega marcado por la presencia de los Craven a los mandos del guión, una participación presumiblemente positiva para el relanzamiento de la franquicia. Pero la historia concebida por el gurú del género y su vástago dista mucho de la calidad de su predecesora. Su metáfora devora la sutilidad desde el primer minuto. Unos profundamente estúpidos soldados se ven atacados por una guerrilla de mutantes antropófagos émulos de la esquiva insurrección iraquí. Una alegoría en principio interesante que termina sucumbiendo entre sustos predecibles, personajes estereotipados y escenas gratuitas a cada cual más desagradable. Este Retorno se antoja como una indeseable lacra a un remake más que digno que rebaja esta nueva andadura de la paranoia atómica creada por Craven, al nivel del cine de terror por y para adolescentes. Para mórbidos sin complejos deseosos de ver sangre, muerte, violaciones y estupidez a raudales, eso sí, desconectando antes de entrar en la sala cerebro y estómago.

O.K.: -El loable intento de crear una alegoría en torno a la trama.

K.O.: -Su estrepitoso fracaso.

HALF NELSON, de Ryan Fleck

 

HALF NELSON (EEUU 2006, Drama, 106 Minutos)
Dirección:
Ryan Fleck.
Guión: Ryan Fleck, Anna Boden.
Reparto: Ryan Gosling, Shareeka Epps, Anthony Mackie, Karen Chilton, Monique Curnen, Tina Holmes, Collins Pennie, Deborah Rush, Jay O. Sanders, Sebastian Sozzi, Nicole Vicius, Tristan Wilds.
Música: Broken Social Scene.

 

Valoración:

Resumen: Dan Dunne es un brillante e inspirador profesor de historia en un instituto de barrio. A pesar de su éxito como docente, Dan es infeliz. Su existencia se disuelve entre un libro inacabado, un apartamento ruinoso, relaciones pasajeras y una enfermiza adicción al crack. Dan toca fondo al ser descubierto por una alumna consumiendo una dosis.

Crítica: Habitualmente la educación es un proceso unidireccional. El profesor enseña y el alumno aprende, y la reciprocidad raras veces se da de manera palpable. Half Nelson sacude tan jerarquizada relación convirtiendo al eterno binomio en dos prójimos de similares problemas y necesidades. Ryan Gosling es la parte fundamental de un retrato social carente de efectismos y estridencias, y cuyo protagonista resulta ser el mejor abanderado de la naturalidad que convierte a la película no sólo en un patio de recreo para el inspirado actor, sino en una historia sobria en la forma pero cargada de emociones. La vida acecha a dos presas fáciles en un entorno favorable para la catástrofe. Un profesor depresivo y adicto al crack, y una estudiante de familia disfuncional en un medio ambiente cargado de drogas y crimen. Dos seres por tanto abocados a asumir unos roles que, acogidos en soledad les llevarían sin remedio a la autodestrucción. Pero en esta atípica epopeya docente, cada cual resulta ser la fuerza opositora que lleva al otro al cambio, y la rendición ante las circunstancias el shock que necesita el prójimo para percibir hasta qué punto llega su propia decadencia.

O.K.: Su apabullante sobriedad.

K.O.: Que se confunda con un tópico drama escolar.

SHREK TERCERO, de Chris Miller, Raman Hui

 

SHREK TERCERO (SHREK THE THIRD, EEUU 2007, Comedia, 93 Minutos)
Dirección:
Chris Miller, Raman Hui.
Guión: Peter Seaman, Jeffrey Price.
Reparto: (Animación: Voces V.O.) Mike Myers, Eddie Murphy, Cameron Diaz, Antonio Banderas, Rupert Everett, Justin Timberlake, Julie Andrews, John Cleese, Eric Idle, Cheri Oteri, Amy Poehler, Maya Rudolph, Amy Sedaris, John Krasinski, Ian McShane.
Música: Harry Gregson-Williams.

 

Valoración:

Resumen: Tras la muerte del rey. Shrek y Fiona son los elegidos para gobernar un País Muy Muy Lejano. Pero el ogro no está dispuesto a aceptar el cargo. Su única opción es encontrar al otro heredero, un joven llamado Arturo. Mientras, Encantador tiene sus propios planes para hacerse con la corona.

Crítica: Revolucionaria en su momento, y por consiguiente imitada hasta la saciedad, Shrek simboliza el cambio conceptual en la forma de hacer animación. Un método de entretenimiento capaz de divertir a adultos y niños, y a la vez interesarlos con conceptos de cierta profundidad que logran tocar emocionalmente a ambos. La frescura y la acidez de la franquicia quedan sin embargo olvidadas en esta entrega. Shrek Tercero se coloca a la cola de sus propios perseguidores, que han intentado en vano repetir el provecho que ha obtenido Dreamworks de su ogro verde. Breves ramalazos de ingenio, chistes dirigidos más al público adulto que al infantil y el siempre genial Gato con Botas (que maúlla desesperado por una aventura en solitario) son los únicos aspectos destacables de la secuela, junto con la magistral animación de los estudios de Spielberg y compañía. Tras píxeles, manidas rupturas con el estereotipo y previsibles chascarrillos, se esconde esta vez la típica historia de buen rollo y superación personal que parece ser el monotema de un género con cuya máxima principal el filme es incapaz de cumplir. La diversión y la carcajada han dejado paso a la sosería y el aburrimiento. Una inesperada amenaza para el futuro de Un País Muy Muy Lejano…

O.K.: El Gato con Botas.

K.O.: Parece una imitación de sí misma.

BLACK SNAKE MOAN, de Craig Brewer

 

BLACK SNAKE MOAN (EEUU 2006, Romántica, 115 Minutos)
Dirección:
Craig Brewer.
Guión: Craig Brewer.
Reparto: Samuel L. Jackson, Christina Ricci, Justin Timberlake, S. Epatha Merkerson, John Cothran, Michael Raymond-James.
Música: Scott Bomar.

 

Valoración:

Resumen: Lazarus, un granjero abandonado por su esposa, encuentra una mañana el cuerpo de una joven. La chica es Rae, una adolescente del pueblo afectada de ninfomanía. Tras curar las heridas de Rae, Lazarus se propone salvar el espíritu de la muchacha y encauzar su vida a cualquier precio.

Crítica: De todos los estrenos americanos de este año, probablemente fuera Black Snake Moan el que lucía sinopsis más original. Como en estos tiempos aciagos para el riesgo, la novedad es un bien escaso, el nuevo filme de Craig Brewer prometía ser una de las revelaciones de la temporada. Pero hete aquí que este espectáculo del lamento se convierte en momentos en espectáculo lamentable. El choque racial, el retrato de la aún persistente cultura atávica del sur estadounidense y las tensiones psicológicas de sus personajes, se diluyen en medio de una historia de traumas e individuos decadentes condenados a alcanzar a la fuerza la redención y el final feliz. El hecho de ver a dos encasillados fuera de su contexto se convierte en el mejor aliciente de una película pretendidamente original, pero que termina cayendo con premura en el terreno del romance fácil. La eterna adolescente gótica Christina Ricci es aquí una lúbrica ninfómana atrapada por el eterno grito de guerra de su cuerpo, mientras que el duro Jackson aparece transformado en un abandonado y solitario músico al borde de la locura. Meros reclamos, como el persistente Timberlake, para un surrealista drama romántico disfrazado de modernidad tarantiniana demasiado avergonzado de su rareza.

O.K.: Lo original de su propuesta.

K.O.: Que los devenires de la trama caigan por el contrario en el tópico.

OCEAN’S 13, de Steven Soderbergh

 

OCEAN’S 13 (OCEAN’S THIRTEEN, EEUU 2007, Thriller, 122 Minutos)
Dirección:
Steven Soderbergh.
Guión: Brian Koppelman, David Levien.
Reparto: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Andy Garcia, Don Cheadle, Bernie Mac, Ellen Barkin, Al Pacino, Casey Affleck, Scott Caan, Eddie Jemison, Shaobo Qin, Carl Reiner, Elliot Gould, Vincent Cassel.
Música: David Holmes.

 

Valoración:

Resumen: Reuben ha sido estafado por Willy Bank, un agresivo hostelero propietario del mayor casino de Las Vegas. La banda de Danny Ocean se volverá a reunir para solventar la afrenta destrozando la gran inauguración que prepara Bank.

Crítica: Esta trilogía de Stephen Soderbergh sigue dejando la sensación de ser una gigantesca broma de unos, que por atractivos y carismáticos, pueden permitírsela. Ocean y sus acólitos son la sublimación de la mitomanía llevada a la gran pantalla. Al espectador no le importan las acciones que llevan a cabo los protagonistas sino la mera presencia de los admirados ídolos ante sus ojos. ¿Qué importa la calidad artística cuando de lo que se disfruta es de rostros, cuerpos y estilo? Esta tercera parte sigue aportando las dosis solicitadas de glamour, aderezadas con el habitual tono clásico que Soderbergh ha impreso a la trilogía. Una historia de ladrones de guante blanco y justas intenciones que no desentonaría en las carteleras de mediados de los sesenta. 13 deja la sensación de estar más trabajada que su antecesora (prácticamente improvisada) y de ser, por el contrario, menos efectiva. La presencia de un gigante como Pacino no logra tapar el vacío presente en el bando femenino, únicamente representado por una paródica Ellen Barkin. Una enrevesada trama, ritmo, superficialidad y entretenimiento a raudales forman el modus operandi de un golpe en el que no importa tanto el plan como los ladrones.

O.K.: El entretenimiento habitual.

K.O.: La superficialidad del conjunto.

28 SEMANAS DESPUÉS, de Juan Carlos Fresnadillo

 

28 SEMANAS DESPUES (28 WEEKS LATER, UK 2007, Terror, 99 Minutos)
Dirección:
Juan Carlos Fresnadillo.
Guión: Juan Carlos Fresnadillo, Enrique Lopez-Lavigne, Rowan Joffe, Jesus Olmo.
Reparto: Robert Carlyle, Rose Byrne, Jeremy Renner, Harold Perrineau, Catherine McCormack, Imogen Poots, Idris Elba, Mackintosh Muggleton.
Música: John Murphy.

 

Valoración:

Resumen: 28 semanas después de que el virus de la rabia arrasara Gran Bretaña, el ejército de los Estados Unidos se encarga de la repoblación de las islas. Los primeros colonos llegan con la esperanza de una nueva vida al lado de los pocos supervivientes a los infectados.

Crítica: Condenado a ser un entretenimiento superficial, o bien una elaborada alegoría, el género de terror se debate entre convertirse en un negocio rentable o en reducto de obras memorables para el disfrute de una minoría. En 28 Semanas Después Juan Carlos Fresnadillo logra sin embargo el difícil objetivo de dotar a su obra de semejantes cantidades de diversión y profundidad. Precedida por una poderosa apertura (prólogo impactante y sobrecogedor, al mismo nivel que el de su antecesora), 28 Semanas Después expone tácitamente conceptos como el abandono, el reencuentro y el remordimiento, convirtiéndose ante todo en una espeluznante metáfora de la gestión bélica de las superpotencias contemporáneas (¿la mejor película sobre la guerra de Irak hasta el momento?). Pero el fondo siempre presente, es superado por la lograda composición de una obra de terror que se antoja ya de culto. Un ritmo feroz, acción sin descanso, narración sin concesiones y una ambientación verosímil logran imbuir al espectador en una experiencia en la que la intensidad perdura en sus cotas más altas durante todo el metraje. Un inspirado Fresnadillo logra pues componer una secuela notable, que coloca a 28 como una de las mejores sagas del género del siglo XXI. Una película de zombis, sangrienta y emocionante que también es algo más.

O.K.: La aterradora potencia de su ritmo.

K.O.: Algún desliz visual más que perdonable.

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pater
8 julio, 2007 11:43

lo ke hay ke hacer es visitar más la página de KTARSIS, ke está muy bien!
saludos! ^^

The Slayer
The Slayer
8 julio, 2007 12:09

Bueeeno, la verdad es que si, PdC 3 es como mucho la peor de las tres (y eso que a mí me gusto la 2) y se nota bastante el cansancio de todo el mundo, pero bueno, ya en la siguiente, que no dudéis que habrá, quizá salgan sólo Deep y Rush (quién es lo mejor de la cinta, por cierto)

Sobre la aventura en solitario del Gato con Botas, ya empezó a prepararse durante Shrek 2 como una de esas directa a DVD, pero ahora al parecer será estrenada en cines en algún momento del año proximo (quiza antes de Shrek 4)

Ah, y un ojo al protagonista de Half a Nelson, que va a trabajar a las órdenes de Peter Jackson y junto a Rachel Weisz en la adaptación de un libro que aquí en españa se llamaba Desde Mi Cielo

wayne
wayne
8 julio, 2007 12:25

Pues yo ayer me pegué una jartá de reir con la tercera parte del ogro. Será poco original, o lo que sea, pero ¿soso y aburrido? Amos, no jodas…

Daniel "Dan Defensor"
Daniel "Dan Defensor"
8 julio, 2007 13:27

A mi la de «Piratas…» me dejó un poco indiferente, no sabía si me había gustado o no, la verdad; «Ocean…» es la película que debería haber sido la primera (eso sí, teniendo claro lo que vas a ver, circo, nada de ejercicio intelectual) y «Shrek…», bueno, pués es cierto que la primera fué sorprendente y salías del cine con una sensación de dinero bien invertido y que esta es ya más de lo mismo pero, para mi personalmente, está mucho mejor que la segunda parte que era infumable (y «Antonio con botas» tampoco es para tanto… fué la gran revelación de la segunda parte pero en solitario… hum, no sé, habrá que verlo y ya crutucaremos después).

Daniel "Dan Defensor"
Daniel "Dan Defensor"
8 julio, 2007 13:30

Je, «crutucaremos», sí, jejeje, y CRITICAREMOS también!!! jurl jurl!

samanosuke
8 julio, 2007 13:58

>Será poco original, o lo que sea, pero ¿soso y aburrido? Amos, no jodas…

Pues yo estoy con Pablo, y es que aparte de un par de gags o frases ingeniosaas, la película es un coñazo de mucho cuidao…

juan
8 julio, 2007 17:22

Sobre Piratas decir que me aburrió gran parte del metraje (mucho hablar, mucha conspiración entre unos y otros… y poca acción), así como la segunda me pareció la más entretenida, sin tiempo para descansar.

Respecto a ése gato con botas que pide una aventura en solitario, comentar que su película se estrena en 2010, junto a la cuarta parte de Shrek (según Fotogramas) y con voz de nuestro Antonio.

wayne
wayne
8 julio, 2007 19:28

Vale, pa gustos… pero en la sala (que estaba llena) salía tó el mundo con una sonrisa de oreja a oreja. Que a quien quiera pasárselo bien durante hora y media, que se la recomiendo, vamos.

YOTA
Lector
8 julio, 2007 19:45

joooo, yo aún no he visto 28 Semanas Después…

Argggh..!!
Argggh..!!
8 julio, 2007 20:52

Half Nelson… Me encanto. Dura, triste, desgarradoramente tierna a la vez que desesperadamente humana.
La soledad y la necesidad de un profesor de depender de algo que te oblige a levantarte cada día, cada mañana para no caer en lo más profundo del poxo.
La alumna también maravillosa…
Estoy de acuerdo con Pablo.

BLACK SNAKE MOAN, también me ha gustado… Cristina Ricci.. me pone.. hacia mucho desde Natalie Portman en el Profesional y Closer.. que una actriz no me ponia como me suelo poner cuando me pongo.
Hasta el meapilas de Justin Timberlake ese… trabaja más que aceptable y parece a veces un actor. Aunque ese final…. Mmmfffffffgrrrr…. típico de peli americana… que bonito todo.

xandar
xandar
8 julio, 2007 21:57

desternillante?
para desternillante la de 28 semanas despues, vaya un peaso de pelicula comica, juas.

zeres
9 julio, 2007 8:35

Yo soy de los que opinan que con Piratas 3 la cosa ya no es lo que era y que deberían dejarlo ahí.

Por otro lado, Shrek 3 ha perdido el factor sorpresa, pero sigue haciendo reir y es que la gente de Dreamworks ha dado con la fórmula que otros tratan de copiar y ni se acercan.

En cuanto a 28 Semanas Después, me encanta la primera parte, y esta segunda me parece una buena película, con momentos que te ponen los pelos de punta, pero con un guión que muchas veces está cogido con alfileres. Demasiadas casualidades, cosas que no hay por donde cogerlas,… Me ha gusta cómo está dirigida pero el guión no me parece estar a la altura.

juan-man
juan-man
Lector
9 julio, 2007 12:12

Pues no sé, lo de declive argumental en Piratas, y que la saga pierde fuelle… no puedo estar de acuerdo. La saga perdió fuelle en su tramo intermedio, con El cofre del hombre muerto. La comicidad por la comicidad, en las escenas con los caníbales o el duelo sobre la rueda, son ejemplos de ello. No había una historia que importase, ya que el argumento principal (Davy Jones y el cofre) quedaba aparcado durante tramos de hasta media hora, por meter gags. En esta tercera, sin embargo, creo que Elliot y Rossio (guionistas del primer Shrek, por cierto) se han sacado de la manga varios trucos que tenían preparados desde la segunda parte y que cierran por todo lo alto la trilogía. Me refiero a la omnipresente y ominosa Compañía de las Indias, que propicia el regreso en el bando de los buenos de ese genial Barbossa y la alianza entre piratas. Y la historia trágica de Davy Jones y Calipso, mucho más emotiva que en la segunda parte y que dota al personaje de algo más que carisma visual (vamos, que deja de ser Darth Maul para ser Darth Vader). Para mí, un broche de oro magnífico tras el peligroso titubeo de la segunda.