Sobre los trastornos alimentarios: Mía y Lucille.

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Mía

Guión: Man, Santi Navarro
Dibujo: Man, Ego
Glénat – 48 págs. – color – 13€


Lucille

Autor: Ludovic Debeurme
Norma – 544 págs. – 2 colores – 29’50€

 
Descripción Editorial: Mía

La primera obra intensamente personal del aclamado dibujante Man (creador de Ari), nos hace vivir un inquitante secuestro con un trasfondo tan emocionante como improbable: la bulimia. Un libro que consagrará a Man como a uno de los grandes del cómic europeo, gracias a su gran talento como narrador y su expresividad natural en el diseño de personajes.

Descripción Editorial: Lucille

LUCILLE es un vivo retrato de uno de los problemas clave entre la juventud actual: la anorexia y el autorechazo. De la mano de un joven Debeurme, consolidado ya como una de las grandes promesas de la “nouvelle B.D.” francesa, esta cautivadora novela gráfica nos acerca a la vida de una adolescente cuyo mencionado problema y una baja autoestima dificultan su relación con los demás. La aparición de su primer amor, un turbulento muchacho con un padre alcohólico, cambiará su vida.

Artículo

De manera casual, en un corto intervalo de tiempo han coincidido en nuestras librerías dos álbumes que tratan el tema de los trastornos alimentarios.

Lucille ha sido editado por Norma y ahonda en el drama de la anorexia.

Mía llega a nuestro país de la mano de Glénat y en su argumento recoge ciertos aspectos referidos a la bulimia.

Anorexia y bulimia, dos caras contrapuestas de una misma problemática.

Curiosamente, también el abordaje argumental y formal que ambas obras hacen de la cuestión es bien distinto.

Mía es una obra de género negro con una narrativa visual muy cinematográfica. Una obra que desde su misma cubierta pretende hacérsenos atractiva.

Como ya apuntaba en su día Félix Sabaté, Man es un dibujante cuyo grafismo ha alcanzado un envidiable estado de gracia y madurez. Si existe algo que pudiera llamarse iberomanga – como defienden desde 2 Veces Breve – a buen seguro que Man sería su máximo exponente, con permiso de Kenny Ruiz y Elías Sánchez.

Por ello, en cuanto al aspecto gráfico, esta propuesta resulta de lo más lograda. Los dibujos son expresivos e impactantes y las secuencias se suceden de manera muy fluida.

Con ambición pareja, la de que la obra nos sea atractiva, el apartado argumental del cómic también apuesta por una historia repleta de lugares comunes: enamoramientos adolescentes, secuestros, mafias del este, desencuentros paterno filiales…

Para su desgracia, considero que esa misma pretensión acaba volviéndose en su contra y así, aunque podemos encontrar algunas escenas muy inspiradas, en otras partes el argumento se diría que no acaba de “rematar”. También, y ése quizás sea su mayor problema, el tratamiento que hace de la bulimia parece un tanto anecdótico, inserto con calzador en una trama policíaca que “pesa” demasiado aunque tampoco lleve muy lejos. Así, a pesar de su excelente apartado visual y de algunas anécdotas y diálogos sobresalientes, Mía no consigue volar a la altura que debiera y se queda en un cómic ameno, correcto, entretenido, gráficamente brillante, que presenta algún que otro detalle de carácter didáctico sobre la bulimia.

Ahora, antes de hablar de Lucille quisiera aclarar una cosa. No soy un gafapasta. O al menos, no lo soy en estado puro. Esos comics henchidos de pretensión intelectual que acaban ofreciendo poco más que ventosidades amparándose en su supuesto nihilismo me resultan de lo más vacíos. Yo soy un ferviente admirador de los géneros clásicos. Me pirran esas historias de superhéroes, ci-fi, género negro o aventuras que saben partir de un relato entretenido para hacernos reflexionar sobre la condición humana.

Por eso, cuando me personé ante Lucille, creí que nuestra relación iba a ser de lo más transitorio. Porque aquello tenía una pinta de obra gafapasta que asustaba.

Dibujos feotes, secuencias aparentemente inexistentes al carecer las páginas de cuadrícula de viñetas que lo organizase todo, mucha introspección…

De todas maneras debía reconocerse que todos esos elementos encajaban de manera coherente con lo que el autor pretendía contar: la degradación física de la persona enferma, esa desorientación que lleva a diluirse en el entorno, la sola compañía de la propia miseria y del propio dolor…

El arranque resultaba lo suficientemente sincero como para atender a lo que el autor pretendía contarnos. La anoréxica Lucille y el neurótico Arthur resultaban desagradables, pero también auténticos, y por respeto a ellos seguía pasando las páginas. Hasta que ambos se encontraron.

Entonces, todo cambia. Y uno, como lector, se da cuenta de que ya ha quedado atrapado por los personajes. Ya sólo cabe seguirles. Se suceden las situaciones, algunas escenas poseen una gran carga de significados, los protagonistas empiezan a crecer, casi capaces por un breve lapso de tiempo de sobreponerse a los condicionantes del que ha sido su entorno habitual, con esos padres que sin pretenderlo les ahogaban. Donde antes parecía todo condenado, ahora despunta la esperanza y, de nuevo, se trunca.

Al final del libro, un libro extenso que se lee con facilidad, los interrogantes que quedan en el aire son tantos y el grado de empatía que ha surgido con los personajes es tan alto que uno sabe que volverá a por más, que no dejará de saber cómo continua esta historia. Al final del libro a uno no le extraña que Lucille haya sido considerada Obra Esencial en Angoulemme. Se lo merece. Porque a pesar de ser un libro gafapasta, no deja de tener corazón.

Mauma under ground y Ui ar de japis también hablaron de Mía.

Podéis encontrar más cosas de Ludovic Debeurme aquí.

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Bimago
21 julio, 2007 6:59

Muy interesante el comentario. Siempre soy seguidor de los cómics que aportan algo diferente, aunque sea también un fan de los superhéroes y demás géneros clásicos.

Especialmente te felicito por los comentarios sobre como afecta la intención del autor el estilo del dibujo.

Jose A. Serrano
21 julio, 2007 19:16

Lucille empecé a leerlo (me parecía interesante la temática), pero lo dejé tras unas 50-60 páginas porque se me hacía soporífero, sobretodo la historia del chaval, así que no lo puedo valorar en su conjunto.

En cambio Mía sí que lo leí entero, y a mí me dejó un buen sabor de boca, y lo recomiendo. Discrepo parcialmente en tu valoración, Toni, en lo de que «el tratamiento que hace de la bulimia parece un tanto anecdótico, inserto con calzador en una trama policíaca que “pesa” demasiado aunque tampoco lleve muy lejos».

Estoy de acuerdo en la segunda parte, lo de a trama policíaca que parece que tiene demasiado peso, y se le dan escenas adicionales que tampoco parecen llevar a nada. En Ui ar de japis informan que inicialmente era un álbum de 56 pgs que se amplió a 80 por petición de la editorial, y, a falta de preguntar al autor, yo lo achaco a esas «páginas extras» que tuvieron que añadirse. Es lo que hay.

Lo que no coincido tanto es en que el tratamiento de la bulimia es secundario, a mi me parece que es el tema principal del cómic, y todo lo demás es accesorio, el complemento necesario para «vender» el cómic al público y editor, de hacerle «entrar» el tema de forma más o menos amena (en cierta forma, la historia de amor para «venderlo» a las chicas, la historia más aventurera, para los chicos). Lo que, eso sí, casi todo lo referente a la enfermedad se nos muestra en forma de actuaciones de los personajes (lo que hacen, son comportamientos que no se verbalizan en díalogos, salvo alguna reprimenda del chico), no en forma de díalogos. Al final del cómic, en los extras, se añade un texto a modo de carta manuscrita de la protagonista (un diario?) donde sí comenta ella en primera parsona su enfermedad, y que al menos a mí me pareció muy acertada. También, como tú, coincido en que tiene algunas escenas muy inspiradas.

En definitiva, que sin ser un gran tebeo y no siendo una historia «redonda» (recordemos que es el primer guión de Man para un tebeo no-erótico, ya que escribió varias series en Kiss Comix) sí me parece un tebeo por encima de la media, y que destacaría precisamente por su interés como herramienta didáctica, para dar a conocer la enfermedad al público en general, y a los adolescentes en particular (sería una lectura interesante para tener en institutos, por ejemplo). Que no es que haya muchas herramientas de este tipo, ojo.

Además, el tebeo tiene una ambientación muy juvenil y contemporánea (aunque creo que no se cita, son muy reconocibles algunos ambientes de Barcelona), que le falta a Lucille, por ejemplo (que además, es un tocho de 540 pgs y casi 30 euros con un dibujo no muy atractivo, aunque luego pueda resultar apropiado para la obra).

Mira, a raiz todo esto me han dado ganas de recuperar el texto que escribí en su día para Guía del cómic cuando fue publicado para una fichita sólo para el tebeo… 😉

pepe grayson
pepe grayson
22 julio, 2007 14:53

hola atodos, llevo bastante tiempo leyendo el bloc y nunca me habia atrevido a comentar nada. Antes que nada decir que mi lectura de comic suele ser bastante sesgada a marvel y dc, pero despues de vivir blankets(leer se keda corto)estoy tirando mas por otro tipo de lecturas.Coincido con toni en lo del tono «gafapasta de la obra que tira para detras», porque esa fue tambien mi primera impresión,pero añadir que el nivel de empatia que creas con lucille por su «extraña» vida es excesivamente alto. Te engancha bastante sin necesidad de llegar a la pagia 60, quieres que saga del pozo y solo esperas eso. Lucille estara junto con los bones de astiberri, la patrulla x de brubaker y 52, como el mejor gasto en comics de este trimestre. Muy buen articulo,felicidades toni y sigues recomendado obras de este estilo, se agradece bastante.

caca
24 agosto, 2007 23:04

hhuhjui9jhio

marisol
marisol
10 septiembre, 2007 1:57

ola
me llamo marisol tengo bulimia nerviosa desde hace un año y tratada desde hace 5 o 7 meses
todo en pezo por las burlas en el deporte que practico halterofilia ser la mas rellenita de todas me trajo como una especie de trauma y enpece a no comer y adebolverlo todo cuando podia
mi entrenador se dio cuenta bueno se dio cuenta todo el mundo icluso los que se burlaban de que en esa epoca pesara 70kg. luego se dieron cuenta de que en era serio porque en una competicion decidi no comer y todos intentaron meterme la comida a la fuerza ….
bueno llebo un año y e adelgazado uos 10 a 6 kg estoy sobre los 63 a unque e engordado y a unque lo abia dejado de hacer un poko despues de bolver a engordar hace poco e buelto a enpezar a unque desde hace un año tengo bastante consciencia de los problemas y todo lo que ocure me es inevitable hacer lo a unque me desmayo muy a menuda en escursiones en la semana blanca de mi instituto que fuimos a la nieve me desmaye en la discoteca todo el mundo tiene que estar pendiente de mi no puedo tomar alcol porke me desmayo y me dan ataques desde hace un año mi vida es mas conplicada unque cuando estoy mas delgada ,cuando adegazo me siento mejor con migo misma pero eso a causa de probocar lso bomitos
en fin no se que puedo hacer no puedo ir sola al baño mis amigas no me dejan sola
ya estan acostumbradas a que me desmaye
en las discotecas,gimnasio,botellones,escursiones….
necesito ayuda pero esque no se donde buscarla
y siento que quiero salir porque es lo peor para mi salud.

marisol
marisol
10 septiembre, 2007 2:00

en fin se me olvidaba lo que quiero decir que estos comics me an ayudado un poco a concienciarme mas de lo co estoy a unque no por eso balla a dejarlo pero gracias por escribirlos

Fernanda
Fernanda
22 febrero, 2010 18:32

Bueno yo sufro de anorexia y bulimia desde hace 3 años, y aunq crei haber leido casi todos los libros sobre este tema, no crei saber q existia una comic, la vdd me da mucha ganas de leerlo, sobre todo por que uno ya sabe de q se trata, q genial

Rox
Rox
20 noviembre, 2010 0:00

Yo no soy anorexica ni tengo problemas de ese tipo pero Lucille es un libro genial que te ayuda a ver que todo puede cambiar.

juliana
juliana
16 febrero, 2011 1:15

ggggggggggggggg

juliana
juliana
16 febrero, 2011 1:17

super si ok ****