Green Lantern Corps 1

 

Edición original: Green Lantern Corps #1 a 6 (2011-2012); DC Comics.
Edición nacional/ España: julio 2012, ECC Ediciones
Guión: Peter J. Tomasi
Dibujo: Fernando Pasarín, Geraldo Borges
Color: Gabe Eltaeb
Formato: rústica, 144 págs.
Precio: 13,95€

 

Si cuatro años atras, exactamente en junio del 2008, nos hubiesen dicho que Green Lantern no solo volvería a ser uno de los personajes más importantes de DC Comics sino que además contaría con un total de cuatro series regulares en el mercado no nos lo habríamos creído. Si esta pregunta nos la hubiese hecho tan solo treinta días después nos lo habríamos comenzado a creer, y es que los seguidores de Hal Jordan y toda su cosmología deberíamos tener grabado a fuego ese mes y en un pedestal al que le insufló nueva vida, Geoff Johns, quien con la miniserie Green Lantern: Rebirth devolvió la épica al portador del anillo.

Una de las series surgidas a raíz del éxito fue Green Lantern Corps en la que el dibujante Dave Gibbons haría las veces de guionista, y se embarcaría en contarnos las historias del resto del cuerpo de Green Lanterns centrándose especialmente en Kyle Rayner, Guy Gardner y Kilowog quienes se convertirían en instructores de los nuevos cadetes y los prepararían para la guerra que estaba por venir contra Sinestro y su propio cuerpo. Gibbons prolongaría su estancia hasta el número 17 de la colección siendo substituido por Peter Tomasi en el siguiente número, dándose la circunstancia de tener que asumir el guión de la colección en pleno crossover de Sinestro Wars, exactamente en el capítulo décimo del evento. Atrás Gibbons había dejado muy marcado que el tono de la colección debía pasar por la épica más absoluta, y siguiendo esa pauta Tomasi nos ofreció algunas de las mejores aventuras del grupo hasta su adios treinta números después, exactamente en el número 47 de la colección tras el fin del evento Blackest Night siendo substituido en los guiones por Tony Bedard con la serie inmersa en Brightest Day. Aunque la labor de Tony ralló el notable, fuimos muchos los que nos preguntamos que habría sido de la serie si Peter Tomasi hubiese prolongado su estancia en una serie que le venía como un guante, a pesar de todo, Peter no se alejó demasiado de la franquicia pues su marcha de Green Lantern Corps fue para embarcarse en la nueva serie regular Emerald Warriors con Fernando Pasarín a los lápices en una serie regular que se prolongaría por once números hasta ser cortada para el relanzamiento del universo DC.

A tenor de lo que ofreció Tony en Green Lantern Corps y de lo grato de la labor de Peter en Emerald Warriors reitero la pregunta, ¿era necesario este cambio creativo? La misma reflexión tuvieron que hacer en DC Comics quienes consideraron que Peter era la mejor opción para el relanzamiento de esta serie con un nuevo número uno y acompañándole una vez más a los lápices por el ovetense Fernando Pasarin autor del que nunca hablamos lo suficiente y que realiza en estas páginas uno de los mejores trabajos de su carrera y esto creedme, es decir mucho.

De esta nueva serie se puede decir sin ningún tipo de rubor que de las cuatro colecciones relacionadas con el guerrero esmeralda: Green Lantern, Green Lantern Corps, Red Lanterns y Emerald Warriors, esta probablemente sea la que reuna una mayor calidad. Es cierto que la serie madre, Green Lantern, hereda un status quo interesante para Hal Jordan, pero la épica, la aventura, los mejores dialogos y también el mejor dibujo lo encontraremos en esta serie. Y es que como si se tratase de una historia ideada por John Woo y J.J.Abrams el ritmo de la historia es tan alto, y el trabajo que hace Fernando tan realista que nos será casi imposible despegarnos de la lectura de este primer volumen hasta llegar a la última página.

Como en el volumen anterior, la serie está destinada a explicarnos las aventuras del cuerpo de Green Lanterns, aunque si hay dos integrantes que destacan por encima del resto estos son John Stewart y Guy Gardner quienes tendrán que investigar la muerte de dos Lanterns del sector 3599 en su propia base, lo último que se sabe de ellos es que poco antes de morir habían recibido una llamada de auxilio del planeta Nerro.

Acompañados por los Lanterns: Vandor, Sherif Mardin, Isamot Kol, Hannu y Brik se dirigirán a Nerro encontrando a su llegada un planeta desolado en el que ha desaparecido la mayor de sus riquezas, los mares, y han sido aniquilados su habitantes estando la masacre coronada por dos Lanterns muertos empalados a quienes les han extirpado el dedo en el cual tenían su anillo de poder. ¿Quienes han sido capaces no solo de aniquilar una raza entera sino de asesinar de tal forma a dos Lanterns? ¿Porqué motivo les han amputado el dedo? ¿Qué ha sido del agua que hacía habitable a Nerro? Todas estas preguntas tendrán una única respuesta y de nuevo, ahondarán en el pasado de los guardianes y a las baterías de poder de los Green Lantern.

El relato que construye Tomasi es ambicioso, y no solo se esfuerza por introducir nuevos elementos en su mitología sino que además consigue hacerlo de forma interesante y relevante para la historia, su acercamiento a personajes tan ricos como Guy Gardner o especialmente John Stewart es brillante, es cierto que no son personajes nuevos para el y esa familiaridad juega a su favor pero también no es menos cierto que con algunos detalles que tendrán importantes repercusiones en el futuro es capaz de enseñarnos hasta donde puede llegar un Green Lantern para defender Oa y a los Guardianes. Una acción que a tenor de las previas que he podido ver en internet de futuros números será tratada en profundidad. Bien por Tomasi y su valentía.

En resumen, sin llegar a la excelencia de Batman, Wonder Woman o Animal Man, Green Lantern Corps si que resulta una lectura más que notable en la que el equilibrio entre el guión y el dibujo es cuasi perfecto, es lo que debería ser una buena historia espacial, una batalla sin fin en la que no sabes si ese personaje que te ha llamado la atención seguirá con vida al pasar la página. Una serie que me vais a permitir que os recomiende con los ojos cerrados.