ZN Recomienda: The Boys de Garth Ennis y Darick Robertson

 

The Boys
Guión: Garth Ennis
Dibujo: Darick Robertson
Norma– 144 págs. Color – 12 €

 

¡CENSURADO EN USA!

Hay muchos superhéroes y están desmadrados.Y no hay nadie mejor para controlarlos que los chavalotes de The Boys (Carnicero, El Francés, La Hembra y Leche Materna) y su nueva incorporación: Wee Hughie.

Bestia. Es una de las calificaciones que se pueden aplicar a este comic. Muy bestia. No es que no estemos acostumbrados a que Ennis y Robertson hagan comics bestias y que se salen del establishment. Es que , simplemente, este comic es bestia, bruto, muy burro, animal, salvaje, grosero, gore, pornográfico y no apto para todos los públicos.

Si rescatamos la historia de cómo se engendró este comic, posiblemente encontraríamos a los editores de Wildstorm frotándose las manos,, pensando que tenían ante si otro Predicador u otro Transmetropoltan en potencia. Pero estos dos autores tenían en mente algo un poco mas burro de lo habitual.

Garth Ennis (1970, irlanda del norte) es de sobra conocido por su polémica serie Predicador y por sus etapas exitosas en Hellblazer, Punisher y un sin fin de miniseries. Se ha ganado a pulso ser uno de los “enfants terribles” del comic contemporáneo con su manera de narrar – de la calle – y con un lenguaje feroz y muy, pero que muy bruto.

Darick Robertson (1969, EEUU) s uno de esos tipos que siempre ha estado ahí para los que, como un servidor, lleva en esto algún tiempecito. Con un inicio demoledor en la Liga de La Justicia de Giffen, DeMatteis y Maguire, fue dando pasitos cortos pero concisos por todo tipo de trabajos, destacando su etapa en Nuevos Guerreros tras la marcha de Bagley y, con los años, formando pareja con Warren Ellis en la multipremida y agasajada, Transmetropolitan.

Los dos autores ya habían coincidido en miniseries del sello MAX para Marvel como Furia, Born o Furia: Pacificador.

Con estos precedentes, podíamos esperar algo muy, muy burro. Pero como decíamos al principio, The Boys es, muy bestia.

EL mundo de The Boys está plagado de superhéroes. De todo tipo de Super Heroes. Vendría a ser una mezcla entre Watchmen,The Authority, Powers y Kingdom Come. Es decir, los superhéroes, cara a la opinión pública son geniales, pero en la intimidad…ah.esa es otra historia. El caso es que el gobierno, de vez en cuando, quiere mantenerlos a raya. Y para eso existen los chicos de The Boys, un grupo de personas que también parecen disponer de algún tipo de poderes sobrehumanos ( en el transcurso de la historia sabremos porqué) y que son agresivos o mas bien dicho, que no están para tonterías. Si algo les jode, ellos se toman la justicia a su manera. Al parecer, Los Chicos ya han tenido la ocasión de trabajar juntos antes y por supuesto, tienen cuentas pendientes con uno de los héroes, un sosias de Superman, pero antes de que lleven a cabo su particular venganza, habrá asuntos que resolver. Uno de ellos, su nuevo miembro, un escoces muy poquita cosa y que nos sirve de enlace de entrada al grupo y sus maneras de hacer las cosas.

The Boys se aparta de convencionalismos. Es decir, coge lo que todos conocemos y lo “adapta” al mundo real y las consecuencias reales de lo que sucedería si viviéramos todos en un mundo habitado de estos seres. No so confundáis No es Supreme Power o Astro City. Es algo completamente diferente. Y lo es por que desde la primera página ya estamos viendo “chafamientos” de cráneo, insultos, sexo violento sin concesiones, mutilaciones, daño colateral brutal de batallas super-heroicas y todo eso adornado con una manera de narrar y una manera de explicarse que se hace difícil no conectar con todo ello. Es el día a día de todos nosotros como humanidad llevado al nivel superheroico con muy buen tino.

Y qué decir de Robertson, lo hace mejor que en Transmetropolitan que es mucho decir. De lo mejor que he leído últimamente.

Cabe destacar la polémica y el revuelo levantado por esta serie desde su concepción. Antes decíamos que los editores se frotarían las manos con tal tandem de autores. El caso es que había que estar ciego para no ver que ese comic no era como los demás y que la gente, por muy acostumbrada a burradas del estilo, no quedaría callada. Algún alma caritativa de DC decidió cortar por lo sano, darles los derechos a los autores (que ya eran suyos, pero bueno) y que se buscaran las rosquillas en otro lado. Ese lado no fue otro que Dynamite y a partir de ahí, dios dirá. Si en DC, con todo lo que imaginamos, se reprimieron, les salieron estos seis pedazos de números, dios nos coja confesados con lo que pueden hacer en una editorial independiente sin censura por la que preocuparse.

Decía mas tarde de todo este embrollo Ennis en una entrevista en The Beat, que en DC no tenían problema en ver a un tío normal haciendo ese tipo de cosas que suceden en el tebeo. El ejemplo mas amplio sería Predicador. El problema lo tenían con que fueran superhéroes los que lo hicieran, que además, podían fácilmente ser comparables a los propios de la compañía. Nos lo creemos. Ennis tiene planeado que la historia dure unos sesenta números.

Y además hay un Hamster saliendo del culo de un superhéroe muerto. Si eso no es para comprar este comic, no se lo que lo es.

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