Rachel Rising, #1-11

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Edición original: Rachel Rising #1 – #11.
Guión: Terry Moore.
Dibujo: Terry Moore.
Color: la historia es monocromática.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99.

 

Antes de entrar en faena dejad que retome el hilo conductor del mapa de las editoriales independientes que publicamos ayer y os hable un poco de Terry Moore y Abstract Studios.

A inicios de la década de los noventa, Terry Moore estaba intentando desarrollar una tira cómica de aquellas que encontramos en los diarios cuando se le ocurrió el argumento de Strangers in Paradise. Tras comprobar el poco interés que tenían los periódicos por su trabajo, Moore decidió seguir el ejemplo de tantos otros autores y llamó a la puerta de las editoriales independientes. Allí tuvo más suerte y Antarctic Press accedió a publicar la primera miniserie de Strangers in Paradise (de ahora en adelante me referiré a ella como SIP). Eso sí, no hablamos de un caso fortuito. Moore estuvo un año entero escribiendo y dibujando el primer ejemplar de SIP antes de probar suerte en el mundo independiente.

SIP debutó en noviembre de 1993 y en septiembre de 1994 – tras finalizar esta primera miniserie y colaborar con Comico y otras editoriales importantes de aquellos momentos – Moore volvió a sacar otro primer número de SIP, pero esta vez de la mano de Abstract Studios. Y es que resulta que Moore había decidido seguir los pasos de Dave Sim y compañía y había creado su propia editorial con la que pretendía publicar sus propias obras.

La aventura editorial de Moore dio sus frutos rápidamente. SIP se convirtió en un referente en el mundo del cómic, llegando a ganar un Eisner por Mejor serie regular en 1996 (también logró varias nominaciones para esos galardones, dos en 1995 y una en 2003). Ese mismo año, Moore se unió a otros célebres autores de Image para crear el sello Homage Comics. Moore incluso llevó SIP a Homage, pero lo devolvió a Abstract Studios ocho meses después. Desde entonces, este artista publica sus creaciones más personales en su propia casa, pero también colabora de tanto en tanto con otras editoriales.

Rachel Rising es la tercera serie regular del aclamado Moore. Debutó en agosto de 2011 de la mano de Abstract Studios y desde ese momento sólo ha hecho que recolectar nominaciones a premios (dos a los Harvey y dos para los Ghastly) y buenas críticas. ¿Su buena fama es merecida? A continuación, la respuesta…

La historia

Como bien dicen las notas de prensa “Rachel Rising narra la historia de una joven que no puede morir. Se despierta a los pies de su propia – y poco profunda – tumba, mirando su propio – y recientemente asesinado – cuerpo.” A partir de ahí, Rachel se embarca en una odisea que la llevará a descubrir los misterios concernientes a su asesinato, y alguno más… Algo oscuro se cierne sobre la ciudad, cobrándose la vida de todo aquel que se cruce en su camino.

Rachel Rising es mucho más que una historia de terror. Es cierto que Moore pretende aterrar al lector porque, tal como dice él mismo, toma nota de “las películas antiguas donde el quid estaba en asustarte con la realidad. Los films modernos utilizan el ruido para asustarte, pero los antiguos usaban el silencio. Eso es perfecto para los cómics, ¿no es así? Si dibujases un storyboard para una película de Hitchcock, conseguirías un buen cómic. Eso es lo que yo pretendo”. Sin embargo, la útima creació de Moore va más allá. Este cómic está lleno de personajes bien caracterizados que permiten reflexionar sobre sus vidas y sobre la importancia de la muerte, un tema presente en toda la obra (algo lógico si tenemos en cuenta que la protagonista está muerta y el número de víctimas crece número a número). Rachel Rising nos narra la vida de unos personajes con las mismas inquietudes que las personas normales, ya sean sentimentales o causadas por la pérdida de un ser querido. Ese toque de normalidad es la realidad de la que habla Moore. Es justamente eso lo que hace que esta colección dé miedo, porque no hay nada más aterrador que lo cercano. O sea que si buscáis un cómic de terror al uso con violencia gratuita y vísceras por todas partes, buscad en otro sitio. Rachel Rising es un tebeo de miedo inteligente, que inquieta más que asusta (aunque si te fijas mucho en los detalles es posible que te aterre).

La historia en sí es pausada y tranquila, lo cual se contradice de nuevo con lo que acostumbran a ofrecernos en este género (lo típico sería que la típica huida del asesino en serie o la descripción de los actos depravados de un psicópata, pero Moore trata la muerte de una forma mucho más sutil y realista y, por lo tanto, espeluznante). Eso sí, pausada no es sinónimo de no avanzar. Rachel Rising nos ofrece un misterio y Moore nos empieza a dar importantes revelaciones en el núm. 10 de la cabecera. Eso es algo que sorprende bastante porque en estos momentos existe cierta tendencia a publicar colecciones que se centran en un misterio cuya revelación no llega jamás, pero Moore hace todo lo contrario. ¿Es un acierto? Por supuesto. Cuando alargas un misterio hasta el infinito generas tanta expectativa que, de no resolverlo de una manera espectacular, el lector se siente estafado. Moore nos ofrece una explicación lógica e inquietante pero sustituye “espectacular” por “inteligente”. Sin entrar en detalles, para no caer en el spoiler, os diré que la solución de la cabecera radica en un hecho histórico que ha dado pie a multitud de novelas de terror. De esta manera, cuando llegas al undécimo número las preguntas se han sustituido por otras. El misterio ya no es “¿qué está pasando?” sino “¿pero qué va a suceder ahora?”, lo cual es sinónimo de avanzar a pasos agigantados. Si os tuviese que resumir cómo se desarrolla de la historia en poco espacio, os diría que Rachel Rising es un tebeo que simplemente fluye de una manera natural.

El tratamiento de personajes

La historia es importante, pero lo que realmente hace que Rachel Rising sea merecedora de todos los elogios es el tratamiento de los personajes. Si alguno de vosotros se ha leído Strangers in Paradise o Echo sabréis que Moore es un hombre que constantemente diseña personajes femeninos de múltiples facetas, mujeres que rozan la perfección, no por ser perfectas sino por parecer reales. Rachel Rising no es una excepción. La protagonista es una mujer inquietante no tanto porque sea una muerta viviente sino porque sus reacciones y su forma de pensar pueden recordar a muchas mujeres que hayamos conocido. Su personalidad es algo fría, algo que encaja al dedillo con su malogrado estado. Es uno de aquellos personajes que no puedes decir que te gusten o no porque tienes que pensarlo un poco antes de tomar una decisión. Y esa decisión se hace más sencilla a la que conocemos el elenco de secundarios porque la protagonista no está clonada, al contrario, el resto de personajes que pueblan estas historias son únicos y prácticamente irrepetibles. Todos tienen sus inquietudes, sus miedos y sus metas a pesar de que no siempre las compartan entre ellos. A nivel narrativo eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Las ventajas son obvias: Rachel Rising no narra una historia plana, aprovecha sus personajes para traspasar las barreras del papel y llegar al lector. Las desventajas son gajes del oficio. Todos los personajes que aparecen en este tebeo tienen su propia historia pero Moore no puede hablar de todos ellos a la vez y, por lo tanto, se tiene que centrar en uno o dos, cuatro como máximo. Eso hace que a veces nos interese lo que le ha sucedido a alguien en particular pero que no volvamos a saber de ese personaje hasta mucho más adelante y, claro, si estás siguiendo la serie con cadencia mensual, eso fastidia un poco. Como decía anteriormente, el carácter de la protagonista no es tan normal como el del resto del elenco que la acompaña. A la que ponemos en contraste la normalidad de los secundarios y la anormalidad de ella, la protagonista cobra nuevos matices y sentidos.

El arte


¡¡¡Haced click en las imágenes para agrandar!!!

Por lo que respecta al arte, Rachel Rising es equiparable a la perfección de la maquinaria de un reloj. Todo lo que he dicho antes sobre la tranquilidad y el silencio de las películas antiguas es aplicable a este tebeo. Empecemos por el ritmo. Terry Moore utiliza la secuenciación de viñetas con gran maestría, alternando escenas bucólicas, de acción o de diálogo según lo que el autor pretenda en cada momento. En ese aspecto también es relevante el uso de los globos porque Moore utiliza mucho las páginas mudas (en el sentido de no tener texto) pero consigue decir más con sus dibujos que muchos otros cómics llenos de palabras. El tratamiento de la acción es envidiable. Moore sabe qué debe dibujar en cada viñeta para conseguir el ritmo y la sensación que desea y, dado lo que comentó sobre las películas antiguas… andad con cuidado cuando lleguéis a una secuencia muda. Esos dibujos hay que mirarlos con detenimiento y preferiblemente sin alguien detrás que os ponga la mano en el hombro para asustaros.

Otra cosa importante es que Moore no ensucia sus páginas. El estilo de Moore es sencillo y limpio, y no lo ha cambiado para esta obra. Y hace bien. Aunque el tebeo de terror nos tiene acostumbrado a historias oscuras y llenas de líneas, Moore huye de estos recursos sencillos porque nos asusta a través de las sensaciones. Asustan más los cambios de expresividad de la niña (ya sabréis a qué me refiero cuando leáis el cómic) que un monstruo gris y oscuro comiendo las vísceras de su víctima. Lo mismo podemos decir de la protagonista. El dibujo tan claro hace que la cicatriz de su cuello resalte e inquiete. Otros autores no habrían conseguido ese efecto con tanta facilidad.

Como en este caso una imagen vale más que mil palabras, arriba tenéis unas páginas originales de Moore extraídas de la página en la que Moore vende su material original. Si os habéis vuelto fans incondicionales de este autor igual os interesa daros una vuelta por esta web para pillar alguna de sus joyas.

Aceptación

Rachel Rising no tiene ni un año de vida y, por supuesto, no puede ser una serie tan celebrada como Strangers in Paradise, aun así apunta maneras. Este año consiguió dos nominaciones a los Harvey, una para “Mejor nueva serie” y otra para “Mejor serie regular o serie limitada”. También se hizo con dos nominaciones para los Ghastly, una para “Mejor entintador” y otra para “Mejor rotulista”. Aunque la de rotulista quizá no sea tan importante como las otras, Moore reconoce que le hace gracia porque llevando tanto tiempo en este trabajo esperaba que alguna vez le diesen un premio o una nominación a esta categoría. Sea como sea, ninguna de estas nominaciones se transformó en un galardón. Habrá que tener un poco de paciencia.

Las críticas por la serie son buenas de una manera casi unánime. Muchas páginas web están haciendo un seguimiento de la serie, con variadas entrevistas al autor. Sin embargo, la mejor iniciativa para promocionar la obra surgió de una editorial independiente muy importante: Image. Resulta que Terry Moore se encontraba en la última ComicsPRO cuando Eric Stephenson – un editor de Image – le comentó que Rachel Rising le gustaba mucho y que quería echarle una mano. Stephenson habló con Robert Kirkman, a quien también le gustaba esta obra, y ambos ofrecieron a Moore incluir un extracto de su última creación en el núm. 95 de la edición norteamericana de Los muertos vivientes, coincidiendo con el lanzamiento del primer volumen recopilatorio de Rachel Rising. Por supuesto, lo que Stephenson y Kirman ofrecieron a Moore fue algo muy generoso y les honra, pero también nos permite ver hasta qué punto llega el amor por las aventuras de la difunta.

La cabecera también ha tenido sus anécdotas negativas, pero casi siempre concernientes a la polémica portada del número diez. Resulta que en ella se muestra una mujer en la horca y alguien consideró que este hecho era racialmente ofensivo y se lo hizo saber a Moore. El autor le explicó lo que sucedía en el interior del cómic y la anécdota se quedó justamente en eso, en un malentendido. La verdad es que no puedo ahondar mucho en el tema porque yo no entiendo qué tiene de racialmente ofensivo una horca. Lo siento pero se me escapa.

Otro hecho concerniente a esa portada consiste en un pequeño fallo. Moore quería dibujar un pentagrama pero se equivocó y dibujó una Estrella de David, con lo que recibió algún mail de sus lectores preguntándole al respecto. En este caso, el personaje que está en la horca no es judío pero Moore ha reconocido que no le hubiese importado que lo fuese.

Conclusión

Resumiendo, Rachel Rising es una serie inteligente que juega con las sensaciones y sorprende al lector a cada momento. Aunque pertenece al género del terror yo no la categorizaría tan fácilmente porque en algunas ocasiones parece una serie noir y en otras, una obra alternativa de esa que tan sabiamente hablan sobre los sentimientos de las personas. A nivel arte, esta cabecera es excepcional. No es de extrañar que Moore saque tantos cuadernos sobre cómo dibujar. Este autor es un maestro del que tenemos mucho que aprender. Con todo esto en mente… ¿es una obra recomendable? ¡Por supuesto que no! ¡Huid de ella como de la peste! Bromas aparte, sí, Rachel Rising es una de las pocas obras que puedes recomendar a cualquier persona porque si no te gusta el horror, te puedes fijar en las relaciones de los personajes. Si detestas la introspección, puedes disfrutar con el misterio. Si no te gustan los cómics que tienen mucho texto, te maravillarás de las escenas bucólicas, etc. Y es que Rachel Rising tiene de todo. A lo que a obras completas se refiere, pocas se pueden equiparar a ésta.

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Ocioso
Ocioso
Lector
10 octubre, 2012 12:05

Desgraciadamente lo publicará Norma como todo lo de Moore: caro, reducido y otoñal.

Reverend Dust
Lector
10 octubre, 2012 12:08

Qué grande eres, Enrique. Estoy babeando a la espera de que llegue la serie a mis manos (futuras, por temas académicos, pero manos al fin y al cabo). Porque entre las piernas también se puede babear, ¿no?

P.D. ADORO esta serie.

Reverend Dust
Lector
10 octubre, 2012 12:10

P.D.2. Cada vez que te leo decir «SIP» me dan ganas de beber (los angloparlantes me entenderán). Un chupito por cada vez que la cites y ya veréis qué a gusto termináis de leer la reseña 😛

Lono
Lono
Lector
10 octubre, 2012 13:19

En el plan hasta febrero no está anunciada, así que supongo que ya esperarán hasta el próximo Salón de Barcelona. Y me imagino que sí, que la publicarán en el mismo formato que Strangers in Paradise y Echo…

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
10 octubre, 2012 14:08

 Vaya, me habías animado a comprarla, y al ir a mirar a Amazon UK me encuentro que el primer TPB está a 44 libracas y en Bookdepository no lo tienen 😛 Imagino que estará agotado o algo.

Omar Little
Omar Little
Lector
10 octubre, 2012 18:13

 Habré leído los 4 primeros números y pinta bien la serie. Desgraciadamente Norma lo publicará en el formato que comenta Ocioso.

Daniel Gavilán
10 octubre, 2012 21:12

 Otro que se suma a los que quedaron encandilados con esta serie con una atmósfera tan única

José Torralba
11 octubre, 2012 15:50

Una reseña modélica: clara cuando tiene que serlo y prolija en detalles documentales, análisis del tebeo y valoración del mismo. Da gusto leerla. Sobre el cómic en cuestión, soy ferviente seguidor de la serie y coincido en todo con lo que cuentas, Enrique. ¡A ver si Norma la edita por estos lares de una vez!

syx
syx
Lector
11 octubre, 2012 18:39

 Y cuando dices pentagrama quieres decir pentáculo, ¿verdad? 😉

Muy buena reseña, es un cómic que me llama bastante la atención, espero que lo traigan por aquí. 

anderle
anderle
Lector
11 octubre, 2012 20:15

¡Felicidades, Enrique! syx, pentagrama es perfectamente correcto para referirse a una estrella de cinco puntas. Por cierto, señores de Norma, que yo también lo quiero, sacadlo ya, please 😉

José Torralba
11 octubre, 2012 23:42

 Exacto… pentagrama es perfectamente correcto. Otra cosa es que no venga en el DRAE, pero es que el DRAE no recoge terminología propia de jergas especializadas.

Reverend Dust
Lector
12 octubre, 2012 0:02

Cualquiera que escuche Metal sabe perfectamente que «pentagrama» es perfectamente aceptable 😛 Por ejemplo. Por otro ejemplo.

Y la anécdota de Moore es graciosa, pero ese «no le hubiera importado que fuese judía» la mujer ahorcada ha quedado raro así escrito 😀

Ocioso
Ocioso
Lector
12 octubre, 2012 0:20

Reverend Dust ha comentado: Cualquiera que escuche Metal sabe …

Que coño va a saber un jevi de nada.
En el mundo de la música solo caben dos pentagramas: las rayitas del solfeo y el bar donde paraban los Nacha Pop.

Reverend Dust
Lector
12 octubre, 2012 9:36

Joder, parece que esta noche ha sido la que no se me entienda y quede como «el jodido tiquismiquis de los artículos», que con Daniel me ha pasado algo parecido en otro hilo.

Simplemente quería decir que la construcción, sin la explicación que has dado ahora en los comentarios sobre la posibilidad de una bruja judía, que creo recordar leer a Moore decir lo de que habría sido un giro interesante, por lo acostumbrados que estamos a unir brujería con adoración a Satán y por tanto, por oposición al cristianismo, pero que en su momento no se le ocurrió.

Así que perdón, perdón y perdón de nuevo por sonar a «lingüista» T.T

Respecto a lo que comentas que no sabes por qué lo cambió. Creo que cuando anunció la portada a los fans lo hizo, efectivamente, una vez ya enviada a imprimir. Fue entonces cuando con los comentarios de sus fans y demás se dio cuenta de su error. Si mal no recuerdo, pretendía corregirlo para cuando saliera el TPB que contenía ese número. Eso o en posibles reimpresiones, no caigo.

En fin, que lo siento y lo vuelvo a sentir… Jo, qué noche.

Ocioso
Ocioso
Lector
12 octubre, 2012 11:20

Sois tan educados que dais grima. ¡Por dios, ¿sois hombres o franceses?!

Reverend Dust
Lector
12 octubre, 2012 11:35

 ¿Canadienses?

syx
syx
Lector
12 octubre, 2012 15:00

Acepto las correcciones (con una valía, por cierto XD). Opino que pentagrama con el significado de «estrella de cinco puntas» es mucho préstamo del inglés y da pie a confusiones con el término musical. Vamos que teniendo la otra palabra yo no lo usaría en el contexto de la reseña pero es una elección personal. 

anderle
anderle
Lector
12 octubre, 2012 22:31

 No quiero polemizar, lo prometo XD pero pentagrama es un préstamo del griego (y bastante evidente, además) aunque entiendo que quieres decir que lo usamos por influencia del inglés. En cualquier caso, aunque las palabras homófonas no deberían suponer un problema de uso (véase manga), siempre podríamos haber hablado de pentagramas invertidos, que si no está al revés no es tan satánico XDDD