MundoManga: Cat Shit One y Omega7, de M. Kobayashi

5
1997
CAT SHIT ONE
 

Edición original: Cat Shit One Vol. 1-3 + 0 JAP
Fecha de edición: octubre de 2005
Guión y dibujo: Motofumi Kobayashi, Blanco y negro, 136 págs.
Glénat
(8,5)

 

Sinopsis: Un grupo de norteamericanos conforman una patrulla de reconocimiento, comúnmente llamados “correcaminos”, en la guerra de Vietnam del Sur, sus aliados, contra los enemigos del Norte. Asistiremos a varias de sus actividades, que pasarán de “rutinarias” misiones de reconocimiento del terreno, hasta confirmar la existencia de bases enemigas, o personajes dentro de esas bases, ya sea para eliminarlos o para rescatarlos. Tan sencillo como sacar un conejo de la chistera…… he dicho conejo? Quería decir gato… o oso, … o mono …… Una visión muy animal de ese enfrentamiento.

Entre líneas: A lo largo de los 100 años de cómic hemos visto numerosos ejemplos de cómo se interrelaciona este medio con la Guerra. Tanto a nivel patrio como a nivel internacional han sido diversos títulos los que han brillado con luz propia en este género, a veces como pretexto para exaltar las bondades del ejército nacional o para enseñar las barbaridades y crueldad de la guerra. Así, en España, los que vivieron la posguerra no pueden olvidar las Hazañas Bélicas, de los hermanos Blasco y el dibujante Boixcar. No fueron los primeros, pero sí los que tuvieron más éxito. Publicados allá por los 50, trataban de episodios de las dos Guerras Mundiales, al estar prohibido hablar de la Guerra Civil Española. Allende nuestras fronteras, me viene a la memoria la excelente Clásicos Bélicos de la EC, serie que personalmente disfruté como un enano gracias a la edición de Planeta. Dibujos de Wally Wood o Alex Toth, y guiones del mismo Wood o del genial Harvey Kurtzman. En las tiras cómicas curiosamente también hay sitio para la guerra: la genial Sturmtruppen, de Bonvi. En este caso, se critica la crueldad de la guerra y su sinsentido, como no podría ser de otra forma en una tira cómica. Indispensable. La editorial Nuevas Fronteras del Arte ha recuperado/publicado un tomo, esperemos que el público responda y puedan sacar más, aunque lo dudo mucho. En lo que respecta al manga, ya desde los primeros tiempos de publicación en nuestro país ha quedado patente su predilección por la violencia y los enfrentamientos, aunque quizá suelen decantarse por conflictos inventados que no por una descripción realista de alguna guerra real. Mirando atrás en el tiempo, nos acordamos de la novela gráfica Alas de Guerra sobre Japón, de SEIJO TAKIZAWA que, prácticamente inauguraba la publicación de manga en nuestro país (como mínimo en PdA). El cómic, publicado a semejanza de un europeo, trataba las vivencias de un grupo de aviadores japoneses. Más adelante nos encontraríamos con Antón, una historia de amor con el trasfondo del Japón de hace unos siglos. La larga y conocida serie de Rurouni Kenshin nos explica el paso de la era Tokugawa a la era Meiji. Hiroshima trata de las consecuencias de la segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de las bombas atómicas y sus nefastas secuelas. Como podéis ver, en el manga también se ha tratado la guerra, aunque quizá no de la forma que nos tiene acostumbrado otro tipo de cómic. Precisamente Cat Shit One está más cerca de Hazañas Bélicas o EC que de Rurouni Kenshin, en el aspecto de que nos mete totalmente en la trama de una guerra actual, del siglo pasado, con todo lo espectacular y cruel que pueden llegar a ser las armas automáticas o accionadas por control remoto.

El manga se centra en tres personajes que conforman el peso principal del grupo de reconocimiento CSOne, situado en Vietnam del sur, siempre acechando los movimientos de los vietnamitas del norte, vigilando rutas de aprovisionamiento, etc Ellos son el sargento Perkins, cabecilla del grupo y auténtico espejo donde se miran todos; Rats, que sin tener una misión concreta es parte importante del grupo; y Botasky, el radio, encargado de transmitir los informes periódicos y de recibir cambios en la misión o cualquier otro tipo de aviso, sea bueno o malo. Este personaje es el mejor dibujado de los tres, ya que es asustadizo, tiene miedo constantemente, si se le rompe la radio se vuelve inútil completamente y es consciente de ello, etc Odio tendrá Botasky a Chico, jefecilla de los yards, sur vietnamitas que apoyan al ejército norteamericano. Para completar el cuadro tenemos a iguales o superiores de Perkins, muy bien valorado por ciertas altas esferas que conocen un secreto que sólo se desvelará en el último tomo. Un intocable, vamos.

Los tres personajes hacen un grupo bien avenido, con esa camarería que encuentras en la guerra cuando sabes que es muy probable que vayas a morir (vaya, como si fuese un veterano de Vietnam hablo ya xD). Las personas se juntan ante la adversidad, creando lazos de unión que no existirían si no fuese por ese peligro inminente que es la muerte. He dicho personas? Bueno, aquí esta la sorpresa de este título: como habréis podido comprobar en la foto del tomo, este manga está protagonizado por …… conejos. Tal como suena. Y por osos, gatos, monos, etc Cada especie representa a una nación. Así, los americanos son conejos. Los vietnamitas, tanto del Sur como del Norte, son gatos (siameses los del Vietcong y de otras razas el resto de habitantes del país dividido en dos). Los rusos son osos pardo, y los chinos osos panda. Los franceses toman las feas facciones de cerdos. Es decir, animales antropomórficos. Y la verdad es que queda muy bien. El autor tiene la capacidad de hacerte olvidar de que son animales, ya que los sentimientos, reacciones y caracteres son totalmente humanos. Desde momentos de distensión en permisos hasta momentos de peligrosidad extrema, cada uno de los protagonistas reacciona de forma distinta, alguno más frío y calculador, otros más miedosos y sobrepasados por la situación.

Pero la cuestión es: ¿hasta que punto desvirtúa la atención y proximidad del lector el hecho de dibujar animales en vez de personas? Creo que depende mucho de cada lector. Dibujar como conejos a los americanos puede hacernos sentir más cómplices con ellos, son animales bonitos, simpáticos, no son peligrosos. Pero por otra parte a algunos lectores les puede parecer como un distanciamiento el hecho de que no vean caras de persona. Puede llegar a pensar “al fin y al cabo solo están muriendo conejos y gatos”. Este alejamiento del argumento puede llegar a hacerte sentir indiferencia delante de los graves hechos que regularmente ocurren en la historia, y no sentir nada en momentos dramáticos. Personalmente, después de un período de adaptación, el cómic me ha enganchado bastante, más de lo que creía en sus primeros compases.

Si tuviésemos que destacar los puntos buenos de este manga recaerían en dos aspectos: el dibujo y los altos conocimientos del autor en temáticas de guerra, armas, tácticas, aparte del guión de las propias historias. Sobre lo primero, especificar antes de nada que no se puede considerar que sea un dibujo extremadamente oriental. Podría pasar casi perfectamente como un autor americano indie. Pero esto no priva que sea una preciosidad de dibujo. Detallista, espectacular, íntimo cuando es necesario pero con gran estilo visual cuando lo requiere la acción. Primeros planos y planos generales se alternan con facilidad pasmosa, rompiendo el esquema habitual de una a tres viñetas pequeñas por una doble página en la parte superior o inferior del diseño de página. Estas grandes viñetas, casi cuadros de guerra, se usan para describir la ejecución de estrategias de ataque a una base, o de rechazo del mismo en tu propia casa, o dar cabida a grandes explosiones programadas al paso de enemigos. Espectacular se queda corto para describir cómo dibuja las deflagraciones a gran escala, en color o en blanco y negro, las cuales remiten a las más famosas imágenes de películas bélicas como Apocalypse Now. Simplemente genial. Muy “peliculero” son también las escenas de aterrizaje de helicópteros principalmente. La generación de los 30 se acordarán inmediatamente de El Equipo A, con Hannibal y sus compañeros saltando al suelo entre un gran vendaval, moviendo la hierba que se encuentra debajo. Si con las explosiones puedes sentir el calor del NAPALM, con los helicópteros puedes sentir el viento de sus hélices. Y no solo eso, podemos destacar también que otro protagonista de la contienda bélica, la propia selva, está dibujada con todo lujo de detalles. La impresión que da es que el hombre se informó mucho sobre la flora y fauna del lugar, ya fuese visitando in situ la zona o a través de reportes o fotografías. Esta búsqueda de información le debió valer también para recrear a la perfección asaltos a la luz de la luna, con una ambientación perfecta, o sentir el miedo travesando pantanos o marismas con una traidora niebla baja. Podría seguir dando más ejemplos de las excelencias del dibujo. Las páginas a color, aquí en grises, y las escenas nocturnas cambian el delgado pincel o plumilla por trabajadas manchas de algo parecido a pintura (siento no saber más), intensamente trabajadas y colocadas con conocimiento. Diversas capas de color conforman bellas explosiones letales o oscurecen la ambientación para hacer notar la oscuridad que rodea a los protagonistas.


Apocalíptica explosión a doble página, muestra del potencial artístico del autor (pulsad en la imagen para verla a más resolución)

Ligando este tema con el siguiente, decíamos que el autor se debió documentar mucho para dibujar los escenarios, tótem gigantes religiosos o políticos incluidos. Pero no solo eso: la segunda gran baza que tiene este título es el gran conocimiento que atesora este hombre en cuanto a guerras, tácticas como el humo rojo, estrategias, anécdotas, movimientos tácticos en el terreno, rutas de aprovisionamiento de los ejércitos, montones de siglas de todo tipo, armamento (como granadas como la Willy Pete, las minas Claymore, bombas NAPALM o de racimo, apéndices de varias páginas dedicados a armas con todo detalle y a grupos de soldados que se hicieron famosos, etc), vehículos por tierra y aire (tanques, aviones de varias clases como las Arc Light o las MIKE Force, helicópteros, etc), e historia en general que llena varias páginas de texto que complementan a la perfección lo narrado en viñetas. No faltan los insultos peyorativos entre facciones rivales incluso dentro de un propio grupo. Todo destinado a enseñarnos la peor cara de la guerra, miedo, rabia, impotencia, muerte, desolación, pero también la esperanza que dan seres humanos ayudándose unos a otros en misiones religiosas de caridad. Las visitas a las ciudades también nos aporta una visión de cómo se vive ahí la contienda: desde acciones terroristas perpretadas por niños en sitios concurridos dejando un reguero de muertos y desolación, hasta la descripción de la prostitución que aliviaba a los cansados soldados. En momentos así la semejanza con títulos como Black Hawk Down o con la triste realidad de los países en guerra (Iraq, Afganistán, etc) es brutal. Para rematar la jugada, en cada parte final de los tomos, hay los mencionados apéndices sobre armas o grupos que con su heroicidad pasaron a la historia. Se habla profusamente de ellos y es un complemento ideal a lo que vemos en imágenes. A veces estos textos de apoyo están en medio del tomo, en el sitio justo para que el lector entienda el contexto de lo que ahí se explica. No escatima en explicaciones. Diseminados por los tres tomos (aunque más en el primero, claro), hay abundantes pies de página que informan del significado de siglas, parajes, rutas, estrategias de combate, todo en pocas líneas pero muy instructivo. Todo esto nos hace ver que el autor tiene altos conocimientos en la materia, y cuando se equivoca, lo reconoce, tal y como pasa en uno de los textos de final de tomo. Curiosamente, el autor se declara algo “vago”, abandonando proyectos a los pocos meses de su iniciación. Hemos tenido la suerte de que este Cat Shit One haya podido ser completado y disfrutar al menos de tres tomos.

De hecho la serie no acaba aquí porque también nos encontramos con un volumen 0 de Cat Shit One y, aprovechando similitudes en la edición y temática, Glénat también ha publicado otro tomo, llamado Omega 7, sin nada que ver con Perky & Cía. En lo que respecta al primer volumen, advertir que no es recomendable leerlo antes de los tres volúmenes normales, ya que en él encontramos dos líneas de argumento muy importantes: por un lado cómo empezó a formarse el grupo de reconocimiento, cómo se conocieron todos y sus primeras misiones. Sobretodo, de dónde viene Perkins, entonces entenderás algunas reacciones de superiores hacia él. Por otro lado, también nos explica qué ha sido de los amigos una vez finalizada la guerra. Como debe pasar siempre después de una gran guerra, los que consiguen volver se reparten entre dos grupos extremos: los que consiguen el éxito y los que malviven recordando tiempos pasados, incurriendo incluso en la delincuencia. La llamada de la selva y un sentimiento de no hacer nada de provecho en época de paz los devuelve a territorio hostil. De alguna forma, los que no perdieron la vida sí conservaron “algo” que les hace añorar esos tiempos de guerra donde se creían parte de algo útil. En parte, todos los que asisten a una guerra mueren un poco en ella: algo se queda ahí, el alma, la inocencia, una parte de tí. Si en tiempos de paz no encuentras tu sitio en la sociedad, acabas volviendo al escenario de donde saliste con vida pero algo menos humano.

OMEGA 7

(recordad que se ha incluido una imagen que puede herir la sensibilidad de algun lector)

 

Edición original: Omega 7 JAP
Fecha de edición: enero de 2007
Guión y dibujo: Motofumi Kobayashi, Blanco y negro, 240 págs.
Glénat (8)

 

En el quinto tomo que repasamos en esta reseña, nos encontramos con un grupo especial de operaciones semi secreto llamado Omega, de origen japonés. Esta vez ya no son conejos, sino personas. Viajan por todo el mundo a distintos conflictos bélicos para realizar diversas misiones, Camboya, Bosnia-Herzegovina, Rusia, Colombia,… Capitaneados por Satoo, extremadamente inteligente y un cabrón de cuidado, es conocedor de los conflictos actuales a nivel mundial. Las historias se centrarán en Komatsu, Omega 7, su llegada y dura preparación para ser aceptado en el grupo, sus compañeros, momentos de alegría pero también de tensión. Con el tiempo, él es el experto luchador, temerario y expeditivo que tiene que cargar con los novatos. La mayoría de constantes que podíamos encontrar en los restantes tomos reseñados aquí se pueden aplicar a este Omega 7: buen dibujo, guión bien planteado y con conocimiento de causa, espectaculares escenas, momentos de todo tipo y adrenalina a tope, explicaciones a pie de página, etc. Sólo remarcaría una diferencia: el tomo que reseñamos ahora es mucho más violento de forma explícita, mostrando carnicerías completas, con tripas y sesos derramados en el suelo, cuerpos diseccionados, moribundos sin extremidades pidiendo la muerte, etc. Sin duda el autor, conscientemente o no, evitó en lo posible estas escenas en los 4 tomos que conforman Csone, ya que ver cuerpos destrozados de gatos no es lo mismo que verlos de seres humanos. Pese a esto, recalcar que CSOne también tiene su violencia, simplemente es distinta la de Omega 7. Por cierto, el autor expresa su intención de continuar con esta obra, pero el texto es de 2002, o sea que no sé en qué situación estará ahora.


Cuatro de los protagonistas del grupo de operaciones Omega

EDICIÓN EN ESPAÑA Y VALORACIÓN

En cuanto a la edición de las dos obras, ya hemos dejado pistas de que Glénat ha hecho un muy buen trabajo. Tomos de unas 130 páginas, más delgado de lo habitual pero también más alto. A destacar la traducción, difícil porque sí, y la inclusión de todos los materiales extra de los tomos originales. Las páginas a color de CSOne se convierten en bonitas ilustraciones en tonos pastel, algunas de calidad fotográfica (aparte de que el autor incluyó alguna fotografía real aquí y allá). Solo el volumen 0 de Cat Shit One contiene unas 60 (60!) preciosas páginas a todo color, conservadas en la versión española, con un papel especial distinto al que recibe la impresión de las planchas en B/N (aunque también es más caro). Reseñar la particularidad de que es un manga publicado a la occidental, ya que el original también fue publicado así (en vistas de una futura venta y éxito en los EEUU, ¿debido al a nacionalidad de los protagonistas?). Bota y el resto vieron como el título se cambiaba a Apocalypse Meow, en clara alusión al a película de Coppola. Omega 7 ya responde a los atributos más clásicos de los tankoubons japoneses, en número de páginas pero también más alto. Está publicado en sentido oriental, quizá porque aquí los personajes son japoneses y no había intención o planes de venderlo al extranjero.

Valoración: El conjunto de estos cinco tomos no puede ser más satisfactorio. Tengo que reconocer que CSOne recibió una segunda lectura, mucho más pausada y ya sabiendo por donde iban los tiros (perdón), ya que en la primera lectura iba un poco pez con tantos nombres y situaciones. Omega 7 ya no me cogió por sorpresa aunque es igualmente disfrutable. Personalmente soy un negado para la estrategia (videojuegos por ejemplo), y fue el escollo que tuve que superar en la primera toma de contacto con Perkins y amigos. Una vez ves que el autor se centra en esos personajes tú también estabilizas la lectura. Precisamente considero estos dos mangas una lectura altamente recomendable, lleno de momentos y detalles que ni tan solo he mencionado y que vas descubriendo con relecturas de los tomos. Desde luego gustará a los que sean aficionados a la mencionada estrategia o simplemente a las armas o las épocas históricas que aquí se relatan. Leer los textos de apoyo será de gran ayuda y satisfacción para ellos. Para los demás, quizá una primera lectura nos parecerá algo farragosa, pero una segunda aproximación hará las delicias de cualquier aficionado a las buenas historias. No es del todo necesario leer esos textos, pero sí ayudan mucho los pies de página. Salvando un par de detalles sin importancia, erguido proclamo a los cuatro vientos que estas historias son de una calidad excelente en todos los sentidos, y que podéis probarlas sin temor a encontraros algo malo. Y después me agazapo para que un francotirador no me vuele la tapa de los sesos. Si sobrevivo, nos vemos el mes que viene, con un par de cambios de registro bastante espectaculares. ROGER!

ANEXO: Mientras redactaba todo este tocho que acabáis de leer (o no), me he dado cuenta de que no es la primera vez que Cat Shit One aparece por ZN. Nuestro compañero Toni Boix, por dos veces, ha usado este manga para hablar de diversas temáticas, o de anunciar la participación del autor en algun Salón en España. Concretamente, el artículo La Caricatura como Instrumento de Atenuación se sirve de un par de ilustraciones del cómic de Kobayashi para ejemplificar el uso de la caricatura o funny animals como atenuante de una realidad que de otra forma sería mucho más grave. Sin entrar a opinar sobre el tema, también vemos al autor y su obra en Cat Shit One: Kobayashi en Expomanga. En el artículo repasa la relación del autor con Marvel, ya que fue el primer asutor japonés que se encargó de una serie USA. Aparte, aborda la lectura de CSOne fijándose en la distancia que, en su opinión, se crea al usar animales antropomórficos para explicar una historia muy dura. Con eso, el autor, pretendía hacer más una lección de historia didáctica que enseñarnos la brutalidad desde dentro. Un punto de vista interesante que confirma que una misma obra cultural puede ser percebida de muchas formas distintas según el receptor, sus conocimientos, estado de ánimo o interés previo hacia la obra. Para finalizar, anunciaba que Kobayashi estaría presente en el Salón del Manga de Madrid Expomanga 2006.

ANEXO 2 y último: Mientras leía uno de los tomos me dí cuenta de que había una secuencia que os tenía que enseñar, aparte de que siriviese para ver la historia «en acción». En estas páginas, nuestros protagonistas tienen que huir a la desesperada porque la fuerza aérea de sus aliados está a punto de arrasar la zona con bombas. Espero que disfrutéis con la sensación de velocidad, la estupenda geometría y ese «punto invisible infinito» que se dibuja cuando se acercan los letales aviones, y para finalizar el gran sentido épico de las explosiones. Queda la duda de si realmente se salvan o no 🙂 También añado otra imagen truculenta (cuidadín) y un asalto a la base de noche. Espero que os gusten!
(pulsad en cada imagen pequeña para verla más grande)

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roberto
24 octubre, 2007 13:05

Me gustó bastante Omega 7 y la otra tiene buena pinta. Merecen bastante la pena.

Carlos Flores
Carlos Flores
24 octubre, 2007 13:55

Este autor estuvo de invitado en el Salón del Manga de Andalucía, organizada por E-Veleta, al que acompañó una exposición de su obra.

Realmente es un autor de impacto.

roberto
24 octubre, 2007 14:21

Lo único que no me gustó es que su obra (al menos Omega 7) tiene un cierto tufillo fascistoide y proamericano. Salvando eso, y sin juzgar las ideas del autor, el comic no está mal.

Theodore Kord
Theodore Kord
24 octubre, 2007 16:26

Cat Shit One es una serie que me llamó la atención. Puede que acabe cayendo.

Por cierto, has escrito varias veces Corea: si no me equivoco, deberías rectificarlo.