Lo que no sabéis de ZN

Oficinas de Zona Negativa en Matadepera. 9:35 de la mañana.

Con los pies sobre la mesa, Raúl López anda tomándose el cuarto café del día para equilibrar su naturaleza excesivamente tranquila. En sus manos sujeta el Justice League of America 1. ¿He dicho “sus manos”? Sí, café y tebeo, llevamos tres manos. Debéis saber que Raul se inoculó hace tiempo un suero elaborado por el Dr Morbius que le hizo crecer dos miembros de más (dos brazos, se sobreentiende) a la manera de su admirado vecino Spiderman. Raúl, con el miembro que aún le queda libre (extremidad media derecha, para ser más precisos), pulsa el intercomunicador transneuronal que conecta las distintas dependencias del ZoNeDrome.

– Lorelei, dile a alguien del equipo DC que ande libre que se pasé por mi despacho.

– Enseguida, mi’amoool.

Pasan los minutos. Nadie aparece. Ningún ruido de pasos acelerados y nerviosos se oye por el pasillo.

– Lorelei, ¿algún problema?

– No, mi’amoool, es sólo que no hay nadie libre del equipo DC.

– ¿Cómo? ¿Ninguno? ¿Iusepe Raimón tampoco?

– Bueno, mi’amoool, Iusepe anda ocupado conmigo, que siempre me gustaron los italianooos.

– Pásame con Sergio, su coordinador.

– Enseguida, mi’amoool. ¡Iusepe, deja de jugar con la grapadora!

El intercomunicador, tras el ruido de chasquidos y algún que otro jadeo, deja sonar una relajante musiquita. Sergio Robla conecta su transceptor.

– Dime, Raúl – silencio, más silencio, mucho silencio – ¿Raúl?

– Eh, ah, perdón, perdón, me había dormido. ¡Carámbanos! Tenemos que cambiar esa musiquilla. Me relaja demasiado.

– Enseguida. ¿Necesitabas algo más?

– Sí, claro, claro. Se me está cayendo de las manos el primer número de la Liga de la Justicia de Meltzer y Benes.

– Hombre, pues sujétalo bien, que es de los mejores de toda la etapa. Después la cosa empeora hasta que no llega la Lightning Saga.

– No, no, me estoy refiriendo a que no me entero de nada. Justo esta vez que hay un tropel de personajes raros, a Hernando le da por no meter ningún artículo. Habrá que hacer algo.

– No sabía que teníamos intereses creados en Planeta.

– ¡Qué intereses ni qué ocho cuartos! ¡Lo que pasa es que me estoy leyendo este cómic y no me entero de nada! Quiero que los del equipo DC me preparéis right now unas fichas para que pueda seguir el tebeo.

– Como desee, señor. ¿De qué personajes quiere las fichas?

– Red Rocket, por ejemplo. ¿Quién es este tío?

– ¿Red Rocket? Diría que Red Rocket no sale en este tebeo… bueno, igual sale su ficha en algún lado, pero vaya… como para que le dediquemos un artículo…

– ¿Ah, no? ¿No sale Red…? Ay, disculpa, Red Tornado, me estaba refiriendo a Red Tornado. Un lapsus – pulsando una nueva tecla del interfono – Lorelei, traeme otro café.

Una nueva voz irrumpe en la conversación.

– ¿Red Tornado? ¿Habéis dicho Red Tornado?

– ¿Toni? ¿Otra vez estás interceptando las comunicaciones? Te tengo dicho que…

– ¡Quiero hacer esa ficha, quiero hacer esa ficha!

– Pero si tú ya estás fuera del Equipo DC. Te lo recomendó el médico, ¿verdad, Sergio?

– Uh… – Sergio parece no tener muchas ganas de responder a la pregunta.

– ¿Sergio?

– Bueno, de vez en cuando vuelve para escribirnos algún articulito. Se pone muy pesado cuando quiere algo.

– Me estáis arreglando el día, vosotros – Raul está “manifiestamente” enfadado – Lorelei, no me traigas ese café.

– Como quieras, mi amol, pero Iusepe ya me había traído la leche.

– He pedido un café solo, Lorelei.

– Sierto, mi amol, pero Iusepe estaba tan servicial…

Raul, hastiado por el enorme peso que supone regir el destino de Zona Negativa, desconecta su intercomunicador transneuronal y se recuesta en su silla. Cuenta hasta diez. Vuelve a conectar su intercomunicador.

– Chicos, ¿aún estáis ahí?

– Claro, jefe – responde Toni Boix vehementemente.

– ¿Sergio?

– Creo que Sergio ya no está, jefe.

– Bueno, es igual. Toni, puedes hacer esa ficha.

– ¡Genial, jefe!

– Pero por meterte donde no te llaman, que te tengo avisado, me tendrás que hacer dos fichas más. Relámpago Negro y Vixen.

– ¡Ostras, jefe, no se pase! A mí esos no me van… tanto.

– Es mi última palabra.

– Hernando me ha dicho que en el próximo número de la JLA ya saldrán artículos explicativos. Seguro que nos podemos saltar esas otras fichas de Relámpago y Vixen.

– ¿Hernando? ¿Ya vuelves a hablar con Hernando a mis espaldas?

– Yo le llamo, él me responde…

– Le llamas y te responde, le llamas y te responde… ¡Me tenéis harto!

– …

– Está bien, hazme la ficha de Red Tornado y luego ya veremos qué sacan los de Planeta. Pero ésta me la apunto.

– Lo sé, jefe, intentaré tener la ficha para esta misma semana.

– Más te vale, más te vale.

Raúl, visiblemente cansado por la discusión, se acaricia la barriga.

– Lorelei, traeme el desayuno.

– ¿Te preparo unos huevos fritos, mi amol?