Vertigo, de entre los cómics: Brian Azzarello

No es nada fácil transcribir una entrevista del inglés de Brian Azzarello… el tipo tiene la manía de hablar como sus personajes de 100 Balas, usando argot o expresiones algo… heterodoxas (como cuando dice, explicando por qué él prefiere no ser intervencionista con el resto de su equipo creativo, que «se corre» con su trabajo y sus dibujantes «se corren» con el suyo propio, y que tiene que respetar esa sensación). Además, no entra dentro de mi política como redactor en Zona Negativa transcribir literalmente las entrevistas que medios extranjeros le hacen a dibujantes o guionistas… No por nada, sino porque creativamente me resulta nulo (y ojo, no estoy diciendo que no sea contenido interesante o que no pueda haber redactores en ésta u otra web a los que les guste hacerlo). Pero como quiera que llevamos más de mes y medio sin novedades, que estamos tirando de cualquier cosa para continuar (series descatalogadas incluidas), y que hay mucho contenido interesante en la entrevista en dos partes que la web Playback:stl le hizo al guionista (y que el bueno de Pep tuvo a bien remitirme en un comentario), pues allá vamos… a destacar, más que transcribir, lo más ilustativo de la misma. Y con un poco de suerte, si la semana que viene a mi librero le llegan las novedades del Salón, pues comentaremos un poco el último tomo de Y, el último hombre y podremos meternos con artículos más jugosos a partir de la otra semana.

Brian Azzarello

Lo primero destacable es que este tipo ha trabajado de casi todo: diseñador, restaurador de muebles franceses del siglo XVII y XVIII, en la radio y como DJ a finales de los ochenta (peleas incluidas con algunos artistas agresivos). Desde luego, se toma la vida con filosofía y humor, y prueba de ello es que cuando se refiere a su formación artística (la tiene, pero no especializada) salta con comentarios del tipo: «Ya sabes, consigues un título en pintura y ¿qué te pones hacer? Te vas a pintar paredes. Es duro. Sales del colegio y es como ‘De acuerdo. ¿Cómo puedo usar lo que he aprendido?’ Bueeno… pues puedes usarlo en tu tiempo libre.

Entrando ya en materia, Azzarello afirma que escribir 100 Balas le resulta mucho más sencillo que escribir Loveless, entre otras cosas porque lleva mucho más tiempo haciéndolo. Respecto a su metodología de trabajo en equipo, lo que suele hacer es mandarle a Eduardo Risso un montón de material fotográfico (por ejemplo, dice que de Nueva Orleans tiene toneladas de fotos) como consejo o referencia –que no por imposición–, así como el guión y el número de viñetas. Y que en poco más interviene en el trabajo de su compañero, que necesita su espacio propio para aquello que dijimos en el resumen. Siguiendo la filosofía de «si no sabes hacerlo mejor, te callas», Azzarello admite que a pesar de su trabajo pretérito como diseñador, no tiene el nivel suficiente como dibujante y narrador; por otra parte, ningún trabajo es lo suficientemente íntimo como para querer dibujarlo él solito, disfrutando además enormemente con el trabajo en equipo.

Comentando la serie que le hizo famoso, indica que los doce últimos números constituirán un único arco para echar el cierre y que va a echar de menos a estos tipos (y yo también Brian). Después de numerosos spoilers (innecesario reproducirlos, porque se entienden bien, no explican nada y además ¡me han fastidiado una cosa gorda que AÚN no me había leído!), el guionista nos explica que uno de los personajes que más le gusta escribir es Graves, que Lono es un sociópata aunque muy popular entre los lectores y que si alguien piensa que alguno de los personajes es agradable, espere al final de la serie a ver si sigue opinando lo mismo. Sobre el final, al parecer en Vertigo no caía demasiado bien que Brian y Eduardo fueran a cumplir su palabra –lógico, excepto Fábulas pocas series venden más que ésta– y los intentaron convencer para que la continuaran… lo pensaron… y les dijeron que nones. Eso sí, también nos comunica que ya están preparando su próximo proyecto juntos, porque se quieren, se aman, se adoran y blablablablbala (lo típico)… por supuesto recalca que 100 Balas es cosa del equipo, que el equipo entero pone su voz en la serie y que uno de los principales defectos de los guionistas de cómics hoy en día es que desarrollan un sentido de posesión sobre la obra en cuestión, como si los demás fueran subcontratas vaya.

Portada de Dave Johnson para
100 Bullets #91

Después viene a decir que los lectores de superhéroes son todos pijameros, y que hay más pijameros en USA que en Europa, donde todos somos mejores y más cultos porque le proporcionamos pingües beneficios comprando sus series. He aquí al hombre: «El lector europeo se muestra mucho más abierto a todos los tipos de cómics. Y no se ven tan atraídos por la agresividad adolescente, que es lo que constituye la mayor parte de los cómics de superhéroes. Los cómics de superhéroes consisten en tipos pegándose sin que nadie resulte muerto nunca. Eso es el instituto. Bueno, solía ser el instituto pero tal vez ya no lo sea más».

A continuación como es lógico, toca hablar de Loveless, cómic del que dice que es una de sus mejores historias y de las que más disfruta escribiendo, aunque tal vez nadie la lea. Lo relaciona con la situación en Irak, comentando que una fuerza de ocupación siempre va a generar resentimiento, ya que manda e inevitablemente cambia las cosas… si hasta hoy en día –discurre él– aún hay gente en Estados Unidos con banderas sudistas cómo va a haber paz en Irak… y en el fondo de todo, subyace un odio y una necesidad de supervivencia que es básicamente personal, pero que se disfraza bajo el tapiz y la excusa de movimiento político (en este punto es para aplaudir porque personalmente creo que da en el clavo).

De aquí pasa a los superhéroes (que por cierto, lo hace cambiando de conversación de forma tan sutil como la de un tractor cuando el entrevistador le saca la palabra Deadwood), acerca de los cuales opina que, para ser interesantes, tienen que tener debilidades y flaquezas –así como los villanos no deben ser totalmente malvados– y que tal vez por eso su trabajo con superhéroes haya sido tan criticado… lo cual nos lleva a Batman: Gotham Knight, una serie de cortos que se comercializarán en DVD, que enlazan Batman begins con El caballero oscuro y para los que Azzarello escribió algún que otro guión. Y lo digo de forma tan obtusa porque al parecer lo escribió hace dos años, cuando se le pregunta del tema no tiene mucha idea, casi no conoce a Bruce Timm y, además, no le pasaron las eventuales reescrituras del guión que mandó. Vaya, que entre líneas se nota que el tipo está mitad jodido, mitad en actitud pasota con el tema. Lo único destacable de esta parte de la conversación: escribió el guión en cuestión mientras pasaba unas alegres y magníficas vacaciones en un maravilloso hotel de… Barcelona.

Volviendo a 100 Balas, los derroteros de la entrevista pasan por hablar del juego… ése que iba a salir hace tres años (y que personalmente pensé que iba a spoilearlo todo), que se canceló cuando Acclaim se fue al garete y que al parecer ha sido completamente remodelado. Bueno, a decir verdad, ni siquiera es el mismo juego (el otro jamás lo veremos). El guión lo ha escrito Azzarello –algo que define como no tan satisfactorio como escribir cómics– y tiene muy buena pinta: tomaremos el papel de Cole Burns –¡sólo por eso jugaré!– en los noventa, antes de lo de Atlantic City cuando fue reclutado como miliciano y tenía que desentrañar los tejemanejes entre las distintas casas con tiros de por medio. Según Azzarello, puede ser considerado una especie de «precuela», en modo alguno necesaria para comprender la serie, pero sí interesante para conocer muchos detalles sobre la vida de Burns y sobre las actividades de los milicianos.

Portada de Dave Johnson para
100 Bullets #90

La última parte de la entrevista la dedican a hablar del UDC… lo más interesante es que está preparando un cómic de 125 páginas sobre el Joker en el mismo tono que el Lex Luthor: Man of Steel –«nadie es un villano en su propia historia» dice para resumir– aunque cambiando algunas cosas como no querer meterse en la cabeza del personaje porque sería destruir su fuerza dramática (lo impredecible que es). Dibujo a cargo de Lee Bermejo. Pero como decía mi querido Moustache en Irma La Dulce, eso es otra historia… y no me corresponde a mí contarla. ¡¡Nos vemos la semana que viene!!