STRANGERS IN PARADISE: UN TRIBUTO

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“Katchoo es salvaje, rebelde, explosiva. Francine es dulce, soñadora, adorable. David es inteligente, culto, ingenuo. David se ha enamorado de Katchoo, pero Katchoo está enamorada de Francine. Strangers in paradise es la historia de la amistad de dos chicas, y un chico atrapado entre las dos, la historia de un corazón roto y de una venganza.”

La sinopsis que precede a estas líneas apenas basta para que el lector se haga una idea de lo que se puede encontrar en las páginas de Strangers in Paradise. Una obra tan inclasificable como especial, que merece ser tratada en profundidad en Zona Negativa. Y lo cierto es que no se nos ocurre mejor momento que el presente, en vísperas de que Norma Editorial publique un séptimo tomo recopilatorio que servirá para poner punto y final a la edición española (¡no os olvidéis de este concurso!). Intentando lo imposible -hacer justicia a un tebeo que les ha fascinado- Sergio Robla y David Fernández intentarán rendir su particular tributo a una colección a la que Terry Moore dedicó ni más ni menos que catorce años de su vida. Sin más dilación, entremos en materia…

Terry Moore: alcanzando el reconocimiento desde la independiencia

Desde su más tierna infancia, el destino de Terry Moore (1954; Texas, EE.UU.) se encaminó hacia derroteros artísticos, fruto de una irrefrenable pasión por , y de una curiosa mezcla de influencias que iban desde las novelas de Ian Fleming (James Bond) o Enid Bylton (Los Cinco, Los Siete Secretos…), hasta las tiras cómicas de maestros de la talla de Alex Raymond y Charles Schulz.

Durante aproximadamente una década, Moore centró sus esfuerzos en el mundo de la música, formando parte de una banda que gozó de cierta repercusión a nivel local. Pero sus inquietudes gráficas le llevarían a intentar trabajar para la más conocida y afamada empresa de animación: Disney. Efectivamente, nuestro protagonista asistió a la Disney school of apprenticeship, donde obtendría valiosas enseñanzas que más tarde pondría en práctica en medios muy afines. Sin embargo el dibujante texano terminó aceptando una oferta laboral que le mantendría alejado del tablero de dibujo por una buena temporada, desempeñando tareas de edición en la industria televisiva (concretamente, era el encargado de organizar la parrilla de la programación). Y lo cierto es que, lejos de lo que inicialmente se podría pensar, esta experiencia le serviría para dominar disciplinas como la secuenciación y la narrativa, además de inculcarle una férrea disciplina que le sería de gran utilidad a lo largo de su carrera profesional.

Tras un periodo aproximado de diez años desempeñando estas tareas, y con posterioridad a la realización de diferentes tiras cómicas que no gozarían de la aceptación buscada, Moore tomó la firme determinación de hacerse un hueco dentro del mundo del cómic. Pero la época no parecía la más propicia para ello, pues en una industria que vivía el enésimo boom del género superheroico, dificlmente podría tener cabida un proyecto atípico y muy personal –en lo temático y estilístico– preñado de una sensibilidad muy especial. Salvando numerosas dificultades, y las reticencias del mainstream, durante esta época coincidieron grandes artistas que con su talento y afán emprendedor revolucionaron el panorama del cómic independiente norteamericano. Nos referemos a autores de la talla de Jeff Smith, Jill Thompson, Dave Sim, Kyle Baker o Matt Wagner, quienes en la autoedición encontraron el camino para sacar adelante creaciones que de otro modo difícilmente habrían visto la luz. Así, en el Abstract Studio, que él mismo fundó, Terry Moore comenzó a gestar Strangers in Paradise, cuyos ocho primeras entregas (tituladas I dream of you) se harían merecedoras del Premio Eisner 1996 a la Mejor Historia Serializada. El galardón dispararía la popularidad de Moore, quien no tardaría en pasar a formar parte de Homage, estudio fundado por el fundador de Image Comics Jim Lee. Pero no tardaría en volver a la autoedición, donde parecer sentirse muy a gusto. De forma esporádica –más por su negativa a dejar de lado Strangers in Paradise que por los cantos de sirena procedentes de las grandes editoriales–, Moore colaboró en diferentes arcos argumentales o números unitarios de colecciones más comerciales, como Birds of Prey, Lady Supreme, Ultimate Marvel Team-Up, Batgirl/Joker, o una aportación a la revista de antologías Negative Burn.

Finalmente, tras catorce años dedicados en cuerpo y alma a Strangers in Paradise, Moore finalizó su gran obra por iniciativa propia, de la forma en que había pleneado, y en el momento que consideró más oportuno, poniendo así punto y final a la historia de Katchoo, Francine y David. En la actualidad, este excelente dibujante y guionista ha creado una nueva colección, titulada Echo, además de guionizar para Marvel Comics las colecciones Spiderman loves Mary Jane y Runaways, ilustradas por Adrian Alphona y Humberto Ramos, respectivamente.

¿Quiénes son estos extraños?

Hablar de Strangers in Paradise es hablar de sus personajes, pues son sus decisiones, sus problemas, sus deseos y, sobre todo, sus emociones, lo que hace avanzar la trama. El género básico de este cómic es el de la vida misma y, como en la vida, es nuestro mundo interior lo que hace que cada día sea diferente del anterior, nuestros pensamientos y sueños los que hacen que tomemos una decisión y no otra… En Strangers in Paradise llegamos a conocer tan íntimamente el corazón de los personajes que cuando acabemos la lectura sentiremos que hemos ganado nuevos amigos.

El arranque de la serie es muy elemental, lleno de tópicos y poca profundidad argumental. Pero pasado el primer acto Moore nos golpea con el pasado de uno de los personajes, dando un giro de 180 grados a la trama, al tono y al estilo del cómic. Lo que parecía ser una serie entretenida pero ridículamente ligera nos sorprende con un intenso análisis de los personajes, con situaciones dramáticas al límite y un argumento que se aleja del costumbrismo para adentrarse en el thriller sin olvidar los géneros que ya tocaba.

Os podemos presentar a los personajes tal y como os los encontraréis, pero una vez todo haya sido explicado serán unos muy diferentes. Terry Moore crea una amalgama de géneros que no es ninguno en concreto, sino todos ellos en uno u otro momento. Como la vida misma.

El inicio es simple: un encuentro casual entre Katchoo y David, el triángulo amoroso que forman con Francine, ésta última se siente despechada a causa de su novio Freddie… Pero pronto descubrimos que el peligroso pasado de Katchoo, por mucho que trate de dejarlo atrás, sigue vigente. En sus días como prostituta y matona de Darcy Parker adquirió compromisos que su antigua jefa no quiere que olvide.

Partiendo de aquí, conoceremos a los personajes mientras intentan ser felices, luchando contra las adversidades. Éstas en ocasiones están relacionadas con Darcy, pero los auténticos problemas llegan cuando se hacen daño unos a otros, ellos solos, sin ayuda. No os equivoquéis, los protagonistas de Strangers in Paradise no son débiles, pero muchas veces basta una pequeña inseguridad, una palabra mal dicha, una decisión incorrecta, unos sentimientos a destiempo, o simplemente el no saber qué quiere uno, rompen el corazón de los más fuertes.

Cuando nos hayamos encariñado de ellos, Moore se moverá adelante y atrás en el tiempo para mostrarnos que ser feliz nunca es algo fácil para Francine, Katchoo y David. Constantemente nos dará lo que no queremos ver, pero que nos hace partícipes de la lucha de los personajes por estar con quien ellos quieren, hacen que compartamos en ella su esperanza… aunque también su dolor. Así, dejarán de ser extraños para nosotros.

Más allá del «slice of life»

El Premio Eisner 1996 a la Mejor Historia Serializada confirió a Strangers in Paradise la condición de abanderada del “slice of life” (fragmento o, de forma más literal, “rebanada” de vida), género o tendencia con entidad propia a través del cual se refleja en viñetas extractos de la existencia de personajes usualmente ubicados en un mundo reconocible, de corte realista. Una vuelta de tuerca al costumbrismo, abordado desde un punto de vista más intimista, que busca la narración de historias que generen en el receptor cierta sensación de familiaridad, cierta identificación con las experiencias, sensaciones y emociones vividas por los protagonistas –y de forma análoga, por los lectores– en su cotidaneidad.

Pero como sucede con todo género o categoría, éste es un término que en ocasiones resulta insuficiente o excesivamente limitativo para hacer referencia a determinadas obras que por sus peculiaridades escapan de este tipo de clasificaciones. Las excepciones son numerosas, unas más ilustres que otras, pero a buen seguro que al lector versado en el mundo del cómic le sonarán nombres como el de Peter Bagge, Daniel Clowes, Andi Watson o los hermanos Hernández, quienes han protagonizado personalísimas incursiones en este género, contando con ingredientes cómicos, surrealistas, e incluso propios de la ciencia-ficción. En el caso que hoy nos ocupa, Terry Moore ha ido un paso más allá, pues partiendo de la historia de la gran amistad que une a Francine Peters, Katina Choovanski y David Quin, se ha servido de diferentes elementos de los más variados géneros, para construir una obra inclasificable y -en mi opinión- irrepetible.

En las páginas de Strangers in Paradise el lector se encontrará momentos cómicos y pasajes dramáticos, historias de esperanza e ilusión, y relatos de venganza, expiación y redención. Almas torturadas, mentes ingenuas e inocentes, profundas convicciones, e impulsos contenidos. Oscuras intenciones, retorcidas tramas, miedos irracionales, sentimientos innegables, y emociones a flor de piel. Una obra desconcertante, cautivadora y adictiva que evidencia valentía no sólo en lo temático (aborda sin complejos temas espinosos), sino también en lo estilístico, pues Terry Moore no duda en combinar la secuencialidad de una página de cómic, con la presencia ocasional de tiras cómicas, poemas, canciones, o pasajes en prosa, sorteando así las limitaciones del formato que presenta un comic book que apenas supera la veintena de páginas.

En definitiva, Stranger in Paradise es comedia, drama, thriller, género negro, parodia, acción, road movie, y culebrón. Pero por encima de todo, es el trabajo de toda una vida. La plasmación de las influencias, la sensibilidad, el talento y la persistencia de quien pese a numerosos obstáculos se empeñó en narrar la historia de tres jóvenes que se niegan a perder el amor que ha aparecido en sus vidas fruto de un cúmulo de casualidades. Se niegan a ser extraños en el Paraíso.


Página web oficial de Strangers in Paradise.
Blog oficial de Terry Moore.
Reseña de Strangers in Paradise #1, por Sergio Robla.
Reseña de Strangers in Paradise, por David Fernández.
Entrevista a Terry Moore, publicada en la web After Ellen.
Entrevista a Terry Moore, publicada en la web The Comics Journal.

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Mjar
Mjar
Lector
16 abril, 2008 22:28

Que mamones, haber esperado a después del concurso, llevo tres días buceando en la web para conseguir las respuestas y ahora las poneis aquí.

En fin, la próxima vez buscaré las respuestas veinte minutos antes de que finalice el plazo 😛

Con todo, una gran serie

Mark
Mark
16 abril, 2008 22:40

Ya os vale, para eso haced un sorteo desde el principio, la gracia del concurso es currarse las respuestas.

Y que es genial que hagais concursos y regaleis cosas, mola un montón, pero después de buscar tanto las soluciones (y encontrarlas todas, con un par) comprended que me da coraje de ver que he perdido tanto tiempo para nada.

El siguiente «concurso» podría ser al estilo de las llamadas del 908 de la Sexta de las madrugadas: «¿Qué famoso capitán representa a una potencial mundial cuya bandera son barras y estrellas?» Así todo el mundo participa y no hay comida de cabeza para algunos.

Mic
Mic
16 abril, 2008 22:57

Opino lo mismo que aquí el resto de compañeros. La próxima vez espero a la reseña. 🙂

Sergio Robla
Autor
16 abril, 2008 23:03

Yo sólo veo 2 respuestas y media. Es una ayudita para los rezagados, pero para responderlas todas bien hay que currárselo.

Mt
Mt
16 abril, 2008 23:41

¡Animo y bravo! A ver si hacéis otro «tributo» a LOCAS, cuyo autor le dedico…¡más de veinte años!.

Gracias.

mariofernanadez
17 abril, 2008 3:04

Caray, ayer mismo mandé el mail con las respuestas, me lleo a esperar y me ahorro la rascada de craneo que me dí…

Mark
Mark
17 abril, 2008 16:20

Bueno, es cierto, no están todas las respuestas, quizás por mi parte la reacción ha sido algo apresurada, pero vamos, reconozco que ver alguna de las que me ha costado bastante buscar pues me ha picao, y hala, lo he soltado.

Lo de los comentarios, bueno, se puede aplicar el mismo comentario que al posteo del artículo; si no se quería dar ninguna pista a los mas perezosos, directamente haberlo publicado después del concurso y se evitaba esto. Pero bueno, son discusiones bizantinas sin mucho propósito. Es un buen post sobre Strangers y merece la pena leerlo se concurse o no, hay un par de preguntas jodidas que aún costará encontrar y, sobretodo debemos congratularnos de que se convoquen concursos tan golosos como este.

Y lo de quejarnos, bueno, es el deporte nacional, lo importante es que sea sin acritud ^_^

Hala, a leerse lo de Terry Moore, que hay pa rato.

Victor
Victor
18 abril, 2008 1:12

Acabo de enviar mis respuestas, se me paso participar en el de Superman(me sabia bien las respuestas…snif)ahora a cruzar los dedos, con lo dificil que es conseguir comics aca en mi Pais. Un saludo cordial para Todos!