Cuando se publicó la noticia del número de pedidos que se habían realizado para el primer número de la nueva serie de My Little Pony (90 mil, luego fueron 100 mil, y ya veremos la cifra definitiva…) muchos lo recibimos con sorpresa. No obstante, esas cantidades y todo el fenómeno de los ponies se puede explicar con motivos lógicos (relativamente).
Una breve fundamentación
Para empezar, se debe mencionar que esta marca surge de una serie de muñecos de juguete de la empresa Hasbro, que fue creada en la década de 1980 y que luego derivó en productos de diversos medios, principalmente series y películas animadas. Sin embargo, aunque gozando de cierto éxito y popularidad, jamás obtuvo las repercusiones que generó con la más reciente de las series animadas, titulada My Little Pony: Friendship is Magic (denominada como la cuarta generación de los ponies). Ésta dio lugar al surgimiento de un particular grupo que se autodenominó bronies, que reconocemos como el fandom de esta serie. Tan llamativo es que se produjera este agrupamiento de seguidores, generalmente hombres entre adolescentes y adultos jóvenes, que se produjo un documental sobre el tema titulado Bronies: The Extremely Unexpected Adult Fans of My Little Pony (Bronies: Los Fans Extremadamente Inesperados de Mi Pequeño Pony, su traducción casi literal).
Como decía al comienzo, esto tiene una relativa explicación, que puede resumirse en una persona: Lauren Faust. Por si no les suena este nombre, se trata de una de las principales responsables de The Powerpuff Girls (Las Supernenas en España y Las Chicas Superpoderosas en Latinoamérica). Por su experiencia en ese trabajo y en otros como Foster’s Home for Imaginary Friends (Mansión Foster para amigos imaginarios o Foster, la casa de los amigos imaginarios, según el lugar del mundo donde la vean), Faust fue convocada por Hasbro para desarrollar desde el principio la nueva serie animada de My Little Pony con la intención de la compañía de abarcar una mayor amplitud demográfica en su público. Fiel a su trabajo previo y a su forma de pensar, y teniendo en mente los viejos dibujos animados de Mi Pequeño Pony que ella veía en su infancia, se ocupó de alejar la serie de los lugares comunes y generalmente vacíos y repetitivos que se ofrecen en los programas para niñas, complejizando sus historias, brindándole algo más de realismo al abordaje de la amistad entre los personajes, dándole personalidades diferentes que pueden enfrentarse y no por eso dejar de ser amigos.
En Hasbro claramente quedaron conformes con sus ideas, ya que no sólo llevaron adelante la producción de la serie tal como lo ideara ella, sino que la mantuvieron como Productora Ejecutiva y Directora Creativa durante la primera temporada (en 2010) y luego como consultora desde la segunda temporada. (Actualmente, está televisándose la tercera temporada).
Asimismo, también quedó en evidencia que el objetivo de ampliar el público de Mi Pequeño Pony se cumplió, dado el mencionado fenómeno de los bronies. Y, a su vez, en gran medida esto justificó que IDW Publishing adquiriera la licencia de la marca para publicar una serie de cómics, que es lo que aquí nos reúne, la cual consiguió atraer a parte del público del show televisivo, teniendo en cuenta los números de ventas referidos.
Si bien esto sirve de explicación, no deja de ser llamativo que My Little Pony consiguiera esto, ni mucho menos que lo estemos reseñando en Zona Negativa.
Dada la explicación del fenómeno, ¿qué tal está el cómic?
Edición original: My Little Pony: Friendship is Magic #1.
Guión: Katie Cook.
Dibujo: Andy Price.
Color: Heather Breckel.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3.99.
La guionista escogida para llevar adelante el cómic inspirado en la serie animada, Katie Cook, está en sintonía con lo planteado por su ideadora Lauren Faust. Por lo tanto, en su traslado a las viñetas se reproduce esa misma idea fuerte de alejar a los ponies, su mundo y sus historias, de los lugares típicos, jugando con otros elementos que puedan atraer a ese público que no son las niñas. Para ello, repite la tarea de complejizar un poco las historias y tratar a los personajes de manera claramente diferenciada, dando una voz y una personalidad distinta a cada uno.
Es así que el #1 de My Little Pony: Friendship is Magic es tan sólo la primera parte de un arco argumental de cuatro capítulos, que se presenta como una pequeña épica de los protagonistas de este mundo, que tiene por objetivo final introducirnos al universo de ficción de los ponies. Desde el comienzo se vislumbra que esa es la meta, ya que en la primera mitad se nos muestra rápidamente a una gran cantidad de personajes y nombres, que en la segunda mitad de este comic ya metidos en la historia, podemos ir reteniendo y conociendo.
Sin quedarse en lo introductorio que puede ser un #1, enseguida se presenta un conflicto para la narración que abarcará todo el arco argumental, pero que a su vez es parcialmente resuelto en estas páginas, contando con la estructura básica introducción-nudo-desenlace en sí mismo al tiempo que es introducción y nudo de una historia mayor.
Dicho esto, no creo que tenga mucho que envidiarle, en cuanto a complejidad de la historia, a muchos de los cómics mainstream de superhéroes, con la notable diferencia de que al ser un cómic para todas las edades (que admite niños y adultos por igual) no se espera que la tenga. Sus personajes son bastante planos y la moral es simple; pero esperar algo diferente creo que sería un error.
Sin embargo, sí tiene un poco más de trabajo en lo que respecta a los recursos visuales, bebiendo un poco de la especificidad de los cómics; por mencionar pocos y simples ejemplos, se puede ver un uso de onomatopeyas incorporadas a la acción de las imágenes sumando significado a lo que se ve, o la interacción de los personajes con los límites de la diagramación (saliéndose de las líneas demarcatorias, apoyándose en ellas, por ejemplo).
Entrando con esas referencias a la tarea del dibujante, Andy Price, cabe destacar cómo logra con la simpleza de su trazo tanta expresividad en los personajes, que sin dejar de ser aquellos ponies para nenas de toda la vida logran empatizar con el lector.
Desde ya que para eso es igual de importante el trabajo de guión y diálogos de la mentada Katie Cook, quien nos entretiene incorporando más de un gag por recuadro a lo largo de casi todo el cómic, ya sea escrito o visual. Con respecto a eso último, Cook y Price se ocuparon de incorporar en todas las páginas detalles, generalmente cómicos, que nos obligan a detenernos a mirar y encontrar todo lo que hay, como sucede por ejemplo en estas páginas del avance:
Esa extensa dosis de humor, se suma a numerosas referencias de la cultura pop (aspecto que también se toma de la serie animada) entre las que se incluyen los cómics de superhéroes, por supuesto, ya sea mediante una clásica línea de diálogo o con la sensación de estar leyendo una historia de los personajes con capas, tanto por el comportamiento de los ponies héroes, como por el villano de esta narración o por la cuota de acción que también tiene lugar en estas páginas.
Claro que a lo largo del comic también hay alguna cita a sucesos de la serie de televisión, pero ésta se explica de tal modo que quienes no la vieron entiendan de qué se habla (y de paso se incita a verla), y quienes sí la vieron puedan refrescar la memoria. De esta manera, por si hacía falta aclararlo, es un cómic accesible para quienes no siguen la serie y les ha picado la curiosidad tanta repercusión desatada en estos meses.
En definitiva, parece una buena introducción al medio del cómic para los niños, como una simpática lectura para los lectores adultos que disfrutan de este tipo de productos para todas las edades. Y no hace falta mencionar que es imprescindible para los fanáticos de la franquicia, los llamados bronies.
Sobre Alan Moore y los ponies o, lo que es lo mismo, la opinión de Enrique Rios
Hay una buena práctica que jamás deberíamos olvidar y que consiste en dejar los prejuicios a un lado cada vez que abrimos un tebeo. Este año yo lo olvidé en dos ocasiones y en las dos me llevé una sorpresa. La primera fue con Fashion Beast, el último trabajo de Alan Moore. Recientemente me había releído From Hell y esperaba encontrarme algo parecido. Sin embargo, justo en aquellos momentos no me apetecía enfrentarme a una obra sesuda, así que la fui dejando para más adelante. Craso error, Fashion Beast es, desde mi humilde punto de vista, una de las obras más entretenidas de Moore (ya analizaré en su día si eso se debe a él o al resto de autores implicados) y, desde luego, una de las más fáciles de leer. Con My Little Pony: Friendship is Magic me pasó algo parecido o justo lo contrario, según se mire. Esperaba algo muy simple con grandes viñetas y dibujos enormes y… Esta miniserie ofrece algo muy diferente a lo que tenía en mente: un guión muy bien elaborado y bastantes viñetas con una gran cantidad de detalles. Es abrir el cómic y decir… ¡Dios mío, cuanto texto! Y, como con Fashion Beast, cuando te lo lees y percibes las ideas de los autores, entonces te das cuenta de la grandeza de lo que tienes entre manos.
No voy a entrar en detalles, pero My Little Pony: Friendship is Magic es una de aquellas series de varias lecturas. Los niños lo leerán de una manera, los adultos lo disfrutarán de otra y los adultos un poco infantiles entenderán toda la jugada. El resultado final es uno de aquellos cómics que no decepcionan porque… aunque te lo leas y no te guste (que gente habrá en el mundo a la que no le guste los ponis de colores…) al menos puedes reconocer que tanto el guión como el dibujo han sido tratados con todo el cariño del mundo y superan en calidad a muchísimas de las series que actualmente pululan por el Top 100 de ventas norteamericano. Y este punto es extremadamente importante porque, aun a falta de que salgan las cifras de venta definitivas (que están al caer), My Little Pony: Friendship is Magic va a ser uno de los líderes del Top 100 de noviembre. Que una serie de este tipo esté en los primeros puestos de este top es un hecho casi histórico, pero que una serie así demuestre ya en su primer número que tiene la calidad suficiente como para justificar esa posición… eso ya no es historia, eso es una jugada maestra por parte de IDW y los autores encargados de esta miniserie. Ayer hice un repaso a las mejores obras para todos los públicos de los últimos cinco años. Independientemente de su origen y con solo un número leído, me parece que My Little Pony: Friendship is Magic se merecería un puesto de honor entre ellas.
Buscando el arcoiris en tiempos de tinieblas, la opinión de Daniel Gavilán
Cuando Mariano y Enrique nos propusieron hacer una reseña de Mi pequeño Pony no pude evitar pensar «¿Pero que coj…?». Mi experiencia con estas potrancas se limitaba básicamente a la serie animada que emitían cuando era crío, y el recuerdo que tengo de ella es como uno de los productos más cursis y pastelosos que hayan dado por televisión (en dura pugna con los Care Bears).
El caso es que con tanto revuelo como se estaba organizando -y como uno en el fondo es un temerario- decidí darle una oportunidad, no fuera que me estuviese perdiendo el nuevo Watchmen. Antes de nada, dejar claro que mi único contacto con la nueva serie de televisión se limita al episodio que enlazó nuestro compañero Pedro hace unos días en su sección 7N7C así como un ligero contacto con el fenómeno en internet (el cual requiere un estudio en si mismo), pero lo cierto es que tampoco hace falta mucho más para darse cuenta de que el cómic parece hecho para dejar satisfechos a sus seguidores.
Superando con creces a la serie clásica tanto con su ágil y expreiva animación como por su febril enfoque, se agradece que My little Pony rompa con la idea de que una seríe de «niñas» tenga que ser por narices un producto cursi y repipi. Y aunque se trata de una serie totalmente «girly» en el mejor sentido del término acuñado por los yanquies, resulta a su vez tremendamente divertida, enérgica y alocada.
Tampoco deja de ser otra cosa que un entretenimiento tan ligero y colorista, plagado de humor (a veces ingenioso, otras deliberadamente bobalicón). Pero no creo que su creadora -quien parece pasárselo tan bien escribiendo el cómic, que llega a incluirse a si misma en forma de potra, incrementando la complicidad con el lector- buscase otra cosa, por lo que cumple con creces su cometido.
Ofreciendo toneladas de diversión para los más pequeños de la casa y quintales de contenido geek para los más talluditos (con referencias que van desde La Invasión de los Ultracuerpos a Shaun of The Dead, y guiños que beben directamente del movimiento bronie), el cómic de la popular serie de animación supone un nuevo respiro dentro de un panorama que parece monopolizado por el cinismo y la desmitificación crepuscular.
- Artículo de Wikipedia de Lauren Faust (en inglés)
- Artículo de Wikipedia de Lauren Faust (en español; menos elaborado)
- Artículo de Wikipedia de My Little Pony (en inglés)
- Artículo de Wikipedia de My Little Pony (en español; menos elaborado)
- Entrevista a Katie Cook en Comic Book Resources
- Avance de My Little Pony: Friendship is Magic #1
- Katie Cook en ComicVine
- DeviantArt de Andy Price
¡Lo han hecho!¡Lo han hecho! ¡Han cumplido la amenaza y han reseñado My Little Pony!
Pues ahora espero una de Platero y yo. Qué menos, hombre.
Teniendo en cuenta que casi me habeis convencido para leer a los Ponies.Deberiais dedicaros a vender seguros.
Creo que me faltan coj… para leer Little pony (si fuera un cómic de gatos, ya sería otra cosa ;)… pero me quedo con la referencia de Fashion Beast, de la que no tenía ni idea…
Espero que sepáis valorar que hayamos tenido el detalle de publicar la reseña casi al lado de la de Ser un hombre: cómo y porqué, no sea que alguien se sienta en la urgente necesidad de sobrecompensar
The Blues Ponnibrothers! (est. 1982)
Bronies, ¿eh? Está bien tener a todos los
pederastasamigos de los niños bajo una misma etiqueta… Coñas aparte xD Yo también me haría bronie después de ver a la señorita Faust, sí señor.Los Blues Ponies me matan XD.
«Yo también me haría bronie después de ver a la señorita Faust, sí señor.»
Ídem totalmente.
Estoy seguro de que el Duque de Feria tenía un pony.
No es nuestra idea convencer a nadie, pero voy a tener en cuenta lo de vendedor de seguros.
¿No hay que ser eunuco para leer esto?
Yo también me haría bronie después de ver a la señorita Faust, sí señor.
Alguien tenía que decirlo, pero esperaba que fuera Oci.
Un amigo mío me decía que su ambición era ser como los integrantes de la selección italiana de fútbol del Mundial 94, que exigieron tener un secador de pelo en cada habitación de hotel. «Hay que estar muy seguro de tu masculinidad como para decir eso en público sin avergonzarse».
Pues eso, que no hace falta que diga nada más ¿no? XD
Demuestra el compromiso de ZN de informar sobre las novedades en el mundo del comic. Eso es ser profesional por encima de nuestros gustos marvelitas, fundamentalmente.
PD: Para cuando una reseña de NEXT MEN de John Byrne?
Lemmytico ha comentado: Alguien tenía que decirlo, pero esperaba que fuera Oci.
Estuve investigando en Google Imagenes, a ver que te has creido, pero la veo un poco rancia.
Oye, que a lo mejor resulta que es un furción del doce.
Yo también me haría bronie después de ver a la señorita Faust, sí señor.
Alguien tenía que decirlo, pero esperaba que fuera Oci
Creo que todos estuvimos tentados de comentar la foto de la Powerpussy Girl, pero estábamos esperando a que soltara otro la burrada para no quedar en plan cerdos.
Tenéis unos gustos mu raros con las mujeres.
Dejábais la mirada perdida durante horas peinando esas melenas coloridas y estropajosas de los Ponys.Os tengo calaos.
Vamos, vamos, ¿quién no ha tenido un mal pensamiento observando a un equino?
La culpa es de Mariano que les busca fotos favorecedoras. En realidad a ésta la ves de perfil y ya se fue todo el encanto.
Además, son mujeres de mundillo, lo que les da un plus. No las vamos a comparar con actrices y modelos.
De todas formas, Nob, no te gusta esta, no te gusta Penny… No seas tan superficial hombre, las descartas a todas por su físico.
Grotesca dulzura….
«Vamos, vamos, ¿quién no ha tenido un mal pensamiento observando a un equino?»
O a una oveja y una gallina, menos mal que todavia hay gente sincera..
Khonshu, ¿por qué las voy a descartar si no mirando sólo la foto? ^^ Y a mi que sea del mundillo pues me da un poco igual. Y claro que Penny me parece normalita, sobre todo porque aquí ya tenemos nuestra musa 😀
Y yo sigo diciendo que si Grant Morrison puede meter un burro azul gigante en su última obra, en Zona Negaditva puede incluir una reseña de Little Pony sin problemas.
Eso sí, lo de mezclar referencias a Alan Moore en la reseña me ha hecho pensar que haría el genio de Northampton con unos personajes como estos. O el propio Morrison
«Eso sí, lo de mezclar referencias a Alan Moore en la reseña me ha hecho
pensar que haría el genio de Northampton con unos personajes como estos.
O el propio Morrison»
XD! ¡Póngame 50 y una mini de Garth Ennis!
Vale he buscado fotos de Faust, la nariz un poco grande para mí pero lo compensa el ser pelirroja.
Dios, cuando he leído el titular pensaba que alucinaba…..
y pensar que tengo un trauma con estos «caballitos», siempre perdía los ojos de los caballos, no se que les ocurría o que yo era una manazas pero los ojos siempre me terminaban castañeteando dentro del caballo, con el consiguiente yuyu que daba un caballo sin ojos..
vale reflexionando profundamente he llegado a la conclusión de que Emanuela Lupachinno me pone más, ¿hacemos un top de las muejres mas buenorras del mundillo? Espera,¿Paul Pope es una mujer? Porque con esa melenaza lo parece.
Vale he buscado fotos de Faust, la nariz un poco grande para mí pero lo compensa el ser pelirroja.
Muchas veces se nos olvida que los pelirrojos también son personas dignas, aunque no lo parezcan.
¿hacemos un top de las muejres mas buenorras del mundillo?
Victoria francés y Sara Pichelli, esta ultima solo valida para el sexo oral, victoria para lo que ella quiera.
¿hacemos un top de las muejres mas buenorras del mundillo?
Nicola Scott
Y Mireia Pérez.
Javié, todo el mundo sabe que los pelirrojos (colorados) no tienen alma. Y… ¿Esta es Sara Pichelli? Luego decís que digo.
Tios, sois unos cerdos machistas.
Dicho esto, me poneis en la columna de Mireia Perez, y en la categoría de extranjeras me pido a Gabrielle Bell.
A mi mientras tengan tetas me valen,veanse Dan Slot y Robert Kirkman por ejemplo.
Uff la Picheli tiene su morbo,pero por Dios que estoy diciendo, esto es un post de My Litlle Pony que lo pueden leer niños.
Con razón habían tantos fanarts de ponys en deviantart.
Bueno, tengo una hijita y hemos visto estos dibujos y son bastante divertidos. En general creo que los guionistas han sabido darles una vuelta de tuerca simpática a My Little Pony, Los Cariñositos y Frutillita, son los mismos personajes de antes pero historias menos perfectas, con conflictos y todo.
Que pronto os habéis olvidado de Marjorie Liu (curraos la foto que estoy en el móvil).
Venga, le voy a echar huevos. Las Supernenas molaban.
Venga, yo te pongo una de la Liu, y confío en que será la de la izquierda.
La pena es que haya salido el cómic ahora y no durante la «Infestation» de IDW.
Visto el jaleo, estos igual se animan y empiezan a salir franquicias como churros. «Barriguitas: The Diet Days» o «The Muñecas de Famosa: Mission: Baby Jessus» pueden dejar por los suelos a la «Ultron War» o a «Death of the Family».
Me sumo y pido un Las aventuras mágicas de los Osos Amorosos: 12 osos sin piedad (que en su versión original sería The Care Bear Chronicles: 12 Angry Bears).
¿No hay que ser eunuco para leer esto?
Oh yeah.
Armin Tamzarian ha comentado: Oh yeah.
La señora del fondo está viendo el tenis.
Deporte de reyes.
Armin Tamzarian ha comentado: Deporte de reyes.
Me has recordado a Joaquín Prat, que daba igual lo que le dijeran que siempre tenía una frase hecha para responder. Un poco como el maestro rural, solo rural, de Amanece como es poco.
Yo reivindico desde esta tribuna una serie de los Snorkels, unos bichos entrañables con un turulo en la cabeza y que vivian en el fondo del mar y por supuesto una de los Fraguel, serie que me marco en mi infancia y que hace que cada vez que vea un pozo me den ganas de tirarme a ver si estan en el fondo.
A ver si lo he entendido…¿un grupo de tipos con pelos en los…en, ahí, van y se vuelven fans de mi litte pony y forman un grupo de fans llamados bronies?
No había visto yo nunca a Victoria Francés, me he puesto a buscarla por redes sociales del señor y Madre mía por nuestra señora del traje de buzo!!!!
De los fragel hicieron una serie, que publicó forum en sus inicios, y de los snokers también, que la publicó Bruguera en sus últimos (y lamentables) tiempos.
Digan lo que quieran, pero el especial del Dr. Whooves y su asistente ha sido muy divertido. (creo que fue realizado por fans).
Ya que no estamos hablando de los Ponys aprovecho…
Acabo de comprar Jules y ya estaba allí el segundo tomo, y yo creyendo que iba para largo.
Molon, ya tengo también el tomo 1 de La gran colección de Astérix y tienes razón,es la hostia!!!
Es acojonante Ataud, es como ver Asterix en Blueray, la verdad es que les ha quedado fantastico.
Hace años no lo hubiera creído, pero My Little Pony es de las mejores series animadas de la actualidad. Y aunque extraño dos de las fortalezas de la serie, la animación y las voces originales, el comic no desmerece.
Cómo os pasais con la Faust. Una nariz grande tambien puede ser atractiva, además de que imprime carácter al rostro. Aunque igual no soy muy objetivo; me ponen las pelirrojas (aunque en este caso no sé si la Faust será pelirroja natural).
Aparte; como lo cortés no quita lo valiente, (aunque aquí mejor sería decir que lo chistoso no quita lo merecido, o algo así…) felicitar a Mariano Abrach por el artículo. No solo explica el porqué del fenómeno pony, sino que incluso alimenta la curiosidad por el producto. Con todo… no; creo que de esto paso, gracias. Pero es un trabajo bien hecho, sr. Abrach.
Y si quereis «experiencias traumáticas equinas» probad a caeros de un caballo al galope por culpa de una silla mal cinchada ante unas gradas llenas de conocidos y luego me contais…
Y la Scott y la Lupachinno están muy ricas, sí.
En medio de toda esta interesante conversación, leí tus elogiosas palabras Retranqueiro, y muchas gracias por ello. Creo que cumplí con la tarea que me propuse, así que satisfecho.
Saludos!
PD: a mí la Faust me gustó también, eh.
Imagino que es muy triste hacerse mayor, papá y sobretodo empezar a chochear con esto de los pequeños ponis. Preferiría los Superbebés que llenaban montañas de mierda en el pañal o arrastraban un moco kilométrico hasta el fin de los tiempos. Lo veo mas llamativo que quereis que os diga.
Por cierto Spirit, yo me hice con algún ejemplar de los Snorkels hace años cuando empezó pero le perdí la pista, rietete tú de Aquaman o Namor, que están siempre amargados y solitarios en sus abismales fondos oceánicos.
Espero no encontrarme más reseñas como estas, pero bueno están los Fruitys, Delfy, Basket Fever,…que supongo que calaron a fondo en el personal.
4d2i4n ha comentado: Espero no encontrarme más reseñas como estas
Y no quieres que se hagan porque…. ¿?
Era inevitable que los dos fenomenos del momento acabaran cruzándose, no?
Tenía que suceder: los bronies ha desembarcado en Zona Negativa…
Hombre, tampoco es que moleste el fenómeno pony; de todo tiene que haber en la viña del señor… ni vamos a pretender que los chavales empiecen a leer cómic con From Hell…
Y, para mí, los bronies siempre serán tartas de chocolate. XD
¡Hola! ¡Perdón, llego 8 años tarde! ¿Leéis mi comentario? Gracias.
Pos sí, el tema del momento ahora es «Los 3 Jokers» pero yo ya dije mi opinión y ahora me dispongo a hablar de «My Little Pony». Me lo dicen hace 3 años (era fanboy de Zack Snyder) y creo que en el futuro seré un drogata. Pero tengo la mente abierta, aquí estoy.
Como me gusta la Zona Negativa. TODAS sus reseñas son una maravilla.
No digo que me vaya a comprar el cómic, pero esto me requeteconfirma que IDW es una de las mejores editoriales no superheroicas hoy en día. También fueron un éxito crítico y comercial sus series de «Las Tortugas Ninja», «Transformers» y «Sonic El Erizo».
Y tengo buenos recuerdos de la serie de animación de los ponies de la década pasada. No es que fuera fan, pero me parecía graciosa.
Y ya está, eso quería decir.