Top Ten: Cable, X-Force y el legado de la Marvel los Noventa

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Continuamos con nuestros posts temáticos con motivo del desembarco de Marvel NOW!, aprovechando que esta semana sale a la venta el primer número Cable y los X-Force, para hacer un repaso del legado de una década marcada a fuego en nuestra memoria. Fruto de los excesos los noventa, las dos creaciones de Rob Liefeld han ido cogidas de la mano a lo largo de la práctica totalidad de su historia, regresando ahora en nuevo título que pretende demostrar que se puede sacar algo bueno de toda la estética y el espíritu de aquellos años empapados a base de actitud y complementos cibernéticos.

A cargo del guionista Dennis Hopeless y nuestro compatriota, el dibujante Salvador Larroca, la serie reunirá al Hijo de Askani, Dominó, Coloso, el Dr.Némesis y Forja dando vida a un operativo a medio camino entre Los Mercenarios y el Equipo A. Perseguidos por la justicia -encarnada por los Uncanny Avengers de Remender- mientras tratan de librar al mundo de amenazas ajenas al conocimiento general, Hopeless describe a Cable como un luchador nato que se ha pasado toda su vida luchando y que es incapaz de vivir su vida de otra forma.

Comparándolo con el Parker de Richard Stark, la intención del guionista es brindarnos un adrenalínico cómic con acción de alta intensidad, enfrentando al grupo a una carrera contra reloj para salvar al mundo frente a la adversidad. En tiempos difíciles, cuando la Patrulla-X no es suficiente para hacer frente a las amenazas de un mundo extraño y peligroso, es necesario la alternativa de aquellos que no tienen miedo de cruzar los límites. Al frente de un equipo de especialista con una larga experiencia en misiones superhumanas, Nathan Summers capitaneará a una nueva encarnación de X-Force manteniendo vivo parte del espíritu de una época en la que creíamos que nos ibamos a comer el mundo, y la principal valía era un par de gónadas bien puestas en su sitio. Pero, ¿qué más ha sobrevivido de aquella época hasta nuestros días?



  • Pete Wisdom: Los primeros pinitos de Warren Ellis en la casa de las ideas dejaron como principal secuela a este singular espía británico creado al más puro gusto del guionista de Planetary. Con una mutación que le permitía crear dagas de plasma solar en la punta de sus dedos, Wisdom no solo tuvo en su haber el honor de desflorar a Kitty Pryde, sino que puede considerarse como un eslabón perdido en el que convergen rasgos de personajes tan dispares como James Bond, Lobezno, John Constantine o Gambito. Wisdom encarnaba la fascinación de los británicos por la figura de ese Gentleman universal hijo del imperio cuyo máximo fin es luchar por el bien de la fraternidad humana, y que posteriormente se haría tan recurrente en su carrera a través de personajes como Jenny Sparks, Jack Hawksmoor o Elijah Snow. Tras la marcha de Ellis, el personaje pasaría al olvido hasta que la nostalgia y el recuerdo de los lectores hicieron que volviera a brillar de la mano de Paul Cornell. Actualmente sigue sin serie propia, pero no deja de resurgir, quien sabe si a la espera de que llegue alguien y cuente con el camino allanado para devolverle a donde le pertenece.
  • Matanza Máxima: Durante decada de los noventa los villanos mostraron una tendencia a hacerse violentos, sanguinarios y despiadados hasta límites absurdos. Estabamos en plena era de la generación MTv y las imágenes se hicieron explícitas, permitiendo que los serial killers se convirtieran en estrellas televisivas simplemente porque era una locura y, sobre todo, era divertido. Fue en este contexto donde nacería el desquiciado Cletus Cassidy y su lacerante traje de sangre adherido a su ser como una masa viscosa ansiosa por arrebatarte la vida. Protagonizando sagas tan excesivas como Matanza Máxima o Planeta Simbionte, el personaje se tomaría un largo descanso regresando recientemente a la carga con una cadena de arcos argumentales.
  • Gambito: Creado conforme se extinguían los ochenta, Remi LeBeau nos fue presentado como un redomado tahur con una gabardina roñosa a juego con su acento frances barato y sus cigarrillos alquitranados cuya principal aspiración en la vida era molar. Y es que combinando una serie de rasgos tan exitosos como enervantes (desde ese look a lo «rey de las camas» pasando por esa actitud de galan trasnochado, elegante pero a la vez curtido en las enseñanzas de la calle) lo tenía todo para convertirse en el personaje idolatrado de unos, y el motivo de odio de otros. Viviendo su período de esplendor durante los noventa -gracias al trabajo de guionistas como Fabian Nicieza y Chris Claremon o a su papel en la serie de animación-, el nuevo siglo no le ha sentado demasiado bien a un cajún cuyas cartas comienzan a perder potencia mientras se diluye como una gris sombra de lo que fue. Aun así, Gambito se niega a dejarse llevar, y continúa dejando atisbos de sus buenos tiempos gracias a la caracterización que le brinda Marjorie Liu en Astonishing X-Men o la serie regular a cargo de James Asmus.
  • Bishop: Llegado desde un futuro donde los campos de concentración habían dejado paso a un estado anárquico en el que los mutantes medraban a sus anchas y la sociedad se desmoronaba bajo el imperio de la ley del más fuerte, este rudo madero del mañana con el poder de absorber energía y portar fusiles fardones se convirtió en uno de los pilares fundamentales de la Patrulla-X durante la década de los noventa. Como si de un Kyle Resse cualquiera se tratase, Bishop llegó a nuestro tiempo por medio de la moda de los viajeros espacio temporales para advertirnos de que una terrible amenaza se cernía sobre nuestro mundo. Y aunque era un personaje de una sola historia, sobrevivió a la trama del Traidor X negándose a abandonar nuestra época como tantos y tantos ocupas que han llegado en idénticas circunstancias (¿alguien ha dicho Rachel?), destacando en ciertos momentos puntuales como su reivindicación como policía durante la época de David Hine, o el irónico giro que daría su carrera durante la carrera por la niña mesías. Desaparecido desde entonces, Bishop regresa a la carga para demostrar que lejos de ser una reliquia obsoleta todavía tiene historias que ofrecer.
  • Los Thunderbolts: A finales de los noventa, Kurt Busiek le salvó a Marvel las castañas del fuego con creaciones como este singular grupo de superhéroes que nació para cubrir el vació del Heroes Reborn y que arrojó nuestras quijadas al suelo cuando descubrimos que detrás de sus máscaras se escondían el Barón Zemo y los Amos del Mal. El resultado, fue una de las cabeceras más longevas y versátiles de los últimos quince años. Y aunque recientemente se ha visto forzada a renombrarse como Vengadores Oscuros por la constante caída de ventas de la etapa de Jeff Parker, se las ha ingeniado para reaparecer por medio de un nuevo volumen a cargo de Daniel Way y Steve Dillon (del que ya os hablábamos durante la semana pasada). Siempre ligada a esa difuminada frontera que separa a héroes de villanos, la franquicia no tendrá la solera de sus mejores tiempos, pero sigue resistiendo a capa y espada pese al paso del tiempo.
  • Mariposa Mental… ¡Ninja!: Durante los ochenta, el irredimible Frank Miller dejó huella en el cómic mainstream de superhéroes gracias a su etapa en las aventuras del diablo guardián. Aquello era el inicio de una nueva de tíos duros, pistolones enormes, dientes apretados y trazos toscos que tuvo entre sus frutos la creación de la implacable Elektra. Su obra cautivo a las nuevas generaciones de tal forma que no fueron pocos los que intentaron seguir sus pasos como fue el caso de un joven dibujante llamado Jim Lee. El caso es que Jim quería a su propia Elektra, y como Claremont no estaba por la labor de introducir a nuevos personajes en su Patrulla-X, decidió coger a la sofisticada telépata británica Mariposa Mental y brindarle un escultural cuerpo de ninja asiática. Todavía estigmatizada por las secuelas que le dejaron la década de los noventa, Betsy está viviendo una etapa dulce gracias a su rol capital dentro de los Uncanny X-Force de Rick Remender (y que parece que seguirá manteniendo den la inminente etapa de Humphries).
  • Araña Escarlata: La Saga Clon fue probablemente uno de los episodios más infames y vilipendiados de toda la historia de Marvel. Aun así, muchos crecieron con ella y no son pocos los que recuerdan con cariño sus momentos álgidos y aportaciones como el bueno de Ben Reilly o el llorado Spidercida (risa… ¿no? ¿llantos?). Y aunque Marvel sigue en sus muy acertados trece de no sacar al bueno de Ben de su tumba, Araña Escarlata está de vuelta en la piel del atribulado Kaine, demostrando que un clon puede servir para algo más que como copia gris del personaje original. Trasladándose a la ciudad de Houston para servir de contrapunto árido e intratable de nuestro amistoso vecino espiderman, su serie se ha ganado un buen número de adeptos bajo el lema «Todo el poder, nada de la responsabilidad» mientras se enfrenta a enemigos que parecen salidos de una película de John McLane, desde el Gremio de Asesinos de Nueva Orleans, hasta narcos mejicanos con superpoderes como Salamandra o los añorados Hermanos Lobo.
  • La Era de Apocalipsis: De entre todas las realidades alternativas que debutaron durante la década de los noventa, ninguna causaría el impacto que la presentada en el ambicioso crossover orquestado por Bob Harras. Con la sombra de la Crisis en Tierras Infinitas todavía cercana, la franquicia se volcaría en una trama en la que Legión viajaba al pasado con la intención de matar a Magneto antes de que se convirtiese en el líder de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, y ganarse así la aprobación de su padre. El que un grupo de Hombres-X siguiera sus pasos con la intención de evitar que saliera airoso en sus planes no pudo evitar que el episodio culminase catastróficamente con la muerte de Xavier. Esto dió lugar a una nueva realidad en la que los X-Men nunca habrían sido creados, y Apocalipsis encontraría vía libre para extender su reinado de terror sobre la Tierra. Y aunque al final los héroes se sobreponieron evitando que este nuevo mundo se superponiese sobre el Universo Marvel tradicional, la Era de Apocalipsis continuaría existiendo como línea temporal independiente regresando con una miniserie conmemorativa de su décimo aniversario. Actualmente, la lóbrega realidad alternativa vuelve a estar más de moda que nunca gracias a la publicación de una nueva serie regular a cargo de David Lapham y Roberto de la Torre, más la presencia de personajes estrechamente ligados a ella como Nate Grey, Blink o el Rondador Nocturno de este Universo en distintas colecciones (si hasta el propio Legión cuenta con su propia serie regular). ¿Quien lo habría dicho cuando en pleno cenit de la saga pensábamos que había sido destruida desapareciendo para siempre?
  • X-Factor: Pese a que a principios de los noventa la generación Image marcaba tendencia con la exaltación del apartado gráfico sobre cualquier conato de historia, sus físicos de infarto, las poses imposibles, una chulería trasnochada hija del cine de acción de la época y una sobrecarga de adornos superfluos, había un grupo de artistas que renunciaban a amoldarse a esta moda, concibiendo sus historias como lo habían hecho siempre. Entre ellos estaba Peter David, quien supuso un soplo de aire fresco entre el festival de gallos en el que se había convertido la franquicia mutante. Reuniendo a un elenco de personajes de cuarta fila a los que no querían ni sus propios creadores, David nos ofreció un puñado de historias llenas de humor e ingenio en las que primaban el desarrollo de los personajes y los enfrentamientos contra tarros de mayonesa. Sin embargo, su serie no vendía tanto como la de Lee, Portaccio o Liefeld, por lo que no tardó en ser desplazado de la serie a golpe de crossover. Sin embargo, David tuvo la increíble suerte de que uno de sus dibujantes acabará convirtiéndose en el editor jefe de Marvel, por lo que una década más tarde tendría la oportunidad de reencontrarse con Madrox, Fortachón, Loba Venenosa y compañía, para brindarnos una de las etapas más longevas, estimulantes e impredecibles del panorama actual.
  • Veneno: Aunque al igual que Gambito, el origen de Veneno tuvo lugar a finales de los ochenta, su coto de caza privado se desarrolló durante la década de las hombreras y Jason Voorhes. Guiado por su sed de venganza y armado con un simbionte alienígena que le convertía en una brutal mole de voraces fauces y mirada de ultratumba, Veneno pasó de ser uno de los más aterradores villanos del trepamuros a convertirse en una burda parodia de si mismo. Por suerte para él, alguien decidió sacrificar al perro antes de que comenzara a arrastrarse lastimosamente por el parqué, separando a Eddie Brock del traje permitiendo que Rick Remender lo recuperase en toda su gloria por medio de un nuevo portador. Y vaya si lo hizo. La actual colección de Veneno no solo ha sido la más duradera que haya tenido el protector letal, sino también la más intensa y encarrilada, logrando con Flash Thompson la dirección que a muchos le hubiera gustado cuando Eddie era el portador.
  • X-Force: Si hubiera que buscar un título que definiera sin ningún tipo de mesura ni adulteración la cara más extrema de los noventa en todo su esplendor, esta fue sin duda la reinvención de los Nuevos Mutantes a cargo de Rob Liefeld. El mítico dibujante autodidacta mandó a paseo a los pipiolos de Chris Claremont quedándose únicamente con Bala de Cañón y algún que otro turista para reconfigurar el grupo en torno a la figura de Cable, creando una serie en la que la rebeldía de la juventud cobraba forma con un enfoque a medio camino entre Amanecer Rojo y un delirio cosplay en torno a un remake de Aliens firmado por Madonna. Estaba la rubia descarada, el indio cachas, la mujer gato de piernas peludas, el tío estoico y enigmático de las espadas… y pistolas. Muchas pistolas y complementos. A lo largo de los últimos veinte años la serie ha dado lugar a infinidad de aproximaciones diferentes, desde los Runaways de John Francis Moore hasta el escuadrón de la muerte de Chris Yost, pasando por el impresicindible delirio pop de Peter Milligan y los Allred. Tras el éxito de la etapa de Rick Remender, la franquicia de X-Force se amplia con dos nuevas cabeceras: Una que prosigue el camino de su última encarnación (con un toque viajero al más puro estilo de la Patrulla-X de Claremont y Byrne) y otra que trata de revivir todo el exceso cibernético anabolizado de la etapa de Liefeld y demostrar que se puede hacer algo bueno con ello.
  • Emma Frost: Durante los noventa, la antigua Reina Blanca del Club Fuego Infernal cambio de bando convirtiéndose junto a Banshee en la responsable de la formación de la cuarta generación de cadetes reclutados por la Patrulla-X. Generalmente estos cambios de bando no suelen tener mucho futuro, y con el paso del tiempo el personaje tiende a retornar a sus antiguos fueros. Sin embargo, en el caso de Emma Frost se sumó el increíble trabajo de Scott Lobdell, Warren Ellis, Brian Wood y compañía por hacer de ella una antiheroina arrolladoramente carismática, y que Grant Morrison se cruzara en su camino cuando un lector le recomendase usarla durante su etapa en New X-Men. Después llegarían Josh Whedon, Kieron Gillen y Matt Fraction. Hoy, Emma Frost sigue siendo uno de los pilares de la Patrulla-X así como una de las ¿superheroínas? más interesantes de la última década.
  • Cable: Nathan Christopher Dayspring Summers. Cable. El Hijo de Askani. El Hijo de El Elegido. Padre los 90. Creado por Rob Liefeld a finales de los ochenta tomando como modelo su fascinación por el Deathstroke de su distinguida competencia (más rasgos que lo emparentaban con Arnold Schwarzenager de la saga Terminator o el Batman de El Regreso del Caballero Oscuro). Enigmático soldado de fortuna con apendices robóticos, un plan más secreto que los nombres de la cábala responsable de los Nuevos 52, pistolones del tamaño de mastines y un ojo resplandeciente, Cable era básicamente el sumun del macho alpha. De ese lobo plateado intratable que come alambre de espino y mea napalm, y que cuando estornuda, Chuck Norris se agacha. Tras la marcha de Liefeld, el personaje crecerían gracias al trabajo de guionistas como Fabian Nicieza, Joe Casey, Darko Macan o James Robinson, pero básicamente sigue siendo el mismo luchador por la libertad llegado a nuestro tiempo para enfrascarse en una interminable guerra sinfín. Habiendo perdido el virus tecno orgánico que amenazaba con consumir su cuerpo desde su más tierna infancia, Cable regresa para formar una nueva encarnación de X-Force creada a su imagen y semejanza para poner en jaque a las amenazas que ponen el peligro el futuro se cruce quien se cruce.
  • Masacre: Y terminamos nuestra lista con la otra cara de la moneda, el otro personaje que fue creado por Liefeld a imagen y semejanza del DCero Deathstroke, y que pese a empezar su carrera como una simple parodia ha acabado convirtiéndose en uno de los principales iconos de la editorial. La culpa la tiene Fabian Nicieza pero, sobre todo, Joe Kelly, quien supo ver en él el potencial perfecto para convertirse en un producto ganador. Con un carácter a medio camino entre los antihéroes de John Carpenter y el delirio de El Vengador Tóxico de Troma, Masacre es la fusión perfecta entre Lobezno, Spider-Man y Bugs Bunny. Producto fallido del proyecto Arma X aquejado por una locura tan contagiosa como conveniente, Wade se ha consagrado como un corredor de fondo que tras flirtear con la cancelación durante los años de Kelly, resurgiría demostrando una sorprendente estabilidad sin apenas esfuerzo y actualmente es una de las cinco series más vendidas del mercado americano. ¿Por qué? Básicamente porque ofrece un producto tan único como atractivo y que sin necesidad de grandes alardes lo tiene todo para captar el interés del lector. O como diría un amigo de estas redes, hay que ser realmente torpe para escribir a Masacre y hacerlo mal. Y es que Wade no es sino la locura que rodea a la mediocridad diaria del hombre cotidiano. Esa voz directa que rompe la cuarta pared y apela a nuestra complicidad, y que a lo largo de estos últimos años nos ha brindado interminables horas de diversión con gente como Remender, Bunn, Aaron, Swierczynski, Way, Gischler y prácticamente todos y cada uno de los guionistas que han puesto sus manos sobre él.



Y con esto terminamos nuestro repaso a los principales legados de la década de los noventa que se mantienen con vida dentro del catálogo actual de Marvel Cómics en una época en la que -como puede apreciarse- fueron los mutantes y Spider-Man los que cortaron el bacalao. También podíamos haber incluído temas como el regreso y la locura de Norman Osborn, creaciones como Phil Urich, Marlo Jones o villanos como Éxodo o Bastión. Podríamos incluso hablar de iniciativas tan marcianas como SuperPro y como han acabado regresando en la forma del BroklynKnight de Jason Aaron y Mike Deodato Jr. Incluso puede que nos hayamos olvidado de muchos más, por lo que dejaremos que seais vosotros los que compartáis vuestras opiniones mientras nos preguntamos si Hopeless y Larroca lograrán su gesta y conseguirán rescatar los apectos menos glamurosos de esta década y reivindicarlos con este primer volumen de Cable y X-Force que verá la luz ese mismo miércoles en el mercado americano.

Fuente: Comic Book Resour.

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Reverend Dust
Lector
12 diciembre, 2012 7:51

[La serie de Masacre] actualmente es una de las cinco series más vendidas del mercado
americano. ¿Por qué? Básicamente porque ofrece un producto tan único
como atractivo y que sin necesidad de grandes alardes lo tiene todo para
captar el interés del lector.

Me atrevería a decir que el hecho de que se haya convertido en un fenómeno viral en internet, la proximidad de salida de su videojuego y la descarada promoción de la serie desde su cuenta de Twitter, de Facebook y de YouTube han tenido ALGO que ver en el éxito de ventas de Masi.

Mr. X
Mr. X
Lector
12 diciembre, 2012 9:34

 Alguien lee la serie apocalíptica de Lapham? ¿Qué tal está?

Reverend Dust
Lector
12 diciembre, 2012 9:43

Yo la leo y te puedo decir que está muy bien. Por otro lado la crítica la pone de notable para arriba. A mí me parece muy interesante y es una compra segura del año que viene para Panini.

@Mister_Air
@Mister_Air
Lector
12 diciembre, 2012 9:52

Habeis visto las imagenes en las que Cable lanza cohetes con su nuevo brazo?
Marvelous…

Ocioso
Ocioso
Lector
12 diciembre, 2012 10:26

 Daniel dixit: El caso es que Jim quería a su propia Elektra, y como Claremont no estaba por la labor de introducir a nuevos personajes en su Patrulla-X, decidió coger a la sofisticada telépata británica Mariposa Mental y brindarle un escultural cuerpo de ninja asiática

Esto no lo sabía. En su momento me horrorizó el disparate de coger a un personaje establecido, la dulce Betsy Braddock, y cambiar su raza así porque sí, porque se había puesto de moda lo ninja. ¿Que necesidad había? ¿Por qué no se inventaban un personaje nuevo y dejaban a Betsy en paz? Pues mira por donde ahora me entero de que estaba el puto Jim Lee ahí metido.

Mr. X
Mr. X
Lector
12 diciembre, 2012 10:36

 Gracias, Reverend!

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
12 diciembre, 2012 11:15

No todo lo que se hizo en los 90 con marvel apestaba, hay un 2% que se salva y que este articulo lo reseña. El resto caca!!
Me ha encantado la exposicion personaje a personaje y grupo a grupo, pero echo a faltar a jubilo lee

Jordi Molinari
Autor
12 diciembre, 2012 11:58

Ocioso

Esto no lo sabía. En su momento me horrorizó el disparate de coger a un personaje establecido, la dulce Betsy Braddock, y cambiar su raza así porque sí, porque se había puesto de moda lo ninja. ¿Que necesidad había? ¿Por qué no se inventaban un personaje nuevo y dejaban a Betsy en paz? Pues mira por donde ahora me entero de que estaba el puto Jim Lee ahí metido.

La cosa fue tal que así:

Claremont: Yo tengo unas gónadas enormes.

Lee: Pues yo las gónadas las tengo GIGANTES.

Demasiadas gónadas y demasiado poco cerebro había para aquella época creo yo…

Ocioso
Ocioso
Lector
12 diciembre, 2012 12:29

Es que si a un personaje le cambias el físico y la personalidad ¿qué queda de aquel personaje?
Ni siquiera puede seguir utilizando el DNI porque ya no le vale la foto.
Claremont claudicó y total paná, porque al poco le echaron de la serie. O se fué antes de que le echaran, que para el caso es lo mismo.

Piensas que esto hoy no pasaría y solo tienes que recordar la noticia de hace unos días sobre Gail Simone. La chica traga carros y carretas cuando se ventilan de un plumazo su historia con Barbara Gordon, acepta guionizar la nueva etapa, imagino que pensando «para hacerlo mal, prefiero hacerlo yo y salvar la situación como pueda», y a los pocos números, cuando ya se han aprovechado de su prestigio con el personaje para dar «autenticidad» al reinicio, la despiden.

Jordi Molinari
Autor
12 diciembre, 2012 12:58

El problema ha sido más como lo han hecho que el hecho de sacarla de la serie. Que si, que venía muy bien… también lo hacía Tony Daniel en Detective Comics, y duró menos aún. Yo personalmente, cuando me enteré de los primeros rumores, deseé que fuera cierto, y que viniera otro que escribiera no para «salvarla» sino para darnos grandes historias.

Su Villians United y posteriores Secret Six fueron de las primeras colecciones que leí de DC Comics ya de adulto, y le tengo un enorme aprecio a Gail Simone… pero no me gustaba la Barbara Gordon que nos mostraba, y por extensión, Batgirl. Que todos los escritores siempre tienen las mejores intenciones e ideas para sus personajes, pero no siempre funcionan.

Y cuando las ventas no se desplomen – obviamente habrá una bajada, y quizás Wonder Woman le quite el primer puesto como personaje femenino de DC Comics que más vende, pero no creo que baje a niveles por ejemplo de Birds of Prey, ni siquiera creo que llegue a vender menos que Catwoman – se verá que, mal que pese, la serie vende porque Batgirl es Barbara Gordon y no otra. Ni más, ni menos. Así de real, así de triste.

Sierra
Sierra
Lector
12 diciembre, 2012 15:44

Yo diría más bien que todo lo de Lee y Liefeld tampoco duró tanto. hacia mitad/finales de los 90 encarrilaron todas esas series con muy buenos artistas y etapas bastante decentes (sobre todo en las series X): X-force de Pollina, José Ladronn en Cable, Generación X (con bachalo desde el principio y luego los Dodson)… 

Alejandro Ugartondo
Autor
12 diciembre, 2012 16:12

Visto con la perspectiva de este artículo los 90 en Marvel aun fueron bastante aprovechables, no? Lo que viene a demostrar esta lista es que en las manos adecuadas casi cualquier concepto puede servir para explicar buenas historias ya que casi todo lo que sale en esta lista ha mejorado con el tiempo (menos Gambito, que ha empeorado y mucho). De todos estos que mencionas me quedo con el Factor-X de Peter David, sobre todo la época junto a Larry Stroman, una auténtica delicia

 

dhaldon
dhaldon
Lector
12 diciembre, 2012 16:39

Eso de que en los 90 todo apestaba menos lo arriba señalado… en los 90 se publicaron cosas como The new warriors, cuyos primeros 25 números estan a la altura de cualquier serie de grupos, cualquiera, llámese New Titanes, x Men o lo que sea. Y con respecto a Adam Pollina, prefería mil veces a Rob, que mal me caía ese tío, que mal dibujaba, y encima iba de artista, en plan «yo no leo comics no quiero que mi estilo se influencie de otros» lo dicho, gilipollas total.

Alejandro Ugartondo
Autor
12 diciembre, 2012 17:30

dhaldon coincido contigo en cuanto a Adam Pollina. Fué en su etapa en X-Force cuando dejé la serie en los 90.  Recuerdo el rediseño que hizo para Ghost Rider, vaya porquería. Iba de superestrella y acabó en ninguna parte.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
12 diciembre, 2012 18:18

Ya me corregireis si me equivoco; hasta donde yo llego, Cable era un telépata/telequinético de primer nivel pero cuyo poder se veía frenado por la necesidad de usar sus habilidades mutantes para combatir el virus tecno-orgánico que infestaba su organismo… Una vez libre de ese virus, ¿no debería estar su poder a su nivel máximo? ¿Para qué narices necesita un brazo bazooka? ¿Qué me he perdido?

erickop7
erickop7
Lector
12 diciembre, 2012 18:24

 Lo del brazo sucedera hoy en Cable and the X force me parece, los noventas casi quiebran a Marvel, y gracias PAD y Busiek se sostuvieron

manolin
manolin
Lector
12 diciembre, 2012 20:47

Dhaldon:  Totalmente de acuerdo contigo en lo de The New Warriors, la verdad es que Marvel, a diferencia de DC, nunca había tenido un grupo de superheroes juvenil, tipo Nuevos Titanes, fuera del Subuniverso Mutante, y lo logró por primera vez con esta gran serie de Nicieza y Bagley.

Totalmente en desacuerdo contigo y con moonwatcher en lo de Pollina, y si lo vais a odiar por tener influencias artística extra-comiqueras, entonces deberiais odiar también a Sienkiewicks y a Barry Windsor-Smith, eso sí, pienso que era un artista más adecuado para ilustraciones (como su influencia más clara, el ilustrador Art Noveau Alphonse Mucha) y portadas que para un comic mensual.

dhaldon
dhaldon
Lector
12 diciembre, 2012 21:04

No se le odia (al menos yo) por tener influencias artísticas distintas al comic (de donde has sacado eso?) se le odia básicamente por ser gilipollas y dibujar mal (en mi humilde opinión) porque un tío que acababa de llegar y tenía su primera serie más o menos importante no puede ir de sobrado como iba, más aún sustituyendo a un Greg capullo qué ya entonces era mejor dibujante de lo que el nunca pudo aspirar a ser,y el tiempo me da la razón; míra donde está uno y donde está otro (alguien sabe donde está el Pollina a todo esto?)

manolin
manolin
Lector
12 diciembre, 2012 21:19

Ok, mis disculpas si te malinterpreté, lo dije por lo de «No quiero que mi estilo se influencie de otros» que tú pones en boca de Pollina, pero la verdad es que nunca leí esas declaraciones por parte del artista, ¿donde lo leiste tú? ¿en alguna entrevista? es por curiosidad, no es que este negando que haya dicho eso.

Eso sí, un par de cosas: 1º Que el tipo sea un gilipollas no quitaría que fuera un buen dibujante, a mí por ejemplo, Grant Morrison, cuando leo alguna entrevista suya, me parece un prepotente y un gilipollas de mucho cuidado, y eso no quita que me siga pareciendo un buen guionista y su comics me encanten. 2º Pollina no sustituyó en X-Force a Greg Capullo, sino a Tony Daniel y a algún otro dibujante de transición.

Ocioso
Ocioso
Lector
12 diciembre, 2012 21:21

dhaldon ha comentado: alguien sabe donde está el Pollina a todo esto?

En Google he encontrado dos imágenes.
Este es él, seguro, porque es una foto de comicvine.

Este…pues tengo mis dudas, pero creo que sí, se parece mucho.

La segunda foto deja claro que el pollina de su apellido no está relacionado con su miembro viril sino con que al chaval le gusta disfrazarse de pollo.

Jordi Molinari
Autor
12 diciembre, 2012 21:43

Yo es que tengo una 360 y a mi sólo me alcanzan las siglas de GoW por Gears of War. Que por otra parte, calza mucho con el estilo de Cable & X-Force.

Ocioso
Ocioso
Lector
12 diciembre, 2012 22:53

Con la tontería voy refrescando la memoria sobre como dibujaba Pollina y sí, tenía un estilo propio que podia gustar o no, pero … ¡tenía un estilo propio! En los 90 eso era casi un pecado. Visto en perspectiva me doy cuenta de que era mucho mas interesante que la inmensa mayoría de los dibujantes pijameros de la época.

Sierra
Sierra
Lector
13 diciembre, 2012 0:46

 Al margen de su personalidad, a mi el dibujo de Pollina en X-force me gustaba mucho, de hecho la etapa de Moore (John Francis), primero con Pollina, luego con Cheung, me parece una etapa a recuperar (hasta dueron los primeros mutantes en tener su base en San Francisco!.)

dhaldon
dhaldon
Lector
13 diciembre, 2012 1:40

Pollina estuvo invitado en un salón del comic de Barcelona y los del Dolmen le hicieron una entrevista, de ahí saque las declaraciones, no recuerdo que número pero aún tengo todos los dolmenes en cajas en el trastero, este fin de semana lo buscaré, sólo para ver que dijo exactamente, pero ya te digo que fue una gilipollez en plan «soy un artista, vengo de dibujar cuadros en Italia» o algo igual de pretencioso, tanto que 15 años después aún me acuerdo. Y sobre si era buen dibujante o no, para gustos los colores, pero vamos, el tener un estilo personal no garantiza nada, si fuera así Koi phan (o como se diga) sería un maestro del dibujo,y como que no 🙂